[Canarias}— San Martín y el volcán / Justo Pérez

Tal día como hoy, era en La Palma tradición arraigada, y uno de los eventos destacados del año, la celebración de San Martín, cuando se inauguraba el vino nuevo y se bebía acompñado de castañas. Pero este año el volcán ha trastocado todo. El  palmero y catedrático de la ULL,  Justo Pérez, lo recuerda en estas muy buenas y oportunas rimas que siguen, escritas en el habla de Canarias.

10/11/2021

Justo Pérez

Al bueno de San Martín
le voy a hacer un rezado:
que el vino no esté picado
y el volcán llegue a su fin.

                      I

No hemos de perder las mañas
ni tampoco la costumbre,
aunque por toda la cumbre
nos quedemos sin castañas.

Quitemos las telarañas,
extendamos el serrín,
removamos el hollín,
que el humo al cielo se eleve
para honrar como se debe
al bueno de San Martín.

                     II

Cojamos el tostador
y ajuntemos el sarmiento
para que al mismo momento
el fuego coja calor.

Y para que esté mejor
tendré el berbiquí a mi lado
y, una vez que haya logrado
hacerle el juro a la pipa
y el vino llegue a la tripa,
le voy a hacer un rezado.

                     III

Salud, que eso es lo primero
que no le falte a ninguno
y, si lo cree oportuno,
alguito para el caldero.

Que no se caiga el pajero,
que nadie salga dañado
y, si acaso es de su agrado
y algo más puedo añadir,
sólo le voy a pedir
que el vino no esté picado.

                    IV

No me tachen de imprudente
ni me crean desmedido
si le añado algo al pedido
por el bien de nuestra gente.

Gente fuerte y resistente,
afanosa en el trajín,
debe llevarse el botín
de una forma meritoria:
que el virus pase a la historia
y el volcán llegue a su fin.

Cortesía de Carmen García

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[LE}— Claves de redacción sobre la escritura de nombres de leyes

A continuación se expone una serie de claves para la adecuada redacción de noticias relacionadas con leyes y documentos oficiales.

1. Los nombres oficiales de leyes, con mayúscula inicial en los términos significativos. Según la Ortografía de la lengua española, los nombres oficiales de las leyes, como la Ley Orgánica 3/1981, de 6 de abril, del Defensor del Pueblo, deben escribirse en redonda y con mayúscula inicial en todos los términos significativos. Si el nombre es demasiado extenso, puede optarse por escribir solo con mayúscula la primera palabra y escribirlo en cursiva o entre comillas.

Se aplica lo mismo a los proyectos de ley, reales decretos y demás documentos oficiales relacionados. Así, lo adecuado es escribir Proyecto de Ley Orgánica de Ordenación e Integración de la Formación Profesional.

2. Los nombres no oficiales y menciones anafóricas, en minúscula. Los nombres no oficiales que reciben algunas leyes deben escribirse con minúscula: ley hipotecaria o ley de ciencia. También se escriben sin resalte las menciones anafóricas como la presente ley o el anterior real decreto, por ejemplo. Es también frecuente emplear el nombre propio de la persona que ha promovido la ley para aludir a ella de forma no oficial. En ese caso, lo adecuado es mantener la mayúscula del antropónimo: ley Celaá.

3. El plural de decreto ley es decretos leyes. Según el Diccionario panhispánico de dudas, el plural de esta construcción, y de real decreto ley, es decretos leyes y reales decretos leyes. Aunque se trata de sustantivos en aposición, el segundo también se construye en plural porque funciona como atributo del primero y no como mero modificador.

4. Los términos artículo, apartado o capítulo, en minúscula. La ortografía académica señala que tanto las menciones genéricas a las partes de un documento oficial —artículo, capítulo, sección, etc.— como sus abreviaturas se escriben con minúscula.

5. Ley de Presupuestos Generales del Estado, pero presupuestos generales del Estado. Cuando la expresión presupuestos generales del Estado se emplea de manera descriptiva y general para aludir al plan económico estatal de la hacienda pública, lo adecuado es emplear las minúsculas, salvo en la palabra Estado; así lo recoge el Diccionario panhispánico del español jurídico.

Sin embargo, cuando esta construcción forma parte del nombre oficial de una ley, se escribe con mayúsculas iniciales: Ley de Presupuestos Generales del Estado.

Fuente