[*ElPaso}— ‘Oda al 2 de Mayo’, un regalo de dos amigos (Reedición con declamación)

26-12-11

Reedito este post porque, de nuevo, mi amigo Juan Antonio Pino Capote, hijo del poeta pasense Antonio Pino Pérez —autor de los poemas recopilados en el libro Dándole vueltas al viento, que ya publiqué en este blog— me hizo llegar una verdadera joya: la «Oda al 2 de Mayo» recitada por su padre.

Quiero compartirla con mis lectores porque, como ya dije en un comentario puesto en este mismo post, en la búsqueda de la letra completa de esa oda di con una grabación —puede escuchársela aquí— en la que alguien la recita poniendo en ello el mismo sentimiento que si leyera una lista de mercado, lo cual contrasta enormemente con la emotividad que le pone don Antonio Pino (así lo llamábamos todos en El Paso) al declamar esa obra maestra, declamación que, aun siendo ya él sexagenario, estando enfermo y faltándole una cuerda vocal, hizo de memoria, lo cual explica y justifica los pocos fallos y titubeos que destacan en la grabación hecha en 1969 con equipo casero y durante una reunión familiar.

Para escuchar/bajar «Oda al 2 de Mayo» en la voz del poeta pasense Antonio Pino Pérez, clicar AQUÍ.

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30-11-11

Carlos M. Padrón

Creo que, a estas alturas, los lectores habituales de este blog ya habrán notado mi interés por la lengua española y su uso correcto.

Pues bien, lo que más me gusta de nuestra lengua es la poesía, la buena poesía. Pero, ¡ojo!, hablo de la que, además de buena en su contenido y expresión, obedece a las reglas de la rima y la métrica.

La que no respete éstas, y a la que llaman «libre», no es, para mí, poesía sino, como mucho, prosa poética.

He leído también, y escuchado, poesía en lengua inglesa, y en su rima la encuentro machacona, repetitiva y aburrida. En eso, definitivamente, le gana con ventaja el español, y tal vez alguna otra lengua neolatina.

Este preámbulo se debe a que un comentario que mi amigo y paisano Juan Antonio Pino Capote puso en el post España. Hacer leña del árbol caído, ¿el deporte nacional? dio lugar a una respuesta de mi también amigo y paisano Roberto González Rodríguez, y en lo que a ésta contestó el primero incluyó un poema que es de ésos ante los que hay que sacarse el sombrero.

Lo escrito en esos comentarios puede verse en el referido post, pero la base de ellos consiste en que Juan Antonio incluyó una décima del poema «Oda al Dos de Mayo», de Bernardo López García, aclarando que lo hacía de memoria y que tal vez no estaban bien, a lo cual contestó Roberto con la versión correcta de esa misma décima, que es parte del referido poema que, en el último de los comentarios, incluyó completo Juan Antonio.

El tema de «Oda al 2 de Mayo» es la invasión de Napoleón a España (1808), el mismo de este cuadro:

 

«Los fusilamientos del 3 de Mayo», de Goya.

Dado el alto valor poético de «Oda al 2 de Mayo», no quiero dejar este poema sólo como un comentario, y por eso lo incluyo aquí porque, como dije, es, en su estructura poética, una joya de nuestra lengua.

Oigo, patria, tu aflicción,
y escucho el triste concierto
que forman, tocando a muerto,
la campana y el cañón;
sobre tu invicto pendón
miro flotantes crespones,
y oigo alzarse a otras regiones
en estrofas funerarias,
de la iglesia las plegarias,
y del arte las canciones.

Lloras, porque te insultaron
los que su amor te ofrecieron
¡a ti, a quien siempre temieron
porque tu gloria admiraron;
a ti, por quien se inclinaron
los mundos de zona a zona;
a ti, soberbia matrona
que, libre de extraño yugo,
no has tenido más verdugo
que el peso de tu corona!

Doquiera la mente mía
sus alas rápidas lleva,
allí un sepulcro se eleva
contando tu valentía.
Desde la cumbre bravía
que el sol indio tornasola,
hasta el África, que inmola
sus hijos en torpe guerra,
¡no hay un puñado de tierra
sin una tumba española!

Tembló el orbe a tus legiones,
y de la espantada esfera
sujetaron la carrera
las garras de tus leones.
Nadie humilló tus pendones
ni te arrancó la victoria;
pues de tu gigante gloria
no cabe el rayo fecundo,
ni en los ámbitos del mundo,
ni en el libro de la historia.

Siempre en lucha desigual
cantan tu invicta arrogancia,
Sagunto, Cádiz, Numancia,
Zaragoza y San Marcial.
En tu suelo virginal
no arraigan extraños fueros;
porque, indómitos y fieros,
saben hacer sus vasallos
frenos para sus caballos
con los cetros extranjeros.

Y aún hubo en la tierra un hombre
que osó profanar tu manto.
¡Espacio falta a mi canto
para maldecir su nombre!
Sin que el recuerdo me asombre,
con ansia abriré la historia;
¡presta luz a mi memoria!
y el mundo y la patria, a coro,
oirán el himno sonoro
de tus recuerdos de gloria.

Aquel genio de ambición
que, en su delirio profundo,
cantando guerra, hizo al mundo
sepulcro de su nación,
hirió al ibero león
ansiando a España regir;
y no llegó a percibir,
ebrio de orgullo y poder,
que no puede esclavo ser,
pueblo que sabe morir.

«¡Guerra!» clamó ante el altar
el sacerdote con ira;
«¡Guerra!» repitió la lira
con indómito cantar:
«¡Guerra!» gritó al despertar
el pueblo que al mundo aterra;
y cuando en hispana tierra
pasos extraños se oyeron,
hasta las tumbas se abrieron
gritando: ¡Venganza y guerra!

La madre, con patrio ardor,
ansiosa salta del lecho;
el niño bebe en su pecho
odio a muerte al invasor;
la madre mata su amor,
y, cuando calmado está,
grita al hijo que se va:
«¡Pues que la patria lo quiere,
lánzate al combate, y muere:
tu madre te vengará!»

Y suenan patrias canciones
cantando santos deberes;
y van roncas las mujeres
empujando los cañones;
al pie de libres pendones
el grito de patria zumba
y el rudo cañón retumba,
y el vil invasor se aterra,
y al suelo le falta tierra
para cubrir tanta tumba!

¡Mártires de la lealtad,
que del honor al arrullo
fuisteis de la patria orgullo
y honra de la humanidad,
¡en la tumba descansad!
que el valiente pueblo ibero
jura con rostro altanero
que, hasta que España sucumba,
no pisará vuestra tumba
la planta del extranjero!

Gracias a Juan Antonio y Roberto por haberme dado pie para este post.

[*Opino}– Las celebridades, sus comentarios y sus más sonados errores científicos durante 2011

28-12-2011

Carlos M. Padrón

Como ya dije en Las frases más absurdas de la farándula y de los políticos recopilé un buen lote de frases de personajes que, en base a lo que hacen para ser famosos, no tiene por qué saber nada fuera de esa actividad y, por tanto, no deberían cometer la osadía de opinar al respecto.

En el artículo que sigue hay otras buenas metidas de pata, pero lo peor de ella es, como ahí se dice, que hay gente que basándose sólo en la fama del personaje dueño de la pata, cree a pie juntillas lo que éste dice.

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28/12/2011

Los comentarios pseudocientíficos más sonados de 2011

Del esperma de ballena hasta la forma del pie de una mujer cuando tiene un orgasmo, pasando por los limpiadores de colon, algunos famosos pasaron a la historia durante el año 2011 con sus ocurrencias pseudocientíficas en apariciones en medios de comunicación.

En su lista anual de lo que considera los peores abusos del año contra la Ciencia, la denominada campaña Sense About Science (SAS) ha seleccionado a,

  • Nicole Polizzi, estrella de un reality estadounidense
  • Michelle Bachmann, candidata presidencial republicana (abajo, en la imagen); y
  • Suzi Quatro, cantautor estadounidense

como los principales agresores, con sus declaraciones sobre por qué el mar es salado, o los riesgos de las vacunas contra el cáncer de cuello uterino y colon.

 

«Solía tener un montón de dolores de garganta, y una de mis hermanas me dijo que todas las enfermedades se iniciaban en el colon. Comencé a tomar, cada día por la mañana, un polvo limpiador de colon mezclado con jugo fresco y noté una enorme diferencia», dijo Quatro al periódico Daily Mail.

Sin embargo, SAS ha querido disipar mitos. Se pidió a científicos calificados en diversas disciplinas comentar algunos de los peores delitos científicos de las celebrities.

«El colon es muy importante en algunas dolencias, pero ciertamente no es la causa de todas las enfermedades. El dolor de garganta no proviene de su colon, sino que está causado por virus que entran por la nariz y la boca. La limpieza de colon o en el colon», dijo Gordon Melita, un gastroenterólogo.

Aunque este informe tiene una parte frívola, los organizadores de la campaña hacen hincapié en que también tienen un objetivo serio: para asegurarse de que la pseudociencia no puede ser aceptada como verdadero.

Después de que Bachmann aprovechase una aparición en un programa de televisión de EE.UU. para contar una historia de una mujer de Tampa, Florida, quien dijo que su hija se había convertido en «retrasada mental» después de recibir una vacuna contra el VPH para proteger contra el cáncer cervical, los médicos dijeron que temían que el daño hecho pudiera tardar años en ser neutralizado.

«Es tentador desmentir los comentarios de los famosos sobre Ciencia y Salud, pero sus puntos de vista tienen mucho eco, y una opinión sobre el cáncer o el medio ambiente es difícil de revertir. En un momento en que los famosos dominan el ámbito público, no debe reducirse la presión de la ciencia y la evidencia», declaró el director de gestión de SAS Tracey Brown.

El estudio también puso de relieve una cita de la extraña estrella televisiva estadounidense Nicole Polizzi, quien declaró recientemente: «No me gusta la playa, odio los tiburones, y el agua está llena de esperma de ballena. Por eso el agua del océano es salada».

Simon Boxall, un experto marino y oceanógrafo rechazó la sugerencia de Polizzi. «Se necesitaría una gran cantidad de esperma de ballena para hacer que el mar fuese salado», dijo.

Algunos de los más interesantes sugerencias pseudocientíficas llegaron a través de información que había sido recogida en fiestas, que no es nunca la fuente más confiable.

Christian Louboutin, un francés diseñador de calzado, fue seleccionado por un comentario que una invitada a una fiesta le confesó acerca de sus zapatos.

«Ella dijo que lo que hace sexy a un tacón alto es el arco del pie, porque es exactamente la posición del pie de una mujer cuando tiene un orgasmo. Así que, calzando tacones, usted se está poniendo en una situación que puede ser orgásmica», explicó.

Kevan Wylie, experto en medicina sexual, respondió secamente que es importante diferenciar la causa del efecto.

«El pie de una mujer puede estar en esta posición durante el orgasmo, pero eso no quiere decir que poner el pie en esta posición en otras circunstancias se traduzca en un orgasmo», dijo.

Fuente: IBL News

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28-12-11

Las celebridades y sus errores científicos

Se conoce el gusto que tienen las celebridades por hacer declaraciones sobre todo tipo de cosas y, en particular, muchas se regodean hablando de sus estilos de vida.

A menudo escuchamos las opiniones de los famosos sobre dietas, medicinas, el medio ambiente, cómo mantenerse joven, etc.

Desafortunadamente, tal como señala la organización británica Sense About Science (Ciencia con Sentido) «donde hay una celebridad hay a menudo un dato científico distorsionado».

Y por esto este grupo —que reúne a unos 5.000 científicos de diversas sociedades, centros de investigación y universidades— se encarga de monitorear, y corregir, las declaraciones erradas que cada año hacen los «influyentes y famosos».

Este año, dice la organización, se destacan «los datos engañosos sobre muchas fórmulas mágicas para lograr una mejor salud, en particular en lo que se refiere a suplementos».

 

Simon Cowell, el millonario empresario, productor y creador de programas de televisión —como X Factor, Pop Idol, American Idol, etc.—, dijo durante una entrevista que gracias a su cóctel intravenoso de vitaminas C, B12 y magnesio ha logrado verse y sentirse más joven y sano.

«Es una sensación increíblemente cálida… sientes cómo las vitaminas atraviesan todo tu organismo. Es sumamente calmante», declaró Cowell al diario británico Daily Mail.

Pero tal como responde en el informe la nutricionista Ursula Arens, de la Asociación Dietética Británica «Simon, a menos que tengas una deficiencia vitamínica, los alimentos que comes te brindan todas las vitaminas que necesitas. Mi consejo para ti, Simon, es que, si necesitas tener sensaciones más cálidas y calmantes, te tomes una buena taza de té», expresa la experta.

Influencia de los célebres

Cowell no es el único que hace uso de suplementos «raros».

Suzi Quatro, la veterana cantante estadounidense, le dijo al Daily Mail que «Yo solía tener dolor de garganta constante y mi hermana me dijo que todas las enfermedades comienzan en el colon. Entonces comencé a tomar todos los días un polvo limpiador de colon mezclado con jugo de fruta y esto ha hecho una gran diferencia. Lo he estado haciendo durante 20 años».

La doctora Melita Gordon, especialista en gastroenterología, le responde a Quatro que ciertamente el colon es muy importante en algunas enfermedades, «pero ciertamente no es la causa de todas las enfermedades, Suzi». El dolor de garganta no viene de tu colon, es causado por virus que surgen en tu nariz y boca. Tomar ‘limpiadores de colon’ no tiene ningún beneficio en tu garganta (ni en tu colon)».

La actriz y música estadounidense Juliette Lewis le dijo al diario británico The Guardian que «A un nivel puramente tradicional, el agua de coco es simplemente lo más hidratante que puedes beber, y mucho mejor que cualquiera de las bebidas deportivas comerciales».

Pero Ann Ashworth, experta en nutrición deportiva, no está de acuerdo con la actriz.

«De hecho, Juliette, el agua de coco tiene casi la mitad de la cantidad de carbohidratos de una bebida deportiva típica, pero también tiene un equilibrio diferente de sales, por tanto puede ser menos hidratante».

Aunque las llamadas «dietas detox» no fueron tan famosas en 2011 como lo fueron en 2010, hubo una celebridad a la que, al parecer, no le llegó el mensaje de que estas dietas no funcionan.

Gwyneth Paltrow escribió en su blog: «Ya he hablado antes sobre el Programa de Limpieza del Doctor Alejandro Junger porque me ha dado resultados espectaculares; es justo lo que necesitas si estás en necesidad de una buena desintoxicación: si quieres claridad mental y perder unos cuantos kilos…».

En Sense About Science, le responde el doctor Christian Jessen:

«Gwyneth,… todos queremos empezar el año nuevo con buenas intenciones, pero un plan de detox no es la respuesta si realmente quieres sentirte mejor. Tu organismo tiene un fantástico sistema de desintoxicación en tus riñones e hígado. Mejor bebe mucha agua, come una dieta balanceada, duerme lo suficiente, y deja que tu organismo haga lo que sabe hacer mejor», expresa el médico.

También Gisele Bündchen

Y nuevamente vuelve a aparecer en la lista Gisele Bündchen, la supermodelo brasileña, que este año nos dio su opinión sobre los filtros solares: «No puedo ponerme este veneno sobre mi piel…. yo no uso nada sintético», dijo.

 

Gary Moss, experto en ciencia farmacéutica responde: «¿Cuál veneno, Gisele? Los productos cosméticos, incluidos los filtros solares, han sido regulados y probados extensamente, y te sorprendería saber la amplia variedad de materiales sintéticos que usas en muchos aspectos de tu vida: ‘sintético’ no quiere decir automáticamente malo, igual que ‘natural’ no significa automáticamente seguro o beneficioso», expresa el doctor Moss.

Tal como señala el informe, los comentarios de las celebridades pueden tener resultados negativos.

«Las celebridades tienen enorme poder de influenciar las acciones de la gente, así que con esto debe haber cierta responsabilidad» afirman los expertos.

Y elogian a la actriz británica Helen Mirren por el que quizás fue el comentario más efectivo del año:

«Lo que te hace perder peso… es no comer».

Fuente: BBC Mundo

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(*) NotaCMP.- Lo de estomagante lo puse yo.

[*Otros}– Los Canarios en América / José Antonio Pérez Carrión: Juan Domínguez Barrera

Este hábil y entendido tipógrafo del acreditado establecimiento La Baton del inspirado poeta y hombre público Saturnino Martínez, nació en la ciudad de Santa Cruz de Tenerife, capital de la provincia de Tenerife, el día veintiuno de octubre de 1862.

Sus padres, Don Donato y Doña Concepción fallecieron muy jóvenes, quedando nuestro compatriota al calor de una virtuosísima tía y de sus honrados y laboriosos abuelos maternos, que gozaban a la sazón de una desahogada posición en el comercio de víveres de aquella capital.

Vino a Cuba en 1877, cuando apenas contaba quince años de edad. Perteneció Domínguez Barrera a todas las juntas directivas del extinguido Centro Canario, durante el tiempo que esta bella institución estuvo funcionando, ora como secretario de la sección de instrucción, ora como vicepresidente de la benemérita sección de recreo y adorno, ya como vicesecretario de la Asociación Canaria de Beneficencia y Protección Agrícola de La Habana.

En 1890, después de un corto viaje a su patria, publicó un libro de versos titulado Cantos Canarios, con un prólogo del afamado periodista tinerfeño Manuel Linares y Delgado, y una carta-prólogo del conocido literato y distinguido jurisconsulto cubano, residente en Santa Cruz de Tenerife, Don Gabriel Izquierdo de Azcirate.

La citada obrita, primera producción literaria del inspirado poeta canario, obtuvo muy buena aceptación, alcanzando su joven autor muchas y bien merecidas felicitaciones.

Actualmente está preparando un segundo libro denominado Nuevos cantos canarios del que es de esperar que tenga igual aceptación, dados los adelantos de sus estudios y los tiempos de progreso que alcanzamos en casi todos los ramos del saber humano.

Ha sido fundador, en unión de otros apreciables comprovincianos, de los periódicos regionales Eco de Canarias —primera época—, Las Canarias y Las Afortunadas, que en la actualidad ven la luz pública en La Habana, dirigidos estos dos últimos por Félix Carballo, tipógrafo y natural también de Santa Cruz de Tenerife.

Colaboró en La Vox de Canarias y en El Acicate, periódico que publicó en esta capital el aventajado joven periodista güimarero Miguel Espinosa Hernández, redactor político del Diario de la Marina.

Juan Domínguez Barrera es en la actualidad secretario de la Asociación Canaria y Protección Agrícola, establecida en La Habana en 1872, y primera de su clase en América, cuyo cargo viene desempeñando gratuitamente hace tres años.

La extremada modestia de nuestro biografiado hace que su nombre pase poco menos que desapercibido en los círculos más ilustrados de la patria de Don Pepe de la Luz, de Varela, Saco, Delmonte y otras inteligencias eminentísimas. Esa modestia, ese retraimiento, o ese indiferentismo, como quiera llamársele, parece ser pecado original de los Canarios en el Nuevo Mundo, y por eso viene de molde aquella sentencia castellana:

«Suerte te dé Dios, hijo, que el saber poco te vale».

[IBM}— Del baúl de los recuerdos de IBM: Más de 1968 y 1971. Hotel Humboldt, Kingston, y Colonia Tovar

26-12-11

Carlos M. Padrón

Si en una foto aparece más de una persona, las mencionaré de izquierda a derecha, o en el sentido de las agujas del reloj cuando las personas estén en círculo. Si no sé ni el nombre ni el apellido de alguna de las personas en la foto, pondré un signo ‘?’ después del número; y si no sé el nombre o no sé el apellido, pondré una ‘X’ en el lugar en que éstos deberían ir.

Y con gracias anticipadas espero que alguien me «despeje» las ‘?‘ y las ‘X‘.

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Foto 1.- Cortesía de Javier Palacios. Tomada en noviembre de 1968 durante un seminario celebrado en el Hotel Humboldt (Caracas) para empleados del DCS (Data Center Services) de IBM de Venezuela.

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Fila delantera1, Gianni Marzorati;  2, Milagros Pita (Secretaria de Adolfo Fuenmayor, quien era entonces gerente del DCS);  3, Nubia Albornoz. (Perforista);  4, María de Lourdes Alcázar (a. Milula. Jefa de las perforistas);  5?;  6, Omaira Toro (Asistente de Fuenmayor);  7, Javier Palacios (A un mes de haber ingresado a IBM)

Fila trasera1, Osvaldo Cortez;  2, José Avendaño (a. El sobrino);  3, Ramón Portela;  4, X. Guevara;  5, Gaspar Creazola;  6? (a. Gancho de ropa);  7, Alcibíades Molina;  8, Abdón Calderón

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Las seis fotos que siguen son cortesía de Pedro Pablo Puky.

 

Foto 2.- Tomada el 15-11-1968 durante el Simposio de Sistemas celebrado en Kingston (Jamaica).

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1?;  2?;  3?;  4, Ramón Sitja Pitarch;  5, Pedro Pablo Puky;  6, Douglas Blythe

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Foto 3.– Tomada el 15-11-1968 durante el Simposio de Sistemas celebrado en Kingston (Jamaica).

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1?;  2?;  3, Alfredo Weil;  4, Pedro Pablo Puky;  5, Leopoldo Hiller;  6, David Lemoine

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Foto 4. Tomada por Puky en 1971.

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Maribel Bolomburu de Merino

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Fotos 5 y 6. Tomadas en 1971 durante el Seminario de Gerencia habido en el hotel Freiburg, en la Colonia Tovar.

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Según cuenta Pedro Pablo Puky,

«En   estas   fotos  se ve   al   señor   László István Rajkay Hannibal, húngaro de nacimiento, venezolano por naturalización, y figura legendaria en IBM de Venezuela, desde donde pasó a IBM World Trade, se especializó en cursos de gerencia y fue nuestro instructor en este curso realizado en el Hotel Freyburg de la Colonia Tovar entre del 19 al 23 de Julio 1971.

El señor Rajkay tuvo dos hijas: Katalina Anna Eva Rajkay Babó, y Ana María Yolanda Rajkay Babó. Ana María, familiarmente conocida como Panni, era para ese momento la esposa de Peter Dolanyi (q.e.p.d.)».

27-12-11. Por comentario hecho hoy, Antonio Ramírez dijo algo que, por su relevancia, incluyo en este texto.

«László    István    Rajkay   Hannibal,   —quien   tuvo también un hijo varón de nombre Matías— se desempeñaba en IBM de Venezuela como Gerente Administrativo, cargo muy importante para esa época. Cuando pasó a la organización IBM-WTC fue con el cargo de instructor en el Centro de Desarrollo Gerencial en Blaricum, en Holanda, centro en el que se impartían los cursos ejecutivos que eran requisito para ser Gerente General».

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COMENTARIOS

Oscar del Barco E.
Queridos y recordados amigos: ¡Cuanto gusto me ha dado saber de Akos Puky!

Akos, te recuerdo muy bien en la época del curso #2 de Técnicos DP en Lima (Perú) y también de nuestro trabajo debutando como técnicos DP en la Creole Petroleum Corp. en el edificio Creole de Los Chaguaramos.

Te acordarás de la sala de perforadoras y verificadoras que atendíamos con Mauro Monsalve. El salón privado de la 650, donde vi de cerca la primera computadora, y el érea de tabuladoras, intercaladoras, reproductoras, clasificadoras y cuanto bicho raro había para la época.

Hasta instalamos una Data Tranceiver para enviar y recibir tarjetas perforadas hacia y desde la refinería en Punta. Cardón vía radio UHF.

Más importante que nada es recordar a otros excelentes compañeros y amigos que han quedado un poco en el olvido, como Luis Somoza, Daniel Sejas, y Eduardo Romero.

Luis era argentino y lo importaron de Buenos Aires; Daniel, español contratado en Caracas; y Eduardo, otro español contratado también en Caracas pero que duró muy poco como técnico.

Akos, me estoy enterando de que en Maracaibo me llamaran Piragüita, ¿qué es una raya más p’a un tigre?

El sobrenombre que para mí más escuché dentro de IBM es el de Chiquitín que me lo puso Rafael Mora y lo popularizó Jaime Trillas. Se debió a que cuando un grupo de excelentes amigos de IBM nos reuníamos, con nuestras esposas e hijos, a jugar dominó los sábados en la noche, y yo trataba de pensar (THINK) alguna jugada, solía apoyar la cabeza sobre uno de mis brazos poniéndolo sobre la mesa, y Rafaelillo solía decir: “Joder, Chiquitín, tu brazo parece más bien una pierna. Bájalo de la mesa”.

Bueno, sólo recordando épocas hermosas e inolvidables.

CMP
En respuesta a Akos Puky.

Akos, creo que los dos argentinos que no recuedas son Fernando Lacoste y Jorge Outeda.

Ve AQUÍ.

Akos Puky
Si, soy actualmente pastor de la Iglesia Luterana.

Entré en IBM de Vene<uela (Avenida Urdaneta, Caracas) por mediación del Sr. Rajkay en septiembre u octubre de 1957, y al el Dpto. Técnico.

Antes de Rajkay ser asignado a Europa había sido trasladado a Montevideo, donde visité a su familia a principios de los años ’60s. Mantengo gran amistad con su hija, Ana María, «Panni».

Asistí al curso de formación de técnicos en Lima en la primera mitad de 1958 junto con Oscar Del Barco —»Piragüita», como le decían en Maracaibo—, y otros dos cuyos nombres ya no recuerdo. En mi grupo éramos —creo recordar— 18 ó 19, entre casi cada país de Sudamérica.

Con el único que tengo contacto (reciente) es con Ferrer, de Uruguay, quien se quedó en IBM hasta su jubilación.

En el grupo anterior, que comenzó unas semanas antes. había 5 argentinos que fueron contratados para venir a Venezuela: Marcervelli, Sitja, Américo Cristini y,…. Se me escapan los nombres de los otros.

Salí de IBM en marzo de 1960 porque había decidido estudiar Teología. Pero la «piquiña» quedó, y cuando me ofrecieron gerenciar el Dep. de Computación del Hotel Margarita Concorde, lo acepté y trabajé más de 7 años con ese novedoso sistema Four Phase: 5 años en Porlamar, y 2 y medio en el Doral Beach de Puerto La Cruz. De allí mi amistad con Jaime Villalta.

Luego decidí volver a mi vocación.

Manuel Alberto Gutiérrez V.
Estimados amigos, me gustaría conseguir el correo electrónico de mi muy apreciado amigo Pedro Pablo Puky. Tuvimos una excelente amistad en IBM la cual se incrementó cuando él fue vice-presidente del BND.

Gracias y FELIZ y maravilloso 2012.

Manuel (Manny)

José Padrón
Efectivamente, la esposa de Ramón Sitja se llama Sonia. Trabajaba en Lagovén, donde su cargo creo que era Gerente de Operaciones.

Me tocó interactuar mucho con ella cuando el proyecto de la /370-158, y después de la /3033.

Mi humilde opinión acerca de Sonia, y sin quitarle ni ponerle: profesional a carta cabal, y muy estricta en lo referente a planificación.

CMP
En respuesta a Jaime Villalta Lladó.

Jaime, aunque Ramón Sitja reportaba a mí cuando dejó IBM, es ahora cuando vengo a saber que era argentino. Siempre lo tuve por catalán de Cataluña, y creo que muchos en IBM creían lo mismo que yo.

Si mal no recuerdo, su mujer se llama Sonia.

Jaime Villalta Lladó
Hola, Antonio; gusto también en saludarte.

También conocí al Sr. Rajkay cuando entré en IBM en el 58, y me llamó la atención que era un experto en petroglifos venezolanos, de los cuales tenía fotos por todas partes en su oficina.

Era otro caballero de los que yo llamaba la “oleada húngara” en IBM, que fue muy importante, así como después lo fue la “oleada cubana” la cual arrasó, sobre todo en Ventas, llegando a ocupar los puestos más importantes en la IBM de los ’60s y ’70s.

También tuvimos, sobre todo en el Dpto. Técnico, las “oleadas argentina y española”…

Jaime Villalta Lladó
Ramón Sitja , argentino, de grato recuerdo, era hijo de catalanes y luego se casó con una señora que era jefe del Dpto. IBM de Lagovén ( ex-Creole ), muy capaz, seria y, a la vez, tratable, cuyo nombre ya no me acuerdo.

Horacio, gusto en saludarte. Sí, Akos Puky es hermano de Pedro Pablo y actualmente es algo así como Pastor de la Iglesia Luterana de La Castellana. A veces lo veo y recordamos cuando, estando él en software y yo en hardware, instalamos el primer hotel computarizado en Suramérica: el Concorde de Margarita, en los años ’70s, trabajando en Proveco, empresa del Grupo BND, cuyo gerente general era Peter Dolanyi, (q.e.p.d.).

Hugo Ramirez Morales
Hola, Carlos.

Conozco a Ana María Rajkay. Vive actualmente en El Hatillo y está retirada. Fue profesora en la Universidad Simón Bolívar, y profesora de inglés, húngaro, alemán,… y pare de contar.

Es una persona muy especial, muy culta y de una gran sensibilidad. Solía ser mi profesora de inglés y he disfrutado de horas y horas de conversación con ella.

Voy a copiarle y enviarle lo comentado de su padre porque estoy seguro de que le dará mucho gusto verlo.

CMP
En respuesta a Antonio Ramírez.

Gracias, Antonio. Como siempre, tus aportes son valiosos y ya han sido incorporados al texto del post.

Aunque Sitja reportaba a mí cuando dejó IBM, creo que nunca supe su segundo apellido, o, si lo supe, lo olvidé.

CMP
En respuesta a Horacio E. Malcervelli.

Sí, Horacio. La repuestas a tus dos plantemaientos es afirmativa. Gracias.

Horacio E. Malcervelli
Carlitos,

Foto 2 N° 4 me parece que es Ramón Sitja.

Pedro Pablo Puky, ¿no es pariente de Akos Puky, que fue técnico en mi época?

Antonio Ramírez
Foto 2 N° 4, es Ramón Sitja Pitarch. Maribel era Bolomburu de Merino.

Fotos 5 y 6. Rajkay tenia también un hijo varón de nombre Matías. En IBM de Venezuela se desempeñaba como Gerente Administrativo, cargo muy importante para esa época. Cuando pasó a la organización IBM-WTC fue a desempeñar el cargo de instructor en el Centro de Desarrollo Gerencial en Blaricum, en Holanda, centro en el que se impartían los cursos ejecutivos que eran requisito para ser Gerente General.

CMP
En respuesta a Carlos González.

Gracias, tocayo; ya hice las correcciones.

En cuanto a si el nombre era Service Bureau o DCS, sólo puedo decir que en 1971 era DCS, pues debuté como vendedor y me clavaron cuota de DCs.

Carlos González
La señora que está entre Marzorati y Nubia Albornoz es Milagros Pita, quien posteriormente sucedió a Milula como jefe de perforistas.

Por cierto que creo que en 1968 todavía se llamaba SERVICE BUREAU y no DCS. Yo entré por esa oficina en Urapal en marzo de 1966 y nos mudamos a Mene Grande con ese nombre.

[*IBM}– Del baúl de los recuerdos: Impresora IBM/1403 (2/3) – Milagro «tocón» y técnico «vivo» / Leonardo Masina

26-12-11

En la serie de temas de IBM que fueron tratados en 2003 mediante intercambio de e-mails, hoy va el segundo de un lote de tres que tratan sobre la Impresora IBM/1403.

Carlos M. Padrón

***

13-10-2003

Leonardo Masina

Entre las varios anécdotas e historias con la 1403, tengo algunas que nunca se me olvidaran.

La primera me pasó en Santo Domingo (República Dominicana).

Como la impresora 1403 era de por sí una máquina excepcional, su adaptador, con tecnología SMS, era lo más rebuscado que había.

Llevaba yo en el cliente un par de días intentando arreglar un problema de control de carro (los saltos de papel se programaban con una cinta perforada que era leída por unas escobillas) y ya no sabía por dónde buscarlo.

En uno de esos arrebatos que le dan a uno, agarré un trapo que estaba encima de la consola y lo lancé con rabia contra el board, con tan mala suerte que el destornillador corto que llamábamos “tocón” se enganchó en el trapo, salió disparado y se incrustó en el board.

Por supuesto, al estar la máquina encendida, hubo un chispazo.

Cuando intenté hacer funcionar la impresora, daba un error y no funcionaba. Fue muy fácil encontrar el problema, primero porque era muy obvio y también porque con sólo mirar dónde había hecho el chispazo se podía identificar la tarjeta que se había quemado.

Reemplacé la tarjeta y, ¡MILAGRO!, la máquina empezó a funcionar perfectamente.

Se arreglaron de una vez los dos problemas, el  que yo había ocasionado, y el aquél por el cual me habían llamado.     

Otra anécdota es de las que a uno no se le olvidan.

La 1403-N1 tenía una tapa que se levantaba por motor. Con aflojar los tornillos que por atrás sujetaban la tapa, ésta se levantaba y daba acceso, por detrás, a los martillos.

Recuerdo que siendo yo ya especialista del FSG tuve que ir a ayudar a un técnico porque él no sabía cómo hacer lo que acabo de describir.

Como ese técnico era considerado el especialista de su zona, yo me negué, pero Carvallo al final me convenció para que fuera.

Cuando llegué al cliente, el operador me comentó que el técnico le había dicho que tenía una cita con una muchacha y que mejor viniera otro «pendejo» a cambiarle el martillo a la impresora.

Justo cuando estaba entrando yo en la sala de máquinas, el técnico intentaba largarse, pues eran las 17:30.

Lo agarré y, delante del cliente, saqué el Manual de Mantenimiento y le enseñé, de forma muy didáctica y paso a paso, qué era lo que tenía que hacer, demostrándole para qué se utilizaban y para qué servían los manuales.

Yo me desquité, y a él no le quedaron más ganas de hacerse el listo en el futuro.

Otra vez recuerdo que era un sábado por la tarde y estaba yo de stand-by para las 1130 de los periódicos, pero había una llamada del First National City Bank que tenía una /370-125, y como este Banco era cliente mío, me pasaron la llamada diciéndome que había explotado la impresora.

Llamé, y el cliente me dijo por teléfono que había oído unas explosiones en la impresora y que olía a quemado.

Fui de carrera al Banco y, en efecto, apenas entrar se notaba el típico olor a circuito quemado.

Intenté arrancar la impresora, y aquello de verdad parecía una ametralladora.

Apagué la máquina, que era una N1, y la destapé. Yo sabía cómo destaparla, y verificando me di cuenta de que se habían quemado toda una serie de bobinas de los martillos, pero todas de martillos adyacentes.

Mi conclusión fue que, al estallar el primero, el cobre fundido salió disparado como una bala y puso en corto a la bobina de la lado, y así una tras otra fueron explotando.

Creo que al final fueron como unas 40 ó más las bobinas que tuve que cambiar. Menos mal que era un repuesto bastante común, pero, con todo y eso, me tardé unas cuantas horas en cambiarlas y ajustar la impresora.

Desde entonces, esa impresora jamás volvió a dar problemas. 

[*ElPaso}– «Espejo de la Vida» / Poesías de Pedro Martín Hernández y Castillo: Parte 2-XII

– XII – 

Al pasar junto a ti, te he saludado
con respeto debido,
y muchas veces tú no has contestado,
quizá por distraído.

Así llegué a pensar la vez primera,
mas vi que continuabas
y que al pasar por otros en la acera,
atento saludabas.

No obstante tu doctrina es la igualdad
y el respeto al obrero,
¡cuando eres de esa ley de caridad,
en faltar el primero!

[*Opino}– Más divagaciones sobre la cultura y el arte

15-12-11

Tal parece que no hay quórum sobre el tema de la cultura. Y ahora, para colmo, se sumó el del arte.

Acera del primero ya di mi opinión, que mantengo, en particular porque, en cierto modo, está implícita en casi todas las otras que se han dado.

Acerca del segundo reitero lo que una vez, allá por 1994 ó 95, escuché decir, creo que a Sánchez Dragó, en el programa La Radio de Julia: «El arte que necesita explicación no es arte».

Según esto, que me parece muy acertado, para mí no son arte la mayoría de las obras llamadas de arte moderno, en particular esculturas y pinturas.

Carlos M. Padrón

***

2011-12-14

Amando de Miguel

Los comentarios sobre la cultura y el arte desbordan mi disco duro, o como se llame.

Miguel Higueras señala algo muy original: que cultura es lo que no necesita mediación genética. No lo había pensado yo. No sé si se puede separar lo genético de las obras humanas. Insisto en que, para mí, la cultura es lo valioso, la obra admirable.

Por tanto, esa apreciación es relativa al tiempo en el que se hace. En los museos arqueológicos hay piezas que han sido encontradas en los basureros de la antigüedad. El artefacto se ha realizado siempre por alguna mano humana. Realmente, el hombre es el único animal que tiene manos, es decir, inteligencia.

Puesto que las piezas de cultura son producto de una interacción entre el autor y el observador, es fundamental la voz «interactuar».

Íñigo Benjumea me dice que no le gusta mucho ese verbo, cuando podríamos decir «relacionarse con» o expresiones análogas. Siempre es mejor una palabra que dos.

Pero lo fundamental es que «interactuar» —o mejor, «interaccionar»— indica cierta reciprocidad, un camino de ida y vuelta. Así pues, son palabras necesarias, por mucho que parezcan barbarismos.

Precisamente la cultura es la misteriosa comunicación recíproca entre el autor de la obra (aunque sea anónimo) y el observador. Es el caso de un libro, de un objeto artístico, de una pieza musical.

José María Navia-Osorio está de acuerdo conmigo en que «para ser culto hay que ser curioso», pero añade que «hay que saber estructurar mentalmente y relacionar lo que se ha ido descubriendo». Estoy conforme; todavía más cuando el de Oviedo sintetiza que la cultura es «buscar cosas nuevas para aprender». Sí, señor. Él lo dice a propósito de los museos que ha visitado en este puente.

Hug Banyeres insiste en que «la curiosidad es un vicio, opuesto a la estudiosidad y padre de otros desórdenes». En apoyo de su opinión cita a Santo Tomás.

No me parece que Santo Tomás vaya a dilucidar nuestras dudas en todo. En latín la curiositas tenía el sentido ponderativo que se le da hoy en inglés y que yo asimilo. En latín el curiosus podía ser también algo así como un inspector de Hacienda.

En cambio, en el español clásico (que todavía pervive en la primera acepción del DRAE), la curiosidad es algo desdeñoso. Habría que superar esa idea de curiosidad como vicio. Es más bien una virtud, la base de la Ciencia, de la disposición a aprender y, sobre todo, de la actitud del aprendizaje como placer.

No otra cosa me lleva a escribir en este rincón de Libertad Digital.

La actitud curiosa nos lleva a comprender y asimilar el carácter cambiante de la lengua.

Agustín Fuentes me envía una larga y enjundiosa disertación sobre el arte como producto cultural excelso.

Distingue entre el arte tradicional (en el que se sabe el significado) y el arte contemporáneo (él dice moderno), en el que se ha roto esa comprensión.

Creo que don Agustín exagera la dicotomía. Muchos coetáneos del Greco no entendían bien sus cuadros; ahora nos parecen clásicos. Me imagino que algo así como cuando los romanos descubrieron el arco, que es casi lo único que añaden a la arquitectura griega.

Cuando contemplamos las pinturas de Altamira no sabemos bien lo que significan, pero nos resultan admirables.

Sostiene don Agustín que en el arte contemporáneo nos tienen que explicar las piezas. Es cierto en muchos casos, pero también merecen una explicación las obras de arte antiguas.

Igualmente sostiene don Agustín que las obras de arte clásicas están hechas para durar, y las contemporáneas son efímeras. No estoy muy de acuerdo.

La Torre Eiffel se hizo para desmontarla después de la exposición de París, y ahí está. Muchos artefactos de los museos arqueológicos los admiramos como obras de arte, y en su día se fabricaron como algo efímero.

Habrá que seguir razonando y discutiendo.

Fuente: Libertad Digital

[*IBM}– Del baúl de los recuerdos de IBM: 1966 (BCT), y 1968 (Kingston)

Carlos M. Padrón

Van dos fotos cortesía de Pedro Pablo Puky.

Como siempre,

  1. Si en una foto aparece más de una persona, las mencionaré de izquierda a derecha.
  2. Si no sé ni el nombre ni el apellido de alguna de las personas en la foto, pondré un signo ‘?’ después del número.
  3. Con gracias anticipadas, espero que alguien me «despeje» las ‘?’.

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Foto 1.- Tomada el 16/12/1966 en las afueras del Edf. 360 con motivo del curso BCT (Basic Computer Training).

Me dice Pedro que en ella hay IBMistas de Costa Rica, El Salvador, Panamá, República Dominicana, etc. cuyos nombres ignora.

La divido en dos partes para que se vean mejor las caras.

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Éste es el reverso de la foto:

BCT, Caracas 1966 Back

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Foto 1a.Mitad Izquierda de la Foto 1.

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1, Jesús Pérez Pina;  2?;  3, Peter Dolanyi †;  4, Rainer Barany (Detrás);  5?;  6, Pedro Pablo Puky

~~~

Foto 1b.- Mitad derecha de la Foto 1.

clip_image006

1, X. Arnola;  2, Roberto Browne † (Detrás);  3, Freddy Read;  4, Julio C. Masis (de Costa Rica);  5, Santos Machado;  6, Luis Barbero

***

Foto 2.- Tomada en Kingston (Jamaica) durante el primer Simposio del Área del Caribe y con motivo de la entrega a Pedro Pablo Puky de un Premio al Mérito.

clip_image008

1, Pedro Pablo Puky;  2, Charles Wyman, de IBM-HQ

~~~

COMENTARIOS

 

CMP
En respuesta a FREDDY READ.

Gracias a ti, Freddy, por leeer Padronel. Y sí, aún quedamos muchos para contar la historia, y de vez en cuando varios de nosotros nos reunimos para celebrar un reencuentro. Ya hemos hecho varios (en Padronel puedes ver los reportajes), y el próximo sábado, 01/11, tendremos otro.

CMP
En respuesta a FREDDY READ.

Freddy, Pedro Pablo Puky, alias PPP, anda por Plastaforma (@ Florida), y de Jesús Pérez Pina no he sabido nada desde hace muchos años.

FREDDY READ
Grato recuerdo el que refleja esta fotografia.

En esos año la IBM introducía nuevos equipos y nuevos sistemas operativos en el momento en que Venezuela tenía una de las mejores plataforma de técnicos en computación. La IBM regional programó una serie de cursos con centros de entrenamiento en Costa Rica , Venezuela y México.

En el grupo de la fotografía habíamos varios que recién salíamos de un curso en Costa Rica.

Aprovecho la oportunidad para enviar un saludo a Pérez Pina (instructor), Pedro Pablo Puky, con quien compartimos en Jamaica (creo que en una ocasión me comentó que trabajaba para un Grupo financiero de Venezuela), a Julio Masis y a Álvaro Avarez (Costa Rica), al 5 de la foto, Sr. Salvador Urrutia (El Salvador) y, desde luego, al gran amigo Charles Wyman quien nos visitara en varia oportunidades en Santo Domingo.

Seguiremos comentando.

Julio César Masís Sandoval
Hola, excolegas.

Es una grata sorpresa, después de tantos años, encontrar tesoros como éstos; mi hijo, que se llama igual a mí, me lo mostró.

Yo viajé como 5 veces a Venezuela en esos años, y sólo gratos recuerdos tengo de todos ustedes.

¡Un abrazo!

Julio C. Masís S. (Costa Rica)

CMP
En respuesta a Manuel Alberto Gutierrez V..

José, según el Guty (el tico Manuel Alberto Gutiérrez), que fue muy amigo de Ricardo Marí (q.e.p.d.), éste no está en esas fotos.

El que sí está se llama Julio C. Masis quien es, como el Guty, también costarricense.

Jose Padron
Carlos, esta persona sólo se me parece a Ricardo Mari Garcia; no afirmo que sea él, y no sabia que habia muerto.

Efectivamente, Ricardo trabajó en Valencia, en la época en que Rogelio Brito era gerente de IBM-Valencia. ¡Imagínate de tiempos!

Manuel Alberto Gutierrez V.
Carlos, Foto 1b N° 4 es Julio Masis, de Costa Rica, analista de sistemas.

No conozco a la persona al lado de Perez Pina; no se me parece a Ricardo Marí quien era español de nacimiento.

Manny

Jaime Villalta Lladó
Buenos días.

El Ricardo Marí (qepd) que yo conocí en IBM no es el de la foto. Además vean como firma: Julio C. Marí.

Saludos

CMP
En respuesta a José Padrón.

José, el Marí que firma por detrás de la foto es de Costa Rica.

¿Era Ricardo Marí García (q.e.p.d.) de Costa Rica, y trabajó como vendedor en IBM-Valencia?

Si las respuestas son afirmativas, entonces “Foto 1a N° 2” debe ser el Ricardo Marí que conocí.

José Padrón
Foto 1a N° 2 se me parece a Ricardo Marí García, un vendedor de Valencia.

A lo mejor sirve de pista para la identificación.

José Padrón
Foto 1b N° 5 es Santos Machado, hermano de Gerónimo Machado (q.e.p.d.).

Trabajó primero en Caracas y después se fue a Valencia como analista de sistemas.

La firma por detrás de la foto lo confirma, pues ésa es su firma; la recuerdo mucho por cuestiones meramente personales.

[*Opino}– «La ciencia de los milagros», por Gregg Braden. Para meditar. (Reedición con texto completo)

Carlos M. Padrón

El vídeo que AQUÍ puede verse —pero, lamentablemente, no bajarse— dura una hora, está hablado en inglés y tiene subtítulos en español, aunque con bastantes errores, muchos de ortografía y algunos de traducción, que he corregido en esta reedición.

Sin embargo, el mensaje que quiere transmitir se entiende y, a pesar de que es largo, creo que vale la pena verlo, con mucha atención y más de una vez, hasta entenderlo bien.

Se podrá creer, o no, todo o parte de lo que en él se dice, pero a mí me dio una posible explicación a los hechos reales que me ocurrieron y que conté en los artículos Una experiencia ESP personal y Las Palomas de la Virgen, lo cual es ya bastante.

Apenas unos años atrás habría resultado menos creíble lo que en ese vídeo dice Gregg Braden, por lo que sospecho y deseo que, pasados otros pocos años, resultará más creíble todavía, aunque tal vez con algunos cambios y matices.

Ni nuestros ancestros eran idiotas ni nuestros científicos entienden y pueden explicar todo lo que nos ocurre. De ahí que conviene adoptar una posición de crítica apertura y no de negación a priori.

Cortesía de Elsa Padrón

***

NotaCMP en relación a la reedición

En vista de lo entrecortado  y un tanto errático de los subtítulos en español que tiene el vídeo en referencia, la misma persona que me envió el link al vídeo me ha enviado una recopilación de sus subtítulos, que he corregido y editado en el texto que sigue, cuya lectura no debe ser motivo para dejar de ver el vídeo, sin duda parte importantísima y clave de este tema.

De una reciente entrevista hecha a un premio Nobel me llamó la atención que éste haya dicho que “Si algo hemos aprendido los físicos es que en la Naturaleza está todo conectado”.

***

LA CIENCIA DE LOS MILAGROS

por Gregg Braden

Prólogo

Casi todos los textos universales y antiguos de las tradiciones espirituales sugieren que todo en nuestro mundo está conectado en formas, como campos de energía, que quizás recién estamos comenzando a entender.

De hecho, estos campos de energía, y algunos otros, ya han sido descritos por los científicos occidentales como una malla, o una red, que forman lo que llamamos la tela subyacente a toda la Creación. Han estado aquí desde el comienzo, son inteligentes y responden profundamente a las emociones humanas.

Si nos concentrarnos en sentir como si nuestras plegarias ya hubieran sido atendidas, en ese sentir nos comunicamos con las fuerzas de la Creación, permitiéndole al mundo que nos responda, permitiéndole a uno de esos, a ese holograma cuántico o mente de Dios campos —tal vez el campo principal o el que reúne a todos—, que nos responda en concordancia con lo que sentimos en nuestros corazones.

~~~

El lenguaje cuántico de sanación, de paz, de sentir y creer.

¿Cómo sería descubrir que en cada momento de nuestras vidas hay una conversación, un constante dialogo con el Universo que nos rodea, y que si todo lo que en ellas nos ocurre, desde la cura de nuestros cuerpos hasta nuestros romances, nuestros divorcios, etc., todas las cosas que vemos en nuestra vida y que percibimos cada día, son reflejos de esta inteligencia, del campo de energía que los antiguos describieron en sus propios lenguajes, y que la Ciencia occidental está empezando a describir en un lenguaje que podemos reconocer?

Hay una creciente evidencia científica que sugiere que así es precisamente como funciona nuestro mundo.

El mundo es, en esencia, nada más y nada menos que el reflejo de nuestras emociones y pensamientos, de nuestras creencias y oraciones.

El físico Jhon Wheeler sugiere precisamente este concepto en una reciente entrevista. Lo que dijo es que vivimos en lo que él llamó un “Universo participatorio”.

En vez de pensar que el Universo es algo que ya estaba creado y que nosotros caímos en medio de él para vivir nuestras experiencias, lo que el Dr. Wheeler sugiere es que el universo es el resultado de lo que nosotros hacemos en nuestras vidas. Dice que somos pequeños parches del Universo que se miran a sí mismos y que se crean a sí mismos a lo largo del tiempo.

Éste es un concepto radical porque sugiere que, mientras buscamos dentro del mundo del átomo cuántico lo que conocemos como la partícula definitiva, puede que nunca la encontremos porque, cada vez que miramos, el acto de observar con nuestra conciencia se ejecuta, y crea y construye algo más que lo que buscamos, al más que podamos ver.

Y cuando miramos en el vasto y extenso espacio de Universo buscando el límite de la Creación misma, nunca lo encontraremos porque la acción de la conciencia que busca es la fuerza creadora que pone algo en el lugar en que buscamos.

Hay cada vez más evidencia científica que sugiere que es así precisamente como funciona nuestro mundo, y lo que descubrimos mediante estos experimentos recientes del siglo XX es que los antiguos han estado muy acertados al describir con precisión, en su propio lenguaje y tiempo, el funcionamiento del mundo.

Entre 1993 y 2000 se realizaron varios experimentos en instituciones académicas y científicas acreditadas que dan soporte a los conceptos que los antiguos tan claramente manifestaron en el lenguaje de su tiempo.

Tres de estos experimentos sacuden las bases fundamentales de todo lo que creíamos saber sobre la Física y el funcionamiento del mundo, y todos sugieren que estamos conectados a través de un campo de energía.

La idea de que hay tal vez una esencia permeable que lo conecta todo, realmente no es tan nueva en el mundo científico.

A fines de 1800 una tremenda revolución espiritual recorrió la Tierra, y en ese entonces tuvo lugar un gran debate sobre la existencia o no de este campo, al que en ese tiempo se le llamaba “Campo etéreo”.

En 1887 se realizó un famoso experimento para demostrar la existencia o no de tal campo, y, basándose en el resultado, la Ciencia occidental, específicamente la Física occidental, empezó a creer que todo lo que pasa en nuestro mundo es discrecional, no relacionado y aislado, y que las cosas que parecen ocurrir al mismo tiempo serían simples coincidencias.

Un experimento, muy famoso, de Michael Saemorlie, que es equivalente al que se realizó en ese entonces, se basa en lo siguiente: “Si sales a la calle ahora y levantas un dedo, y en ese momento no sientes el viento contra tu dedo, podrías concluir que no existe aire a tu alrededor”. Ése es el basamento equivalente al del experimento que se llevó a cabo en 1887.

Entonces creían que si este campo existía debía tener movimiento, y cuando no encontraron movimiento concluyeron que el campo no existía.

Desde 1887 hasta inicios de 1990 toda la Ciencia occidental se basaba en el principio de que lo que ocurre en un lugar no tiene efecto sobre lo que ocurre en otro. Y ahora sabemos que esto es incorrecto.

Paso a relatar los tres experimentos que estremecieron absolutamente las supuestas bases fundacionales de la Física occidental.

Primero

Fue llevado a cabo, a comienzos de los ‘90s, por el físico Vladimir Poponin, quien se trasladó a EEUU para concluir la serie de experimentos.

Poponin quería investigar la relación entre el ADN humano y las cosas que conforman nuestro mundo: estos paquetes de energía a los que llamamos fotones o pequeñas partículas de luz, si desean imaginarlas de esa manera.

El experimento consistía en vaciar completamente un tubo de vidrio, sacando todo el aire de él hasta crear lo que, en teoría, llamamos el vacío, o sea, hasta dejar el tubo sin ningún contenido.

Algo que es relativo porque sabemos que dentro de él quedarán las pequeñas partículas de luz (fotones).

Poponin analizó cómo estaban distribuidos los fotones dentro del tubo, si flotaban por todo el interior de él, dónde se acumulaban, o qué pasaba en realidad con ellos.

El resultado de esta etapa del experimento no presentó sorpresas, porque las pequeñas partículas, los fotones, se comportaron de manera aleatoria dentro del tubo, como era de esperarse.

Pero la siguiente etapa fue realmente muy interesante. Poponin colocó ADN humano dentro del tubo, y, cuando volvieron a medir los fotones, éstos aparecían alineados con la cadena de ADN humano, como si el ADN tuviera efecto sobre las partículas que componen nuestro mundo.

Esto es exactamente lo que el espíritu de las tradiciones antiguas nos dice. Algo dentro de nosotros tiene efecto en el mundo que nos rodea, y el experimento de Poponin verificaba esto por primera vez en un laboratorio.

La siguiente etapa del experimento fue más interesante aún porque, cuando sacaron el ADN del tubo, esperaban que los fotones volvieran a esparcirse aleatoriamente de la manera en que estuvieron antes. Pero esto no pasó; lo que ocurrió es que, aunque el ADN no estuvo más en el tubo, los fotones permanecieron alineados como cuando el ADN estuvo allí.

La pregunta es: ¿Por qué? ¿Qué causa ese efecto? Nada conocido en nuestra Física occidental explica por qué estos fotones mantuvieron la posición en la que estaban cuando el ADN que causó su alineamiento no estaba ya dentro del tubo.

A éste se le llamó el experimento del “ADN fantasma” porque los efectos duraron aún cuando el ADN no estaba presente.

Y lo que este experimento nos dice, en primer lugar, es que el ADN humano se comunica con las partículas que conforman nuestro mundo.

Estos paquetes de energía que subyacen a toda la materia se comunican por medio del campo que previamente no habíamos reconocido y al que Ciencia llama “Campo nuevo” aunque siempre estuvo ahí pero no teníamos forma de comprobarlo.

Llamamos a esto una forma de energía previa no reconocida.

Segundo

Fue un experimento militar fascinante.

Lo que se hizo fue tomar ADN humano de un trocito de piel de la boca de un donante y ponerlo en un dispositivo que permitía medir los efectos desde una habitación del edificio, mientras el donante del ADN usado estaba en otra habitación del mismo edificio.

Así que tenemos el ADN del donante en una habitación, y el donante en otra habitación diferente y separada de la primera.

Luego los científicos expusieron al donante a estimulación emocional para que tuviera genuinas emociones de alegría, tristeza, miedo, ira, etc., e inmediatamente analizaron el registro del ADN para ver si éste había sido afectado por las emociones del donante.

¿Por qué habría de serlo? La Física occidental sugiere que no hay nada que conecte este ADN con el donante, pero el resultado de este experimento fue exactamente lo opuesto.

Lo que los científicos encontraron fue que, mientras el monitor conectado al donante registraba los picos y valles emocionales de éste, en el otro monitor, ubicado en la otra habitación, se veía cómo el ADN mostraba los mismos valores y al mismo tiempo.

En este tipo de experimentos pensamos que la energía se transmite desde un punto A a un punto B, y si la energía se traslada de un punto a otro uno espera que haya un pequeño retraso de tiempo entre el donante que tiene estas emociones y el ADN que responde. Pero eso no es lo que sucedió.

Lo que sucedió en estos experimentos —y ésa es la clave para entender el verdadero poder de la plegaria— es que el efecto es simultáneo, sin retraso de tiempo. En el mismo instante en que el donante experimentaba una emoción, el ADN respondía como si no hubiese un tiempo de transición entre donante y ADN, entre una habitación y la otra.

Este experimento se realizó por primera vez teniendo, entre el ADN y el donante, una separación de 4,57 metros. Luego se realizó con una separación de cientos de kilómetros, ¡cientos!

Conocí al Dr. Clive Baxter, el diseñador de uno de estos experimentos, y me comentó que en uno de ellos el donante estaba en Los Ángeles, mientras que su ADN estaba en Phoenix, Arizona, a 700 km de distancia, y el efecto fue el mismo, fue instantáneo.

Esto abre una puerta a toda clase de posibilidades sobre cómo el ADN permanece conectado a su donante, y lo que esto nos dice es, de nuevo, que estamos conectados con nuestro ADN a través de nuestras emociones, y el efecto es igual tanto si ese ADN está en nuestro cuerpo como si está separado de él por cientos de kilómetros,

A esto se le llama “Energía no-local”, o que está presente en todo momento y lugar, porque esta energía no tiene que viajar del punto A al B.

Tercero

Lo realizaron a principio de los ‘90s científicos del Instituto Heartmath, una organización localizada en California.

Analizaron el corazón humano como algo más que una simple bomba física que impulsa la sangre por nuestro cuerpo. Exploraron lo que nuestros corazones hacen en el área emocional, que es quizá lo más importante que hacen, y descubrieron que el corazón humano es el campo magnético más grande del cuerpo, y el campo electromagnético que produce se extiende más allá de nuestro cuerpo físico.

Anteriormente habían descubierto que alrededor de cada corazón humano hay un campo energético con forma de tubo llamado “tubo toro” que se extiende entre 180 y 240 cm fuera de ese órgano.

La pregunta es si en este cuerpo ya conocido podría haber otra forma de energía que es llevada por este campo más allá de nuestro cuerpo, e hicieron un experimento para probar esta posibilidad.

Tomaron ADN humano, lo aislaron, y solicitaron a sus dueños, que fueron voluntariamente entrenados, que expresaran lo que se denomina emociones humanas coherentes —o sea, emociones muy claras de amor, odio, compasión, desprecio, etc.— que generasen esos sentimientos.

En este proceso se medía el ADN para ver cómo respondía, y encontraron que, frente a emociones de amor, aprecio, compasión, o perdón, el ADN se volvía muy “relajado” o “expandido”, y lo que sabemos por otros experimentos es que este estado de relajación del ADN fortalece nuestro sistema inmunológico.

Cuando se preguntó a entendidos por qué estos sentimientos de amor y compasión nos dan una mejor respuesta inmunitaria, respondieron que tal vez eso puede explicar por qué, ya que, al estar relajado, el ADN permite que se activen más secciones de él —como si fueran “interruptores”, si se quiere imaginarlo así—, y éstas se vuelven capaces de conectarse.

Y ocurre lo opuesto en presencia de sentimientos como odio, temor, celos, etc.: cuando el ADN se “comprime”, al no permitir nuestro cuerpo que estos “interruptores” se fortalezcan, se debilita el sistema inmunológico.

Ya hoy sabemos que cuando las personas viven en un estado de celos, ira, u odio, se debilitan esas zonas de sus cuerpos, y que ocurre lo opuesto con un estado de amor, perdón, o compasión, que son emociones que mejoran al cuerpo inmunológicamente.

Ahora, tal vez por primera vez, estos experimentos nos puedan ayudar a entender por qué el efecto de las emociones humanas produce en nuestros cuerpos lo que se llama la conformación de la silueta del ADN.

Lo que los experimentos nos demuestran en los resultados de laboratorio publicados y descritos es que hay una clase muy específica de emociones humanas que tienen el poder de cambiar la forma del ADN en nuestro cuerpo, lo cual es algo asombroso porque nos dice que, por nuestra voluntad, cuando nos concentramos en prestar atención a una muy específica clase de estados emocionales dentro de nuestro cuerpo adquirimos el poder para modificar el funcionamiento del ADN que hay en él, nuestro ADN.

Esto es el principio de una tecnología interna, probablemente muy antigua, que fue descrita en los lenguajes del pasado y que ahora comenzamos a entender.

Algo interesante de estos tres experimentos es que ninguno de los científicos investigadores sabía que los otros experimentos se estaban llevando a cabo en otros laboratorios.

Y estos tres sólo son algunos de los efectuados en la misma área y que, en líneas generales, han dado los mismos resultados finales.

Aunque hayan sido experimentos aislados, al juntarlos todos es interesante cómo comienzan a contarnos una historia, una que dice algo así:

  • El primero, el de Lionel Poppe, nos dice que el ADN de nuestros cuerpos tiene, a un nivel energético, un efecto directo en nuestro mundo, en los objetos físicos que lo componen.
  • El tercero nos demuestra que las emociones humanas tienen la capacidad de cambiar nuestro ADN, afectando así al mundo que nos rodea. Y,
  • El segundo, que fue conducido por la armada de USA, nos muestra que, aunque estemos en el mismo edificio o a 700 Km, los resultados son los mismos. No estamos atados por el tiempo y el espacio. Y no sólo eso, también enseña que los resultados de los experimentos son tan contundentes que permiten afirmar que tú y yo tenemos un poder en nuestros cuerpos que no está sujeto a las leyes de la Física en la forma en que las entendemos en la actualidad, sino que algo dentro de nosotros —como nuestras emociones, pensamientos, creencias y plegarias— trascienden los límites del tiempo y el espacio, tal como hoy los conocemos.

Sabiduría ancestral

Todas las tradiciones ancestrales nos cuentan en sus antiguas lenguas que estamos conectados al mundo que nos rodea, tal como actualmente lo está demostrando la Ciencia occidental.

Nuestros ancestros nos invitan a dar un paso adelante y nos dicen: así es cómo deben proceder en sus vidas. Nos dejaron instrucciones muy, pero muy claras de cómo debemos utilizar este poder, esta tecnología interior, para cambiar el mundo, para curar nuestro cuerpo, y para agruparte a ti, a tu familia, y tu comunidad colectivamente.

Cuantas más personas adopten estos principios, más personas trabajarán en paz, y esa paz se extenderá a todas las naciones.

Quiero compartir con Uds. un estudio que hemos realizado y que describe precisamente cómo comenzó esto a trabajar.

Una de las preguntas que con más frecuencia nos hacemos es si existe esta relación, y, si realmente existe, por qué no es del conocimiento público.

¿Por qué la Ciencia occidental no comprende estos principios? ¿Por qué estamos recién descubriéndolos?

La respuesta a esas preguntas empieza por aceptar que la forma en la que vemos el mundo hoy, nuestro conocimiento actual de él, es parte de un compendio de sabiduría integral que nos conecta con nuestro pasado. Y sabemos que esta cadena, este lazo que nos ataba con el conocimiento anterior, se ha roto al menos en dos momentos en nuestra historia oficial.

Algo pasó dos veces en la historia reciente cuando ocurrieron eventos en los que perdimos información del conocimiento antiguo, y parte de ese conocimiento tiene que ver con lo que estamos debatiendo ahora mismo.

El primero de esos episodios fue la quema de la Biblioteca de Alejandría, en el siglo IV. Aunque no sabemos exactamente lo que había dentro de esa biblioteca sí sabemos que existían volúmenes y más volúmenes de información almacenados en rollos que fueron escritos en esa época.

El historiador romano Calamatro, por ejemplo, catalogó más de 536.000 rollos en Alejandría antes de la quema, y muchos de ellos eran ya antiguos en el siglo IV.

Y sabemos que había rollos que contenían algunos de los más antiguos documentos sobre las antiguas tradiciones hebreas, sobre el conocimiento astronómico de los Egipcios, sobre conocimientos médicos, o sobre mucha de la sabiduría que había sido reunida por miles de años y que describía las relaciones humanas con nuestro mundo y con otros, o tal vez con algo más grande.

Sí, es cierto: cuando esta biblioteca fue quemada tenía una valiosa y grandísima cantidad de información.

El segundo acontecimiento está relacionado con la edición de los primeros textos bíblicos en su versión occidental, allá por en el siglo IV, año 329 d.C., en los primeros años del Cristianismo.

Por esta época, Constantino convocó un concilio. Entonces no había un texto bíblico compilado, como lo hay hoy en día, sino que había varios escritos, algunos con mucha simbología y otros muy pobres, y muy poca gente tenía acceso a ellos.

Así que Constantino, en un esfuerzo por hacerlos más accesibles al público en general, convocó ese concilio con la Iglesia, y pidió a ésta algunas recomendaciones sobre qué libros dejar, cuáles sacar, qué se debía modificar en ellos, etc.

El resultado es lo que actualmente llamamos la Biblia occidental, la tradición bíblica.

Sabemos que al menos 20 libros fueron removidos completamente, y que otros 20 ó 25, que tenían textos preciosamente editados, lo fueron en parte, pues fueron condensados y reorganizado su contenido hasta quedar tal cual los conocemos hoy día como nuestro texto bíblico.

Así que, por buena que sea nuestra Biblia de hoy, en su mejor versión, abierta y libremente admitida, sigue siendo incompleta. Y lo sabemos porque hemos encontrado estos documentos en lugares como la biblioteca de los rollos del Mar Muerto que, por este motivo, son tan controversiales.

Cuando encontramos los rollos del Mar Muerto pudimos ver algunos textos en su forma original. Algunos de los rollos tenían más de 1.700 años, y lo más interesante es que muchos de sus textos, que fueron reeditados o eliminados en su totalidad, son exactamente los documentos que describen nuestra relación con el Universo y con las creaciones a nuestro alrededor, mediante el poder de nuestras emociones humanas.

Pensamientos, sentimientos, emociones y creencias

La Ciencia está ahora comenzando a decirnos, en su lenguaje, lo que las antiguas tradiciones espirituales nos mostraron a su manera, inclusive en textos y documentos que tomamos como referencia para conocer cómo funcionan estos principios.

La pregunta es cómo aplicarlos en nuestras vidas, y cómo volverlos funcionales en la relación que dentro de nuestros cuerpos existe entre pensamientos, sentimientos y emociones, y lo que sucede en el mundo a nuestro alrededor.

Tal vez deberíamos empezar definiendo qué son los pensamientos, emociones y sentimientos.

Recuerdo haber tenido muchas veces una conversación con mi madre en la que ella siempre me decía que creía que emociones y sentimientos eran la misma cosa. Pero aunque estén muy relacionados entre sí, hay una diferencia.

Si miramos una lámina antigua que ilustre los centros de energía en nuestros cuerpos —los chacras—, vemos que los tres centros inferiores están asociados a lo que llamamos el poder de las emociones humanas, y en la Antigüedad decían que sólo podemos percibir dos emociones primarias, que son el amor y lo que creamos que es su opuesto, cualquiera que éste sea; pensamos que puede ser el miedo o el odio.

Y cuando seguimos investigando en las tradiciones encontramos que, en realidad, éstas son los dos polos de una misma fuerza.

Así que en estos centros inferiores del poder de la emoción tenemos dos experiencias primarias: el amor y lo que creamos que es lo opuesto al amor.

El poder de las emociones es una fuerza que nos guía, que derriba las barreras y los muros que existen entre nosotros y los asuntos presentes en nuestras vidas.

Sin embargo, las emociones deben ser controladas y enfocadas. Si optamos por adoptar el poder que motiva a la gente cuando vive estrictamente de sus emociones, nuestras vidas podrían ser ligeramente caóticas.

Las emociones necesitan ser controladas, y ahí es cuando el poder del pensamiento lógico aparece, asociado a los centros energéticos superiores del cuerpo, pues el pensamiento es el que enfoca o da dirección a las emociones.

Por ejemplo, tenemos un pensamiento sobre algo, como un día lluvioso, y en ese pensamiento volcamos, sentimos, el poder de la emoción, ya sea de amor por ese día lluvioso o de miedo a lo que la lluvia pueda traer.

Y al conectar el poder de la emoción con la dirección del pensamiento, virtualmente creamos un sentimiento. Por tanto, un sentimiento es, por definición, la unión entre la emoción y el pensamiento.

Un centro energético lo suficientemente interesante, al que no hemos hecho referencia dentro de todos los otros sistemas, y que ha permanecido sin uso en estos sistemas antiguos, es el centro del corazón. Un centro dedicado al poder del sentimiento, pues sentimos en nuestros corazones.

Lo que sentimos en nuestro corazón es el lenguaje que le habla al campo al que nos hemos referido desde principio. Un lenguaje que la Ciencia occidental está comenzando a comprender mediante estos experimentos. Es el poder del sentimiento humano que se convierte en el lenguaje que abre la puerta a las posibilidades de lo que creamos en nuestro mundo.

Los científicos de nuestros días piensan que este campo es tan nuevo, que la idea de él es tan nueva, que no se ponen de acuerdo en usar un único nombre. Algunos lo llaman “El holograma cuántico”, otros “La mente de la Naturaleza” como lo nombró el Dr. Ed Mitchel, astronauta de la NASA, que pisó la Luna.

Científicos como Stephen Hopkings lo llaman “La mente de Dios”, y por más variados que parecieran ser los nombres, todos hablan del mismo campo, al que describen como una red que existe y subyace en la tela del Universo y conecta toda la existencia.

Y desde esa tela, desde esa red, nos comunicamos mediante sentimientos en nuestros cuerpos y mediante los sentimientos en nuestros corazones.

Existen tradiciones antiguas que no sólo reconocen esta relación sino que van un paso más allá y nos dejan instrucciones precisas acerca de cómo aplicar este conocimiento en nuestras vidas.

A finales de los ‘80s yo era un ingeniero que trabajaba en defensa para una corporación aeroespacial, y, como ingeniero, comencé a explorar en estos conceptos por la vía de mirar al mundo que me rodeaba para comprender la historia de los que nos precedieron.

Esta búsqueda me llevó a los más fantásticos viajes. Me llevó a varios de los lugares más maravillosos del mundo, desde los templos de Egipto a los Andes Bolivianos, por Perú, India, Nepal, Tíbet, la China Central, y a todos los desiertos del suroeste norteamericano, buscando información que me ayudara a entender cómo nos relacionamos con el mundo, cómo podemos usar este poder de los sentimientos para comunicarnos en este lenguaje con el mundo que nos rodea.

Entonces, y siempre como ingeniero, comencé a estudiar a los principales antecesores, la información que ellos dejaron y que nos dice cómo entender nuestra relación con el mundo que nos rodea.

Me refiero a una “tecnología antigua” que hoy llamamos plegarias o rezos.

Mi creencia fue que esta clase de información se preservó mejor en los lugares menos perturbados por la civilización occidental, y esto me llevó a una travesía, por primera vez en 1998, a las alturas de la China Central, al Tíbet, donde tuve la oportunidad de visitar doce monasterios y de poder hablar, mediante un traductor, con aquéllos que actualmente viven allí sus vidas mediante estos principios.

Esto es lo valioso de ir al Tíbet, una cultura viviente. Podemos ir a los templos en Egipto o a los templos mayas, y, por fascinantes que sean, las culturas que dejaron esa información ya no están allí físicamente, lo que nos lleva a especular sobre lo que nos querían decir con la información que dejaron.

Pero al ir a un monasterio en Tíbet podemos hablar con la gente que está allí, podemos preguntarles qué ocurre dentro de ellos cuando exteriorizan sus plegarias, qué pasa en su cuerpo, qué sienten, qué piensan, qué notan,..

Fue en el Tíbet donde, en particular, fui a uno de los templos y, mediante un traductor, le pregunté a un abate de un monasterio lo mismo que le había preguntado a todos los monjes. Sus respuestas fueron muy claras.

Pregunté:

—Cuando veo tus plegarias durante 12, 14, 16 horas diarias, cuando exteriormente te veo hacer estos mudras y mantras, tocar el gong y las campanas, y cantar tus oraciones durante tanto tiempo, ¿qué haces en tu interior? ¿qué pasa dentro de ti?

El abate me miró, y me gustaría pensar que se reía conmigo y no de mí, porque me contestó, usando de nuevo al traductor:

—Nunca ves nuestro rezo porque las plegarias no pueden observarse. Lo que ves son las cosas que nosotros hacemos para crear el sentimiento en nuestros cuerpos, y el sentimiento es la plegaria.

Entonces me preguntó:

—¿Cómo lo hacen en tu cultura?

Y me puse a pensar sobre la forma de nuestras plegarias hoy día.

Perdimos los textos que describen cómo el poder de las emociones y de los sentimientos es realmente el lenguaje que nos conecta con el Universo y con la Creación que nos rodea.

Hemos creído que las palabras eran las plegarias, que si repetimos las palabras correctas, el número correcto de veces, el día correcto del año, el momento justo del día, estamos rezando,.. aunque sin tener en cuenta la intención que debería haber en la plegaria.

Pero ahora sabemos que hay una modalidad en la plegaria que está más allá de la mera y simple ofrenda de palabras que repetimos.

Las cinco formas de la plegaria

Los investigadores de la plegaria occidental en nuestros días han identificado cuatro modalidades de oración. Dicen que, en occidente, cuando oramos usamos una o más combinaciones de estos cuatro modos de oración:

  1. El primero es llamado “Oración coloquial o informal”. Tengo un amigo en el área de la Bahía de San Francisco que cada viernes, en la ruta de vuelta a casa desde su trabajo, dice una oración informal: “Amado Dios, si me dejas llegar a la estación de servicio antes de que se me acabe la gasolina, nunca más dejaré que mi tanque se vacíe”. Esto sería una plegaria informal para Dios.
  2. El segundo modo de rezar es el llamado “Oración peticionaria”, en la que efectuamos un pedido a los poderes, una petición a Dios o a los Ángeles: ”Querido Dios, te pido el derecho de sanar y ser sanado, ahora y en cualquier manifestación en el presente, pasado o futuro”. Ésa sería una clase de oración peticionaria.
  3. El tercer modo de oración es la “Oración ritualista”, llena de alabanzas: ”Dios es grande, Dios es bueno…”.
  4. Y el cuarto es la oración en la que no hay palabras, sólo una meditación en la que tomamos conciencia del momento presente y del silencio.

Algunos disienten sobre si éste, el cuarto, es o no un modo típico de oración, y si los investigadores occidentales piensan que ésta es una plegaria típica en el mundo de hoy.

Si bien estos cuatro métodos definen casi todas nuestros métodos de oración, hay otro, un quinto, que no está incluido en la lista anterior y que es precisamente el método que el abate me describió en el Tíbet.

Es el modo de oración basado en el sentimiento, un modo en el que debemos “sentir el sentimiento” como si la oración ya hubiera sido respondida, y en ese sentimiento le hablamos a las fuerzas de la Creación permitiéndole al mundo respondernos, permitiéndole a este campo holográfico, a esta mente de Dios, respondernos en sintonía con el sentimiento que hay en nuestros corazones.

Este modo de oración, a diferencia de una petición donde nos sentimos impotentes en una situación —“Por favor, Dios, danos paz en el mundo”— nos invita a que nos sintamos como si participásemos de esa paz, tal como lo sugiriera John Wheeler: si somos parte de lo que vemos, si sentimos paz en nuestro mundo o salud en nuestros seres queridos, estamos dándole poder al sentimiento para que nos responda como un espejo, dando vida a esos cambios en nuestras vidas y en nuestro mundo.

Esto es precisamente lo que el abate me dijo en el monasterio del Tíbet.

A principio de los ‘90s tuve la oportunidad de presenciar este modo de orar, este modo de oración basado en el sentir.

Compartir con Uds. esta historia tal vez sea la mejor forma de describir y aclarar este concepto nebuloso que explica precisamente cómo funciona en nuestras vidas la oración basada en los sentimientos.

Durante los ‘90s, el desierto al suroeste de EEUU sufrió la mayor sequia de su historia, y un nativo americano, amigo mío, me invitó a que lo acompañara a un lugar en el desierto alto, cerca de Nuevo México, para compartir con él una plegaria destinada a que lloviera.

No tuvo que pedírmelo dos veces, pues le dije que me encantaría participar y ver de qué se trataban esas plegarias.

Así que nos encontramos en una zona de más de 40.500 bellísimas hectáreas en las montañas del desierto, y de ahí fuimos a un lugar tan antiguo que los habitantes de hoy día no saben quien lo construyó.

Era esencialmente un círculo de piedras donde cada una de ellas parecía haber estado allí desde los orígenes, puestas por las manos de los ancestros de hace muchísimo tiempo.

En ese lugar comenzó mi amigo su plegaria, y lo que hizo fue sacarse los zapatos, entrar en el círculo con los pies descalzos, y comenzar a llamar a todos sus ancestros: “A todos mis ancestros,… a todos mis ancestros…”, decía, voceando hacia los cuatro puntos cardinales.

Luego, durante unos pocos segundos me dio la espalda manteniendo sus manos en pose de oración, y, volviéndose luego hacía mí, me dijo:

—Tengo hambre, vamos a comer algo.

Le respondí:

—Creí que íbamos a compartir esta plegaria, que íbamos a rezar para que lloviera.

Me miró y me dijo:

—No, porque si rezamos PARA que llueva, no va a llover, porque en el momento en que rezas PARA que algo ocurra, estás manifestando tu creencia de que ese algo no existe.

Me quedé pensando en eso porque tuvo mucho sentido. Si yo digo “Dios, que haya paz en el mundo” lo que estoy sintiendo es que en ese momento la paz no está ahí, y lo que estoy haciendo es proyectando justo lo contrario a lo que mi plegaria trata de cambiar.

Así que le pregunté a mi amigo:

—Si no pediste por lluvia, ¿qué fue lo que hiciste? ¿Qué ocurrió cuando cerraste los ojos?

Me miró por unos segundos y me respondió:

—Cuando cierro los ojos comienzo a evocar ese sentimiento de cómo se siente la lluvia en nuestro pueblo, y recuerdo cómo huele, recuerdo el olor del aire, de la tierra mojada en las paredes de nuestras casas, y logro sentir cómo mis pies se mojan y se entierran en el lodo, pues hay mucho lodo porque está lloviendo mucho. De esa manera abro la puerta a la posibilidad de traer lluvia a nuestro mundo.

Me quedé pensando mucho en el mecanismo de esta plegaria, y esa tarde ocurrió algo increíble.

Yo estaba mirando el pronóstico meteorológico que había permanecido sin nubes por mucho tiempo y, de pronto, éste cambió.

Vi que los sistemas de alta presión se movían por Utah y, repentinamente, una depresión por Colorado y el norte de Nuevo México giró en U para volver a subir, y esa noche comenzó una lluvia que siguió por varios días, así que llamé a mi amigo y le dije:

—Ha llovido un montón y los ríos están desbordados y los caminos anegados, ¿qué ocurrió?

Él guardó silencio por un segundo y me contestó:

—Eso es parte de la plegaria. No puedo explicar con certeza qué es lo que sucede.

Así que no tengo manera de validar científicamente que mi amigo o su plegaria tuvieran que ver con la lluvia, pero la correlación es muy alta, y hemos visto tantas veces esta correlación que sabemos que hay un efecto.

En 1972, en 24 ciudades de EEUU se condujo un experimento en el que las personas fueron entrenadas para, de manera muy específica y en lugares estratégicos de estas ciudades, con población de unos 10.000 cada una, evocar un sentimiento de paz.

Esto quedó documentado en varios estudios registrados y bien conocidos a principio de los ‘70s.

Lo que ocurrió es que, durante el tiempo en que esta gente se encontraba experimentando sentimientos de paz, en la misma ciudad y más allá del edificio donde se efectuaba el experimento, empezó a dar un descenso en la cantidad de delitos cometidos en la comunidad, en crímenes violentos y en accidentes de tráfico. En algunas ciudades, como Chicago, el mercado de acciones subió cuando se realizaba este experimento.

En el momento en que se detuvieron las plegarias todas las estadísticas se revirtieron.

Realizaron este experimento una y otra vez, a tal punto que el efecto pudo ser medido y aplicado en otros experimentos mayores documentados en el “Journal Conflict Resolution” en 1988.

Hubo otro experimento llamado el “Proyecto Internacional de Paz en Medio Oriente”.

Durante la guerra entre Israel y el Líbano, a principio de los ‘80s, como resultado de estos estudios previos se entrenó a personas para que, en diferentes localidades de esos dos países, experimentaran ese sentimiento de paz durante el tiempo que los investigadores llamaron “La Ventana”, que era la ventana de la plegaria.

Mientras estas personas evocaban en sus corazones ese sentimiento de paz, las actividades terroristas bajaron a cero, los crímenes contra otras personas bajaron, y la actividad en los hospitales también bajó.

Realizaron este experimento en diferentes momentos del día, y en diferentes días de la semana, para asegurarse de que no se debía a un factor de determinada semana, a los fines de semana, o a los días festivos.

Incluso lo hicieron en diferentes días del mes y en diferentes meses para verificar que no tuviera que ver con el ciclo lunar.

Y cuando culminó la serie de experimentos —aunque los científicos no supieran precisamente por qué ocurrió o la forma en que ocurrió— se supo que las correlaciones eran tan altas, pero tan altas, que quedó claro que cuando un cierto número de personas comienzan a sentir esta paz, o el sentimiento de sanación en sus cuerpos, el efecto se desplaza dentro de la comunidad más allá del lugar físico donde se encuentran estas personas.

Y es tan preciso lo que sabemos que las estadísticas nos ayudaron a determinar el número exacto de personas que se requiere para disparar esta clase de efecto y que se ponga en movimiento.

Diré la fórmula obtenida y describiré su significado.

El efecto se comienza a notar cuando un cierto número de gente participa, y la cantidad mínima de personas que se requiere es la raíz cuadrada del 1% del total de la comunidad.

O sea, sii se tiene una ciudad de un millón de habitantes, se calcula el 1% de un millón, se calcula la raíz cuadrada de ese 1%, y el resultado nos dirá cuántas personas se necesitan para generar el efecto.

Obviamente, cuanto mayor sea el número de tales personas, el número de participantes, mayor será el efecto.

Para una ciudad de un millón de habitantes la cantidad mínima es de sólo 100.

En un mundo de 6.000 millones de habitantes, el resultado de la raíz cuadrada del 1% es sólo 8.000 personas.

De acuerdo con estos estudios, 8.000 personas son las que hace falta que experimenten simultáneamente este sentimiento de paz en sus corazones para generar o disparar ese movimiento de conciencia simultánea dentro de este campo como lo conocemos hoy en día, para que así, a través de él, la paz se sienta en todo el mundo.

El lenguaje cuántico de la sanación, paz y milagros

Generalmente, las discusiones en base a este modo de oración basada en el sentimiento de la plegaria se tornan en polémicas más que académicas, hasta el momento en que podemos aplicarlas en nuestras vidas.

En los primeros años de los ‘90s tuve la oportunidad de ver un testimonio que documenté: la curación, usando estas técnicas que estamos discutiendo, de un caso de vida o muerte por un severo tumor maligno en el cuerpo de una mujer.

Para mí fue este tipo de información lo que, más allá de los debates académicos, me llevó al tema de este tipo de plegarias, para mostrar que es algo muy real que podemos aplicar en nuestras vidas.

En esa época tuve la oportunidad de ver un vídeo sobre la sanación de un cáncer de 7 cm de diámetro que estaba dentro de la vejiga de una mujer, cáncer que los médicos occidentales habían diagnosticado como inoperable.

El llamado Qi Gong es un empleado en hospitales medicinales en Beijing (China) y es en estos hospitales donde los Qi Gong comienzan a dirigir al paciente afirmaciones con el mensaje de que puede cambiar su forma de vida, enseñándole a respirar, y a nutrir su cuerpo con movimientos especiales para estimular los centros energéticos del cuerpo.

Mientras hacen eso para fortalecer el cuerpo paciente, este punto adquiere sentido para poder llevar a cabo el proceso.

Comparto esto con ustedes porque lo que sigue es un gran ejemplo de cómo el sentimiento dentro de nosotros tiene un impacto directo —y, en este caso, muy gráfico— en nuestras vidas.

En el film se ve a la paciente recostada en la habitación del hospital, completamente despierta y consciente, y se sabe que ella cree en el proceso que tendrá lugar de inmediato.

Delante de ella está el técnico que hace, sobre el bajo vientre de la paciente, el ultrasonido que puede verse en el monitor dividido en dos partes.

En la parte izquierda del monitor se congela la imagen de este ultrasonido para tenerla como referencia, o sea, para poder ver cuál era en ese momento la condición del tumor canceroso.

Y en la parte derecha puede verse, en movimiento, el vídeo del ultrasonido en tiempo real, mientras tres participantes se colocan detrás de la paciente y trabajan con la energía de su cuerpo, y con sus propios sentimientos en sus propios cuerpos.

Lo que hacen es comenzar a pronunciar palabras destinadas a realimentar el sentimiento que refuerza dentro de ellos la convicción de que ella ya está curada.

El canto dice esencialmente “Ya está curada, ya está hecho”, y mientras ellos dicen estas palabras y experimentan este sentimiento, en la parte derecha de la pantalla de TV puede verse, en tiempo real, cómo el tumor canceroso desaparece en menos de 3 minutos, también de tiempo real.

En esta proyección la desaparición ocurre en 30 segundos porque se aceleró la velocidad, pero en realidad ocurrió en menos de 3 minutos.

El cuerpo de la paciente respondió a los sentimientos que los practicantes estaban entrenados a crear para esa clase de curación, y todo lo que ellos experimentaban era el sentimiento asociado a estar en presencia de una mujer que está completamente sana y totalmente rehabilitada en todas sus capacidades. Ellos no la ven como una mujer enferma ni ven el cáncer yéndose de ella.

Ésta es una manera muy distinta de pensar, y es precisamente un ejemplo muy grafico de cómo funciona este principio.

Tuve la oportunidad de hablar con el Sr. Lu Cheng, que fue quien realizó la filmación, y le pregunté qué habría ocurrido si los tres practicantes no hubieran estado allí. ¿No se hubiera logrado lo que se logró? ¿Cualquiera de nosotros lo lograría?

Su respuesta fue que había una gran probabilidad de que ella lo hubiera logrado por sus propios medios; sin embargo, hay una particularidad en el ser humano, y es que nos sentimos muy poderosos y fuertes cuando vos vemos apoyados por otros en cualquier cosa en la que creamos, y en cualquier meta que nos propongamos alcanzar.

Así que, probablemente, la paciente mantuvo este sentimiento y se curó a sí misma con la ayuda de los tres practicantes que proporcionaron el empuje energético para que su cuerpo respondiera.

Lo que los participantes hicieron fue mantener y reforzar el sentimiento de que la paciente ya estaba sana, y en menos de tres minutos el cuerpo de ella respondió.

La Física occidental nos dice que el campo, o energía, que permitió que se curase esta mujer es el mismo que dirige la paz entre las naciones; a diferente escala, pero el mismo principio.

Estuve involucrado en otro experimento en el que cientos de miles de personas se juntaron a través de internet.

Se coordinó, para un determinado día y hora, una pequeña ventana de tiempo durante la cual los participantes, que habían sido previamente entrenados para mantener un sentimiento de paz interior en sus cuerpos, pusieron manos a la obra.

Cuando hicimos esto, lo que sucedía estadísticamente en eventos en el mundo era que había varios conflictos bélicos en el planeta —como áreas a ser bombardeadas en Irak— cuya programación resultó postergada como resultado del lapso de tiempo que duró esta plegaria, y los crímenes se redujeron, al igual que las emergencias en los hospitales.

Un proyecto de investigación con computadoras hecho en la Universidad de Princeton pudo documentar el campo de conciencia a nivel global mientras estas plegarias se efectuaban, y los investigadores vieron en la pantalla un pico que indicaba que esta conciencia estaba respondiendo a los sentimientos de paz experimentados por cientos de miles de personas en ese instante.

Esto nos dice que la actividad de este campo puede ser medida y registrada en la pantalla de la computadora, lo cual fue parte del proyecto de la Universidad de Princeton llamado ”Proyecto conciencia global”.

Así que el campo es real, está aquí, y nos responde en modos que recién comenzamos a comprender.

Aún más. Recientemente se ha realizado una investigación a cargo de Masaru Emoto acerca de la relación entre las emociones humanas y las gotas de agua, la cual logró demostrar muy puntualmente esta relación.

Lo que la investigación descubrió es que las gotas de agua —el elemento que conforma el 70% de nuestro mundo y el 70 % de nuestros cuerpos— respondían a las emociones humanas en los casos en que una persona expresaba un sentimiento directamente hacia el agua al colocar etiquetas a los envases que la contenían, etiquetas en las que se impregnaron las emociones que sentía el investigador en el momento de escribirlas.

Los frascos en los que se colocaban las etiquetas eran luego congelados por un específico período de tiempo. Después los extraían del freezer y allí veían la cristalización del agua, que es lo que nos cuenta cómo responde el agua a las diferentes emociones.

Por ejemplo, de uno de los lugares más contaminados del centro de Japón se tomó agua muy contaminada. Esta agua nunca llegó a cristalizarse; al mirarla por el microscopio se alcanzaba a ver una forma nebulosa sin simetría, sin estructuras de cristales, que es la imagen del agua antes de que se le proyectaran emociones.

Pero después de que las emociones se hicieron presentes —por ejemplo, después de que 500 personas rezaron sobre esta misma agua contaminada— pudo compararse la fotografía del agua anterior, que la muestra en su estado tóxico, con la fotografía posterior de la misma que muestra una cristalización muy hermosa y en perfecta simetría, cristalización que se genera por la simple interacción entre las emociones humanas y el agua.

Otras investigaciones muestran a familias en las que los niños y sus padres rodean un recipiente con agua en una habitación, agua que no llegaba a cristalizarse porque estaba altamente contaminada.

Lo que hicieron fue jugar un juego en el que los niños transmitían amor al agua, diciéndole algo así como: “Te amamos, agua. Gracias por todo lo que brindas a nuestras vidas”.

Con su inocencia, los niños expresaban un genuino estado emocional, y fue así cómo los investigadores notaron que el agua recibió la energía de esta familia a través de las emociones de sus miembros, en la forma que los antiguos llamaban plegaria, y que el agua comenzó a cristalizarse en hermosas figuras simétricas muy claras.

Aquí volvemos a ver otro efecto directo entre los sentimientos en nuestro cuerpo y lo que sucede más allá de él, en el mundo que nos rodea.

Un ejemplo bellísimo y muy puntual de cómo cada uno de nosotros tiene la oportunidad de participar —no de controlar o manipular, sino de participar— en los eventos de nuestro mundo, de nuestras vidas, de las de nuestras familias, y de nuestros cuerpos, a través del campo que conecta todo en la creación.

El campo como un holograma

Uno de los principios más poderosos que se deducen del comportamiento de este campo es el hecho de que parece ser de naturaleza holográfica.

Un holograma es, por definición, un patrón que, no importa cuánto se divida, el todo sigue estando contenido en las partes por más pequeñas que éstas sean.

Por ejemplo, hace algunos años había unas tarjetas que cuando uno las miraba a la luz se veía la imagen de una rosa, de la Virgen María o de delfines saltando de una pirámide.

Estas imágenes eran hologramas, y cuando uno cortaba la tarjeta en varios y diferentes pedazos y miraba el más pequeño de ellos, o volvía a cortar ése y lo miraba magnificado, el patrón entero —la rosa, la Virgen, el delfín, etc.— se veía completo en todos y cada uno de los pedazos, incluso en el más pequeño.

Comparto este principio con ustedes porque parece ser que la conciencia, a través del campo, funciona de la misma manera, lo cual significa que todos nosotros, como pequeñas partes de un patrón más grande, estamos conectados, y que, inclusive, las más pequeñas cosas que hacemos a diario —la forma en que nos hablamos unos a otros, las cenas familiares, lo que sentimos cuando vemos el noticiero, la forma en que le contestamos al taxista que nos bloqueó la salida de la autopista, etc.— en cada aparentemente insignificante momento de nuestras vidas, tenemos una comunicación directa con este campo, con este holograma cuántico o la mente de Dios, individualmente.

Y cuando ponemos juntas todas nuestras conversaciones, éstas se convierten en nuestra respuesta colectiva, en nuestro espejo retrovisor, en nuestro amor colectivo, en nuestro afecto colectivo o ingratitud, nuestro odio colectivo, nuestro miedo y temor, etc.

Así que cuando observamos los eventos de nuestras vidas y nuestro mundo, y nos preguntamos cómo y por qué suceden estas cosas en la forma en que las vemos, quizá deberíamos mantener presentes estos principios, y preguntarnos si de verdad creemos, cuando vemos cómo éstos se desarrollan en el mundo de nuestro alrededor, que el principio trabaja tanto en una dirección como en la otra.

Cuando experimentemos los sentimientos de las vivencias que elijamos tener en nuestra vida y en nuestro mundo, por definición el holograma nos va a reflejar eso en nuestra vida real.

He escuchado a mucha gente decir que cuando ofrecemos una plegaria desde nuestros cuerpos, ésta debe ser enviada al destinatario de nuestro ruego.

Por ejemplo, si queremos enviar una plegaria a Medio Oriente debemos enviar energía allí, o si elevamos una plegaria para curar a otra persona, de algún modo debemos transmitirla desde nuestro cuerpo a donde esté físicamente esa otra persona.

Pero lo que sabemos por estos principios y las intenciones a ellos asociadas, es que el holograma nos dice que no debemos enviar o transmitir nada a ningún lado.

Nos dice que cuando experimentamos el sentimiento dentro de nuestro cuerpo, éste ya existe en todos lados, porque somos parte del todo.

Así como el patrón holográfico esta completo sin importar cuán pequeños sean los pedazos de la tarjeta, nosotros somos pequeños pedazos de este holograma, de esta conciencia, y por la virtud de simplemente sentir y usar esta energía para crear lo que elijamos desde nuestro interior, el efecto ya existe en todos lados, todo el tiempo.

¿Nunca ha tomado usted el teléfono para llamar a alguien con quien tiene afinidad, y apenas levantar el auricular ese alguien está al otro lado de la línea?

Mi madre y yo hemos tenido esta experiencia porque yo la llamo al menos una vez a la semana, desde dondequiera que yo esté.

No es inusual para mí levantar el teléfono y encontrar que ella ya está allí, o que la línea me da ocupada porque ella me está llamando al mismo tiempo.

¿Qué ocurre en esos casos? ¿Cómo es que la información viaja de donde estoy yo a donde está ella si la conexión es simultánea?

A casi todo el mundo le ha pasado esto alguna vez, y el holograma cuántico, y tal vez el principio holográfico, sea la respuesta a esta pregunta, porque cuando sentimos algo en un lugar, en cierto grado ese sentimiento está existiendo al mismo tiempo en todos lados y, en cierto grado, podemos enfocar estos sentimientos y adquirir la habilidad de experimentarlos claramente en nuestro corazones y hacernos conscientes de ellos y que no sean sólo pensamientos en nuestras mentes.

Y en ese grado tendremos la oportunidad de realizar curaciones como las que vemos en los hospitales, y los efectos que sintamos dentro de nosotros se proyectaran más allá de nosotros mismos y del mundo a nuestro alrededor.

¿Qué nos dice esta información acerca de la forma en la que vivimos nuestras vidas y sobre lo que está ocurriendo en nuestro mundo?

Bueno, al menos nos dice que hay algo ahí afuera, que hay un campo, una inteligencia viva que conecta todo en la Creación sin excluir nada.

Cualquier cosa que veamos en nuestro mundo, o lo que sea que le ocurra a nuestro cuerpo, sabemos, por virtud de este principio, que es parte de todo lo demás.

Sabemos que estamos conectados a este campo a través de lo que llamamos los sentimientos, las emociones y, específicamente, lo que sentimos en nuestros corazones es el lenguaje que le habla al campo, y es el lenguaje que el campo reconoce.

El campo puede no reconocer el idioma de los procesos mentales cuando decimos “Dios, que haya paz en el mundo”. Sin embargo, el campo definitivamente reconoce el lenguaje de los sentimientos, y cuando experimentamos la paz dentro de nuestros corazones es como si esa paz ya estuviera allí.

Éstos son algunos de los más sutiles y poderosos principios que nos dejaron los antiguos en el lenguaje de su tiempo.

Hoy, a 400 años del nacimiento de la Ciencia occidental, recién estamos comenzando a entender estos mismos principios, y aunque no lleguemos a comprender totalmente todo lo que les concierne, de donde viene el campo o por qué está ahí, sabemos lo suficiente como para poder aplicar a nuestras vidas los principios que vimos funcionar en condiciones de laboratorio y que los antiguos nos dejaron como legado.

Desde mi perspectiva, ésta es una fuerza muy poderosa porque toma la idea de la plegaria, la lleva más allá de cualquier religión o tradición espiritual, y la hace una tecnología interior disponible para todo el mundo más allá de nuestras creencias, más allá de nuestro estilo de vida, de nuestro linaje o de cómo o donde elijamos vivir nuestras vidas.

En cada momento de nuestras vidas estamos experimentando un sentimiento, y por virtud del mismo nos comunicamos con el mundo que nos rodea.

Así que, en vez de ver la plegaria como algo que hacemos de vez en cuando con la intención de cambiar nuestro mundo por un momento, detengamos la plegaria, levantémonos y caminemos.

Tal vez podríamos redefinir la plegaria como la forma en que sentimos en nuestra vida, y la forma en que, en todo momento, expresamos sentimientos en ella. Entonces nuestra vida se convertiría en una plegaria, en una plegaria viviente.

Siempre podemos mantener en nuestros corazones el sentimiento de paz. Ya sea que estemos manejando o estudiando en una clase o en el aeropuerto o en un centro comercial, en cierto grado podemos mantener ese sentimiento de paz y así la vida se convierte en una plegaria.

Hoy día podemos notar cambios acelerados en muchas personas en todo el mundo.

Algunos sienten que su mundo está fuera de control y que no tienen el poder de hacer nada al respecto.

Pero estos principios nos recuerdan que somos parte de todo lo que vemos, que el mundo que nos rodea es, nada más y nada menos, que un reflejo de aquello en que nos hemos convertido internamente.

Y en el lenguaje de quienes nos precedieron y a los que recordamos, debemos convertirnos en las experiencias que elegimos vivir en nuestras vidas. Debemos volvernos a la paz, curación, cooperación, compasión, amor, cuidado. Debemos elegir experimentar estos sentimientos en nuestras vidas, convertirnos en esas cosas para que el campo pueda reflejarlas hacia nosotros.

De esta manera obtendremos una guía que nos puede ayudar a convertirnos en mejores personas.

Al menos eso espero, porque al ser mejores personas formaremos un mundo mejor.