Un gay llega llorando muy angustiado a llorarle a su médico porque el análisis que éste le ordenó dio positivo en SIDA.
A guisa de consuelo, el médico le dice:
«No llores, hombre. Ponte por las noches una mascarilla de barro».
El gay, emocionado, le pregunta:
«¿Y con eso me voy a curar, doctor?»
«No, pero vas a ir acostumbrándote a la tierrita».
