El 29 de marzo de 1992, la Guardía Civil detuvo por primera vez a toda la cúpula de la banda terrorista, tras un chivatazo de un colaborador del ‘comando Eibar’ que descubrió que los etarras que alojaba en su casa se acostaban con su mujer y su hija
El 29 de marzo de 1992, la Guardía Civil detuvo por primera vez a toda la cúpula de la banda terrorista, tras un chivatazo de un colaborador del ‘comando Eibar’ que descubrió que los etarras que alojaba en su casa se acostaban con su mujer y su hija