Desesperado y molesto, el esposo llama a la recepción del hotel y dice.
—Por favor, ¡que alguien venga de inmediato porque estoy teniendo una discusión con mi esposa y ella dice que va a saltar por la ventana!
La señorita de la recepción le responde:
—Señor, ése es un asunto personal.
A lo cual el alterado esposo replica:
—Efectivamente, pero la ventana no abre, y eso ya es un problema de mantenimiento del hotel.
Cortesía de Charo Bodega
