Dos hornos en el cráter del Teide
Durante siglos, algunos tinerfeños se ganaron la vida extrayendo azufre de la cima de España
Dos hornos en el cráter del Teide
Durante siglos, algunos tinerfeños se ganaron la vida extrayendo azufre de la cima de España
Se recomienda evitar el uso de suero para aludir a una vacuna, dado que es un tipo de medicamento distinto.
Uso inadecuado
Uso adecuado
Según el diccionario académico, el suero es la ‘parte de la sangre o de la linfa que permanece líquida después de haberse producido la coagulación’. También aclara en suero medicinal que puede ser una ‘disolución de sales u otras sustancias en agua, que se inyecta con fines curativos’, pero este sentido no es aplicable a este caso porque los fines de las vacunas son preventivos, y no curativos.
Hay que tener en cuenta, además, que puede haber tratamientos que se basan en un suero y no en una vacuna, como en el caso del suero de convaleciente, lo que hace aún menos recomendable identificar ambos conceptos, claramente delimitados en la terminología médica, como se comprueba en el Diccionario de términos médicos de la Real Academia Nacional de Medicina de España.
Tal como señalan fuentes de esta institución, el término suero también se utiliza para referirse a lo que más técnicamente es un antisuero, que se extrae directamente de un ser humano o de un animal y que contiene determinados anticuerpos; el ser humano o animal al que el suero está destinado es un receptor pasivo del mismo.
Las vacunas, en cambio, son preparados que constan de antígenos o de otros productos biológicos; el organismo del ser humano o animal que recibe la vacuna tiene un papel activo en el desarrollo de la respuesta inmunitaria inducida por la vacuna.
NotaCMP.- Válido en países en los que aún se respeta la norma de que la ‘B’ y la ‘V’ se pronuncian diferente
En la noche del aniversario número 25 del feliz matrimonio, el esposo llegó a la casa casi arrastrándose de lo embriagado que estaba. De puro milagro dio con su casa. Cuando su esposa lo vio en tan lamentable estado, indignada le dijo:
—¡¡Pero si estás perdido de borracho!!… No lo puedo creer, ¡en nuestra noche aniversario!
—Yo sólo obedecí tus órdenes, mi amor …..mi amor. ¡¡Hip!! »
—¿Cuáles órdenes, ¡borracho!?»
—Leí tu nota, ¡hip!, que decía ‘Te espero esta noche embriagado, papito’.
Furiosa, la esposa le responde:
—La nota decía ENVIAGRADO, ¡¡pendejo!!