Ante las dudas que genera la formación del plural de las palabras terminadas en ‘-y’ (convoy, jersey, guirigay), se ofrecen a continuación los tres casos que se pueden dar.
1. Ley-leyes. Los sustantivos y adjetivos españoles o adaptados plenamente al español que terminan en ‘-y’ precedida de vocal forman el plural añadiendo la sílaba ‘-es’, lo que, como indica la Gramática, implica que la ‘y’ adquiere valor consonántico. De esta forma se han consolidado en la lengua los plurales leyes, bueyes, virreyes y convoyes a partir de ley, buey, virrey y convoy, voces que han seguido en su evolución las leyes fonéticas propias del español.
De manera que en «Varios convoys de maquinaria fueron interceptados y atacados» lo adecuado habría sido «Varios convoyes de maquinaria fueron interceptados y atacados».
2. Jersey-jerséis. Como excepción a la regla anterior, algunos sustantivos y adjetivos terminados en ‘-y’ precedida de vocal, normalmente de origen extranjero e incorporados más tarde al español, mantienen el diptongo y forman el plural convirtiendo la ‘y’ en ‘i’ y añadiendo una ‘s’, sin alterar por ello el sonido de la palabra: la ‘y’ del singular y la ‘i’ del plural se pronuncian igual (gay-gais o jersey-jerséis).
Por tanto, lo adecuado es escribir «Ha querido innovar con unos jerséis de punto que son aún más modernos de lo que parecen» y no «Ha querido innovar con unos jerseys de punto que son aún más modernos de lo que parecen».
En este caso, se recuerda que la ‘-y’ en posición final de palabra no se considera vocal a efectos de acentuación gráfica. Así, ‘jersey’ no lleva tilde por ser aguda terminada en consonante distinta de ‘-n’ o ‘-s’, pero ‘jerséis’ sí porque es aguda y termina en ‘-s’. En cambio, la variante llana ‘yérsey’ se escribe con tilde porque no termina en ‘-n’, ‘-s’ o vocal, y su plural es ‘yerseis’, sin tilde por ser llana acabada en ‘-s’.
3. Guirigay-guirigayes/guirigáis. Finalmente, hay un grupo reducido de sustantivos terminados en ‘-y’ precedida de vocal que admiten los dos plurales anteriores, con preferencia por la adición de la ese; es el caso, por ejemplo, de guirigay o de estay, cuyos plurales son guirigáis/guirigayes y estáis/estayes, respectivamente.
Así, son adecuados ejemplos como «Nada le gustaba más que seguir con la cámara los guirigáis que montaban sus personajes» o «Una goleta de estayes es un barco de vela de dos o más palos».