[*Otros}– Diez pueblos de Canarias que asombran tanto como las playas de ese archipiélago

16/12/2013

Guacimara Hernández

El archipiélago de las Afortunadas tiene algo más que sol y arena tentadora. Estos pueblos merecen un viaje.

1.- Betancuria (Fuerteventura)

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El convento, del que sólo se conservan los muros

Fue considerada la primera capital de Canarias, cuando no había acabado la Conquista, y su fundación data de 1405, obra del normando Jean de Bethencourt, del que deriva su particular nombre.

Con su escasa población de menos de mil habitantes, respira historia por sus cuatro costados, con el viejo convento franciscano, de 1423, del que se conservan sólo los muros como rincón preferido para los fotógrafos.

Pese a que su ubicación trataba de protegerla de los ataques, en 1593 el pirata Jaban penetró hasta Betancuria y la redujo a cenizas. Hoy luce reconstruida la iglesia de Santa María, foco de atracción junto con el museo arqueológico.

2.- Artenara (Las Palmas)

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Excavada en la montaña, la ermita de la Virgen es lugar de peregrinación

En la cumbre de Las Palmas se puede viajar en el tiempo y tener una idea de cómo vivían los aborígenes isleños.

Artenara da la posibilidad de apreciar los yacimientos arqueológicos de Acusa, constituido por cuevas habitacionales y funerarias, o visitar las cuevas de Caballero, zona de refugio de pastores prehispánicos.

La particular ermita de la Virgen de La Cuevita es también visita ineludible, ya que está excavada en un risco a 400 metros del casco del pueblo. Data del siglo XVIII, y posee todos los componentes necesarios para el culto religioso: altar, púlpito, confesionario y coro; todos labrados en la misma roca.

Si tiene la suerte de estar allí a mediados de agosto, podrá disfrutar de la fiesta patronal, en la que toda la isla parece desplazarse a este pueblo cumbrero.

3.- Tazacorte (La Palma)

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La Plaza de la Vica, lugar de reunión del pueblo

Por sus casonas solariegas de los siglos XVI y XVII, sus callejuelas rebosantes de macetas con flores y su buen clima, de 3.500 horas de sol anuales, Tazacorte brilla con luz propia en la isla de La Palma.

Situado en la costa oeste, ha sido durante largos años un municipio cuyo color dominante ha sido el verde de sus plataneras, aunque en los últimos años ha reorientado su actividad hacia el turismo.

El museo del plátano y del mojo dan cuenta de este interés por exhibir al visitante lo mejor de la tierra bagañete, que tal es el gentilicio de sus habitantes.

Su barrio pesquero trae aromas a aguas saladas del mar, frente al Barranco de las Angustias, que las trae de tierra adentro, de la impresionante Caldera de Taburiente, parque nacional desde 1954 y corazón natural de La Palma.

A la hora de comer, no se pierda los polines: plátanos (cambures) verdes guisados, generalmente acompañados de pescado salado con mojo.

4.- Tegueste (Tenerife)

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Casco de Tegueste, con la iglesia de San Marcos al fondo

La villa de Tegueste se extiende dentro de una amplia cuenca hidrográfica junto a la Cordillera de Anaga, característica que sustentó su consolidación como un lugar de gran tradición agrícola.

Tegueste debe su nombre a uno de los nueve menceyatos aborígenes, y su casco es una buena muestra de arquitectura tradicional canaria, conservada en muy buen estado.

La iglesia de San Marcos es el eje cada año de una de las grandes romerías de Canarias, celebración que se une a la Danza de las Flores, con más de cinco siglos de historia, o la representación de La Librea, que convierten a esta villa en la auténtica capital de las tradiciones de las Islas Canarias.

Además, es un cautivador escenario para los amantes del enogastroturismo, con viñedos y bodegas donde conocer el proceso desde sus orígenes, a la vez que disfrutar de su gastronomía típica.

5.- Moya (Las Palmas)

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Panorámica del casco de Moya visto desde el barranco

Entre palmerales y plataneras, entre los reductos de laurisilva o entre la medianía verde, Moya reúne en pocos kilómetros cuadrados una gran variedad de paisajes para atraer al visitante.

En su pintoresco casco, destaca el museo dedicado a Tomás Morales, el poeta que cantó «al sonoro Atlántico», que recoge objetos estrechamente vinculados al autor en sus diferentes salas.

Situada a pocos minutos de la ciudad de Las Palmas, Moya es asimismo lugar de peregrinación de los amantes de la buena mesa, en la que destaca el cherne Canario o la vieja, siempre con papas arrugadas.

6.- La Restinga (El Hierro)

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Los barcos pesqueros y el muelle, una postal de La Restinga

El pueblo costero de La Restinga se ha vuelto famoso desde que hace dos años erupcionase frente a sus costas un volcán submarino, que tuvo en vilo a toda España ya que se hablaba incluso de que podría surgir una nueva isla.

Sin embargo, todo se mantuvo bajo el agua, y hoy sus habitantes han vuelto a la calma tradicional que recorre sus calles, con sus restaurantes donde se puede comer el mejor pescado de toda Canarias (así lo aseguran).

Pueblo marinero, el espectáculo de su muelle es disfrutable desde las terrazas donde se puede acompañar con una caña el lento atardecer herreño.

Desde La Restinga, además, se desarrolla una intensa actividad de submarinismo, con un certamen anual de fotografía que lleva hasta los fondos del Mar de las Calmas a visitantes del mundo entero.

7.- Teguise (Lanzarote)

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El blanco de sus casas, signo distintivo de Teguise

Antigua capital de la isla conejera, la villa de Teguise es uno de los pocos entramados urbanos de esta isla que conservan su estructura arquitectónica. Su casco peatonal empedrado le confiere un aire rústico que coincide con su parsimonioso día a día.

Desde su nacimiento, en 1418, Teguise fue villa noble y señorial bajo la dinastía Bethencourt y Herrera, períodos en los que se construyó un rico conjunto arquitectónico.

De obligada visita son la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, el Palacio Spínola, y el Convento de Santo Domingo. En la cúspide de la montaña Guanapay, que cobija a La Villa, se encuentra la fortaleza más antigua de Lanzarote, el Castillo de Santa Bárbara, construida por Sancho Herrera en la primera mitad del siglo XVI.

Refugio de los frecuentes ataques de piratas de la época, desde 1991 se constituyó en la sede del interesante Museo del Emigrante, que cuenta con una importante colección documental sobre la emigración canaria de los siglos XVIII y XIX.

8.- Chipude (La Gomera)

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La iglesia de la Virgen de Candelaria

Chipude es un encantador caserío situado junto a la iglesia parroquial de La Candelaria y su conjunto de viviendas tradicionales, donde destaca la hacienda de los Ayala, uno de los pocos grupos hacendísticos conservados en la isla de La Gomera.

La Fortaleza de Chipude, un roque con forma de meseta y 1.240 metros de altura, era considerado espacio sagrado por los antiguos isleños, y estaba dedicado a rituales religiosos, pero también ha sido utilizado posteriormente como refugio de pastores, y son innumerables los yacimientos arqueológicos hallados en su entorno.

Actualmente, el camino para alcanzar su cima es un estrecho paraje que en ocasiones puede verse interrumpido por desprendimientos o cúmulos de piedras.

Para disfrutar de la actividad con mayor seguridad, es importante informarse en el Centro de Visitantes o en las Oficinas de Turismo, acerca del estado en que se encuentra el camino y de las posibles visitas guiadas que se ofrecen.

9.- Antigua (Fuerteventura)

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La iglesia de Nuestra Señora, en Antigua

Antigua, uno de los primeros pueblos que se formaron en Fuerteventura, recuerda a la Mancha Castellana, con su suave llanura interrumpida por los molinos de viento. Su pintoresca iglesia fue construida en 1785 y se alza entre árboles y arbustos.

Tierra de viento y sol, no extraña, pues, que uno de sus viejos molinos haya sido totalmente restaurado y convertido actualmente en centro cultural y de atracción turística donde se exhiben y venden artesanías típicas majoreras, como se les llama a los originarios de Fuerteventura.

Los amantes de las películas de terror se interesarán por «La luz de Mafasca», un extraño fenómeno que con frecuencia se produce en esta zona, entre los meses de noviembre y febrero, especialmente en los años lluviosos.

Esta luz, que ha inspirado ya películas, aparece tanto en las noches despejadas como en las nubladas, y las descripciones acerca de la misma difieren algo, pero todos destacan su luminosidad, que pasa del azul al rojo y luego desaparece.

10.- La Esperanza (Tenerife)

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El magnífico lagar que se conserva en la exuberante plaza de La Esperanza

Olvídese del tradicional clima templado Canario, pues en La Esperanza suele hacer frío. Pero ésta es la mejor excusa para visitar este bonito pueblo rodeado por el verdor del cinturón forestal del interior de Tenerife, ya que el frío se puede combatir con unas caminatas por su casco, o hacer de él el punto de partida y llegada para las muchas rutas senderistas que de allí salen.

Merece una visita la Ermita de Nuestra Señora del Rosario, de estilo Canario, que nació de la necesidad de buscar un lugar para que los peregrinos que realizaban el camino hasta Candelaria se protegieran de las inclemencias del tiempo.

Muy cerca de allí se conserva la «Casa del Pirata», donde se dice que vivió el corsario Amaro Pargo.

La bien ganada fama gastronómica de La Esperanza hace que el visitante precavido reserve su mejor apetito para alguno de los muy buenos restaurantes de la zona, donde la carne de cabra, el conejo y las garbanzas aportan las calorías necesarias para enfrentarse al fresco.

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COMENTARIOS

CMP
En respuesta a Roberto.

Me too, Roberto.

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Roberto
Para gustos hay colores. A mí me asombran otros.

[*Opino}– Las feministas vuelven a la carga

27-11-132

Carlos M. Padrón

En el artículo que copio abajo, algunas mujeres repiten, por enésima vez, su ataque contra lo que llaman el sexismo en nuestro idioma.

Si es cierto que «no se nace mujer sino que se llega a serlo», sugiero que se deje claro que en el camino para ‘llegar’ ocurren bifurcaciones como la de ‘mujer’ y la de ‘feminista’, y en éstas hay varias categorías, como las de las tristemente famosas y exhibisionistas Femen.

Si lo que se pide llegara a imponerse, me pregunto qué pasará entonces con expresiones como «pareces una niñita» o «lloras como una mujer».

¿Acaso no es cierto que el comportamiento de las niñitas es de mayor debilidad que el de los niñitos, y que las mujeres lloran más y más a menudo que los hombres, por no decir que ante el menor susto —como que de pronto aparezca un ratón, una cucaracha, etc.— no pueden reprimir unos gritos estridentes? Entonces, ¿hay diferencias o no?

Si ya están convencidas de que son el sexo fuerte, ¿a qué se preocupan de nimiedades como éstas?

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10/11/2013

Lo femenino es «débil» y lo masculino «enérgico», según la RAE

El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (DRAE), editado en 2011 y actualizado cinco veces desde entonces, define «femenino» como «débil» y «endeble», y «masculino» como «varonil» y «enérgico».

Filólogas, parlamentarias y expertas en igualdad exigen a la institución que lo rectifique en la edición 2014, porque opinan que valida un estereotipo y consolida una visión del mundo que no es real.

«Tiene muchísima trascendencia: que el diccionario de la Real Academia, que es la máxima autoridad en la Lengua Española, defina lo ‘femenino’ como débil y lo ‘masculino’ como lo contrario es impresentable. ¿Es que no hay mujeres fuertes, enérgicas o con potencial en esta vida?»,

plantea la directora del Centro de Estudios de Género de la UNED, Teresa San Segundo.

Según explica, el lenguaje «es la forma de expresión de una comunidad, pero, además, configura el pensamiento», de modo que «lo que no se nombra, no existe». Con ello se refiere a la ausencia de definición para ‘feminizar’ en el diccionario de la RAE.

La búsqueda del término en su versión online dice que no existe esta palabra y sugiere consultar ‘demonizar’ o ‘feminidad’, porque «tienen formas con una escritura cercana».

‘Masculinizar’, por contra, sí está recogido, con una anotación que avisa de que el término se incorporará a la próxima edición. La primera acepción es «dar presencia o carácter masculinos a algo o a alguien» y el ejemplo que la acompaña dice: «determinadas modas actuales masculinizan a la mujer».

Para San Segundo, esto «clama al cielo». «Que ‘feminizar’ no exista supone que ni siquiera se contemple la posibilidad de que se puedan dar atributos femeninos a algo, mientras que darlos masculinos sí es posible»,

denuncia la experta.

Según fuentes de la Real Academia Española, el diccionario se encuentra actualmente en revisión y tendrá una nueva edición el próximo año. La institución está «abierta» a recoger propuestas de modificación, quejas y sugerencias sobre el contenido, para lo que ofrece en su página web la llamada ‘Unidad Interactiva’, con un formulario a disposición de los internautas.

Sin embargo, la doctora en Filología Románica por la Universidad de Barcelona, Eulalia Lledó, afirma que la RAE no responde cuando se trata de lenguaje no sexista.

Autora de diversos informes al respecto, lleva denunciando más de una década, pero sin éxito, la existencia de «incorrecciones» y definiciones «no equitativas» en el diccionario oficial, como las de ‘padre’ y ‘madre’.

«De hace 100 años»

«Si el diccionario tiene que reflejar la realidad, no ponen los medios para que esto suceda. Es más, se les advierte de esto y continúan incurriendo en estas definiciones que yo diría especialmente desagradables», señala. En su opinión, casos como el de ‘feminidad’ como lo «débil» revelan por sí mismos «el punto de vista desde el cual se han hecho».

«Es un estereotipo absoluto», ha añadido. Para la presidenta de la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados, Carmen Quintanilla, «la Real Academia tiene que plantearse hacer otra definición mucho más acorde con la realidad social de las mujeres hoy en España, para que las nuevas generaciones puedan sentirse orgullosas de ser mujeres y de ser femeninas».

«Esta definición podía tener algún sentido hace cien años en España porque durante siglos aquí, como en el resto de la comunidad internacional, las mujeres fueron identificadas como el sexo débil, pero se ha demostrado a lo largo de la Historia que en realidad somos el sexo fuerte», ha señalado.

La diputada ‘popular’ considera que en España, especialmente en «los últimos 50 años», ha quedado probado que las mujeres podían valerse por sí mismas sin ningún tipo de ayuda.

«Somos madres, somos capaces de conciliar la vida profesional y familiar de manera heroica, y a lo largo de la Historia se ha visto cómo hemos sido capaces de sacar adelante nuestra familia, nuestro trabajo, y estar al frente en la toma de decisiones»,

ha sentenciado.

Por su parte, la presidenta de la Federación de asociaciones de Mujeres Progresistas, Yolanda Besteiro, tilda la definición de «barbaridad» y la atribuye a la «falta de incorporación de la perspectiva de género en el funcionamiento de la RAE».

A su juicio, es «un estereotipo nada justificado en criterios objetivos», porque en la realidad hay mujeres tan «enérgicas» como lo que el diccionario considera «masculino».

Besteiro explica que «lo peligroso» es que «a través del lenguaje se va definiendo el pensamiento». En este sentido, cita a la escritora y filósofa francesa Simone de Beauvoir: «no se nace mujer sino que se llega a serlo».

«Los estereotipos marcan lo que es una mujer y un hombre, y si la Real Academia de la Lengua define con un estereotipo lo que debe ser cada uno, está contribuyendo a convertir eso en una realidad», ha afirmado.

Fuente

[LE}– Origen o uso de palabras, dichos y expresiones: Vale su peso en oro

31 enero 2013

Cuando se quieren destacar las bondades y virtudes de una persona es muy común utilizar la expresión “vale su peso en oro”.

Es una de esas frases hechas sobre cuyo origen existen varias hipótesis, siendo todas muy similares en las explicaciones, aunque varía algún elemento de la historia.

En primer lugar están las que señalan que proviene de los pueblos bárbaros del norte de Europa, quienes tenían entre sus leyes una que castigaba a los asesinos a compensar a los herederos de la persona a la que habían matado con el pago de tantas monedas y metales preciosos como peso tenía el difunto.  

En caso de no querer o no poder realizar dicho pago, el asesino sería condenado a muerte.

Existen versiones que señalan la costumbre que se puso en práctica durante la Edad Media y que consistía en raptar a una persona adinerada y pedir como rescate el peso del secuestrado en oro y joyas.

Por último, cabe destacar las promesas que realizaban algunas personas devotas, quienes ofrecían a un Santo el peso en oro de un familiar enfermo si éste era sanado.

Entre las muchas historias relacionadas con esto está la que relata San Gregorio de Tours, quien explica cómo en el año 550, Carriarico, el rey de los Suevos (pueblo asentado en el noroeste de la península ibérica), renunció al arrianismo y se convirtió en católico, haciéndose muy devoto de San Martín de Tours, tras pedir a éste que sanase a su hijo, gravemente enfermo.

Según cuentan algunas crónicas de la época, el vástago real sanó por completo, y el monarca, a modo de agradecimiento, hizo depositar en la tumba del santo el equivalente en oro y plata al peso de su hijo.

Fuente

[Hum}—Pura sinceridad

Diálogo durante una entrevista de trabajo.

El empleador le pregunta al candidato:

—¿Cuál cree usted que es su mayor defecto?

—La sinceridad—, contesta el candidato.

Extrañado, el empleador replica:

—Oiga, no creo que la sinceridad sea un defecto.

—¿Y a mí qué carajo me importa lo que usted crea?—, responde el candidato.