19/08/2014
La ciudad que da origen a este dicho, que hace referencia a un lugar idílico y repleto de riquezas, es completamente real. Se encuentra en Perú y fue fundada por Francisco Pizarro en el siglo XVI.
Según las crónicas de la época, esta capital del Virreinato de Perú poseía calles «empedradas con piñones», por las que corrían «arroyos de leche y miel». Ligada a esta explicación, hay quien asegura que todo fue una invención de Cristóbal Colón.
Para enrolar marineros en su segundo viaje a América, describió Jauja con toda clase de riquezas, describiéndola como la mítica ciudad de El Dorado.
