San Pedro y Papá Dios están conversando acerca de las normas para ingresar al Cielo:
—Debemos ser más exigentes con el nivel de gente que está ingresando al Cielo—, dice Papá Dios.
—De acuerdo, seré más exigente con la entrada al Cielo—, responde San Pedro.
A todas éstas, por la primera puerta de acceso está pasando, de camino a la cola de ingreso al Cielo, un negrito que escucha la conversación. San Pedro se va a su puesto de trabajo y comienza la selección siendo muy exigente. Cuando le llega el turno al negrito, San Pedro le pregunta:
—¿Nombre?
—Leonardo Di Caprio.
San Pedro lo mira y vuelve a preguntarle:
—¿Nombre?
—Leonardo Di Caprio.
San Pedro toma el teléfono, llama a Papá Dios y le pregunta:
—Jefe, ¿el Titanic se hundió o se quemó?