05-03-2023
Las fuentes de La Caldera: caídas de agua de hasta 150 metros
Las fontanas del Parque Nacional de La Palma son de tres tipos, y ofrecen vistosas y sorprendentes cascadas, como La Fondada y la de Colores
La Caldera de Taburiente es un impresionante espectáculo de la Naturaleza y, en este colosal escenario, el agua es uno de sus principales protagonistas. En el interior del principal espacio natural protegido de La Palma abundan fuentes, manantiales y cascadas de gran belleza, algunas de ellas como la de La Fondada, de unos 150 metros de altura, y la de Colores.
Las fuentes existentes en La Caldera de Taburiente —explica Jonás Rodríguez, guía del Parque Nacional— son de tres tipos.
«Las que aparecen en las partes más altas por encima de los 1.700 metros son conocidas como fuentes colgadas, y recogen el agua de pequeñas cuencas impermeables, por lo que su caudal es reducido. Las segundas, y más importantes por su caudal, son las que afloran sobre la parte más antigua de la Isla o complejo basal, que es impermeable. El último tipo corresponde a las que salen de la parte baja del complejo basal; tienen menor caudal que las anteriores y suelen ser ricas en sales de hierro, lo que les da a sus cauces un color amarillento. Actualmente, gran parte del agua discurre de forma libre por La Caldera, saltando en vistosas y sorprendentes cascadas. La de más longitud es la cascada de La Fondada, que recorre en su caída unos 150 metros. De menor tamaño, pero con mayor caudal, es la cascada del Hoyo de los Juncos. La Cascada de Colores, en el barranco de las Rivanceras, sea posiblemente la más popular entre los visitantes».
Se informa en la web del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico,
«Varios barranco, constituyen cursos permanentes de agua, algunos de cierta importancia. como el de Taburiente y el del Almendro Amargo. Las aguas del Barranco de Rivaceras, que nace en áreas del complejo basal, presentan un fuerte color amarillento-pardo debido a sus aguas ferruginosas, que al depositarse forman magníficos contrastes de color como en la Cascada de Colores. Los cambios que se producen en el interior por efecto de la erosión son muy patentes a simple vista. Desaparecen cascadas, aparecen otras nuevas, los desprendimientos son constantes. Con más de 70 manantiales y galerías, el caudal de La Caldera es considerable. El agua ya no corre permanentemente por el barranco de las Angustias, como en la época de la Conquista, cuando se llamaba río Ajerjo. Mucho antes, una red de canales, acequias y tuberías la recoge para su aprovechamiento como agua potable o regadío».