11-03-2023
Carlos M. Padrón.
El artículo que copio abajo promete decir todo lo que debamos saber sobre la tilde en ‘solo’, pero yo, que soy y seguiré siendo tildista, sigo sin saberlo.
Sigo sin saber por qué se cambió la regla, vigente por muchos años, de poner la tilde cuando ‘solo’ es adverbio, a menos que, como muy bien dijo David Gistau, la RAE ha procurado simplificar la gramática para evitar errores al tarugo, o sea, ha optado por irse por la línea del menor esfuerzo, por no penalizar la ignorancia,que es lo que dicen con que “la manera de no equivocarse es no poner la tilde nunca”.
Además, la RAE añade que, en caso de ambigüedad, como en las frases abajo dadas como ejemplos —«Pasaré solo este verano aquí» (en soledad, sin compañía) o «Pasaré sólo este verano aquí» (solamente, únicamente)—, sí hay que poner la tilde, pero ocurre que hay muchos casos en que la ambigüedad es subjetiva, y otros muchos en que escapa al conocimiento de los tarugos.
Aunque generalmente no gusto de las mexicanadas, en este caso estoy de acuerdo con la decisión de la Academia Mexicana de la Lengua que se ha pronunciado a favor de conservar la tilde diacrítica en el adverbio sólo.
Y, ampliando lo que ya dije arriba, en los titulares (y a veces en los textos) de los artículos que a diario recopilo para el Rebujado y Padronel, pongo tilde al adverbio sólo si veo que no lo tienen, como también pongo inicial mayuscula en las palabras qaue deben tenerla.
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10/03/2023
Todo lo que debes saber sobre la tilde de ‘sólo’
La RAE vive dos plenos tormentosos por el cambio de redacción de la norma que regula el acento ortográfico del adverbio. ¿Qué ha pasado para llegar a esta situación? ¿Es una falta de ortografía tildarla? Aquí explicamos todas las claves
La Real Academia Española debatió ayer jueves, en medio de una enorme expectación, la nueva redacción de la norma de la palabra ‘sólo’ en su uso adverbial, cuando es sinónimo de ‘solamente’. ¿En qué circunstancias deberá tildarse a partir de ahora, después de la división entre académicos que se ha manifestado esta semana? ¿Se considerará una falta de ortografía? ¿A qué se debe la división entre tildistas y antitildistas de esta última década?
El director de la Docta Casa, el jurista Santiago Muñoz Machado, compareció ante la prensa para tratar de zanjar la cuestión, pero lejos de aclarar todas las dudas, jugó con una ambigüedad que da pie a distintas interpretaciones, así que cada uno, tildistas y antitildistas, podrá hacer lo que quiera. El viejo lema ‘limpia, fija y da esplendor’, en el caso de ‘sólo’, ahora es ‘café para todos’.
¿Qué dice la norma a partir de ahora?
El Diccionario Panhispánico de Dudas que se presentará a finales de marzo en el Congreso Internacional de la Lengua Española (el actual es de 2005), incluirá una redacción que añade el inciso «a juicio del que escribe»:
a) Es obligatorio escribir sin tilde el adverbio solo en contextos donde su empleo no entrañe riesgo de ambigüedad.
b) Es optativo tildar el adverbio solo en contextos donde, a juicio del que escribe, su uso entrañe riesgo de ambigüedad.
Ejemplos:
- «Pasaré solo este verano aquí» (en soledad, sin compañía).
- «Pasaré sólo este verano aquí» (solamente, únicamente).
En resumen, cuando ‘solo’ es un adjetivo, irá siempre sin tilde y, cuando es un adverbio, entran en juego la ambigüedad y el juicio del que escribe.
¿Es una norma nueva?
Cuando el pasado jueves 2 de marzo la RAE acordó esta redacción, el escritor Arturo Pérez-Reverte (el académico que lidera el bando de los tildistas) celebró que por fin se había rescatado la tilde de ‘sólo’ del destierro al que le habían sometido los lexicógrafos, partidarios de suprimirla. Pero el perfil de Twitter de @RAEinforma, controlado por Salvador Gutiérrez Ordóñez, al frente del bando de los gramáticos, defendió que la norma no cambiaba, solo su redacción, y añadió que el uso de la tilde debía justificarse. Cuestión de matices. Esto provocó una reacción airada de Pérez-Reverte, que ayer se mantuvo firme y pidió explicaciones ante todos los académicos que acudieron al pleno.
Muñoz Machado, al término del pleno, compareció ante la prensa para explicar que no se había aprobado una «modificación de la regla», sino una «modificación de la redacción de la regla». Pero añadió: «Hay veces que las interpretaciones de las normas pueden suponer una norma nueva».
En efecto, si ahora se deja al criterio de quien escribe decidir cuándo ‘sólo’ es ambiguo y cuándo no, esto permitirá que los ‘solotildistas’ la usen siempre que quieran sin que nadie les pueda censurar por ello. «Ahora puede llevar a que haya escritores que aprecien ambigüedad incluso cuando no la hay. La Academia ha acordado que se puede tildar en los supuestos en que hay ambigüedad. La aprecia el que escribe», dijo Muñoz Machado.
En la práctica, la RAE ha abierto la mano cuando la tendencia de estos últimos años era no ponerla. ¿Es una norma nueva? Sí y no, todos tienes su parte de razón.
¿Se considerará una falta de ortografía?
Una de las preocupaciones por este tema, porque tenía implicaciones reales, era que en los exámenes —de estudiantes u opositores— se podía bajar la nota por el uso de la tilde. Académicos como Soledad Puértolas o Manuel Gutiérrez Aragón así lo habían expresado.
Ayer, cuestionado por este tema, el director de la RAE no fue concluyente. Se limitó a decir que con la nueva redacción el criterio sobre si la tilde está justificada o no pasa de estar en manos del profesor/examinador al que escribe. Con esto, se entiende que incluso en los casos donde no hay riesgo de ambigüedad se podrá escribir ‘sólo’ sin que se pueda penalizar; el que usa la tilde siempre podrá decir que, según su criterio, sí está justificada.
En cualquier caso, como dicen algunos académicos lingüistas, Inés Fernández Ordóñez entre ellos, la manera de no equivocarse es no ponerla nunca. Y, si existe riesgo de ambigüedad, usar el comodín de ‘solamente’ o ‘únicamente’, o cambiar el sentido de la frase.
¿Qué es una tilde diacrítica?
Según la Fundeu, «la tilde diacrítica es la que permite distinguir palabras que se escriben igual, pero que tienen significados distintos y presentan diferente pronunciación». Y la Ortografía indica que se utiliza «a fin de diferenciar en la escritura ciertas palabras de igual forma, pero distinto significado, que se oponen entre sí por ser una de ellas tónica y la otra átona» y que generalmente pertenecen a categorías gramaticales distintas.
Según el académico Gutiérrez Ordóñez, «la tilde introducida para distinguir los pronombres de los adjetivos demostrativos [este, ese, aquel] y el adverbio del adjetivo solo no se ajusta a esta regla, pues opone dos palabras tónicas», pero «la Academia ha mantenido el uso de la tilde en estos dos casos como máximo en situaciones de posible ambigüedad».
¿Cuándo explotó la polémica?
Todo explotó en 2010, cuando la nueva Ortografía cambió la redacción de la norma. Si la Ortografía de 1999 (en línea con las indicaciones que ya se fijaron en 1959) prescribía la tilde «cuando quien escribe perciba riesgo de ambigüedad», hace trece años se permitía prescindir de ella «incluso en casos de doble interpretación». La Academia se quedó «a un paso de prohibir toda tilde», como dijo el lexicógrafo Pedro Álvarez de Miranda, «hasta se diría que tenía ganas de darlo, pero no llegó a hacerlo».
Esto fue entendido por escritores, columnistas y polemistas de todo tipo como que se prohibía, y durante años han batallado por su regreso. Pérez-Reverte ha sido uno de los que más ha peleado por ella. Todos los años el tema era tratado en al menos un pleno de la RAE sin que hubiera acuerdo. Curiosamente, la guerra ha estallado con más crudeza cuando las dos partes han llegado a ese acuerdo que se les había resistido durante más de una década.
¿Cómo se ha usado ‘sólo/solo’ desde 2010?
Salvo los irreductibles que se han empeñado en que no les cercenaran la tilde, algunos por una cuestión sentimental y otros defendiendo que era necesaria para ser eficaces, la realidad es que editoriales y medios de comunicación han apostado en su mayoría por no usarla. Por dos motivos: uno, porque en 2010 se interpretó —erróneamente— que la RAE la prohibía en todos los casos y, dos, porque en sus conductos oficiales la Docta Casa ha recomendado suprimirla.
La redacción ambigua de la Ortografía ha provocado que durante todo este tiempo se haya entendido que usarla era una falta de ortografía. Los escritores que la ponían tenían la sombra de la incorrección, y en exámenes universitarios u oposiciones era un problema que podía restar puntos.
Por cierto, pese a que en las escuelas durante años se ha enseñado que ‘solo’ debía llevar tilde siempre en su uso adverbial, la RAE nunca dijo eso estas últimas décadas.
¿Hay dos bandos en la RAE?
Pese a que Muñoz Machado aseguró que en la RAE «no hay posturas tildistas o antitildistas», sino «personas con una formación diferente», sí reconoció que gramáticos y novelistas han chocado durante años sobre este tema en los plenos. Félix de Azúa lo expresó así: «Me parece que son dos posiciones irreductibles: los técnicos, los gramáticos, y Arturo. Arturo tiene mucha personalidad».
Salvador Gutiérrez Ordóñez, director del departamento Español al día, está a la cabeza del bando de los lingüistas. Arturo Pérez-Reverte, autor de la saga Alatriste, es el líder de los escritores, en su mayoría tildistas.
En el pleno de ayer los académicos se expresaron con «dureza», según el director de la RAE, pero fue un debate pacífico: «Nadie ha dado su brazo a torcer ni hay vencedores ni vencidos, por más que algunas comunicaciones públicas aparenten otra cosa», dijo, en referencia al pleno ‘tormentoso’ que anunció Pérez Reverte.
En la RAE hay un tercio de gramáticos, un tercio de novelistas y un tercio de personas con profesiones diferentes: «Pero nos llevamos muy bien y llevamos el trabajo con mucha normalidad».
¿Votaron todos los académicos a favor del cambio?
En el pleno del día 2, se votó el nuevo enunciado por consenso: hubo un voto en contra. El jueves 9 lo que se aprobó fue el acta del pleno anterior. Y aquí sí hubo unanimidad (todos los votos a favor). «El acuerdo ha sido dos veces aprobado», concluyó Muñoz Machado. Al acabar, Pérez-Reverte aportó al acta un «documento dejando más clara su posición». Casi todos los académicos intervinieron en la sesión, unos para expresar su opinión y otros para adherirse a posturas manifestadas anteriormente.
¿Deben aprobar la norma las academias latinoamericanas?
Para cambiar una norma ortográfica, la RAE debe consultarlo antes con las academias integradas en la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale), para que estas sometan el tema a debate en sus plenos respectivos. En este caso, este proceso no se ha activado. Muñoz Machado sí se reunió de manera telemática con todas ellas para comunicarles el cambio de redacción, y a todas les pareció bien. Recibió el apoyo del otro lado del charco. Aunque la Academia Mexicana de la Lengua, para terminar de rizar el rizo, se ha pronunciado a favor de conservar la tilde diacrítica en el adverbio sólo.
El Diccionario Panhispánico de Dudas, que da respuesta, de forma clara y argumentada, a las dudas más habituales que plantea hoy el uso del español, da desde 2005 esta versión sobre la tilde: «Cuando esta palabra pueda interpretarse en un mismo enunciado como adverbio o como adjetivo, se utilizará obligatoriamente la tilde en el uso adverbial para evitar ambigüedades». Esta es la redacción que se modificará.
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