Más vale ovíparo volador en fosa metacarpiana, que segunda potencia de diez pululando por el espacio infinito. ((Más vale pájaro en mano, que cien volando).
Crustáceo decápodo que pierde su estado de vigilia, es arrastrado por el ímpetu marino. (Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente).
Relátame con quién deambulas y te manifestaré tu idiosincrasia. (Dime con quién andas y te diré quién eres).
A perturbación ciclónica, rostro jocundo. (Al mal tiempo, buena cara).
Al líquido elemento que no has de ingurgitar, permítele que discurra por su cauce. (Agua que no has de beber, déjala correr).
Ocúpate de la alimentación de las aves córvidas y estas te extirparán las estructuras orbitarias que perciben los estímulos visuales. (Cría cuervos y te sacaran los ojos).
El globo oftálmico del poseedor, torna obeso el bruto vacuno. (El ojo del amo engorda el ganado).
Quien a ubérrima conífera se adosa, óptima umbría le entolda. (El que a buen árbol se arrima, buena sombra le da encima).
A equino objeto de dádiva, no se le observan las piezas odontológicas. (A caballo regalado no se le mira el diente).
El rumiante cérvido propende al accidente orográfico. (La cabra tira al monte).
No existe adversidad que por buenaventura no se trueque. (No hay mal que por bien no venga).
La ausencia absoluta de percepción visual torna insensible el órgano cardíaco. (Ojos que no ven, corazón que no siente).
Cavidad gástrica satisfecha, víscera cardíaca eufórica. (Barriguita llena, corazón contento).
Cortesía de Leonardo Masina