La locución a caballo, no la forma a medio caballo, es la adecuada para indicar que algo o alguien se encuentra o se mueve entre dos realidades.
Uso inadecuado
- A medio caballo entre propuestas para ahorrar energía e ideas para reducir las emisiones y la contaminación.
- Se ofrecen recorridos para los que busquen algo a medio caballo entre el senderismo y la escalada.
- La crisis ha dejado un modelo a medio caballo entre la presencialidad y lo telemático.
Uso adecuado
- A caballo entre propuestas para ahorrar energía e ideas para reducir las emisiones y la contaminación.
- Se ofrecen recorridos para los que busquen algo a caballo entre el senderismo y la escalada.
- La crisis ha dejado un modelo a caballo entre la presencialidad y lo telemático.
El Diccionario de la lengua española recoge ‘a caballo’ como una locución adverbial que señala aquello que se sitúa entre dos realidades temporales, espaciales o de otro tipo, aparte del sentido de ‘que monta en caballería’. No es adecuado, por tanto, emplear en su lugar ‘a medio caballo’, que se puede deber a un cruce con la locución ‘a medio camino’, utilizada para hablar de las acciones que no llegan a su fin: «El equipo se quedó a medio camino de la remontada».
Cabe señalar que en algunas zonas se registra el uso de ‘a medio caballo’ y de ‘a caballo’ para aludir a ciertas preparaciones culinarias que incluyen uno o varios huevos fritos, respectivamente: «Para acompañar, no pueden faltar las papas fritas a caballo». Con este significado, a medio caballo se puede considerar válida.
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