SE FUE DOMINGO
En la muerte del poeta Domingo Acosta Guión.
De ritmos y armonías todo lleno,
la hora se cumplió de su partida,
y se marchó soñando, y hondo y bueno,
sin la caricia de una despedida.Silencioso de afanes y sereno,
buscando siempre la inmortal medida
pasaba deshojando dulce y pleno
el dolor indecible de su vida.Domingo, el gran cronista de La Palma,
festivo como el día de su nombre,
se nos dio todo entero en cuerpo y alma.Y al no poder decir lo más sentido,
amargo y torturado y triste, el hombre
se fue a cantarlo en lo desconocido.1959
