[*Opino}– La chikungunya y las armas biológicas no letales

12/11/2014

Carlos M. Padrón

Justo hoy, cuando en la prensa digital ha aparecido el artículo que copio abajo, creo haber superado la etapa crítica de la chikungunya, también llamada chikunguña.

Sus efectos me tienen aún asombrado porque, como no soy ni médico ni biólogo, no logro entender que algo que inocule un mosquito pueda ser tan selectivo como para atacar, con tan alta precisión y efectividad, a las articulaciones de las cuatro extremidades, incluidas las de los dedos de manos y pies, consiguiendo así inmovilizar casi totalmente a un ser humano.

A efectos prácticos, así es, porque los dolores en esas articulaciones son tales que —al menos en mi caso y en el de muchas otras víctimas de las que he sabido— no podía cepillarme los dientes, no podía levantarme si estaba en una posición en que las rodillas quedaran más altas que las caderas, no podía llevarme un cubierto a la boca, no podía caminar con seguridad —porque de pronto el dolor extremo en un pie dejaba flácida la pierna correspondiente y yo me venía al suelo, no siendo de gran ayuda que tuviera de qué agarrarme porque mis brazos carecían de fuerza para que el agarre resultara efectivo—, no podía incorporarme de la cama, no podía vestirme ni calzarme,….. En fin, que durante un par de días fui como un prisionero en mi propio cuerpo.

Ante algo así se me ocurre que, debidamente perfeccionado —como para que, por ejemplo, inmovilice por más tiempo— este virus podría ser —¿o ya está en vías de serlo?— el arma biológica ideal para paralizar, de forma masiva y sin causar la muerte, a sus víctimas, a menos que éstas no tomaran los cuidados pertinentes.

Los miembros de un ejército que en el campo de batalla padecieran los síntomas que describí, no podrían sostener un arma, disparar con puntería, lanzar una granada, atisbar por unos prismáticos, manejar un tanque, un radar o una computadora, pilotar un helicóptero, escapar de un peligro, etc. Sólo serían espectadores impotentes de lo que ante ellos ocurriera.

Quien diga que no es impresionante es porque no ha «disfrutado» de la chikungunya.

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12/11/2014

Gonzalo López Sánchez

Armas biológicas de destrucción masiva: silenciosas y letales

Los microorganismos que causan la peste, el ébola, el carbunco o la viruela, pueden ser usados como armas, y muchos países ya cuentan con medidas de defensa frente a ellos.

12 de marzo de 2009. Una investigadora alemana trabaja en el Instituto Bernard Nocht de Medicina Tropical, en Hamburgo. Manipula muestras con virus ébola activo para inyectárselas a animales de experimentación y, por ello, está protegida con una escafandra de nivel 4 de bioseguridad, que impide que ninguna parte de su cuerpo, ni tan siquiera el aire que respira, entre en contacto con el resto del laboratorio.

Pero entonces, una de las agujas con que trabaja atraviesa la goma de su guante y se clava en su piel. En un instante, puede haberse inyectado millones de partículas virales capaces de multiplicarse y atacar sus capilares, su sistema inmune y su hígado. Saltan todas las alarmas, y un equipo internacional decide inyectarle con urgencia una vacuna experimental.

La doctora sufre una ligera subida de fiebre horas después, pero finalmente se salva, quizás gracias a la vacuna, o quizás porque tuvo suerte y no se inyectó suficiente cantidad de virus. En 2004 un científico ruso no tuvo tanta suerte.

En la fecha en que esta investigadora tuvo aquel accidente, se cumplían alrededor de 30 años de investigación en el temible virus ébola, un microorganismo muy letal pero que apenas había causado 2.000 infecciones, gracias a su escasa capacidad de contagio. ¿Por qué se estaba investigando entonces, a costa de la inversión de millones y millones de dólares y en las condiciones más estrictas de seguridad?

El motivo fundamental es que se le consideraba como uno de los microorganismos más peligrosos para el ser humano, y que además podía ser usado como arma biológica en una acción de bioterrorismo.

¿Qué es el bioterrorismo?

«Consiste en el uso intencionado de un patógeno o producto biológico para producir daño a personas, animales, plantas u otros organismos, para influir sobre la conducta de los gobiernos o intimidar a la población civil», según el «Model State Emergency Health Powers Act», un informe elaborado por dos importantes universidades estadounidenses con el objetivo de ayudar en la elaboración de leyes y respuestas a epidemias y ataques de bioterrorismo en Estados Unidos.

¿Qué son las armas biológicas?

«Se trata de virus, bacterias u otros gérmenes que normalmente se encuentran en la Naturaleza pero que en ocasiones han sido modificados en laboratorio para aumentar su capacidad de dispersión, de resistir los tratamientos médicos o ser más dañinos», según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, el CDC, un organismo a la vanguardia mundial en la lucha contra epidemias y en salud pública.

Los expertos consideran que las armas biológicas son fáciles de desarrollar, que son más letales y más baratas que las químicas y más difíciles de detectar que las nucleares. Además, se pueden dispersar a través del aire, del agua, de la comida o entre personas. Pueden resultar difíciles de detectar, y causar la enfermedad después de tiempos de incubación muy variables.

¿Cuáles son las más peligrosas?

El CDC clasifica las armas biológicas en tres categorías, de la A a la C. Las más peligrosas son de la categoría A, y todas ellas tienen alguna de estas características:

  • Ser fácilmente diseminables o transmisibles entre personas.
  • Tener elevadas dosis de mortalidad y un fuerte impacto en la salud pública.
  • Provocar pánico colectivo y afectar a la estabilidad social.
  • Requieren una respuesta y una preparación especiales por parte de las autoridades sanitarias.

Dentro de la categoría A, se encuentran los microorganismos que causan las siguientes enfermedades:

Fiebres hemorrágicas

Causadas por filovirus (ébola y marburgo) y arenavirus. Provocan fallos multiorgánicos y hemorragias al atacar al sistema circulatorio. Los filovirus resultan especialmente peligrosos debido a sus elevadas tasas de mortalidad y al hecho de que no se conozca con exactitud cuál es el animal que actúa como reservorio de estos microorganismos. Por su parte, los arenavirus están divididos en dos grupos, los del Viejo Mundo y los del Nuevo Mundo, y provocan enfermedades como la fiebre de Lassa o la fiebre de Argentina.

Carbunco (en inglés, «Anthrax»)

Se trata de una seria enfermedad que puede llevar a la muerte y que está causada por una bacteria llamada Bacillus anthracis, que puede estar presente en el suelo o en animales. La infección se produce cuando se ingieren esporas presentes en suelos, pasto o agua contaminada, o bien cuando estas llegan a la piel o al pelo y luego se ingieren, por lo que el contagio entre personas es complicado.

Sin embargo, es uno de los mejores candidatos a arma biológica porque sus esporas se encuentran fácilmente en la Naturaleza en muchos lugares, pueden resistir durante mucho tiempo en el medio ambiente, y pueden ser liberadas a través de comida, agua o sprays sin llamar la atención.

En 2001, 5 personas murieron en Estados Unidos a causa de un ataque con esta bacteria a través de cartas.

Peste neumónica

Aparece cuando la bacteria Yersinia pestis es inhalada y llega a los pulmones. Los síntomas (fiebre, debilidad, dolor de cabeza, neumonía, producción de esputos sanguinolentos y fallo pulmonar) aparecen entre uno y seis días después del contagio, y pueden llevar a la muerte si no se suministran antibióticos en un plazo de un día después de la aparición de los síntomas.

Se trata de una peligrosa arma porque la bacteria está presente en la Naturaleza y se puede producir en el laboratorio, y las personas pueden portarla durante varios días sin experimentar síntomas, con lo que la dispersión de la enfermedad puede aumentar considerablemente.

Cuando esta bacteria es transmitida a través de la picadura de pulgas, se produce la llamada peste bubónica (que asoló Europa en el siglo XIV durante el episodio de la peste negra). Produce bubones (hinchazón de ganglios linfáticos), gangrena (manchas negras en la piel por muerte de tejidos) y septicemia (infección generalizada).

Esta última no es contagiosa entre humanos si no es a través de las pulgas, pero puede infectar a los pulmones y convertirse en la variedad neumónica, que sí es contagiosa.

Botulismo

Es una enfermedad que paraliza los músculos y que puede llevar a la muerte por fallo respiratorio. Es producida por una bacteria llamada Clostridium botulinum, que puede transmitirse a través de la comida, el agua o el aire.

Viruela

Es una enfermedad grave y muy contagiosa que puede llevar a la muerte de los pacientes. Ha acompañado al ser humano durante miles de años, pero el último enfermo de viruela se diagnosticó en 1977 y se considera que está erradicada desde 1980 gracias a una extensa campaña de vacunación. Sin embargo, existen reservas con este virus en dos instalaciones de alta seguridad para futuras investigaciones, puesto que se cree que podría haber muestras de este microorganismo en manos de terroristas.

Hay una variante de la enfermedad más grave, que alcanza una letalidad del 30%, y otra menor, que apenas llega al 1%. Provoca fiebre, dolor, vómitos, sarpullidos, la aparición de pústulas y a veces ceguera.

Tularemia

Es una enfermedad muy contagiosa causada por una bacteria llamada Francisella tularensis. Se encuentra en la Naturaleza y podría ser usada como arma biológica al aplicarla en forma de aerosol. Se transmite por vía aérea y provoca una grave neumonía y una infección sistémica.

¿Se han usado alguna vez?

Las armas biológicas comenzaron a investigarse durante la Gran Guerra y sufrieron un desarrollo importante durante la Segunda Guerra Mundial (se estima que 10.000 prisioneros murieron en campos de concentración japoneses a causa de las pruebas que realizaron con ellos).

Entre 1950 y 1970, tanto Estados Unidos como la Unión Soviética produjeron importantes arsenales de armas biológicas, el primero produjo municiones con al menos siete tipo de agentes biológicos, pero a partir de entonces ambas naciones ratificaron acuerdos para evitar su proliferación y destruir sus reservas.

Con todo, hasta 1999 se registraron 100 incidentes relacionados con armas biológicas, con un total de 990 muertes. Desde entonces, se han producido desde intentos de contaminar los alimentos de un buffé de ensaladas (en el que se infectaron 750 personas) a un ataque con la bacteria causante del carbunco en Estados Unidos («Anthrax» en inglés), que en 2001 infectó a 22 personas y mató a 5 a través de las cartas enviadas por el servicio postal.

En Japón, el ya extinto grupo terrorista «Aum Shinrikyo», que perpetró un ataque con gas sarín en las ciudades de Tokio y Matsumoto (Japón), también intentó realizar varios ataques con las bacterias del carbunco y del botulismo, e incluso viajó a Zaire para conseguir muestras de virus ébola.

¿Hay que temer un ataque bioterrorista?

«No es necesario vivir con un constante temor por un ataque bioterrorista. Basta con permanecer vigilante y preparado», explica Joanne Cono, portavoz del CDC, en un vídeo institucional. El grado de preparación varía entre los países, pero pasa por acumular antibióticos, antivirales y vacunas, si los hay, preparar planes de respuesta o incluso mensajes para ser enviados a través de radio y otros medios de comunicación en caso de emergencia.

Aunque muchos de los agentes biológicos que pueden ser usados como armas son fáciles de conseguir, lo más difícil es producirlos en elevadas cantidades y después liberarlos de forma efectiva en el suministro de agua o en forma de aerosol.

Mientras que harían falta varias toneladas de toxinas para hacer un ataque a través del viento, bastaría con un kilogramo de Bacillus anthracis para cubrir una zona de 100 kilómetros cuadrados y provocar una letalidad del 50%, según el Instituto de Investigación Médica de Enfermedades Infecciosas del Ejército de los Estados Unidos.

Los microbios más letales

Los virus y las bacterias son esenciales para la vida en la Tierra, tal y como la conocemos, (son los seres vivos más numerosos, responsables de la aparición de organismos superiores y los que oxigenaron la atmósfera, entre otras cosas). Muy lejos de las humildes cifras cosechadas por las armas biológicas, los microbios son asesinos temibles para el ser humano en su entorno natural.

Por ejemplo, la viruela, los resfriados, la peste y la gripe mataron al 95% de la población nativa americana, desde la colonización española, la peste negra mató a alrededor de un cuarto de la población europea en el siglo XIV, y la pandemia de la gripe española mató a un número de personas comprendido entre los 20 y los 50 millones después de la Primera Guerra Mundial.

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[LE}– ‘Diagnosticar una enfermedad’, mejor que ‘de una enfermedad’

29/10/2014

El giro diagnosticar una enfermedad a una persona es preferible a diagnosticar a una persona de una enfermedad o con una enfermedad.

Es frecuente encontrar en los medios de comunicación frases como

  • «La cantante brasileña fue diagnosticada este sábado con dengue»,
  • «Primera persona en ser diagnosticada de chikunguña en la región»,
  • «Un turista europeo fue diagnosticado con dengue y chikunguña» o
  • «La AECC atenderá a los diagnosticados de cáncer en la antigua biblioteca del hospital».

Diagnosticar significa ‘determinar la existencia (de una enfermedad) a partir de la observación de sus síntomas’, según indica el Diccionario del Estudiante, de las Academias de la Lengua. Lo que se diagnostica, tal y como señala este diccionario, es la enfermedad y no la persona, que sería el complemento indirecto, como en «Le diagnosticaron una gripe».

En los casos presentados anteriormente, habría sido preferible escribir, por ejemplo,

  • «A la cantante brasileña le diagnosticaron dengue este sábado»,
  • «Primer caso de chikunguña diagnosticado en la región»,
  • «Un turista europeo contrae dengue y chikunguña» y
  • «La AECC atenderá a los pacientes con cáncer en la antigua biblioteca del hospital».

Otras alternativas que, en función del contexto, pueden resultar útiles son afectar, atacar, desarrollar, contagiar, dar positivo en o tener.

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[*Otros}– Centros médico-quirúrgicos en el Valle de Aridane (La Palma)

22-06-14

Oswaldo Izquierdo Dorta

Con veintisiete años de re­traso, el Valle de Aridane, en La Palma, ha recupe­rado la cobertura sanitaria que tuvo entre 1941 y 1985.

Con la apertura de un nuevo centro médico-quirúrgico se devuelve a la comarca oeste de La Palma la posi­bilidad de atender con inmediatez y garantía cualquier tipo de urgencia quirúrgica o de otra índole, con todas las ventajas de un centro dotado de las técnicas más recientes.

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Fachada del edificio que alberga el nuevo centro médico-quirúrgico Clínica Brismedical

En 1941, ¡hace 73 años!, este amplio y privilegiado territorio, que com­prende seis municipios (El Paso, Los Llanos, Tazacorte, Tijarafe, Punta­gorda y Garafía), contaba con un centro secundario de sanidad, un hos­pital de aislamiento y una clínica pri­vada, Nuestra Señora de los Reme­dios, que disponía de varias camas, un quirófano, un solvente médico in­ternista y un experimentado cirujano.

Esta situación, que supuso un salto adelante en cercanía y eficacia, me­joró, veinte años más tarde, con la creación de otro centro privado, la residencia Sanatorial Valle de Aridane, más conocida como la clínica de Los Dos Pinos, dotada también de camas, un quirófano y un competente equipo médico.

Desgraciadamente, desaparecieron las dos primeras instituciones, así co­mo el bello y referencial edificio que las albergaba, y las dos clínicas se vie­ron obligadas a cerrar porque no cu­brían gastos.

Luego, sin restar importancia a la labor, siempre positiva, del centro de salud (1984), que pertenece al Servi­cio Canario, y de la policlínica privada Sermeva (Servicios Médicos Valle de Aridane, 1994), hemos padecido un prolongado vacío. Se repetía la his­toria: otra vez, en los casos urgentes había que tomar una ambulancia y, rogando que el enfermo no falleciera durante el trayecto, desplazarse a toda prisa hasta el Hospital General, que, aunque viene realizando una exce­lente labor, a veces, queda muy dis­tante, y más aún los centros de Tene­rife, a los que muchos enfermos son enviados, con el consiguiente tras­torno y gastos para los familiares que los acompañan.

Estas carencias hospitalarias se han hecho más visibles durante ese último cuarto de siglo, porque el progresivo envejecimiento de la población requiere atenciones médicas frecuen­tes e inmediatas, y el turismo, único motor capaz de mover la economía de la isla, exige seguridad sanitaria. Es­tos dos motivos han evidenciado la necesidad de una clínica quirúrgica completa, moderna y de calidad.

El nuevo centro medico-quirúr­gico está preparado y dispuesto para rellenar ese vacío. Ha logrado ponerse en marcha, después de salvar, a lo lar­go de siete años, múltiples trabas ad­ministrativas, desde la licencia de construcción, obtenida en 2005, hasta su apertura, en diciembre del 2012.

El edificio que alberga este centro, situado en la Montaña de Tenisca, de 2.880 metros cuadrados distribuidos en siete plantas monográficas, las

ins­talaciones y el instrumental, tanto de diagnostico como de cirugía, son del máximo nivel, y las distintas especia­lidades las cubren profesionales de reconocido prestigio.

Este centro, igual que los anterio­res, ha suscrito conciertos con la Segu­ridad Social tiene disponibilidad de cobertura con la mayoría de las ase­guradoras del mercado, lo que de­muestra la necesidad de un centro de estas características en La Palma.

Nos preocupa el futuro de este excelente y necesario centro médico por cinco motivos fundamentales: la de­cadente situación económica; la re­gresiva evolución demográfica; el envejecimiento de la población; lo po­co preparada que está la isla para potenciar el turismo; y la historia de las dos clínicas anteriores.

La caída, ya histórica, del plátano y de la construcción, y el descenso del número de visitantes, dentro del contexto de la crisis general, han lle­vado la economía insular a la U.V.I. Para salir de esta grave situación es necesario incrementar el turismo, presente y futuro de La Palma; pero si querernos despegar en esa activi­dad debemos engrasar uno de sus mo­tores fundamentales: el servicio hos­pitalario inmediato y de alto nivel. Tema que inquieta, y cuya mejora de­mandan los hoteleros de la Isla.

La Palma dispone de suficientes argumentos naturales para incentivar y atraer visitantes (clima, gastrono­mía, parajes, senderos, playas,…), pe­ro no es suficiente con eso. Porque, como ha dicho el doctor Brito Pérez, exjefe del Servicio de Cirugía Car­diovascular Infantil en el Hospital Ramón y Cajal: «El turista necesita saber, antes de viajar, si tiene cober­tura fiable para una enfermedad crónica y para una ­ emergencia, por eso el turismo se desarrolló

en el Puerto de la Cruz, sur de Las Palmas y Lanzarote, entre otros lugares, al amparo de las clínicas privadas (1).

La cercanía de médicos de prestigio o, mejor aún, de centros completos de salud, proporciona tranquilidad. En otro tiempo, los vecinos de Tazacorte se sentían protegidos porque contaban con la proximidad de Manuel Morales. Lo mismo podríamos decir de El Paso, con Juan Fernández, o de Los Llanos, con la clínica de José Sobaco, por poner sólo tres ejemplos.

Pero, por otra parte, conviene tener presente que los centros sanitarios privados que han existido y existen en la zona nunca han sido rentables, y lo serán menos en el futuro, al hilo de las preocupaciones expuestas. Un centro de salud genera una amplia y permanente relación de gastos, que van desde la inversión en el edificio, las instalaciones y apara­tos, hasta el mantenimiento, conser­vación y renovación de los mismos, pasando por sueldos y seguros de es­pecialistas, cirujanos, anestesistas, enfermeros, administrativos, más los diarios e ineludibles de funcionamien­to: limpieza, agua, luz y material sani­tario.

A la vista de esa relación de gastos que conlleva la existencia de un cen­tro medico-quirúrgico, llegamos a la conclusión de que el indiscutible be­neficio que aporta para todos los habi­tantes de esta parte de la Isla no garan­tiza su mantenimiento si no cuenta con el suficiente apoyo institucional, como ya ocurrió en el pasado con otros centros similares. La historia puede repetirse; los errores, no.

Hasta 1941, existieron las siguien­tes establecimientos sanitarios, todos en Santa Cruz de La Palma: el Hospi­tal de Nuestra Señora de los Dolores, desde 1914; la clínica privada Martínez de la Barreda, en el primer tercio del pasado siglo; y la clínica privada del doctor Camacho, creada en 1936.

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Edificio actual de la antigua clínica nuestra Señora de los Remedios

Dada la constitución trian­gular de La Palma, que marca tres zonas perfectamente definidas y difícilmente comunicadas durante siglos (este, norte y oeste), el tras­lado de los enfermos a la capital ha supuesto siempre un elevado riesgo añadido, como bien explica el doctor Martín Gregorio: «Las urgen­cias quirúrgicas, que a veces llegaban de barrios extremos de Garafía, a por lo menos seis horas de camino de Los Lla­nos, tenían que seguir su cal­vario a través de una ca­rretera de cincuenta o más kilómetros, entonces en muy mal estado. La consecuencia de todo ello era el agrava­miento —incluso la muerte— del estado de enfermos urgentes con graves traumatismos y hemorragias, con supuraciones abdo­minales agudas, con perforaciones gástricas o intestinales, con partos dis­tócidos, y con otros procesos de carácter urgentísimo». (2)

Ante esta situación, José González Sobaco, que había sido jefe de ciru­gía del ejército del coronel Galán, y José Martín Gregorio, reputado médico internista, recién destinados ambos a Los Llanos de Aridane, ponen en mar­cha, en septiembre de 1941, una clí­nica con seis camas y el instrumen­tal necesario (3).

Al principio, la labor de anestesista la realizaba el practi­cante Eduardo Acosta; posteriormen­te, el doctor Luis Espina Zunzunegui, que regentaba la plaza de Tijarafe. También trabajaron como practican­tes los hermanos Octavio y Miguel Bethencourt González, y José Cama­cho Camacho.

El doctor Sobaco —»el Rubio», como era conocido popularmente—, fue un cirujano polivalente; un profesional de servicio permanente y eficaz, de fuerte carácter y de gran humanidad. Se cuenta, como muestra de su inge­nio, que, al no poder disponer de una lámpara adecuada para facilitar la pre­cisión que requiere la cirugía, se in­ventó una que logró construir en el taller mecánico de los Cutillas, con la ayuda de Roberto, otra figura refe­rencial de la época.

El reconocimiento a la labor pro­fesional de José Martín Gregorio —»el médico del sombrero verde», como era conocido— es una asignatura que tienen pendiente los regidores del Valle de Aridane.

El centro sanitario, denominado Nuestra Señora de los Remedios, ubicado en la calle Fernández Taño, que salvó la vida de muchas personas y recompuso la salud de muchas más, se mantuvo, bajo la dirección del doc­tor Sobaco, hasta 1962. En esa fecha, este competente cirujano, sobrado de experiencia, de iniciativa y de recursos, atendiendo a una convocatoria de la Organización Mundial de la Salud, decidió trasladarse a la República Democrática del Congo, donde perma­neció cinco años realizando una en­comiable labor. A su regreso, ejerció en Tenerife, donde falleció en el año 1976. (4).

Como consecuencia de la marcha del doctor Sobaco, la clínica fue ad­quirida por Adelto Hernández Sosa, cirujano y traumatólogo de recono­cido prestigio, jefe del Servicio de Traumatología del Hospital Nuestra Señora de las Nieves, Hijo Predilecto de la localidad, Encomienda de la Or­den Civil de Sanidad, deportista y per­sona próxima y entrañable que, desde mitad de la década de los cincuenta, ya trabajaba en esa clínica.

Bajo su dirección, ésta continuó la impagable labor social que se venía realizando, mejoraron las ins­talaciones y se potenció el equipo qui­rúrgico con la incorporación de otro ilustre paisano suyo, Gregorio Acosta Pulido, médico, que cuenta con más de cincuenta años de entrega profe­sional, dentro y fuera del municipio; especialista en dos vertientes, diges­tivo, y anestesia y reanimación, con las que ha colaborado a salvar muchas vi­das; anestesista, simultáneamente, de la clínica de Los Remedios, Los Dos Pinos, el Hospital de Dolores y la Segu­ridad Social, durante veinte años fue el único de la Isla, disponible día y no­che; altamente valorado por sus com­pañeros de profesión; con el agrade­cimiento de aquéllos a los que nos trató y atendió en delicadas operacio­nes, y del que estimamos que reúne méritos suficientes para ser conside­rado hijo predilecto de Los Llanos de Aridane.

Es evidente que el prestigio de los ciudadanos engrandece a sus muni­cipios, y que el reconocimiento de ese valor hace justos a los gobernantes; pero también es evidente que estas distinciones hay que celebrarlas en vida de quienes las han ganado, para que éstos puedan disfrutarlas, y no des­pués de su fallecimiento, ya que en­tonces el recuerdo se contagia de tris­teza y añoranza, y el homenaje que, por esencia, tenía que ser festivo, se convierte en un acto gris de desagravio a los familiares.

En la clínica de Los Remedios durante los 44 años de su existencia se realizaron centenares de intervenciones de la más diversa índole, y en ella operaron también cirujanos como Trueba, Morera Bravo, Concepción, y Vega Monroy. Su longevidad fue posible por el empeño de sus directores y por las ayudas que recibieron; y su mantenimiento se hizo imposible cuando faltaron esos apoyos.

Hasta la fecha, hemos podido detectar la colaboración de distintas entidades en cuatro ocasiones: la primera se estableció el 24 de abril de 1959 mediante un contrato anual prorrogable, por el que el Ayuntamiento de la localidad se comprometía a abonar tres mil pesetas anuales a cambio de «asistencia médica y primera cura de los heridos los heridos en accidentes y casos de urgencia. . . » (5); la segunda se realizó por medio de un convenio anual suscrito con el Cabildo Insular en septiembre de 1979, por el que este organismo se obligaba al pago de cinco millones de pesetas por la «prestación de servicios de urgencias médicas y quirúrgicas» (6); la tercera la confirma el doctor Toledo Trujillo: «Tuvo tal importancia, que logró du­rante algunos años un convenio con la Seguridad Social..?» (7); y la cuarta aconteció con motivo de la creación, en marzo de 1984, de un patronato para la gestión y explotación de la clínica Nuestra Señora de los Remedios, formado por el Cabildo y los Ayunta­mientos de Los Llanos, Tazacorte, El Paso, Tijarafe, Puntagorda y Garafía, en el que se comprometían a perma­necer al menos un año a partir de la firma del convenio con el Insalud.

Para atender los gastos de la clínica contaban con los ingresos del Insalud, los posibles convenios con el Cabildo y los citados Ayuntamientos, la acti­vidad del propio centro, subvencio­nes de las administraciones públicas, activos y otros. En caso de déficit, lo asumirían los componentes del patronato en la siguiente proporción: 50% el Cabildo, 28% Los Llanos, 16% Taza­corte y El Paso, y el 6% Tija­rafe, Puntagorda y Garafia (8).

En el año 1985, «suspen­dido el convenio con la Segu­ridad Social y agravadas las circunstancias que planteaba su sostenimiento (…) al no poder superar éstas, fue cerrada» (9), quedándose los vecinos huérfanos de la única clínica privada que quedaba; del centro que durante casi nueve lustros había aten­dido con eficacia y sin inte­rrupción los servicios de urgencia, cirugía y otros que requería la zona.

Las colaboraciones expuestas anteriormente, en especial la creación del patro­nato, demuestran que hubo conciencia oficial de la importancia de la clínica y de sus difi­cultades económicas; el cierre, demuestra que al final no se hizo lo suficiente para man­tenerla.

De nada sirvieron las palabras de alarma del doctor Martín Gregorio al enterarse de que la clínica se hallaba en peligro de desaparición: «Sería un lamentable error que esto llegara a su­ceder. Porque esta clínica, hoy muy mejorada merced a la actividad del doctor Hernández Sosa, hace falta pa­ra que la vida de cerca de 40.000 seres humanos tenga la salvaguardia de un buen servicio operatorio ( … ). Espe­ramos que las autoridades todas, sa­nitarias y no sanitarias, no consien­tan en modo alguno que una zona quede sin la cirugía que a ella supie­ron llevar hace ocho lustros dos hu­mildes médicos» (10).

Según el doctor Brito Pérez, des­pués de cerrada, un exalcalde, León Manuel Acosta Nazco, proponía, en una entrevista radiofónica, su recu­peración, por considerar que la clínica de Los Remedios era «un bien irre­nunciable para todo el Valle» (11).

El 17-01-1961, los doctores Pedro Hernández Torres y Jesús Monllor Olcina, y el empresario Clemente Gon­zalvo Capote solicitaron, en el

Ayuntamiento de El Paso permiso para obras de ampliación en la vivienda de la finca Villa Carballo, ubicada en Los Dos Pinos, propiedad del citado em­presario, según el proyecto confec­cionado por el arquitecto Rubens Henríquez (12).

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Inmueble en el estuvo ubicada la Residencia Sanatorial Valle de Aridane

El edificio, de dos plantas, previsto para albergar la Residencia Sanatorial Valle de Aridane, más conocida como la Clínica de Los Dos Pinos, dispon­dría, en la primera planta, de los si­guientes servicios: salas de espera, de reuniones y de lectura, cocina, des­pensa, comedor, despachos de médi­cos, y dormitorios del personal auxi­liar. Y en la segunda: sala de espera, quirófano, sala de partos, cuarto de curas, sala de instrumental y auto­clave, lavabos de señoras y de caba­lleros, y trece dormitorios con cuar­tos de aseo en su mayoría.

El equipo médico estuvo formado por los doctores Pedro Hernández Torres, Jesús Monlior Olcina, y Grego­rio Acosta Pulido, y el practicante José Camacho Camacho. El doctor Hernán­dez Torres, natural de Fuencaliente, era especialista en ginecología y obs­tetricia, y en neurología y psiquiatría; su dedicación profesional ha sido re­conocida con el nombramiento de Hijo Adoptivo de Los Llanos de Ari­dane. El doctor Monlior Olcina, ali­cantino, que regentaba la plaza de mé­dico forense, ejercía como urólogo y competente cirujano.

En esta clínica, se realizaron diver­sas y numerosas operaciones quirúr­gicas, en muchas de la cuales parti­ciparon especialistas que lo venían haciendo en la capital de la Isla, entre ellos, Ariza, Gil Betés, y Morera Bravo.

Después de trece años de una in­tensa, sacrificada y poco remunerada labor sanitaria, los citados doctores y el empresario, ante las dificultades que planteaba el ruinoso manteni­miento de esta clínica, «se vieron obligados a cerrarla en 1974, al no conseguir conciertos ni ayudas económicas que pudieran ayudar a mantenerla a flote» (13), pri­vando a la zona de un segundo cen­tro que solventaba de manera inme­diata parte de las urgencias y de la cirugía.

Sobre estos temas se alzó la voz autorizada de un exalcalde, Manuel Pereyra: «La clínica privada Nuestra Señora de los Remedios, que tantos y tantos beneficios prestó y a la que últimamente se ha tratado de forma deplorable por quienes tenían en sus manos el que pudiera haber conti­nuado en funciones».

Pero estos cen­tros, que cubrían en gran parte las necesidades sanitarias de la comarca, más la clínica de Los Dos Pinos, en su totalidad han desaparecido y ahora sólo existe el recientemente creado centro comarcal de la salud que es un simple centro que no puede cubrir ni cubrirá lo que anteriormente lo que anteriormente se conseguía con los citados centros (… ).

La sanidad del Valle de Aridane, y toda su amplia comarca, en lugar de progresar, ha retrocedido escandalosamente en todos los aspectos (14). Si esto decía el señor Pereyra en 1987, ¿qué hubiese dicho hace dos años, antes de entrar en funcionamiento la Clínica Brismedical cuando la situación era la misma que él denunciaba, salvo la presencia del policlínico Sermeva?

Las lecciones irrebatibles que presenta la Historia obligan a los gobernantes a no repetir los errores y a recrear los aciertos. En este caso, de apoyar, de forma suficiente y permanente, al centro médico-quirúrgico como el presente que, sin duda, tendrá escasa o nula rentabilidad y, por tanto, no podrá mantenerse por sí solo, pero que será fundamental para el turismo, e imprescindible para la salud y el sosiego de los habitantes de la zona

Según su director, en la Clínica Brismedical, desde enero de 2012 hasta mayo de 2014, se han hecho 237 cirugías variadas, con resultados totalmente satisfactorios, y han sido atendidos 8.910 enfermos (exploraciones y consultas) por veinticinco especia­listas, «todo ello, sin estar a pleno renimiento» (15).

Estos contundentes datos, además de evidenciar que la clínica es nece­saria, han supuesto comodidad y ahorro económico para los enfer­mos y sus familiares, y un notable ali­vio para la agobiante lista de espera quirúrgica de la sanidad pública, que en el pasado marzo rebasaba los 1.300 enfermos, de los cuales,635 lle­vaban más de seis meses esperando ser operados (16).

La Seguridad Social, que ha sido uno de los mayores logros consegui­dos en este pais, atraviesa momentos difíciles. En el ámbito de nuestra Comunidad, una reciente encuesta, realizada a más de 4.000 ciudadanos por la Organización de Consumidores y Usuarios revela que los isleños sufren «una de las esperas más largas para ser vistos por su medico. Uno de cada diez debe aguardar entre una y dos semanas» (17). Nuestra pregunta es elemental: ¿qué le puede ocurrir a un paciente en el plazo de una o dos semanas si su enfermedad es grave y requiere un tratamiento urgente?

Si en un pasado, vivo aún en la me­moria, se perdieron, por falta de apo­yos, las clínicas de Los Dos Pinos y de Los Remedios y, con ellas, el avance sanitario que habían aportado a todo el Valle, no permitamos que de nuevo se puedan perder la seguridad y la tranquilidad que nos proporciona la cercanía de un centro sanitario com­pleto y puntero.

Pueden servirnos de referente otras islas, como Tenerife, Las Palmas o Lanzarote, que cuentan con varias clínicas privadas; y de que este tipo de empresa está vivo y pujante es prueba el hecho de que una de ellas, Hospitén, continúa en fase de expansión en nuestro país y en el extranjero (18).

Entendemos que la clínica privada es un complemento demostrado a lo largo y ancho de este país como un complemento para el oeste de la Isla; lo que nos lleva a considerar imprescindibles los conciertos con la Seguridad Social a fin de conseguir dos objetivos irrenunciables: movili­zar la estancada lista de espera, y acer­car los servicios sanitarios a los pacientes de media isla.

Al enfermo le es igual que el cen­tro que lo atienda sea público o privado; lo que le importa es que lo curen lo mejor y lo más pronto posi­ble.

Afiancemos el bienestar y la seguridad que nos proporciona esta ins­titución que sólo aspira a mantenerse y dar el mejor y más moderno servi­cio sanitario al Valle de Aridane.

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NOTAS

  1. Brito Pérez, José María. Entrevista en Radio Murión.
  2. Martín Gregorio, José, «Amenaza en Aridane». El Día, 21-03­1978.
  3. Martín Gregorio, José, o. c.
  4. Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane: «Doctor José Gon­zález Sobaco». Folleto biográfico publicado con motivo de la dedicación de una calle, el 02 de julio de 2006.
  5. Archivo municipal de Los Llanos de Aridane.
  6. Archivo municipal de Los Llanos de Aridane.
  7. Toledo Trujillo, Francisco Manuel, y Hernández del L. Muñoz, Historia de la Medicina palmera y sus protagonistas. Centro de la Cultura Popular Canaria, Tenerife, 2001, pág. 264. Libro referencial y de lectura obligada para todos aquéllos que se hallen interesados en el tema.
  8. Archivo municipal de El Paso.
  9. Toledo Trujillo, Francisco Manuel, y Hernández del L. Muñoz. La Medicina social en la isla de La Palma en el siglo pasado. Estudios generales de la Isla de La Palma, N° 2, 2006.
  10. Martin Gregorio, José, o. c.
  11. Brito Peréz, José María. Entrevista personal.
  12. Archivo municipal de El Paso.
  13. Acosta Pulido, Gregorio. Entrevista personal.
  14. Pereyra-Garcia y Felipe, Manuel, «La sanidad en Los Llanos de Aridane», El Día, 14-11-1987. Artículo de prensa.
  15. Brito Ramos, José Miguel. Entrevista personal.
  16. Diario de Avisos, 08-03-2014.
  17. El Día, 27-05-2014, pág. 3.
  18. El Día, 23-05-2014, pág. 6.

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Artículo relacionado:

Cortesía del Dr. José María Brito Pérez

[*Opino}– Más sobre los teléfonos celulares y sus efectos en la salud

11-06-14

Carlos M. Padrón

El artículo que copio abajo trata de los malos efectos que sobre el esperma pueden tener los teléfonos celulares cuando se los lleva en los bolsillos de los pantalones, o sea, cerca de la zona pélvica.

Me llama la atención que, a excepción del artículo Why is it that my Pelvic area Vibrates?, nada más he encontrado que analice o explique el fenómeno de las desagradables vibraciones que en esa zona pueden inducir los celulares cuando se los lleva cerca de ella.

En el artículo Alerta, personal y muy en serio, sobre la modalidad de vibración de los celulares (versión en español) —y Personal and serious alert on the cell phones’ vibration mode (versión en inglés)— expliqué bien mi caso, y, de los varios comentarios recibidos en la versión en español, se deduce que las vibraciones de los celulares pueden producir ese desagradable —y supongo que también poco saludable— efecto tanto en hombres como en mujeres.

Dado lo muy desagradable que tal efecto es, y para evitar lo posiblemente perjudicial para la salud, desde entonces decidí no sólo llevar el celular en la parte alta de mi cuerpo, y lo más alejado posible de mi cintura, sino también eliminarle la función de vibración.

Pasada una semana, las vibraciones en mi zona pélvica no han vuelto a aparecer.

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10/06/2014

Llevar el celular en el bolsillo perjudica la fertilidad de los hombres

La calidad del esperma se redujo en las muestras expuestas a la radiación de los teléfonos celulares.

Los hombres que llevan su teléfono celular en el bolsillo del pantalón podrían lastrar sus posibilidades de ser padres puesto que estos dispositivos parecen afectar negativamente a la fertilidad masculina, según alerta un nuevo estudio dirigido por la Universidad de Exeter, en Reino Unido, y publicado en ‘Environment International’.

Investigaciones anteriores han sugerido que las radiaciones electromagnéticas de radiofrecuencias (RF-EMR, por sus siglas en inglés) emitidas por los dispositivos pueden tener un efecto perjudicial sobre la fertilidad masculina. Aunque hay controversia.

A nivel mundial, la mayor parte de la población adulta posee teléfonos celulares, y alrededor del 14 % de las parejas de los países con ingresos altos y medios tiene dificultades para concebir.

Un equipo dirigido por la doctora Fiona Mathews, profesora de Biociencias de la Universidad de Exeter, realizó una revisión sistemática de los resultados de diez estudios, que en total incluyen 1.492 muestras, con el objetivo de aclarar el papel potencial de esta exposición ambiental.

Los participantes en los análisis realizados eran de clínicas de fertilidad y centros de investigación, y la calidad del esperma se midió de tres formas diferentes:

  1. La motilidad. La capacidad de los espermatozoides para moverse adecuadamente hacia el óvulo
  2. La viabilidad. La proporción de espermatozoides vivos, y
  3. La concentración. El número de espermatozoides por unidad de semen.

En los grupos de control, entre el 50 y el 85% de los espermatozoides tenían un movimiento normal, una proporción que se redujo una media de unos ocho puntos porcentuales cuando se produjo la exposición a teléfonos celulares.

Los efectos fueron similares a los observados para la viabilidad de los espermatozoides mientras la influencia sobre la concentración de espermatozoides fue menos clara.

«Dada la enorme cantidad de teléfonos celulares en todo el mundo, debe aclararse el papel potencial de esta exposición ambiental. Este estudio sugiere que la exposición a la radiación electromagnética de radiofrecuencia del celular en los bolsillos del pantalón afecta negativamente a la calidad del esperma», subraya Mathews.

A su juicio, esto podría ser «particularmente importante» para los hombres que ya están en el límite de la infertilidad, por lo que cree que se requiere más investigación para determinar las implicaciones clínicas completas para la población en general.

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[*Opino}– Acerca de la salud y los tipos de vinos

13-12-13

Carlos M. Padrón

En el artículo que copio abajo, el resaltado en la palabra ‘tinto‘ lo puse yo porque soy de los que creo que el vino es —por definición y antonomasia, además de por mención bíblica— tinto, y que cualquier otra variante es, al menos para mí, una adulteración del vino verdadero,… especialmente la champaña, bebida que detesto cordialmente.

Y eso de que el pescado debe ser acompañado con vino blanco es una moda que conmigo no funciona. Por tanto, coma yo lo que coma, si he de acompañarlo con vino será con tinto.

Ya esto lo saben bien mis buenos amigos que viven en Canarias, y cuando nos reunimos para comer pescado, que es lo que pedimos las más de las veces, ellos piden vino blanco, pero para mí piden tinto.

Lamentablemente, siempre hay alguno de ellos que se ha sumado a mi teoría y usa mi botella 🙂

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13/12/2013

Diez beneficios del vino tinto que probablemente desconocías

A lo largo de los últimos años, numerosos estudios científicos han probado los beneficios de consumir regularmente cierto tipo de alimentos, capaces de hacernos adelgazar, ayudar al corazón a mantenerse sano o reducir el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer.

Sin embargo, muy pocos productos acumulan tantas cualidades positivas como el vino tinto.

Prueba de ello es la lista de diez cualidades beneficiosas para la salud probadas científicamente que recopila una entrada del blog «Culturizando» y que sin duda constituye una excusa para tomar un buen vino tinto, aunque, eso sí, siempre con moderación.

1.- Aliado contra la grasa

El consumo de vino tinto activa la función de un gen que impide la formación de nuevas células de grasa y ayuda a movilizar las existentes, según un estudio realizado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts.

Aunque contiene siete calorías por gramo, en dosis moderadas contribuye a reducir la obesidad y el sobrepeso al envejecer.

2.- Combate las bacteria bucales

Investigadores italianos han confirmado que la costumbre de tratar con vino las infecciones de las encías tiene un fundamento científico. Al parecer, algunos compuestos presentes en esta bebida frenan el crecimiento bucal de los estreptococos y bacterias vinculadas a las caries, además del de otros asociados a la gingivitis y dolores de garganta.

3.- Mejora de la función cognitiva

Alrededor de 70 estudios demuestran que el consumo moderado de vino mejora el funcionamiento del cerebro y, en pequeñas cantidades, previene la demencia.

Los científicos creen que se debe a que la elevada presencia de antioxidantes en su composición reduce la inflamación, impide que las arterias se endurezcan, e inhibe la coagulación, lo que mejoraría el riego sanguíneo.

4.- Complemento placentero

Al degustarlo con moderación se liberan endorfinas en dos áreas del cerebro, aumentando la sensación de placer, de acuerdo con un estudio realizado en la Universidad de California.

Además, si la luz ambiental es roja o azul, el placer y el sabor del vino son mucho más intensos que cuando ésta posee tonalidades verdes o blancas.

5.- Ejercicio embotellado

Una investigación publicada en The FASEB Journal, sugiere que el resveratrol de la uva disminuye las consecuencias negativas de la vida sedentaria.

6.- Limpiador de paladar

Tomado durante la comida, el vino ayuda a percibir mejor los sabores que cuando ésta se acompaña con agua. Esto se debe a sus propiedades astringentes, que evitan la excesiva sensación de grasa causada por alimentos como las carnes rojas, y permiten degustar mejor la comida.

7.- Reduce riesgo de cáncer

El vino tinto ayuda a reducir el riego de cáncer de pulmón en hombres, sobre todo si son fumadores. Además, bloquea el crecimiento de las células responsables del cáncer de mama.

Estas propiedades podrían deberse a que uno de sus componentes, el resveratrol, frena los efectos del estrógeno, la hormona femenina por excelencia.

8.- Aliado del corazón

Una copa al día, en el caso de las mujeres, o dos en el de los hombres, contribuye a aumentar los niveles de colesterol bueno en la sangre, y previenen las complicaciones cardiovasculares.

9.- Cuida la próstata

Un estudio asegura que consumir siete vasos de vino tinto a la semana y después de cumplir los 40 años de edad, reduce en más de la mitad los diagnósticos de cáncer de próstata.

10.- Hábitos saludables

Un estudio publicado en el British Medical Journal revela que los aficionados a la degustación del vino suelen consumir alimentos más sanos, y tener una dieta más equilibrada que los consumidores habituales de cerveza.

Según este informe, los enófilos consumen más aceitunas, frutas, verduras, quesos bajos en grasa, leche y carnes saludables.

Fuente

[Col}– Eutanasia perversa / Dr. Juan Antonio Pino Capote

19-09-13

Ajuste de pensiones

Como tantas otras muchas cosas, en este mundo desquiciado la eutanasia también se ha pervertido.

La deseada “buena muerte” se ha convertido en un objeto de deseo para los gobiernos y su oportunismo de parcheo inmediato de los males que nos afligen. Una inmediatez que no va más allá del tiempo que dura una legislatura.

Puede que los sucesores hagan un cambio radical hacia el extremo opuesto, pero el mundo no puede progresar con cambios de rumbo bruscos, desorientados y especulativos.

Tras la máscara de la deseable “buena muerte” se esconden intereses espurios y perversos. Tras el respetabilísimo derecho a morir en paz se esconde la intención de acabar con la vida inútil y liquidar el derecho a vivir en paz.

El hombre se encuentra reducido a una máquina de producción y consumo, y sólo revive como persona cuando tiene que firmar el cheque en blanco de la votación. Y cuando no es productivo no le queda más que esta última alternativa, al tiempo que contempla cómo, de las concepciones socioeconómicas en vigor, van desapareciendo los valores éticos y humanísticos.

El 11 de abril de 2012, en Nueva York, Sandro Pozzi publicó el siguiente titular: «El FMI pide bajar pensiones por «el riesgo de que la gente viva más de lo esperado»». La recomendación nos viene de afuera, lo cual es más penoso porque el problema tiende a la globalización, y es más evidente y acuciante en los países que padecen la actual crisis económica.

Por otra parte, el pasado 17 de septiembre, el periódico ABC publicó el artículo «Estilo de vida saludable mejora nuestro ADN», en el que se dice que “Llevar un estilo de vida más saludable puede modificar nuestra genética. Por vez primera, un trabajo que se publica en The Lancet Oncology demuestra que los cambios positivos que hacemos en nuestro estilo de vida —comer sano, hacer ejercicio, no fumar, etc.— tienen una repercusión en la longitud de nuestros telómeros, pequeños complejos de ADN localizados en el extremo de los cromosomas que afectan directamente al envejecimiento celular”.

Si se recortan las pensiones se acortaran también nuestros telómeros y viviremos menos, como una forma sutil de eutanasia anticipada. Salvo dejar de fumar y hacer ejercicio, con el empobrecimiento, nuestra vida no será más saludable ya que la alimentación, los cuidados sanitarios y la calidad de vida dependen mucho de los factores económicos.

Con estos postulados existe también la posibilidad de que algunos prefieran no vivir después de su etapa de servicio útil a la comunidad a causa de sus estrecheces. También cabria la tentación de asignar las pensiones en proporción a la longitud de los telómeros de cada uno.

Si en el pasado el alargamiento de la esperanza de vida era considerada como un logro de la sociedad del bienestar, ahora es todo lo contrario por el gran aumento de seres improductivos a los que hay que asfixiar para que la rueda infernal de producción y consumo siga funcionando y acabe con el clima y con las reservas del planeta Tierra.

Soy la voz de uno que clama en el desierto. ¿Hay alguien ahí?

En la actualidad existen sobre la Tierra suficientes conocimientos, tecnología, medios y capacidad para encauzar el rumbo de la Humanidad y del planeta en el sentido de la paz y el bienestar de los hombres, de todos los hombres, y no sólo de los pocos que nos dirigen y de los grandes capitalistas. Falta lo que tendría que sobrar: voluntad de los que tendrían en sus manos la posibilidad de proyectarlo y hacerlo.

Hace algún tiempo que el ensoñador Zapatero esbozó la famosa “alianza de civilizaciones”. No era el momento ni la forma de hacerlo; debió ir más allá. Debió pedir una alianza de todo el acervo cultural de las civilizaciones, la Ciencia, la tecnología, la filosofía y todas las capacidades del hombre con el PODER en las más altas instancias de las organizaciones mundiales para imponer la sensatez y la evidencia en las decisiones fundamentales de nuestra existencia.

Tú o usted, amable lector, sí que estás ahí. Otros que deberían estar no lo están, y desde su engreimiento dirán que esto son “majaderías”. Pero lo cierto es que necesitamos grandes cambios que no vendrán de otro planeta ni de un nuevo Mesías.

Sé que hay millones de seres que estarán de acuerdo en que el cambio es fundamental; que nuestros sistemas de organización, desmadrados y anárquicos, están periclitados; que el axioma de “vox populi vox Dei” (La voz del pueblo es la voz de Dios), por muy bonito que resulte sólo significa que, si nos equivocamos, lo hacemos entre todos, lo cual da un poder desmedido a nuestros representantes.

Sólo nos queda la esperanza de que la voz del pueblo se convierta en el gran clamor, y la oración, con su poder, transforme las cosas para el bien de todos y del planeta que habitamos.

Dr. Juan Antonio Pino Capote
jpincap@gmail.com

[*Drog}– Acerca de un perfume para buscar pareja

31-01-13

Carlos M. Padrón

El artículo que copio abajo anuncia que unos científicos alemanes han creado un perfume que sirve al propósito que he puesto en el título: buscar pareja.

Esto me hace recordar el dicho «Éramos pocos en casa, y parió la abuela», pues si hasta ahora esa búsqueda se ha basado en la fatal atracción romántica, en el llamado «amor a primera vista», ahora se añade, como para meter más la pata, el olor corporal, algo de corte instintivo, con lo cual la razón queda un paso más atrás de lo que hasta ahora estaba.

No faltará quien diga que eso del olor corporal es un factor natural. Por favor, no olvidemos que a la Naturaleza le importa un pito la felicidad humana; sólo se ocupa de la reproducción de la especie y de que se imponga el mejor —eso que llamamos justicia es un invento de la sociedad— y, por tanto, no toma en cuenta la relación de pareja.

La tarea de velar por la reproducción de la especie incluye la mejora de ésta, y por eso en el artículo se dice que los hijos procreados por una pareja que se haya sentido atraída por sus olores corporales, serían más resistentes a las enfermedades.

Arguyen que los animales también se guían por el olor corporal, pero me temo que los perros no han leído sobre este descubrimiento, o los descubridores no se han fijado mucho en cómo proceden los perros, pero es el caso que para los perros machos cualquier perra en celo, así le doble el tamaño o sea una enana a su lado, es un imán más poderoso que la comida o el apego a su dueño.

Lo peor de todo esto es que el tal perfume busca facilitar una elección inconsciente; o sea, que la razón no pinta nada en esa elección, a menos que lo que la pareja así formada busque sea sólo placer olfativo (trampa de la Naturaleza) e hijos potencialmente resistentes a las enfermedades (objetivo de la Naturaleza).

Lo de la calidad de la relación de pareja, repito, no cuenta aquí para nada.

La parte anecdótica es que uno no puede dejar de preguntarse qué pasaría si se pusiera de moda el uso masivo de ese perfume, y en una reunión social nos sentaran junto a alguien cuyo olor corporal nos resulte simplemente apestoso.

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23/01/2013

Científicos alemanes han desarrollado un perfume para ayudar a buscar pareja, y cuyo aroma resalta el olor corporal individual.

La fragancia sintética ayuda a desvelar la composición de los genes inmunológicos que los potenciales amantes pueden reconocer inconscientemente como los apropiados para combinar con los suyos, y así tener hijos más resistentes a las enfermedades.

La investigación aparece publicada en la revista Proceedings of the Royal Society B.

Según el director del Instituto Max Planck de Inmunología y Epigenética, en Friburgo, y el jefe del estudio, Thomas Boehm, el olor corporal desempeña un papel decisivo en la elección de pareja.

La fragancia sintética, en la que los científicos han trabajado durante diez años, resalta precisamente el olor corporal de una persona. «El estudio se mueve en los límites entre la inmunología y el comportamiento», señaló el experto en declaraciones a la prensa alemana.

Según Boehm, los animales (y los perros?) indican, a través de su olor corporal, los genes inmunológicos que portan. «Del olor de las potenciales parejas se desprende si son el complemento óptimo a los propios genes inmunológicos. Los descendientes son así resistentes a un amplio espectro de gérmenes patógenos», explicó.

Este hecho ha sido demostrado ya hace décadas en animales, pero la constatación de que esto ocurre también en los humanos constituye una novedad. Los genes inmunológicos y el olor ligado a ellos es diferente en cada individuo, y la elección de pareja a través de la fragancia es un acto inconsciente, subrayó.

«Aunque en las personas existen a nivel general varios cientos de tipos diferentes de los llamados genes inmunológicos HLA (antígenos leucocitarios humanos), cada individuo posee únicamente unas pocas variantes, y éstas son las que determinan el típico olor corporal», precisó el científico Manfred Milinski.

Los expertos decodificaron estos olores, lo que les ha permitido ahora crearlos artificialmente.

Listo para salir al mercado

Al final del estudio, los científicos ofrecieron a alrededor de 30 estudiantes universitarias diferentes perfumes, de los cuales las participantes eligieron aquél que se corresponde a su propio olor corporal, generalmente percibido como positivo y agradable, según los resultados de la investigación.

«Estas conclusiones abren la posibilidad de crear nuevos tipos de fragancia que, al resaltar el olor corporal, indiquen a las potenciales parejas la composición de los genes inmunológicos HLA de la persona que lo usa», indicó Milinski.

En este sentido, subrayó que «los perfumes con una eficacia biológica absoluta pueden ser producidos sintéticamente sin tener que recurrir a productos animales».

La fragancia para la búsqueda de pareja está, en principio, lista para salir al mercado, aunque por el momento no existen planes concretos para una fabricación en serie, puntualizó.

Fuente: ABC

[*Opino}— Se insiste en que el resfriado no tiene remedio, pero…

03-10-12

Carlos M. Padrón

No soy médico pero me gusta compartir los hechos de salud, y remedios asociados, que en mí han probado ser reales y que funcionan, como ya hice con lo de las vibraciones en la pelvis.

El artículo que copio más abajo viene a decir que ni resfriados ni catarros —los tratan como iguales— tienen cura, lo cual me permito poner en duda.

Desde los años ’80s comencé a padecer de resfriados frecuentes. Consulté con médicos y más médicos, pero ninguno logró dar con la solución a este problema que llegó a afectarme hasta dos veces en un mismo mes, con duración de una semana cada vez, confirmando así lo de que un resfriado tratado dura una semana, y sin tratar, siete días.

Después de mucho analizar descubrí que me venían a raíz de un cambio brusco de temperatura, en especial de calor a frío, y lo único que pude hacer fue tratar de prevenirlos, casi nunca con éxito, manteniéndome siempre abrigado, a pesar de que vivo en un país en el que hace calor casi todos los días del año, así que eso de salir a la calle en mangas de camisa, aunque fuera a mediodía, ha sido un lujo que por años no he podido permitirme.

Algunos médicos llegaron a la conclusión de que se trataba de una reacción alérgica, y desde comienzos de los ’90s empecé a tomar antialérgicos cada vez que notaba los síntomas, y a veces éstos desaparecían si yo tomaba el antialérgico dentro de al menos unos 15 minutos de haber comenzado la amenaza. Si no, el resfriado ganaba una vez más.

Lo curioso era que, cuando yo tenía suerte, aproximadamente una hora después de tomar el antialérgico todo volvía a la normalidad como si nada hubiera ocurrido; algo que era —y es— casi irritante.

Desde entonces llevo siempre conmigo el antialérgico de turno. Recuerdo que comencé con uno llamado Polaramine, y el que uso al momento se llama Talzic.

Con el tiempo descubrí una relación directa entre una situación de estrés y la aparición de los síntomas del resfriado, o, dicho de otro modo: cualquier evento que baje mis defensas dispara el inicio de un resfriado.

Y así, en este tejemaneje he estado por años.

En marzo del pasado 2011, al llegar a Canarias tuve una seria situación de estrés tan violenta que ni el Talzic pudo hacer nada. El consiguiente resfriado me duró hasta finales de junio porque la situación en cuestión se reforzaba con nuevos eventos, y no salía yo de una para entrar en otra.

A finales de junio/2011 fui a mi cita periódica con el endocrinólogo, le conté lo que me había pasado, y tal vez porque nuestra relación es ya de vieja data me dijo que, a pesar de ser él un médico «ortodoxo» me recomendaba que fuera a ver a un homeópata, pero a uno en especial que, muchos años atrás, había curado a su hija pequeña —hoy mujer hecha y derecha— de una perniciosa afección que ninguno de los muchos médicos a los que él había llevado a su hija pudo curar.

Con ese homeópata por él recomendado había estado yo en tratamiento en 1990, pero en un viaje de trabajo que hice entonces a México olvidé llevar los diminutos óvulos que los homeópatas mandan a tomar, y me sorprendió por asalto un resfriado de los más graves que he tenido. Ante esto, y como yo iba a seguir viajando, dejé de ir al homeópata.

Por la recomendación de mi endocrinólogo volví de nuevo en julio/2011. El homeópata recuperó mi historia de 1990 y comencé con él un nuevo tratamiento que duró varios meses.

Los síntomas que amenazaban con el comienzo de un resfriado fueron espaciándose en el tiempo y perdiendo fuerza, y cuando ahora aparece alguno —cosquilleo en la nariz o picor en la garganta—, si antes de 5 minutos tomo una pastilla de AirBorne, un complejo vitamínico que se disuelve en agua como el Alka-Seltzer, adiós a los síntomas; si me sobrevienen por causa de una clara situación de estrés, tomo el Talzic, o éste y el AirBorne, y así me he librado de resfriados desde aquél que terminó en junio del año pasado.

O sea, que ya llevo más de un año sin ellos, lo cual no ocurría desde antes de inicios de los ’80s. Eso sí: sigo con mis precauciones de andar abrigado, llevo siempre conmigo Talzic y, si viajo, también el AirBorne,… que en casa mantengo a mano en mi mesa de noche.

Además, descubrí algo que también me ha ayudado: no ducharme con agua caliente sino más bien fría. Así evito el paso de calor a frío al salir de la ducha.

Otra cosa curiosa es que el frío que me hace daño es el natural, el del medio ambiente; con el del aire acondicionado no tengo problema.

Al menos en éste mi caso, el resfriado tal vez no tenga remedio pero sí una forma eficaz de evitarlo.

El mes pasado salí dos veces a la calle en magas de camisa, y ni siquiera aparecieron síntomas.

***

03/10/2012

Silvia R. Taberné

El resfriado no tiene remedio

Otoño. Esa estación en la que lo mismo hace un frío inclemente, que al día siguiente un sol radiante. Días de caída de hojas y puede que de lluvia en una mañana que había amanecido despejada. Y, por supuesto, estación de resfriados por antonomasia.

Aunque los catarros pueden aparecer en cualquier época del año, es común que en los meses de septiembre y octubre las toses, estornudos, dolores de cabeza y de garganta se agudicen por los cambios climáticos, lo que hace que también sea el momento propicio para anunciar los ‘milagros’ de varios compuestos vitamínicos que, según explican, evitarán pasar por tan fastidiosos síntomas.

Pero la realidad se empeña en ser más terca. Esta vez es la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda, la encargada de desmontar tales beneficios y llegar a la conclusión de que los suplementos de vitamina D no son esa ‘llave mágica’ que nos permita escapar de la cantidad o severidad de los resfriados.

Los resultados los sacan a la luz desde las páginas del ‘Journal of the American Medical Association (JAMA).

Ni reducen ni alivian

A la vista de los pocos estudios que se han realizado hasta la fecha sobre la efectividad de estos compuestos, el grupo capitaneado por el doctor David R. Murdoch realizó un ensayo aleatorio para examinar los efectos de los suplementos de vitamina D, tanto en la incidencia como en la dureza de los resfriados, escogiendo a un total de 322 adultos sanos, de los que la mitad recibieron estos suplementos, y la otra mitad sólo placebos, durante un total de 18 meses.

«El grupo que tomaba estos compuestos ingirió dosis orales de 200.000 UI [unidad internacional que mide la cantidad de esta sustancia] durante los dos primeros meses, y el resto de tiempo 100.000 UI. El grupo control recibía las mismas cantidades de placebo de la misma forma», explica Murdoch, que analiza los resultados: «Atendimos a variables, como el número de infecciones respiratorias, la duración de los síntomas de cada episodio y el número de días que estos resfriados impidieron a las personas analizadas acudir a sus puestos de trabajo».

Para este investigador, los datos hablan por sí solos. «Hemos encontrado que no hay diferencias, estadísticamente ni epidemiológicamente significativas, entre ambos grupos», asegura, «En total, hubo 593 catarros del grupo de los suplementos de vitamina D, por 611 de los del grupo placebo, lo que no representa una diferencia a tener en cuenta», indica el doctor Murdoch.

«El promedio de la duración de los síntomas era de 12 días en cada grupo, mientras que la media de abstención al trabajo por estos resfriados era de menos de uno también en ambos grupos», afirma.

Resultados de esperar

Para varios especialistas los datos eran de esperar, más que nada porque, según dicen, vienen a confirmar lo que otros estudios ya han empezado a indicar. Siempre se está especulando sobre este tipo de complementos, y es cierto que estos meses son época propicia para que los herbolarios los vendan, pero la realidad es que no hay ninguna evidencia científica de que den algún resultado significativo sobre la prevención o alivio de los síntomas de gripe y resfriados fuertes.

El suplemento de vitamina D estudiado sí puede ser beneficioso para quienes tengan un déficit de esta vitamina y sufran enfermedades como el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), pero si se trata de pacientes sanos, como son los estudiados, los resultados vienen a ser muy similares a los de otros compuestos que se venden como panaceas contra los catarros, como los compuestos de vitamina C, E, las equináceas o el zinc, que son los clásicos para atajar estos síntomas o tratar de prevenirlos.

Como en el caso de la vitamina D, los compuestos de vitaminas C o E no han demostrado, hasta el momento y de forma científica, ninguna efectividad especial. De forma preventiva, es cierto que, en algunos estudios, se ha observado una mínima reducción de los casos, pero realmente escasa; mientras que tomados cuando ya se notan los síntomas no han reducido ni el tiempo ni la severidad de los resfriados.

Sin embargo, en el caso de pacientes con estrés físico, como los atletas, sí parece que la vitamina rebaja la incidencia de resfriados, pero esto no es aplicable a la población general.

En cuanto a las equináceas, se presentan de tantas formas y con tantos compuestos que su efectividad es mucho más complicada de analizar. Aún así, tampoco se ha demostrado que acorten ningún síntoma ni tiempo ingeridas una vez se está resfriado. Igualmente, tampoco hay evidencia de que prevengan para nada. Además, en este caso hay que contar con algunos efectos secundarios, que no suelen ser habituales ni graves pero que hay que saber, como son los problemas cutáneos.

Los únicos que han demostrado algo más de eficacia son los suplementos de zinc. En este caso, hay evidencias de que tomarlos cuando se tienen los primeros síntomas acorta entre dos o tres días los resfriados, y también alivian sus síntomas, mientras que de forma preventiva reducen las consecuencias de los catarros, como puede ser el absentismo laboral.

Pero incluso aquí hay una advertencia: estos suplementos suelen ser muy caros, y hay que pensar en el costo-eficacia de ellos. Quizá ahorrarse dos o tres días de catarro salga demasiado caro, y más como están las cosas. Además, cuentan con efectos secundarios desagradables, como las náuseas.

Por todo ello, hay que plantearse si merece la pena tomarlos. Lo que hay que tener claro es que, a día de hoy, no hay forma de prevenir un catarro. Para la gripe y otras infecciones son eficaces las vacunas y, sobre todo, las medidas higiénicas, pero para los resfriados no hay nada.

Fuente: El Mundo