[*Opino}– Implicaciones de la diferencia de tamaño entre el cebrero be hombres y mujeres

12-02-14

Carlos M. Padrón

En el artículo que copio abajo, el resalte en rojo lo he puesto yo.

Lo puse porque lo que se dice en lo así resaltado me ha llamado mucho la atención ya que me permito sospechar que tiene que ver con lo que en el artículo acerca de que las mujeres no son el sexo débil.

O sea, que puede explicar esa frialdad con que las mujeres, en comparación con los hombres —que somos más pasionales—, reaccionan en situaciones que involucran sentimientos, y así controlan mucho mejor que los hombres las emociones relacionadas con la culpabilidad y el remordimiento porque, simplemente, son menos románticas que los hombres, o sea, menos proclives a caer en el drogamor de larga duración.

También resalté lo que las mujeres no saben leer mapas porque son muchos los casos en que he comprobado que así es, aunque también he comprobado que ésas que no saben leerlos son las que tienen pocos estudios, las que a veces reciben la peyorativa calificación de «amas de casa».

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12/02/2014

En efecto, los hombres tienen el cerebro más grande que las mujeres

Los hombres no escuchan y las mujeres no saben leer los mapas. La tradición popular está llena de dichos sobre la guerra de sexos, dichos que la Ciencia ha demostrado —y desmontado— alguna que otra vez. Existen estudios que confirman que las conexiones neuronales del sistema nervioso central son completamente distintas en ambos sexos, lo que ayuda a que ellas tengan más memoria e intuición, y ellos se orienten mejor.

 

Ahora, un equipo de la Universidad de Cambridge ha querido saber, simplemente, quién lo tiene más grande. Los científicos han revisado datos del tamaño de cerebros obtenidos durante más de 20 años de investigación en neurociencia y han confirmado que, como promedio, los varones tienen un cerebro más voluminoso.

El equipo realizó una revisión cuantitativa del volumen total y de diferentes regiones del cerebro de imágenes de 126 artículos científicos publicados entre 1990 y 2013. En total, analizaron cerebros de ambos sexos de personas de todas las edades, desde recién nacidos hasta los 80 años.

De esta forma, encontraron que los hombres, como promedio, tienen volúmenes cerebrales mayores que las mujeres en un 8-13%, algo lógico si se tiene en cuenta que son más corpulentos.

Los varones tenían un mayor espacio intracraneal, materia gris, sustancia blanca, regiones llenas de líquido cefalorraquídeo y cerebelo. Con más detalle, las diferencias de volumen entre los sexos se encuentran en varias regiones. Éstas incluyen partes del sistema límbico (emociones) y el sistema de la lengua.

Específicamente, los hombres tienen mayores volúmenes y densidades más altas de tejido en la amígdala izquierda (relacionada con las respuestas de miedo), el hipocampo (memoria), la corteza insular (emociones y sentimientos), cerebelo (movimiento), etc.

Por el contrario, las mujeres tienen una mayor densidad en el polo frontal, la circunvolución cingulada anterior (planificación y toma de decisiones), la corteza insular, el tálamo (la centralita que recibe toda la información de los sentidos, menos el olfato) o la corteza occipital lateral (procesamiento de la información visual).

Autismo y depresión

Los resultados ponen de manifiesto la influencia del sexo en la asimetría del cerebro en sus primeras etapas de desarrollo.

«Podemos confirmar que el tamaño y la estructura del cerebro son diferentes en hombres y mujeres. Ya no debemos ignorar el sexo en la neurociencia, especialmente en la investigación de las condiciones psiquiátricas que son más frecuentes en hombres o en mujeres», afirma Ámbar Ruigrok, firmante del estudio.

«Las diferencias de género en el sistema límbico incluyen áreas a menudo implicadas en enfermedades psiquiátricas sesgadas por el sexo, como el autismo, la esquizofrenia y la depresión; por tanto, este nuevo estudio puede ayudarnos a entender las diferencias no sólo típicas del sexo sino también las condiciones psiquiátricas —dice John Suckling, coautor del estudio—. Es importante tener en cuenta que de los resultados de la investigación no podemos inferir nada acerca del comportamiento o la función cerebral».

Los investigadores destacan que este tipo de estudio permite obtener una muestra amplia y heterogénea, pero inciden en que la mayoría de voluntarios de la literatura científica consultada tenían más de 18 años, probablemente porque es el grupo de edad más fácil de reclutar en las investigaciones. Por este motivo, creen necesario un estudio en las primeras etapas para completar su trabajo.

La investigación aparece publicada en Neuroscience and Biobehavioral Reviews.

Fuente

[*Opino}– Razones para equivocarse en un matrimonio

13-01-14

Carlos M. Padrón

Las tales razones, listadas en el artículo que copio abajo, tal vez sirvan para adolescentes, pero, por lo obvias, serían de casi risa para las más de las personas adultas, y de difícl aceptación por parte de adolescentes que han sido socialmente (ambiente, medios, etc.) adoctrinados para creer que muchas de esas razones o son válidas o no revisten peligro o constituyen impedimento.

La frase que resume lo mejor del artículo es ésta: «Para llevar a buen puerto el matrimonio, no basta el corazón. Hay que poner también la cabeza y aprender juntos a superar diferencias y sacar provecho de las dificultades«.

En la sección Drogamor ya se ha tratado bastante el tema de los peligros de fiarse del corazón, o sea, de los sentimientos, así que no voy a abundar más en ellos.

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12/01/2014

Diez falsas razones para casarse (y equivocarse)

Hay diez falsas razones por las que una persona puede casarse, según recoge Tomás Melendo, uno de los mejores filósofos y especialistas en la persona y la familia de nuestro país.

Junto a su mujer, la también filósofa Lourdes Millán-Puelles, ha escrito un libro en el que señala diez errores que, según dicen, «son mucho más frecuentes de lo que pudiera parecernos».

Para esta pareja, «un matrimonio feliz no es resultado del azar. La vida conyugal será lo que él y ella hayan sabido construir día tras día. Para llevar a buen puerto el matrimonio, no basta el corazón. Hay que poner también la cabeza y aprender juntos a superar diferencias y sacar provecho de las dificultades».

Éste es el decálogo:

  1. Atender sólo al atractivo externo de la pareja, o incluso al dinero, posesiones y vida social, olvidando, o no dando importancia, a aspectos más decisivos como su carácter, su personalidad, sus defectos y virtudes, los intereses comunes y su concepción de la vida.
  2. Idealizar sus virtudes, sin caer en cuenta de que parte son el fruto de nuestro propio enardecimiento romántico, no del todo realista.
  3. El miedo a quedarnos solos o a hacer el ridículo.
  4. El afán de independencia respecto a los propios padres.
  5. La honra de afirmarnos ante la negativa de nuestros padres a la relación que queremos mantener.
  6. El miedo a interrumpir un noviazgo oficial y socialmente alentado.
  7. El terror al escándalo, cuando la chica queda embarazada.
  8. Casarse con alguien por la compasión que produce su situación, y pensando que así le podremos ayudar.
  9. Pensar que el matrimonio puede ser un remedio para las propias anomalías psicoafectivas.
  10. Buscar en el marido un futuro padre, y en la mujer, una futura madre, exclusivamente.

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[*Drog}– Más acerca de divorcios o rupturas de pareja

06-11-13

Carlos M. Padrón

En tema relacionado con el artículo que comenté en Acerca de divorcios o rupturas de pareja, encontré hoy otro, que copio abajo, de cuya lectura deduzco que aún existen psicólogos y psiquiatras que creen que el amor es un sentimiento, o sea, que creen que es amor lo que hay siempre asociado al enamoramiento.

Comento a continuación, y siguiendo el orden en que aparecen en el tal artículo, los puntos de él con los que no estoy de acuerdo.

Eso de comprometerse «con toda firmeza y certeza» parece ignorar que en el verdadero amor podrá existir la firmeza, pero no la certeza, pues ésta implica dar por sentado que ya se ha logrado lo que se quiere —dar por granted, como se dice en inlés—, y tal certeza va contra la regla de que el amor hay que trabajarlo día a día.

Cuando uno de los miembros de la pareja «da por granted» que ya tiene al otro «en el saco» —o sea, bien asegurado—, deja de trabajar, y ahí comienza la ruina de la relación.

¿Y cuáles son los detalles que no aportan nada? No necesariamente son los mismos para los dos miembros de la pareja. ¿Y qué tal si uno realmente ama y el otro no?

Que me perdone Mila Cahue cuando propone «Describir lo que ocurre con los sentimientos», pues el amor NO es un sentimiento; el drogamor sí que lo es. Entonces, ¿a cuál de los dos se refiere ella?

Por último, también dice Cahue que se puede llegar a ser amigo de la expareja.

Vuelvo a pedir perdón, pero, como ya expliqué en el artículo Más acerca de la hipotética amistad entre hombre y mujer, y aporté opiniones muy autorizadas, “Donde haya tensión sexual no puede haber amistad químicamente pura”.

Por tanto, en los más de los casos no es posible la amistad entre hombre y mujer. Y es altamente probable que tal tensión exista, o despierte, entre quienes fueron pareja.

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06/11/2013

M. J. Pérez-Barco

¿Cómo decir a tu pareja «ya no te quiero»?

A cualquier pareja le puede ocurrir que un buen día uno de los dos se dé cuenta de que está desenamorado. Sí, que ya no quiere a la persona con la que comparte un proyecto de vida, con la que se había comprometido, o con la que había decidido, con toda firmeza y certeza, que fuera el compañero/a para el resto de la vida. A veces se deja de amar.

Es un episodio muy doloroso en la vida, tanto para el que lo siente —y, por honestidad, lo tiene que comunicar a su pareja—, como para la pareja que recibe esa noticia lamentable y probablemente inesperada.

No es tan fácil decir «ya no te quiero». Antes debe haber existido una reflexión calmada, una meditación que ha llevado a esa persona a darse cuenta de que la relación se vive con cierta angustia; que los valores, proyectos y metas no son compartidos; que existe cierta sensación de saturación…

Desde luego, nunca es buen momento para hacérselo llegar al otro, pero se trata de ser responsable y honesto en lo que empezó como una relación feliz y con quien se ha querido.

¿Qué actitud mantener?

«A la hora de comunicar tan dolorosa noticia «es muy importante mantener una actitud sincera, firme y de escucha activa, tratando de que la conversación se realice cara a cara y sin rodeos. Eso denota respeto hacia ambas partes», aconseja María Beatriz Pereira, psicóloga clínica de adultos de Isep Clínic Barcelona.

Tres son los ingredientes que no deben faltar en esa conversación que no deja de ser una triste sorpresa para el otro miembro de la pareja.

Mila Cahue, piscóloga de pareja del Centro de Psicología Álava Reyes, los enumera:

«El primero, convencimiento, para transmitir seguridad y reflexión en lo que se está diciendo. El segundo, empatía para saber ponerse en el lugar de la otra persona que está recibiendo una noticia desagradable. Y el tercero, escuchar, sin personalizar, todo lo que se pueda oír».

No hay que caer ante los posibles reproches o críticas que plantee la pareja al conocer la noticia.

«Hay que dejar que hable y escucharle, pero manteniendo la decisión tomada», dice Pereira.

No se debe entrar en contestar ni defenderse de ninguno de esos reproches; en cierto modo hasta hay que comprenderlos con cierta humildad.

Si el otro miembro de la pareja no acepta la situación, es imprescindible mantener la decisión inicial, sin caer en chantajes emocionales o en dar una última oportunidad. Por eso, es tan importante meditar muy bien la decisión.

¿Qué lenguaje utilizar?

Un tono de voz firme, y la postura erguida ayudan a transmitir el mensaje y hacen entender al otro miembro de la pareja que no hay esperanzas.

«Es necesario ser honesto con el otro, amable y comprensivo Por tanto, la decisión se debe dar de manera clara y precisa, omitiendo los detalles que no aportan nada»,

explica la psicóloga Pereira.

Mila Cahue aconseja aplicar las tres reglas de la comunicación:

  1. Describir lo que ocurre con los sentimientos;
  2. Decir, de forma amable, lo que uno piensa y siente, y expresa sus deseos.
  3. No prolongar mucho la conversación, y las dos, tres o cuatro horas que llevan este tipo de mensajes aplazarlas para otro momento en el que ambos estén más calmados.

«Un par de días después se puede retomar la conversación, mejor por la mañana, para que no haya prisas, y durante un fin de semana».

recomienda.

Cahue no recomienda las cenas porque hay menos tiempo y ambos están más cansados. Tampoco dos conversaciones sobre el mismo asunto.

¿Cómo enviar el mensaje?

No ofrecer comentarios con esperanzas, sino neutros («no te quiero como pareja, pero el camino recorrido contigo ha enriquecido mi vida en muchos aspectos»). Según Beatriz Pereira, «no hay que sacar clichés del tipo «no eres tú, soy yo». Tampoco echarle la culpa al otro ni herirlo con insultos».

¿Se puede ser amigos tras la ruptura?

Ambas psicólogas coinciden: con el paso del tiempo, se puede ser amigo de la expareja, pero no de forma inmediata tras la ruptura. Cada uno debe realizar su duelo por separado. Debe ser una decisión compartida por los dos.

Hay que entender que quien recibe la desagradable noticia todavía puede sentirse pareja «y no ha templado sus sentimientos hasta que esté en la distancia que requiere la amistad», explica Cahue.

¿Cuándo es momento de solucionar asuntos compartidos?

La custodia de los hijos, quién se queda con la casa o con el coche… son cuestiones importantísimas en la pareja que acaba de romper.

Sin duda, en el momento de la conversación para decir al otro que no se le quiere no conviene entrar en estos asuntos. Sin embargo, por cuestiones legales, emocionales y morales con los hijos, hay que ponerse en marcha cuanto antes para resolverlo. «Lo mejor es resolverlo de mutuo acuerdo», aconseja Beatriz Pereira.

«Y por partes. Primero, la situación real de la pareja: en este caso, que ha dejado de existir como tal. Cuando se haya podido asumir, entonces se hablará de cada paso en su momento, pero no todos a la vez»,

dice Mila Cahue.

Fuente

[*Drog}– El hombre que duerme a tu lado y ronca

03-04-13

Carlos M. Padrón

Abajo copio otro buen artículo que habla de amor y drogamor, uno que, si bien parece escrito para mujeres —que también roncan—, vale igual para hombres.

En él me llama la atención que su autora que, en todo lo demás, demuestra sensatez, diga algo así como que todos los hombres son iguales. De ser eso cierto, también serían iguales todas las mujeres, pero no, afortunadamente, no lo son.

Debo destacar, porque ya lo he dicho varias veces en esta sección, eso de que el drogamor es algo que se nos ha ido vendiendo a través de la cultura, porque realmente vende.

¡Vaya que sí vende! Repito que si de golpe se retiraran de circulación todos los libros y películas en los que se exalta el drogamor, quebrarían todas las librerías y editoriales, y, por supuesto, también Hollywood.

Y tal vez por esto se me como antoja gran verdad lo que cuenta la autora que dijo un psiquiatra: «El enamoramiento —o sea, el drogamor, añado yo— es la psicosis más aceptada socialmente«.

Celebro ver que, una vez más, se diga que el enamoramiento pasa, y me parece cierto que «el amor real, que es lo sano y natural, es otra cosa diferente al drogamor». Pro no nos confundamos dando al adjetivo ‘natural’ el significado de ‘normal’ o ‘común’, pues, lamentablemente, el amor real no es ni lo normal ni lo frecuente ni lo común. El drogamor, sí.

Dice la autora que esa creencia ciega en el drogamor está cambiando, pero si lo está, o el cambio es imperceptible o yo no lo veo, pues continúan apareciendo las películas, cuñas comerciales, novelas, etc. que exaltan el amor romántico, o sólo el aspecto erótico, como la tal «Las 50 sombras de Grey» que, hasta donde he podido ver, además de estar mal escrita (me refiero a la versión en español) no es gran cosa como novela erótica.

Cierto que lo que hay que buscar es «la persona que compagine mejor contigo» —o sea, la verdadera «media naranaja»—, y asimismo me parece acertado lo de que el atractivo físico se ha exagerado tanto como el bendito amor romántico, pues, aunque la autora dice que lo que hace falta es que en la otra persona —o sea, en nuestra potencial pareja— haya algo que nos resulte especial, prefiero decir que lo que cuenta es que veamos en esa otra persona un conjunto de características que nos resulten especialmente valiosas, lo cual no quiere decir que se descarte el atractivo físico, pues si en vez de atractivo hay repulsión, no hay futuro.

Todas son condiciones que ya incluí en el artículo Bases de la pareja.

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08/03/2013

Beatriz G. Portalatín

El hombre común, el corriente, el hombre de a pie, el imperfecto, o ese héroe de la clase trabajadora, el working class hero que diría John Lennon es, en definitiva, el hombre real.

Así es como podríamos definir al hombre que la escritora y guionista italiana Rossella Calabrò ha querido plasmar en sus ’50 sombras de Gregorio’ (Planeta), una parodia del exitoso y archiconocido ’50 sombras de Grey’ de E. L. James.

«Es un libro que vuelve a traer los pies de las mujeres a la tierra, pero sin romper sus sueños. Si Mr. Grey es perfectísimo, guapísimo, riquísimo, y otros tantos ‘-ísimos’, Gregorio es, en cambio, ese hombre que duerme a tu lado y ronca, que pasea por la casa con una vieja camiseta, un negado para las fechas importantes, e incapaz de detectar tus preocupaciones. Es el compañero-marido-amante con el que todas nos topamos cuando despertamos del sueño. Es un hombre imperfecto, pero real, y que también arranca carcajadas»,

explica la autora. Porque, según dice, todos los hombres son en realidad ese Gregorio que ella pinta. Al menos, asegura, todos tienen un poco de él.

¿Amor romántico y media naranja?

A pesar de los tiempos, del cambio de la mujer en la sociedad, del cambio de roles y de las diferentes concepciones que actualmente podemos tener del amor, los expertos afirman que aún seguimos creyendo en el amor romántico.

«Todavía hay mucha gente que sigue aferrándose al concepto de ‘amor romántico’ y al mito de la media naranja. El ‘amor romántico’ es algo que se nos ha ido vendiendo a través de la cultura, porque realmente vende. Por ejemplo Disney. Una vez encuentras al amor de tu vida ésta gira en torno a él, todas las actividades se hacen en pareja, y el objetivo no es sólo conservarlo, sino luchar por él. Y si es contra todo lo establecido, mejor; algo como ‘Romeo y Julieta'»,

asegura Silvia Cintrano, directora de la Unidad de Sexología del Instituto Centta de Madrid.

Sin embargo, en el amor real, lo sano y natural es otra cosa. Se trata, según ella, de tener a una persona a tu lado, de compartir cosas juntos, de disfrutar… pero cada miembro de la pareja es una persona (no un único ser) con su independencia y su tiempo de intimidad. Y así, la conversación y la comunicación, clave en las relaciones, se favorece.

«Tenemos que tener siempre, a pesar de los sueños, un punto de realidad. De este modo, se destierra también el concepto de la media naranja que, en sexualidad, no es más que un mito que se remonta a la antigua Grecia. Cuenta la leyenda que en la antigüedad los seres eran esféricos como naranjas, tenían dos caras opuestas, cuatro brazos y cuatro piernas, pero el dios Zeus un día les castigó partiéndolos por la mitad. Desde entonces, pasamos toda la vida buscando a nuestra otra mitad, nuestra media naranja»,

recalca la especialista.

En 2013 todavía siguen existiendo estas creencias, pero Silvia Cintrano admite que la evolución, la normalización de los divorcios y, sobre todo, la experiencia que va dando la vida, hacen que cambien algunos conceptos y la gente vea que nada es infinito. Y, lo que es más importante, que las cosas no son fáciles.

Pero, entonces, desterrando mitos y pisando el mundo real, ¿qué es lo que realmente se busca, en ese caso, en un hombre? «Se busca a la persona que compagine mejor contigo», responde contundente Silvia Cintrano.

Enamoramiento y atractivo físico

«Dice un conocido psiquiatra que el enamoramiento es la psicosis más aceptada socialmente, y probablemente sea así. No eres objetivo, sólo ves las virtudes y escondes los defectos de la otra persona», comenta Cintano.

Pero, una vez que pasa esa fase, lo que hay que hacer es ir asumiendo esos defectos como tales, como tenemos todos. Si esto no se hace, entonces el mito del enamoramiento y la relación se cae.

Lo mismo pasa con el sexo.

«Al principio todo es muy bonito porque cualquier estímulo es nuevo, y se descubren juntos cosas nuevas. Lo normal, en esa primera etapa, es dejarse llevar. Después, más adelante, aparece la compenetración, conocerse más, saber qué es exactamente lo que le gusta al otro y lo que no. En definitiva, se trata del aprendizaje de nuestro cuerpo y del de nuestra pareja, pero ya el estímulo no es tan novedoso y, por eso, la gente cae en la rutina y en la monotonía, sin saber que siempre, y todos los días, se pueden descubrir cosas. En consulta, animo a mis pacientes a que preparen para sus parejas algo especial cada semana, que les sorprendan, para crear esa incertidumbre del principio»,

explica.

Otra de las cuestiones importante es el atractivo físico.

«En la actualidad, la sociedad le da una importancia exagerada. Sin embargo, realmente lo que nos atrae no es que tenga un cuerpo diez o una cara perfecta, sino que haya algo que nos resulte especial en él. Una chispa, un algo que simplemente nos resulte morboso y atractivo»,

recalca.

Por tanto, revela que, verdaderamente, lo que atrae es que esa persona concuerde con tu estilo de vida. Y lo que enamora es que te haga sentir único/a y especial, pero, sobre todo, que haya una admiración mutua.

Entonces, volviendo a Gregorio, ¿por qué ese ‘Gregorio’ es tan especial?

«Porque es tan sólo el hombre que hemos elegido. Si somos capaces de amarlo con sus defectos, y si somos capaces de vivir la vida con ironía, es el hombre perfecto para nosotras»,

concluye la autora Rosella Calabrò.

Fuente: El Mundo

[*Opino}– Las doce reglas de oro para vivir en pareja

12-03-13

Lo que se dice en el artículo que copio abajo, y que creo válido en todos sus puntos, ya fue bien explicado en el libro “The road less traveled” (La nueva psicología del amor).

Regla 5. En el artículo Sobre el drogamor, la pareja, la felicidad… ya dije que ‘No doy menos de lo que me dan ni acepto menos de lo que doy’.

Regla 6. Yo diría que, en gran medida, se dan las dos cosas, pues una suele dar paso a la otra.

Regla 7. Esas turbulencas son rasgo distintivo del drogamor.

Regla 8. ¡Qué difícl es que se cumpla!

Regla 11. También fue explicada, y muy bien, en el artículo «Cuida a tu pareja«, pero creo que es imposible que una madre bioanimal acepte eso.

Como ya he dicho en varios artículos de la serie Drogamor, para las más de estas madres el marido es el proveedor que ella necesita para que la mantenga a ella y a sus hijos (con ‘sus’ quiero decir los de ella, porque en el fondo ella cree que son sólo suyos) y, por tanto, en prioridad el marido está por debajo de los hijos.

Artículos relacionados:

· Mujeres en su salsa

· Las mujeres y la escogencia de pareja

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12/03/2013

No es fácil mantener y conservar el amor en la pareja, aunque el ser humano haya nacido para vivir acompañado por esa persona que es especial entre todas las demás, que nos completa, que da sentido a nuestra vida y nos hace feliz.

El camino del amor tiene muchos baches, y cada pareja también. Ése es el territorio que mejor conoce el psicólogo Joan Garriga tras más de diez años trabajando con parejas y ayudándolas a conseguir una relación más sana y consciente.

En su nuevo libro «El buen amor en la pareja» se adentra precisamente en los recovecos del buen amor, un amor que se reconoce «porque en él somos exactamente como somos, y dejamos que el otro sea exactamente como es».

Como epílogo a ese libro del buen amor, que habla de las diferentes formas que existen de ser pareja y de encontrar la propia fórmula, la que a cada uno le haga dichoso, de estar con alguien, nos ofrece las doce reglas de oro para vivir hoy en pareja:

1. Sin ti no podría vivir / Sin ti también me iría bien

Somos dos adultos que nos sostenemos sobre nuestros propios pies, no dos niños buscando a sus padres. Sin ti también me iría bien, pero me alegra el corazón que sea contigo y que estemos juntos.

2. Te quiero por ti mismo / Te quiero por ti mismo

… bueno, a pesar de ti mismo. Es un regalo enorme amar las sombras del otro, su ego, sus dificultades, y ser compasivos con ello, porque eso significa que somos capaces de reconocer al otro miembro de la relación en su realidad más sombreada.

La pareja es un campo de crecimiento en el que se van limando las asperezas del ego gracias a que el amor compartido es capaz de soportarlas.

3. Hazme feliz / Siento el deseo espontáneo de que seas feliz

La pareja no está pensada para darnos la felicidad, aunque si sabemos conjugar todas sus dimensiones experimentamos algo que se acerca a la dicha.

Sentimos que pertenecemos a algo, que hemos creado una intimidad, un vínculo, y que construimos caminos de vida.

4. Quiero una pareja / Mejor me preparo para ser pareja

El exceso de «yo» y de individualidad por encima del sentido del «nosotros» convierte a la pareja en un campo increíble de libertad y, al mismo tiempo, nos expone a más y más soledad e incertidumbre; las dos cosas al mismo tiempo. Si quieres tener pareja, trabaja en tu interior para encontrar tu propio tono y manera para ser compañero o compañera, y lo demás se te dará por añadidura.

5. Te lo doy todo / Mejor dame lo que me mantiene en el mismo rango que tú

La pareja es una relación de igualdad en la que hay que procurar que haya un intercambio de equilibro y justicia para preservar la paridad de rango.

Dar mucho puede generar en el otro un sentimiento de deuda, y empequeñecerlo. Mejor dar lo que el otro puede devolver de alguna manera, puesto que con el intercambio fértil crece la felicidad.

6. Dámelo todo / Dame lo que tienes y eres y yo puedo compensar para mantener en mí dignidad

Cuando alguien en una relación lo pide todo del otro, debemos sospechar dos cosas:

1. La primera, que esa persona es un niño, y,

2. La segunda, que, sin duda, esa persona no va a tomar y apreciar lo que se le da, porque está anclada en un guión de insatisfacción que se nutre con su demanda, la cual, aunque sea atendida, no le satisface.

Mejor el intercambio positivo y gratificante, al negativo e hiriente.

7. Ojalá sea intenso y emocional / Ojalá sea fácil

Algunas relaciones discurren con fluidez y facilidad, no chirrían. Son el resultado del encuentro de dos naturalezas que armonizan sin grandes desencajes. Otras veces, todo es difícil, a pesar del amor.

Cuando una relación es intensa y emocional, a menudo llega a ser desvitalizante. De hecho, las grandes turbulencias emocionales, y los juegos psicológicos desgastantes y fatales, tienen que ver con reminiscencias de heridas infantiles y viejos anhelos no colmados.

8. Lucho por el poder / Cooperamos

Demasiados siglos de lucha y sufrimiento entre hombres y mujeres nos convocan a una reconciliación. Es maravilloso cuando en la pareja ambos sienten adentro, de verdad, de corazón, que no hay mejor ni peor, y que caminan juntos. No uno por arriba y otro por abajo, no uno por delante y otro por detrás. Cooperan. Son compañeros, amigos, hermanos, amantes y socios. Uno y uno son más que dos.

En lo más profundo, las mujeres se suelen sentir mejores que los hombres —según mis estadísticas—, pero las más inteligentes se encargan de que sus parejas no lo noten.

9. Yo pienso, tú sientes y, ante lo difícil, sálvese quien pueda / Reímos y lloramos juntos, y juntos nos abrimos a la alegría y al dolor

Las parejas enfrentan en su proceso vital asuntos que en algún momento duelen: hijos que no vienen, abortos, muertes o enfermedades de seres queridos, vaivenes económicos y existenciales…. Son asuntos que ponen a prueba la capacidad de aguante de la pareja y que, o bien la fortalecen o bien la derrumban, y ponen en ella resentimientos y millas de distancia.

10. Que sea para siempre / Que dure lo que dure

Entrar en el amor de pareja significa también hacerse candidato al dolor de un posible final.

Hoy en día se habla de monogamia secuencial, esto es, de que, estadísticamente, cabe esperar que tengamos entre tres y cuatro parejas a lo largo de nuestra vida, con el consiguiente estrés y tránsitos emocionales complejos que ello conlleva.

Cuando no hay un contrato institucional de por medio, tenemos una oportunidad de crear a la pareja cada día, a nuestra manera, y de vivir lo que nos permite. Si llega el final, aprendemos el lenguaje del dolor, la ligereza y el desapego, para luego volver de nuevo al carril del amor y de la vida.

11. Primero los padres o los hijos, y luego tú / Primero nosotros (la pareja), antes que nuestras familias de origen y que nuestros hijos en común

Conviene saber que el amor se desarrolla mejor en universos de relación ordenados: que los padres sean padres y que los hijos sean hijos, que la pareja que se ha creado (que puede incluir a hijos de anteriores relaciones) tenga prioridad frente a parejas anteriores o frente a las familias de origen. Que el pasado sea honrado y labre un buen presente y un buen futuro.

Algunas personas dan más importancia a los hijos en común que a los anteriores, lo cual acaba creando malestar en todos. Al mismo tiempo, una pareja posterior debe saber que tiene más posibilidades de ocupar un buen lugar si asume que los hijos de su pareja estaban antes y respeta su prioridad.

12. Te conozco / Cada día te veo y te reconozco de nuevo

Algunas parejas no se relacionan con la persona que tienen al lado, sino con las imágenes interiores que se han ido formando de esa persona a lo largo del tiempo. Viven en el pasado y se olvidan de actualizarse cada día.

Para evitarlo, ayuda, y mucho, abrir la percepción a cada instante nuevo y no dar a la otra persona por supuesta. El otro se ilumina cuando le reconocemos y le descubrimos como nuevo, y de este modo también nosotros nos volvemos nuevos y jóvenes.

Fuente: ABC

[*Opino}– Tal parece que la Iglesia Católica cree que sexo y amor son lo mismo

04-07-12

Carlos M. Padrón

Del artículo que copio más abajo deduzco que, según la Iglesia Católica, amor y sexo vienen a ser lo mismo por cuanto, de acuerdo a lo que dicen los obispos, si en la práctica del sexo se usan anticonceptivos, eso es un atentado contra el amor, y si yo hago sexo con mi pareja y usamos anticonceptivos, resulta que no la amo.

Puedo entender que usar anticonceptivos so sea un atentado contra la natalidad, pero, según esta vara de medir, también la masturbación sería un atentado contra el amor.

Sabido es que la especie humana es una de las pocas que practica sexo por placer, y que, por ello, un hombre puede tener sexo con la mujer a la que ama —o podría amarla y no tener sexo con ella—, o con una mujer a la que no ama, pues el sexo no está necesariamente vinculado al amor, y ni siquiera está necesariamente vinculado al drogamor.

Creo que declaraciones de este porte sólo consiguen alejar más de la Iglesia a los exfieles, y alejar de una vez a muchos que aún son fieles.

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04-07-12

Los obispos españoles dicen que «no hay verdadero amor» cuando se utilizan anticonceptivos

El portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Juan Antonio Martínez Camino, ha defendido que «no hay verdadero amor cuando hay anticoncepción», y que la mentalidad anticonceptiva convierte las relaciones «en tráfico de intereses, sobre todo fuera del matrimonio» pero también dentro del mismo.

«La apertura a la fecundidad de todo matrimonio implica que la anticoncepción es contradictoria con el verdadero amor», ha subrayado durante la presentación este miércoles del documento «La verdad del amor humano. Orientaciones sobre el amor conyugal, la ideología de género y la legislación familiar»‘, en el que se toca indirectamente el tema de la anticoncepción.

En este sentido, ha subrayado que el uso de medios anticonceptivos, «mutila la relación interpersonal entre los esposos de su dimensión procreativa» y ha añadido que «un acto voluntario de mutilar implica no reconocerse mutuamente en su integridad de lo que es el cuerpo de la mujer y del varón, en su unión en una carne, que conlleva la fecundidad».

Además, ha afirmado que utilizar anticonceptivos, tanto dentro como fuera del matrimonio, pero sobre todo fuera del matrimonio, es «inmoral» y «no porque lo diga la Iglesia sino porque es falsear la relación de amor».

Por otro lado, ha subrayado la importancia de la familia, cuya protección, según ha indicado, es «más importante que las finanzas» y que, según ha apuntado, es «maltratada» en Occidente. Por ello, ha instado a los poderes públicos a «tomar en serio a la familia como capital social fundamental» ya que, a su juicio, será uno de los elementos que ayude a salir de la crisis.

Además, ha señalado que llama la atención que en unas sociedades «ricas, sanas y sin guerras» la población disminuya. «Eso nunca había sucedido en la historia, y es un síntoma importante de la crisis de valores y de la crisis de tratamiento adecuado de las familias», ha añadido.

Por ello, ha apuntado que esperan, tanto del Gobierno actual como de cualquiera otros gobernantes, que impulsen «una política familiar más justa» y les ha animado a «romper clichés basados en el individualismo y en concepciones trasnochadas de la libertad» que, a su juicio, «causan un daño social tremendo».

No obstante, ha indicado que es «difícil» decir si ven con capacidad o no a los gobernantes para lograrlo, pero ha señalado que confían en que sí lo sean.

Fuente: La Vanguardia

[*Drog}– Y Pilar Rahola también opina como yo

24-06-12

Carlos M. Padrón

¡Bravo por Pilar Rahola! Más claro no canta un gallo:

  • «Nadie que haya estado enamorado puede dudar de que el enamoramiento es un enganche adictivo que tiende a dominar la voluntad de su víctima, y que cuesta una barbaridad dejarlo… De hecho, es el estadio de mayor estupidez del ser humano»».
  • «Estar enamorado es como estar «colocado» (o sea, drogado)».
  • «El enamoramiento —o sea, el drogamor— es un simple descontrol hormonal, mientras que el amor es un proceso inteligente perfectamente equilibrado entre lo racional y lo sentimental. Es decir, que lo primero habita en instintos básicos, y lo segundo necesita un planeta con un poco de vida inteligente».

El artículo que sigue, que Pilar Rahola ha titulado acertadamente «Una droga llamada amor», lo escribió cuando supo que la Ciencia ha descubierto el lugar exacto del cerebro en el que se originan los sentimientos que se experimentan cuando alguien está enamorado, y determinado que el amor drogamor está en la misma zona cerebral de la adicción a las drogas.

Esto último, lo de adicción a las drogas, es algo que a Pilar Rahola no le sorprende ni a mí tampoco, pues lo he dicho en este blog desde hace tiempo.

Ante tantas evidencias, ¿cuándo se adoptará un término que, como el mío ‘drogamor‘, se use para designar con nombre propio ese desastroso sentimiento que por siglos se ha llamado amor pero que no lo es, sino que, por el contrario, opera como una auténtica droga y causa estupidez y un sinfín de males en quien lo padece, pudiendo hasta arruinar su vida?

Hay que celebrar que cada día son más las voces que se suman a esta denuncia, y es de esperar que no sólo aumenten sino que el caso llegue algún día a ser materia de enseñanza obligatoria desde el comienzo de la adolescencia.

Por ahora, la cosa va todavía muy mal, pues a la juventud se le sigue diciendo en todos los medios —radio, prensa, revistas, libros, cine y televisión— que ese placentero pero engañoso estado de estupidez e incapacidad de raciocinio en que sume el drogamor es como una señal que da el Destino para indicarnos el camino a seguir.

NotaCMP.- Lo en cursiva lo he añadido yo.

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24-06-12

Pilar Rahola

Una droga llamada amor

A pesar de ser una defensora apasionada de la Ciencia, me inquieta un poquito que su larga marcha hacia el conocimiento no tenga freno.

Por supuesto, lo mío es puro romanticismo, pero me inclino a pensar que algunos enigmas del cerebro y de sus contingencias deberían seguir siendo un misterio.

El otro día leía que investigadores de varias universidades (Canadá, EE.UU. y Ginebra) han descubierto el lugar exacto del cerebro en el que se originan los sentimientos que se experimentan cuando alguien está enamorado. Y añadía la información: «El amor está en la misma zona cerebral de la adicción a las drogas». Es decir, que estar enamorado es como estar «colocado».

Ignoro para qué servirá, desde la perspectiva médica, dicha información, pero la verdad es que no resulta ninguna sorpresa.

Nadie que haya estado enamorado puede dudar de que el enamoramiento es un enganche adictivo que tiende a dominar la voluntad de su víctima, y que cuesta una barbaridad dejarlo… De hecho, es el estadio de mayor estupidez del ser humano. Así lo decía Noel Clarasó: «Cuando se habla de estar enamorado como un loco se exagera; en general, se está enamorado como un tonto«.

Ciertamente, el enamoramiento es un simple descontrol hormonal, mientras que el amor es un proceso inteligente perfectamente equilibrado entre lo racional y lo sentimental. Es decir, que lo primero habita en instintos básicos, y lo segundo necesita un planeta con un poco de vida inteligente.

Sin embargo, ¿puede alguien llegar al estadio del amor sin haber sufrido previamente ese torturado descontrol de los sentidos? Me resulta difícil imaginarlo, aunque para gustos, los colores.

El amor… Me parece deliciosa la idea de que sea una droga que se cuece en la zona del cerebro donde hierven las adicciones, porque creo que el amor es uno de los procesos más grandiosos del ser humano, y tener su adicción me parece un buen síntoma.

Quizás es por ello, por tener componentes adictivos, por lo que algunos pueden hacer locuras por amor, pero sinceramente creo que, sobre todo, se hacen maravillas gracias a su fuerza. El verbo ‘amar’ es un verbo redondo, rotundo, que ofrece y obliga, que duele pero enaltece, que desgarra pero sutura, y que nunca falla si no se espera de él más que su entrega.

Su conjugación bien aprendida nos construye como mejores personas, y me resulta imposible imaginar nada bueno de alguien que nunca haya sabido amar. Por supuesto hablo del amor en su acepción amplia, desde la pareja a cualquier componente de nuestro círculo sentimental, padres, hijos, amigos…, el otro, el prójimo.

Por amor atravesamos muros de dificultades, luchamos contra los elementos, nos reconstruimos para mejorarnos, y por amor damos más allá de lo que sabíamos que podíamos dar. Y cuando triunfa por encima de los miedos, es el amor lo que nos hace más fuertes. Una buena adicción para los tiempos del desconcierto.

Fuente: La Vanguardia

[*Opino}– Éxitos musicales de los ’40s-’50s: ‘Dos gardenias’

31-05-12

Carlos M. Padrón

La versión que de esta canción —que me llegó por cortesía de Juan Antonio Pino Capote y que puede escucharse o bajarse de AQUÍ— llegó a El Paso, allá por 1950, era cantada por Antonio Machín, y la letra desató las iras de mi padre y de mi tío-abuelo —y vecino muy cercano—, Juan Sosa, porque trataba sobre el despecho amoroso, y hablaba mucho de amor.

Igual ojeriza le tenían ellos a otra canción cuya letra decía «Amor, amor, amor, nació de ti, nació de mí,….», y ambas la pasaban mucho por la radio.

Yo, entonces un adolescente, me horrorizaba de que a ellos les disgustara eso. Mal sabía que con el tiempo me ocurriría lo mismo y terminaría acuñando el término drogamor para llamar al sentimiento que inspiró, y sigue inspirando, la letra de ésas y del 90% de todas las demás canciones.

Hoy sé también que entonces, cuando siendo yo adolescente notó mi padre mi extrañeza ante su rechazo a esas canciones, fue el momento ideal para que él me explicara la diferencia entre amor y drogamor, aún a riesgo de yo no la entendiera.

Pero, dado como soy a escarmentar en cabeza ajena, seguro estoy de que esa explicación, sobre todo si hubiera sido reiterada y apoyada con varios de los muchos ejemplos que en el pueblo había, no se me habría olvidado, y la habría tenido yo en cuenta al experimentar los síntomas del drogamor.

[*Drog}– Amor, drogamor y querer

09-04-12

Carlos M. Padrón

Las frases o pensamientos que siguen, supuestamente salidos de mentes brillantes, muestran a las claras la confusión existente entre amor, drogamor y querer.

Además, algunos son contradictorios, como el que asegura que detenerse a pensar si se quiere a alguien significa que ya no se le quiere, vs. el que asegura que nada está nunca acabado, y el que declara —muy acertadamente, en mi opinión— que amar no es solamente querer.

No, amar no es querer, y estar drogamorado sí es querer pero no amar.

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En el momento en que te paras a pensar si quieres a alguien, ya has dejado de quererle.
Carlos Ruíz Zafón

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Nada está nunca acabado; basta un poco de felicidad para que todo vuelva a empezar.
Émile Zola

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Amar no es solamente querer, es, sobre todo, comprender. Somos y crecemos en la medida en que amamos, y amar significa compartir, servir, y entregarse, algo que representa un camino que nunca acabamos de recorrer.