[*FP}— Del baúl de los recuerdos de IBM: 1979 – Un seminario para el Banco Provincial. Los peligros de generalizar

11-12-11

Carlos M. Padrón

Al igual que otras anécdotas del «Baúl de los recuerdo de IBM» publicadas en esta sección y en la de Colaboraciones, la que sigue la distribuí en 2003 entre los IBMistas y exIBMistas cuyas direcciones tenía yo entonces en mi libreta.

Y justo lo hice el día 1° de ese mes, cuando se cumplían 34 años de mi entrada en IBM de Venezuela.

Nota previa: Tanto en Cuba como en Venezuela a los Canarios se nos suele llamar isleños. De ahí que, en esos países, decir ‘isleño’ es sinónimo de Canario.

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01-10-2003

Carlos M. Padrón

El estigma que basado en generalizaciones pesa sobre los gentilicios —sobre unos más que otros— suele dar lugar a situaciones jocosas que a veces resultan aleccionadoras.

En 1979, a poco de iniciarme en primeras nupcias como Gerente de la Sucursal Finanzas, me llamó un día el presidente del Banco Provincial, y me fui a verlo.

El Sr. Remigio Elías Pérez, que así se llamaba, era hijo de isleños, y al menos su hermano mayor había nacido en Canarias. No sé si él nació allá o aquí, pero si nació allá había llegado aquí muy pequeño.

Le gustaba que lo llamaran “El Capitán” porque había sido capitán de la Marina Mercante, y así lo llamaban.

Lo que El Capitán quería de mí era saber si yo podía armar algo que sirviera para que los ejecutivos de su Banco le perdieran el miedo a la computación, pues él se había propuesto hacer del Provincial el primer Banco del país, y estaba convencido de que la computación era elemento indispensable para lograr su propósito.

Pero, según él, los ejecutivos del Banco, elementos también indispensables para el mismo fin, le tenían miedo a esta herramienta clave y no se decidían a usarla en la forma debida.

En varias reuniones sucesivas dimos forma al programa y al menú de un seminario que, debidamente actualizado, se dictaría una vez cada año, con duración desde la mañana de un viernes hasta el mediodía del siguiente domingo, y al que, por decreto suyo, deberían asistir los ejecutivos a los que él invitara personalmente.

 

Si algún ejecutivo no era invitado a asistir al seminario de determinado año, debería entender que estaba fuera de los planes del Banco.

Una vez establecido el programa de temas a exponer y la lista de asistentes, montamos en el Centro de Educación IBM del Macuto Sheraton (Caraballeda) el primero de la serie de esos seminarios.

Por la estructura y temas a exponer en el primero de ellos, me tocó hablar 18 horas durante esos dos días y medio. (Fue en repetidas burradas como ésta donde estropeé mi garganta).

A primera hora del viernes, después del desayuno, El Capitán abrió el seminario, y en su charla repitió las “reglas de juego” que mencioné más arriba, dejando bien claro a todos los miembros de su equipo la importancia que él concedía a este entrenamiento, y la atención, participación e interacción que de ellos esperaba a la teoría del seminario y, una vez de vuelta en el Banco, a la aplicación práctica de lo que durante el mismo hubieran aprendido.

Luego tomé yo la palabra e inicié mi primera presentación.

A poco de estar en ella noté cuchicheos entre la audiencia, hasta con pase de papelitos, y durante el coffee-break, que vino después de mi segunda presentación, se me acercó un grupo encabezado por uno de los ejecutivos que destacaba por lo extrovertido, y éste me preguntó directamente:

—Carlos, ¿de dónde eres tú?

Una pregunta que, antes y después, me han hecho muchas veces y en diferentes países.

Le contesté con otra pregunta:

—¿De dónde crees que soy?

—Hemos tratado de ubicarte, pero ni modo.

—Pues sigan tratando a ver si la pegan—, fue mi respuesta, y los dejé en el suspense.

Terminó el coffee-break, entramos al salón, y cuando ya terminé mi tercera charla e iba a dar paso a otro expositor, el mismo ejecutivo me detuvo y me dijo:

—Un momento, un momento, Carlos. No hemos podido ubicarte. Por favor, dinos de dónde eres.

—¿De dónde creen ustedes que soy? A ver quién adivina.

Unos dijeron que mexicano, otros que chileno, varios que cubano, etc.. Miré de reojo a El Capitán y vi que sonreía con socarronería.

—Pues nada de eso. Soy Canario—, les dije.

Y, sin poder evitarlo, el portavoz del grupo, con tono de total incredulidad marcada por un acento claramente despectivo, exclamó:

¿¡Isleño!? ¡No jodas, chico!

Error garrafal que debe haberle pesado mucho, pues al oír esa respuesta se hizo un repentino y extraño silencio en el salón. El Capitán se puso un tanto rojo y con cara de pocos amigos miró de frente al indiscreto empleado y le dijo:

Yo soy isleño también, ¿algún problema?

Entonces el silencio prácticamente se materializó, podía casi tocarse.

Tomado por sorpresa, no pude reaccionar con la celeridad con que debí hacerlo, pero después de unos milisegundos, en tono de chiste dije algo así como que era lógico que la mayoría me hubiera tomado por cubano porque, de mis hermanos, los tres mayores que yo habían nacido en Cuba y, mal que bien, hablaban, al igual que mis padres y como casi todos los hombres mayores de mi pueblo natal, con un cierto acento cubano que se me pegó en mi niñez.

Algunos de los ejecutivos de mayor jerarquía quisieron bajar la presión haciendo bromas acerca de lo que iban a decir los muchos empleados Canarios que para entonces tenía el Provincial.

Entre risas un tanto forzadas le di paso al otro expositor, y no se habló más del asunto; no al menos en mi presencia.

Nunca quise mencionarle el tema a nadie del Banco, por lo que nunca supe el nombre ni la posición del autor de la desafortunada indiscreción, y no recuerdo haberlo visto en los seminarios de los años posteriores.

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Foto tomada el 15-Marzo-1980, al final del seminario correspondiente a ese año.

De delante hacia atrás (4 filas), y de izquierda a derecha.

  • FILA 1 (la delantera):  1, José Manuel Montes (también Canario);  2, Capitán Remigio Elías Pérez (q.e.p.d.);  3, Bertha Mola de Rincón (era entonces mi secretaria en IBM);  4? (francés, creo que de apellido Lafayette, que representaba los intereses que entonces tenía el Crédit Lyonnais en el Banco Provincial);  5, X. Bethencourt (también Canario).
  • FILA 2:  1?;  2, Arturo Gantaume;  3?;  4?;  5, José María Nogueroles;  6, Ramón Lander (q.e.p.d.)
  • FILA 3:  1, Jaime Puig Miret;  2?;  3?;  4?;  5, Douglas Reina Vizcarrondo (de IBM. Trabajaba conmigo en la Suc. Finanzas)
  • FILA 4 (la trasera):  1, Carlos M. Padrón (apenas se me ve la cara);  2? (se me parece a Antonio Parra, de IBM, quien también trabajaba conmigo en Suc. Finanzas, pero no estoy seguro);  3?;  4?;  5?;  6, Carlos Fernández Landa (de IBM. Trabajaba conmigo en la Suc. Finanzas)

P.D.: Espero que no extrañe la gran cantidad de ‘?’, pero si a veces no recuerdo los nombres de exIBMistas con los que, por años, me crucé casi a diario, ¿cómo voy a recordar los de funcionarios del Banco Provincial a quienes pocas veces vi?

Si alguien me ayuda al menos con una de las muchas ‘?‘, vayan desde ya mis gracias anticipadas.

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COMENTARIOS

CMP
En respuesta a Jose María Nogueroles.

Gracias, José María. Ya hice las adiciones y correcciones.

Puedo asegurar que el de bigote que está a tu izquierda es Douglas Reina.

Jose María Nogueroles
Fila 1: 1, José Manuel Montes †; 2, Cap. Remigio ELÍAS †; 4, Robert Laffaille †; 5, Juan Betancourt.

Fila 2: 1, Aníbal Moreán; 2, Arturo Ganteaume; 3, Miguel Prato; 4, Alberto Báez; 5, José María Nogueroles; 6, Pablo Silva.

Fila 3: 1, Jaime Puig; 2, Eliu Monasterios; 3, Germán Parada; 4, Charles Roccia.

Fila 4: 5, Ricardo Díaz Zuloaga (detrás de Charles Roccia)

Hasta ahí llega mi visión.
Un abrazo

Pedro Fernández
¡Qué recuerdos del Provincial! Una institución de la cual me arrepentiré siempre de haberme retirado.

Estuve en ella hasta finales de los años ’70s, siendo apenas un simple empleado de cuentas corrientes. En ese digno Banco, quien tenía tesón, fe y ganas, progresaba.

Yo tomé otro rumbo, pero siempre guardaré mis gratos recuerdos.

Saludos.

CMP
En respuesta a David Riddick.

Tranquilo, David, que yo he hecho y hago lo mismo: primero fue Equal y luego Splenda. Y también los he usado para el café después del postre y por la misma razón: el sabor.

Esto que cuentan tú y Javier me hace recordar que yo pude participar en ese tour, en el gran negocio del Mercantil ?que dejé ya en marcha?, y muchos más,… pero alguien tuvo la “brillante” udea de sacarme de la gerencia de la Suc. Finanzas y mandarme a la más ingrata posición que tuve en IBM.

Como no hay mal que por bien no venga, de no haber sido así tal vez Chepina y yo no habríamos trabajado nunca juntos, y hoy no sería ella mi pareja.

David Riddick
Hola, Javier. ¡Qué buena memoria, caramba!

Claro que yo sabía que estuviste con nosotros ya que estabas allí asignado en TP CTr, ¿no?

También comimos en el tope del edificio más alto de Tampa, viendo al río, con el VP del Banco, ¿no? ¿Era ése el lugar del famoso restaurante que mencionas?

Carlos, la verdad es que, desde que probé el Equal , siempre lo usé. Y hoy igual con el Splenda. Per es verdad: después de postres y hartadas, usarlo es como “oximoron”, y más el sabor que otra vaina.

Cerrando capítulo, es que con El Capitán teníamos que andar por lo alto en todas las atenciones, más comidas y bebidas. Y el Freddy Winckelman maravillado ya que ¡sin límite en la cuenta de gastos! Smile

Buenos tiempos. Un saludo a Javier y a los allegados.
David

CMP
En respuesta a Javier Palacios.

Javier: NPI. No recuerdo de nada al tal Marcia; ni cara ni nombre. Y lo pero es que, por lo que dices, trabajó en la Suc. Finanzas

Javier Palacios
El que aparece en la fila 3, entre El Capitán y tu guapa secretaria, se me parece mucho a Marcia (no recuerdo su primer nombre; ¿Rolando quizá?), un centroamericano, especialista en Assembler y en el Paquete en Línea, recomendado de Mario Esquivel, por paisanismo, a Jaime Puig.

CMP
En respuesta a Javier Palacios.

De esto me quedan en claro dos cosas:
1) Que Javier es goloso, y que,
2) David quiso “jalarle” un poco a El Capitán

¡Qué horror! Sólo un goloso recuerda, a ese nivel de detalle, un evento de comida; y sólo un “jalete gordo” como David, pide Equal después del postre.

¡De lo que uno se entera en este “programa”! -:)

Javier Palacios
David, yo también guardo recuerdos de ese tour por Tampa de personeros del Banco Provincial e IBM, y del Equal.

Fue por la cena en el que entonces era —y creo que aún es— el mejor steak restaurant de aquí: Bern’s Steak house.

Después de comer opíparamente (i.e. como obispos), y de saborear de la carreta de desserts, por la cual es famoso este sitio, al pedir un cafecito cubano para acompañar los Marlboros, David pidió Equal, en vez de azúcar, para su “negrito”.

Casi 30 años después, ¡todavía me hace gracia aquello!

David Riddick
Carlos, se me olvidó comentar una anécdota.

Cuando yo estaba en Suc. Finanzas como gerente de marketing le propusimos a El Capitán, y logramos que aceptara, un viaje de executive briefing —a un Banco en Tampa, al centro de TP-IBM, y a Carolina del Norte (4700)—, con este servidor y Freddy Winckelman.

El Capitán, que conocía a mi padre, me pidió si podíamos pasar a ver unos barcos veleros grandes (de 45 pies+) a un lugar en el que él iba a comprar uno o a ver repuestos.

Y así pasamos varias horas juntos, luego almorzamos al fresco… y nos “introdujo” al edulcorante Equal, que entonces estaba aún en beta.

Lo que sí sabemos es que el viaje sirvió para luego remplazar los famosos terminales 2970, vender unos nuevos CPUs, … y gozar.

Salud, a las memorias y detalles, ¡y que pasen una Feliz Navidad!

CMP
En respuesta a David Riddick.

David, conocí a Alberto Báez Duarte cuando, en segundas nupcias (1987 a 1989), estuve de Gerente de la Suc. Finanzas, y el que dices que en esta foto de 1980 es él no se me parece en nada con el que, 7 a 9 años después, conocí en el Mercantil.

A ver si alguien aclara esto.

David Riddick
Carlos, estoy casi seguro de que el que está antes de Nogueroles es Alberto Báez Duarte, quien luego se fue al Mercantil y a quien tuve el placer de atender luego, post ustedes, en ese Banco siendo yo Gerente de Marketing de la Suc. Finanzas.

CMP
En respuesta a Oscar De León.

Cierto, Oscar, ¡ése es el nombre! Ya lo puse. Gracias.

Oscar De León
El #2 de la Fila 2 se parece a Arturo Gantaume.

CMP
En respuesta a Jaime Villalta Lladó.

Gracias, Jaime.

Cuando acerca de Antonio Parra mencionaste hechos de los años ’60s pensé que hablábamos de personas diferentes, pero al mencionar que lo encontraste en Margarita me convencí de que hablamos de la misma persona, pues lo último que otro exIBMista me dijo de él, hace ya varios años, es que lo había visto en Margarita. Otros exIBMista han tratado de localizarlo en esa isla, pero sin suerte.

Lo vi por última vez cuando, reportando a mí, aceptó el SOP de 1982 y dejó IBM. Cuando alguien me dio para él una dirección electrónica, le escribí varias veces pero no obtuve respuesta. Y lo siento, pues creo haber dicho cuánto me gusta mantener el contacto con las personas que se han cruzado en mi vida, y las vidas de Antonio Parra y la mía entraron en contacto desde que en 1971 debuté como vendedor en la Sucursal Financas y él era allí analista de sistemas. El contacto duró once años.

Y sí, Jaime Tejeiro no está en la foto. Tal vez porque para entonces no era gerente y —y esto es seguro— porque no necesitaba recibir los conocimientos que el seminario pretendía impartir.

José Padrón (El Técnico)
Banco Provincial: Sinónimo de presión, especialmente en lo referente a servicio.

Jaime Puig, y la Sra. Pacheco, en operaciones del Centro de Computación, eran personas extremadamente exigentes; hay algunas anécdotas, no muy afortunadas y no “contables”.

Jaime Villalta Lladó
Carlos, buenos días.

El personaje de la última fila sí es Antonio Parra, compañero mío de juventud en el Club Casablanca y en el centro Catalán, en los ’60s. No sabía que también era IBMista. Me lo encontré hace un año en Margarita como gerente de dos tiendas de ropa de caballero en la 4 de Mayo.

Me figuro que aparte de Jaime Puig y José Ma. Nogueroles (paisanos míos también y que, como buenos catalanes, todavía siguen trabajando), en la foto también debe estar Jaime Tejeiro de, el Provincial.