02-07-2022
Carlos Valentín Lorenzo Hernández
Texto leído en el acto de la celebración del “Día del Municipio de El Paso”, que tuvo lugar el 24 de junio de 2022 en la antigua Iglesia de Ntra. Sra. de Bonanza, con motivo de la celebración del 185 aniversario de la fundación del municipio de El Paso
Señor alcalde de la ciudad de El Paso, concejales de la Corporación del Ilustre Ayuntamiento de El Paso, convecinos, público asistente y todas las personas que nos siguen a través de esta retransmisión por medio de las redes sociales:
La secular y vetusta Iglesia de Nuestra Señora de Bonanza acoge el acto institucional de la efeméride del día del municipio, que este año lo adelantamos a la víspera, en este día de San Juan, que también rememora aquella primigenia Junta Parroquial de ciudadanos, celebrada en este mismo escenario el sábado 24 de junio de 1837, en la que debería de nombrarse nueve electores que elegirían un alcalde, seis regidores y un procurador síndico, dando así cumplimiento al acuerdo de la Diputación Provincial de Canarias que, con fecha de 20 de abril de 1837, había resuelto satisfactoriamente el expediente de segregación de El Paso presentado ante la misma por el diputado provincial, Sr. López Monteverde, recogiendo la aspiración de un grupo de vecinos de El Paso que manifestaban los perjuicios que se les ocasionaban con la pertenencia al municipio de Los Llanos.
El domingo 25 de junio de 1837 los nueve electores se reúnen nuevamente en el mismo lugar y se constituye el primer Ayuntamiento de El Paso, eligiendo como alcalde a Manuel Taño Fernández, popularmente conocido como “Manuel de Las Paredes”. Aquí nació la primera Corporación de nuestra historia municipal. Conmemoramos, por tanto, el 185 aniversario de la constitución administrativa del municipio de El Paso.
Este fin de semana El Paso se viste de fiesta: celebramos la festividad del Sagrado Corazón de Jesús. Precisamente hoy es la fiesta litúrgica, por lo que consideramos una ocasión propicia para dedicar, en esta intervención, una semblanza histórico-festiva de esta singular manifestación en la que se conjugan lo artístico y cultural con la sensibilidad espiritual.
Juan de Contreras, Marqués de Lozoya, quien fuera presidente del Instituto de España, citaba en un texto sobre las principales celebraciones festivas de nuestro país que “Las fiestas eran la expresión misma de la cultura de los pueblos”. Pocas cosas expresan mejor la manera de ser de un pueblo como la forma de divertirse.
El pueblo pasense está formado por gentes laboriosas, creativas e imaginativas, con una notable cultura, llenas de inquietudes, apegadas a sus tradiciones y garantes de su salvaguarda.
Cada año, cuando la primavera se ha afirmado y el estío se insinúa con radiante sol que vivifica y anima la vida, el arte y el saber hacer de los habitantes de esta tierra, que ocupa el centro geográfico de la isla de La Palma, toman forma de alfombras, tapices, pedestales, maceteros, descansos, pasillos y arcos en nuestras calles principales, en una explosión de colorido para admiración de propios y foráneos que acuden a la cita festiva anual.
En 1856 el Papa Pío IX extendió la festividad del Sagrado Corazón de Jesús a toda la Iglesia. En nuestro municipio ya encontramos algún antecedente de esta festividad en la segunda mitad del siglo XIX, y así vemos cómo en el Boletín Oficial eclesiástico del Obispado de Tenerife, de fecha 4 de agosto de 1892, se habla del aumento de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús en numerosos pueblos.
“Es altamente consolador ver cómo se propaga de día en día en esta nuestra diócesis la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Continuamente estamos recibiendo noticias de los nuevos centros que se inauguran por todas partes”. Se cita ‘Villa de El Paso, en la isla de La Palma’.
En el año 1915, el periódico La Gaceta de Tenerife, publicaba en el mes de junio una crónica en la sección ‘Desde El Paso’. Se recoge: “En el momento de mi llegada a la Plaza observé que en la parroquia se notaba algo de las grandes solemnidades religiosas y pude enterarme de que los numerosos fieles de la simpática ciudad, congregados en el templo por el celoso párroco, don Norberto Pérez Díaz, celebraban la festividad del Sagrado Corazón de Jesús. (…) El vecindario espera con entusiasmo una imagen ya encargada del Sagrado Corazón de Jesús y, a juzgar por su precio, será sin duda alguna la mejor de la Isla”.
La Asociación del Sagrado Corazón de Jesús de El Paso fue la que trabajó para adquirir la sagrada imagen. Se buscaron donantes que pudieran costear su adquisición y se establecieron comisiones que, llamando de puerta en puerta, recorrieron el pueblo para recabar los donativos con que costear los festejos que se llevaron a efecto con motivo de la bendición y entronización de la imagen del Sagrado Corazón de Jesús.
Así, los días 26 y 27 del mes de junio del año 1919 se programaron unas fiestas cívico-religiosas con tal motivo. La mañana del viernes 27 de junio (festividad litúrgica del Sagrado Corazón de Jesús) “tuvo lugar en el atrio de la iglesia la solemne bendición de la imagen” por parte del párroco de El Paso, don Norberto Pérez Díaz. Actuaron como padrinos de la imagen don José Ana Pérez Capote y doña Andrea Pérez Vergara.
Se trata de una talla de madera policromada, con un tamaño aproximado de 160 centímetros, del Jesús joven, en todo su esplendor físico, representado sobre una nube de querubines y enmarcado por un dorado y resplandeciente sol.
Seguidamente se celebró en el templo, “que estaba artísticamente engalanado, una solemnísima función. A las seis de la tarde del viernes 27 de junio de 1919 salió procesionalmente, por primera vez, la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, acompañándole las hermandades, las autoridades, tres venerables sacerdotes, gran cantidad de fieles, y las cuatro bandas de música que ejecutaron simultáneamente inspiradas marchas.
Las descargas de cohetes acompañaron el recorrido procesional a lo largo del Camino Real, en la Cruz Grande, en Tenerra, en la Plaza y en las calles de costumbre. Las calles estaban engalanadas con descansos y doseles. En la Plaza se representó una bellísima loa alegórica con declamación y canto alusiva a la entronización del Sagrado Corazón de Jesús en nuestra ciudad”.
El recorrido procesional de la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, en las primeras festividades, no era el mismo que el establecido con el transcurso de los años. Entre otros motivos porque todavía no se había construido El Calvario. El párroco don Norberto Pérez Díaz, durante el periodo que sirvió en la parroquia de El Paso, fue un gran impulsor de esa obra, y la construcción del Calvario fue una iniciativa suya en los años veinte.
Así, ya en el año 1926, el periódico tinerfeño La Gaceta de Tenerife, con fecha 2 de julio recoge, en su sección ‘Por Nuestros Pueblos’ (De la Vida Canaria), unas notas de la celebración de la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús en El Paso, en las que existe una referencia de que la procesión del Sagrado se dirigió hasta El Calvario.
El Ayuntamiento de El Paso, en sesión plenaria extraordinaria celebrada el 4 de mayo de 1941, aprueba una moción declarando como fiesta local el Sagrado Corazón de Jesús.
El domingo 18 de junio de 1944, durante el recorrido procesional de la imagen del Sagrado, las calles estaban cubiertas de alfombras de flores, hechas con tal profusión y con tal arte que se llegó a afirmar que en la Isla jamás se habían hecho tantas y tan bellas alfombras de flores. Alguna tenía más de 40 metros de largo, y de ancho casi toda la amplitud de la calle. El Ayuntamiento, por medio de un jurado nombrado al efecto, concedió algunos premios.
Ese mismo día tuvo lugar la bendición y descubrimiento al público de una estatua del Sagrado Corazón de Jesús. Se trata de la escultura que se encuentra en lo alto de la fachada de la antigua fábrica de tabacos de don Pedro Capote Lorenzo, gran devoto y entusiasta propulsor de las festividades del Sagrado Corazón de Jesús en el municipio de El Paso, y que siempre puso a disposición de las mismas su empresa (principalmente el aserradero) para la elaboración de los elementos decorativos (tales como alfombras, tapices, arcos, farolillos).
Con un porte majestuoso, el rostro de la imagen denota cierta madurez. En su cabeza lleva una corona que durante la noche se ilumina y, con los brazos extendidos, mira hacia las cumbres del naciente de El Paso.
Con el trascurso de los años, en esta celebración, al pasar la procesión de la imagen del Sagrado Corazón, de sus pies se produce una lluvia de pétalos de flores y miles de papelitos de diversos colores en los que van impresas las 12 Promesas al Sagrado Corazón, todo acompañado por la suelta de centenares de palomas que en otro tiempo llevaron en sus anillas textos alusivos al Sagrado Corazón.
Es la encrucijada de calles, frente a la Iglesia Vieja de Ntra. Sra. de Bonanza, donde, con el paso de los años, antes de partir el cortejo procesional hasta El Calvario se hace el primer descanso sobre la mesa preparada a tal fin, cubierto con un característico mantel, fiel ejemplo de la tradición artesanal de nuestro pueblo.
Durante este descanso, momento muy emotivo, suenan los acordes del himno al Sagrado Corazón compuesto por D. Pedro Martín Hernández y Castillo, e interpretado por la Banda Municipal y la Coral Ntra. Sra. del Pino.
Hacia el año 1945, la iniciativa de don Secundino Pérez (don José Ana, como le llamaban familiarmente todos) con motivo de una misa eucarística celebrada en El Abrigado (barrio de La Rosa) quiso dignificar aquellos caminos, lo cual dio como resultado la confección de los primeros tapices de flores, en los que los vecinos del lugar colaboraron.
Estos primeros tapices, de armaduras de madera y tela metálica en las que se incrustaban flores y hojas diversas formando grandes paneles, fueron origen de una variada colección que culminaría en las que cada año adornaban las paredes de la Iglesia Vieja y casas adyacentes durante la fiesta celebrada en honor del Sagrado Corazón.
Son años en los que, en la celebración de la festividad, se vivía una efervescencia religiosa propiciada por la presencia anual de oradores sagrados, normalmente perteneciente a los Jesuitas. Recordamos al Padre Uranga y al padre Luis María Eguiraun, principalmente.
También asistimos a la irrupción de otras expresiones artísticas, como son los autos sacramentales y carros alegóricos de don Antonio Pino Pérez quien fuera odontólogo, poeta y alcalde de nuestra ciudad.
La novedad de la festividad del Sagrado Corazón fue el año 1946 el estreno del carro alegórico y triunfal “Luz y Sombra”, que sería repuesto en 1947 y 1948.
El autor de la letra fue, como decíamos, el poeta local don Antonio Pino, el de la música fue don José Pérez Pérez, la dirección técnica estuvo a cargo de don Tomás Capote Lorenzo, y el diseño a cargo del aparejador don Álvaro Menis. La financiación corrió a cargo de Pedro Capote Lorenzo. Los actores de la representación fueron mayoritariamente hijos del municipio.
En 1949 se representó un segundo carro titulado “Reinado Eterno”, repuesto en 1950. En 1951 se volvía a estrenar un nuevo carro, el tercero, con el título de “La Nave de la Esperanza”, que se repuso en 1952, 1953 y 1954. También se representaron dos poemas sacramentales, “Alrededor de la Cruz” y “Canto Sobrenatural”, este último en 1968, en la plaza de Pedro Capote Gutiérrez, o Plaza Vieja.
En la sesión plenaria del Ayuntamiento de El Paso del 15 de noviembre de 1947 se toma el acuerdo relativo a completarse el nombre del municipio pasando a denominarse “El Paso del Sagrado Corazón”. Se pretendió prolongar el nombre de El Paso y que creciera hasta redondearse del ‘Sagrado Corazón’, algo que nunca fue aprobado por la Superioridad.
Por estos tiempos, como las campanas de las hornacinas inferiores de la espadaña de la Iglesia Vieja de Ntra. Sra. de Bonanza —cerrada al culto a partir de la inauguración, en 1934, del nuevo templo parroquial— fueron trasladas a ese nuevo templo, los huecos vacíos se cubrieron con dos placas votivas alusivas al Sagrado Corazón, con los siguientes textos: “El Paso del Sagrado Corazón” y “Sagrado Corazón de Jesús, en ti confiamos”, encomiendas o frases que evidencian el arraigo popular a esta advocación en nuestro municipio.
Añadimos aquí que, desde el año 2007, ya en el siglo XXI, la Corporación municipal, en aplicación de la Ley de Memoria Histórica, puso el nombre de ‘Sagrado Corazón de Jesús’ a la calle al este de la plaza Manuel Fermín Sosa Taño, en la que tiene lugar la puesta en escena de muchos de los actos —si cabe, los más señalados de esta festividad—, y en la exposición de motivos para tal proposición se señalaba: “dado que en esta calle es donde aflora y se materializa de una manera especial este sentimiento”.
El 24 de junio de 1949, festividad litúrgica, como hoy, del Sagrado Corazón de Jesús y de San Juan Bautista, comenzaba, a eso de las once horas, una erupción volcánica en el macizo de Cumbre Vieja. Posteriormente, ese volcán se conocería como ‘de San Juan’. Las celebraciones festivas de esta edición se verían perturbadas por ese fenómeno geológico.
Reciente en el tiempo y en la memoria, en el último tercio del año 2021 los habitantes de La Palma hemos tenido otra erupción volcánica, y así evocamos aquel 24 de junio de 1949 cuando aparecieron las primeras columnas ensortijadas y de humo negruzcoque, tras un silencio de siglos, anunciaban un volcán.
Días después, cuando la lluvia de cenizas volcánicas vestía de colores cadavéricos los árboles y cubría las calles de luto y de dolor, cuando flotaba en medio del espectro de la desolación y se hacía el aire irrespirable, volvía a salir en procesión y rogativa la imagen del Sagrado Corazón.
Salió del templo parroquial, y las crónicas nos dicen que: “se cubrió de aquel polvo impermeable, sin perder su augusta serenidad que nos confortaba y consolaba. Jamás hemos asistido a una procesión tan unánimemente fervorosa, de tan profundas dimensiones de religiosidad”.
Las ofrendas vegetales dedicadas al Sagrado Corazón constituyen muestras de devoción y arte singulares. Vamos asistiendo a la evolución de esta manifestación cultural, y las alfombras de flores y elementos vegetales que se utilizaban para procesionar sobre ella la sagrada imagen, irán dando paso a los tapices cada vez más elaborados, a pedestales y arcos para adornar las calles, y a la aparición de nuevas técnicas de elaboración de los trabajos para realce de la propia festividad.
Comienzan a utilizarse diversos y curiosos materiales naturales de distintas tonalidades y texturas, plasmando así imágenes más complejas. Ejemplo de éstos son los originales tapices que se elaboran con cáscaras de huevo trituradas y teñidas de diferentes colores y matices. En el año 1967 se realizaron por primera vez, en torno a cuatro grandes y artísticos arcos.
Todos los barrios rivalizaban en presentar la mayor perfección en sus tapices, agudizando el ingenio para concluir sus realizaciones con los temas más significativos y los elementos naturales más apropiados a base de tierras, flores, hojas, semillas, musgos, cardos, espigas, eucalipto, helechos, etcétera.
El artista local, don Wifredo Ramos, actual Cronista Oficial de nuestra ciudad, a finales de los años sesenta del siglo XX fue un habitual articulista en prensa escrita de la festividad del Sagrado Corazón. Queremos recordar algunas reflexiones que nuestro entrañable paisano hacía sobre esta fiesta.
En un artículo publicado en las páginas del Diario de Avisos, el 10 de julio de 1968, titulado “El Paso: Un pueblo vibrando de fervor y arte”, señalaba:
“Ante tanto encanto, y teniendo en cuenta que los tapices de flores han surgido en este pueblo, veríamos con agrado que en años sucesivos todos los barrios se animasen a presentarnos más, ya que se trata de algo muy típico que conviene destacar.”
“Sería interesante que cada año se guardasen aquellos trabajos más delicados que en su día pudiesen exponerse y conservarse en un museo. Se seleccionen aquéllos que destaquen por su primor para coleccionarlos en un original museo, y que el visitante pueda contemplarlos en cualquier momento, quedando un recuerdo de los distintos años, como ocurre —por ejemplo— con los «ninots» de las fallas de Valencia”.
Esta idea de un museo, ha sido una constante desde hace muchísimos años y parece que tiene visos de ser una realidad.
Al año siguiente, el 25 de junio de 1969, en el mismo diario y bajo el título de “El Paso: Artística apoteosis floral” firmaba un artículo en el que meditaba: “Soy de la opinión de que cada pueblo debe definirse con sus cosas peculiares. En este caso he comentado —y lo digo con la mejor buena fe— que de Mazo son típicos los arcos y descansos porque allí surgieron.
El Paso debería continuar con los tapices, los maceteros y los pedestales con cestos florales. Todo contribuye a destacar el tipismo de cada lugar y el de la isla en favor del enriquecimiento de su belleza y de su arte”.
El Paso es cuna de notables artistas, pero, en una manifestación cultural de este tipo, el arte se hace amplio y anónimo. Es la tarea, codo a codo de muchas personas, de todo el pueblo.
Pero como toda actividad transcendente tiene unas cabezas visibles, a modo de homenaje quisiera destacar —con el riesgo de omitir algún nombre, por lo cual, ya de antemano pido disculpas— a muchos de los artistas que durante décadas han contribuido al realce de la fiesta que hoy glosamos; artistas, en mayúsculas, con una mayor trayectoria y la incorporación de nuevas generaciones. Recordamos a Manuel López Pérez, Santiago González Mederos, Rodrigo González Pais (qepd), Juan Herrera López, Andrés Carmona Calero, Marcos Rodríguez Pages, las hermanas Carmen Gloria y Ela Leal (qepd), Juan Antonio Rodríguez García, Alexis González, Sergio Acosta, Cris González…
Como digo, son muchas las personas que contribuyen para que los trabajos de los barrios del municipio puedan verse expuestos en esa celebración festiva hecha arte.
2019, el año en que se cumplió el centenario de la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, fue el último en que tuvimos esta manifestación festiva en la calle; luego vino la pandemia a golpearnos de una manera inmisericorde.
Ya el pasado año se realizó un arco común en el interior del templo parroquial y, este 2022 se recupera con toda la ilusión esta festividad y deseamos que, con el mayor esplendor, se celebre esta característica fiesta con un fuerte arraigo en la idiosincrasia festiva de nuestra gente.