[*Opino}– Espacio en vez de punto al escribir cifras mayores de mil

31-12-14

Carlos M. Padrón

Esto de que, según dice el artículo que copio abajo, hay que poner espacio, en vez de punto o coma, en cantidades como, por ejemplo, 40.000.000, que dicen que debe escribirse 40 000 000 no lo «compro» porque el espacio existe para separar conceptos, y usarlo en vez de un signo separador es crear confusión en el lector.

Además, ¿no quedamos en que la RAE oficializa el uso? Pues en casos como éste se han usado, desde siempre, los puntos.

Por tanto, para los tales cuarenta millones seguiré usando la grafía 40.000.000.

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30/12/2014

2015, sin punto ni espacio tras el dos

Los años se escriben sin punto, coma ni espacio entre la cifra que marca los millares y la que indica las centenas.

En los medios de comunicación pueden encontrarse frases como

  • «Hay un contrato firmado hasta junio del 2.015»,
  • «El uno de enero del 2 015 asumirá su nuevo mandato» o
  • «Aprovecho para felicitarte las fiestas y desearte un excelente 2.015».

De acuerdo con la Ortografía de la Lengua Española, en los números que designan los años nunca se utiliza punto, coma ni espacio entre las unidades de millar y las de centena.

Cuestión distinta es que ese número no exprese un año en sí, sino una cantidad de años, caso en el que sí es posible introducir un espacio fino (Hace 40 000 años), pero no el punto ni la coma, de modo que las siguientes grafías no serían apropiadas: ni Hace 40.000 años ni Hace 40,000 años.

Así pues, en los ejemplos iniciales lo adecuado habría sido escribir

  • «Hay un contrato firmado hasta junio del 2015»,
  • «El uno de enero del 2015 asumirá su nuevo mandato» y
  • «Aprovecho para felicitarte las fiestas y desearte un excelente 2015».

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[*Opino}– Contradicciones en neologismos, acrónimos y siglas

21-12-58

Carlos M. Padrón

El uso que en España se da a los acrónimos y abreviaturas es algo que sigue llamándome a confusión.

Alguna vez —y lo publiqué AQUÍ— dijo Fundéu que «La Ortografía Académica precisa que muchas siglas que, como ERE, son pronunciables como palabras, acaban por convertirse en vocablos plenos (como uci, mir, pyme, etc.) y, como tales, pueden llevar una ‘s’ para marcar el plural: ere, plural eres».

Sin embargo, en el artículo que copio abajo noto que RAE aparece escrito con mayúsculas, pero CEO —acrónimo del inglés chairman executive officer— está en minúsculas. ¿Por qué? Si es por copia del inglés, en ese idioma se escribe con mayúsculas, o sea, CEO.

Creo que don Amando debería ser más consistente.

Además, ¿por qué si siglas como ere admiten una ‘s’ como plural, no puede admitirla CEO, que sí la admite en inglés?

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2014-12-19

Amando de Miguel

Modas, manías y mendacidades en los neologismos

José Luis García Valdecantos critica algunas incorporaciones de neologismos en la última versión del Diccionario de la RAE. Por ejemplo, externalizar, que en su opinión podría servir mejor subcontratar. Por lo mismo, backstage (cuatro consonantes seguidas) estaría mejor con trastienda.

La discusión se me antoja fatigosa. La RAE no admite palabras; simplemente muestra las que se repiten en los libros de cierta entidad. Ésas son las que van al Diccionario. Tal criterio me parece reduccionista. Mejor sería aceptar las palabras nuevas que se utilizan ampliamente en libros, artículos y redes, siempre que fuera por autores de reconocido prestigio.

No estaría mal que la venerable RAE diera paso a nuevos académicos de distintas profesiones y no necesariamente de la cuerda. Vamos, lo que se llama el Establishment (por favor, con <e> inicial y mayúscula). Lo libertarios ya me entienden.

Juan J. Carballal manifiesta el asombro que le produce la generalización del trivial «¿vale?» para lograr el acatamiento del interlocutor. Don Juan lo califica como una «túrmix homogeneizadora de los tiempos presentes». Confieso que yo utilizo el “vale”, pero como forma de despedida en correos y mensajes. Así lo hacían los clásicos con el significado de “cuídate”. Es la palabra con la que termina el Quijote.

Algunos neologismos me resultan simpáticos. Por ejemplo, conspiranoico, el resultado de combinar conspiratorio y paranoico. En cambio, me pone malo lo de referente en el sentido de «modelo a imitar».

Algunos nuevos significados son divertidos por lo despistantes que resultan. Así, plausible siempre ha sido «digno de aplauso», pero indica más bien «probable», seguramente por influencia del inglés. La lengua del imperio nos obliga a llamar dircom al jefe de ventas y CEO al director general (chairman executive officer). Me parecen cursiladas. Un ceo es el que tiene la potestad de ponerse el sueldo a sí mismo, donoso privilegio.

En esta seccioncilla he mantenido la tesis de que la profusión de siglas sirve algunas veces para despistar; peor, para engañar.

Juan Díaz López-Canti razona que el famoso IRPF no siempre es lo que predica, un impuesto sobre el rendimiento del trabajo personal. (No va a ser sobre el trabajo no personal).

La prueba es que se aplica tranquilamente a los pensionistas; en tal caso se trata verdaderamente de una doble imposición. Ese impuesto se aplicó en su día al pensionista cuando se encontraba en activo. Resulta que la doble imposición es un grave atentado contra el principio de equidad. Añado que me parece más bien una gigantesca estafa continuada.

Lamentablemente nuestros legisladores y jueces no se plantean que el Fisco pueda estafar a nadie. Y así seguimos, aunque digamos que somos una democracia. A cualquier cosa llaman chocolate las patronas.

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[*Opino}– Flagrante atentado contra la educación y cultura: promocionan en libro de texto la estrámbotica forma de escribir en celulares

10-03-14

Carlos M. Padrón

Igual que indignaría a cualquier padre preocupado por la educación de su hijo.

Se entiende que el fastidio que implica escribir en esos teclados miniatura que parecen hechos para dedos de sietemesinos, uno trate de reducir tal suplicio usando abreviaturas, algo como lo se hacía en los telegramas, pero llevar eso a un libro de texto orientado a niños o adolescentes es una aberración que merece multa, destitución y cárcel.

Si a la juventud se le dice que «todo lo que se entiende sirve», con razón los jóvenes son cada vez más torpes en el uso de la lengua escrita, por no mencionar lo mucho que la maltratan cuando la hablan. De ahí pasarán después al «tú sabes lo que quiero decir», y tal vez terminen comunicándose por señas.

¿Se pronunciará acerca de esto la ya en mis tiempos llamada «Ilustre Caimana de Madrid», alias la RAE? Tomando en cuenta que sus decisiones tienden cada vez más a hacerle la vida fácil a quienes no quieren estudiar, no me extrañaría que comenzara a dar legitimidad a la lista que ilustra el artículo que sigue.

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07/03/2014

Irene Gómez Peña

Libros de texto con erratas por culpa del celular

Rafael Arenas, catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona, se encontraba repasando la lección con su hija cuando descubrió algo que le indignó.

Se trataba de uno de los contenidos del libro de lengua castellana de su hija, estudiante de quinto de primaria en Escuela La Florida en Santa Perpètua de Mogoda, Barcelona, en el que se explicaban las normas básicas del lenguaje en el celular.

 

«Regla de oro: todo lo que se entiende sirve», reza el epígrafe final del capítulo siete de este libro de la editorial Barcanova, bajo el que se justifica que la Ch puede convertirse en X, que la Q se escribe como K, que la H se suprime en algunos términos, y que las palabras en inglés se escriben tal y como suenan. De este modo, el término «please», sería «plis» y el «I love you» aparecería como «ailvu».

Fue tal la sorpresa y la indignación de Rafael que decidió compartir una foto en Facebook que mostrara «lo que se aprende ahora en los colegios». La imagen se viralizó de manera espectacular, llegando a conseguir más de 15.500 compartidos en Facebook con todo tipo de comentarios al respecto.

«En vez de educar a los niños en la corrección, precisión y elegancia del lenguaje, les hacemos pasar por normal la aberración del «tq» por «te quiero» y el que no se pongan acentos», decía este padre barcelonés con mucha resignación en su muro de la famosa red social.

«Empobrece la cultura»

En unas declaraciones para ABC, Rafael Arenas se muestra preocupado con que en los libros de texto se deje espacio a este tipo de conocimiento que él mismo considera «una aberración» y que, además, «empobrece» la cultura de los alumnos.

«En casa insistimos a mi hija con escribir de manera adecuada, tanto si es en el celular como en el computador, y mi sorpresa llega cuando le cae en un examen este tipo de vocabulario», confiesa.

Rafael insiste en que «para los niños tiene mucha importancia lo que se aprende de los libros» y señala que si este tipo de lenguaje que se usa de manera incorrecta en Twitter, Facebook o WhatsApp forma parte del currículo escolar «es normal que en el informe PISA consigamos un deficiente en la comprensión lectora».

Sin embargo, desde la editorial Barcanova advierten de que han de contextualizarse las declaraciones de este padre, e indican que el capítulo 7 de este libro, que versa sobre las abreviaturas, incluye un cuadro de reflexión para profesores y alumnos sobre el uso del vocabulario del celular y el empobrecimiento que provoca en el mensaje de los alumnos.

«En esta lección se abordan varias herramientas para tratar la comunicación escrita, con las que después reflexionar. Es natural hablar de todo tipo de lenguaje, sobre todo del que se usa en el mundo en el que viven los jóvenes, ya que se trata de algo cercano a ellos. Para entender los códigos se necesita comprender la lengua, y eso es lo que se trabaja», comentan en la editorial.

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[*Opino}– Otra prueba más de la ‘tirria’* española a la lengua inglesa

07-03-14

Carlos M. Padrón

En el artículo (extracto) que copio abajo, la RAE se molesta porque la letra de la canción con la que España participará en el festival de Eurovisión tiene partes en inglés.

Las decisiones de la RAE se me antojan cada vez más incomprensibles. Veamos:

  1. Ya está más que demostrado lo nocivo de la ignorancia que del inglés tienen los españoles
  2. Se ha dicho cien veces que le problema nace por la casi secular negativa a proyectar, en versión original y con subtítulos, las películas y series de TV extranjeras
  3. Es más que sabido que la exposición a versiones originales ayudaría mucho a educar el oído de los espectadores, sobre todo de los jóvenes
  4. Es también sabido que éstos son generalmente muy dados a la música de hoy, y permeables a lo que ven en TV

Por tanto, si en Eurovisión cantan en inglés, eso ayudaría y no perjudicaría a nadie, excepto al sentimiento antigringo que ya se ha manifestado en muchas decisiones de la RAE. ¿O es que ésta cree que los jóvenes y no tan jóvenes no entienden y cantan canciones en inglés?

Y si varios países de Latinoamérica —mejor debieron decir «Hispanoamperica»— han manifestado «sorpresa» por el caso, lo cual leo como solidaridad con la posición de la RAE, no debe haber sido por boca de sus habitantes, pues en esta parte del charco una mayoría de hispanoamericanos se manejan bien con el inglés.

Y eso de que hablar inglés es de fachas es un vergonzoso pretexto que pone de manifiesto la incapacidad y frustración de quien lo usa, alguien a quien habría que preguntarle de qué es hablar sólo español, y qué tiene de bueno hablar sólo un idioma.

Artículos relacionados:

(*) Lo de ‘tirria’ lo pongo entre comillas porque en realidad ansían poder hablar inglés.

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 07/03/2014
La RAE se molesta porque España cantará en inglés en Eurovisión

El director de la Real Academia de la Lengua (RAE), José Manuel Blecua, ha enviado una carta al presidente de RTVE, Leopoldo González-Echenique, manifestándole la «inquietud» de la RAE por el hecho de que la canción que representará a España en Eurovisión tenga una parte escrita en inglés.

Según han informado a Efe fuentes próximas a la Academia, esta institución ha querido «ser discreta», pero no puede pasar por alto «un hecho así», dado que el español es una lengua hablada por 500 millones de personas.

Al parecer, y según estas mismas fuentes, la presencia del inglés en la canción española ha causado sorpresa en algunos países latinoamericanos, que se han dirigido a la RAE para saber si iba a manifestar su opinión sobre este hecho. La decisión de enviar una carta al presidente de RTVE fue aprobada por el pleno de la Academia.

«Dancing in the rain» es el título de la canción con la que Ruth Lorenzo (Murcia, 1982) participará este año en Eurovisión en representación de España, una canción que fue elegida por los espectadores de TVE y por un jurado profesional, la cual contiene estrofas en inglés. En realidad, la canción estaba originalmente escrita en inglés, pero fue la propia cantante la que decidió adaptar las estrofas al castellano para Eurovisión, según ha explicado a Efe su representante, Dani Valls.

Además ha precisado que aún no se ha tomado la decisión de si la canción se cantará en inglés, en español o en la versión con los dos idiomas. Por eso se han grabado tres versiones diferentes con cada una de las opciones.

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[*Opino}– ‘Ponible’. Preferible el ridículo antes que la ‘capitulación’

04/02/2014

Carlos M. Padrón

Ya he comentado las para mí ridiculeces u opciones sin sentido a que, con tal de evitar el uso de una palabra de otra lengua, muy en especial si éste es el inglés, llegan en España instituciones que, como Fundéu, se supone que tienen como propósito la defensa de nuetro idioma, lo cual implica —o al menos eso entiendo— respetar las decisiones de la Real Academia Española de la Lengua (RAE), máxima autoridad en esta materia.

Según el artículo que copio abajo, en vez de wearable habría que usar ponible, pero vean lo que acerca de esta palabreja dice el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE): «La palabra ponible no está registrada en el Diccionario».

Entonces, ¿qué guía hay que seguir, la de Fundéu o la de la RAE? ¿Y qué va a pasar con el tal ponible y esa absurda acepción que le dan al verbo poner cuando lo usan como causar excitación sexual? ¿Será que, a partir de ahora, alguien que está ponible es que está abierto a esa excitación?

Perder el sentido del ridículo es de verdad lamentable.

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04/02/2014

‘Tecnología ponible’, mejor que wearable technology

Es preferible la traducción tecnología ponible a la denominación inglesa wearable technology y a la fórmula mixta tecnología wearable.

En las noticias son cada vez más frecuentes informaciones como

  • «Impresión 3D, televisores 4K y tecnología ‘wearable’, entre las tendencias para 2014» o
  • «La tecnología wearable llega a la natación».

Sin embargo, para referirse a la tecnología que incorporan estos dispositivos, prendas y complementos lo más adecuado es recurrir al adjetivo ponible, formación regular a partir del verbo poner, que alude al hecho de que estos objetos tecnológicos se pueden llevar puestos.

Así, en las oraciones anteriores, lo idóneo habría sido

  • «Impresión 3D, televisores 4K y tecnología ponible, entre las tendencias para 2014» o
  • «La tecnología ponible llega a la natación».

Además, cuando se quiera aludir a cada prenda o complemento concreto, y no al tipo de tecnología que incorporan, se puede recurrir al prefijo tecno- y a los adjetivos tecnológico e inteligente.

Así lo hacen ya algunos medios en frases como «Tecnochaqueta con cargador solar», «Otra compañía se sumó a la lista de empresas que presentó su pulseras tecnológicas» o «Investigadores desarrollan unas gafas inteligentes que sustituyen a los lazarillos de los ciegos».

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[LE}– ¿’Manda uebos’ o ‘manda huevos’? La RAE y horrores lingüísticos

14/01/2014

E. Vasconcellos

Hasta Fernando Lázaro Carreter, el hombre que clavaba sus dardos en la palabra, cuenta con alguna mácula en su historial.

El que fuera director de la Real Academia de la Lengua (RAE) empleó en más de una ocasión la palabra ‘espúreo’, desconocida para la propia RAE, en lugar del adjetivo ‘espurio’. Sea ‘espúreo’ el mejor ejemplo de palabra espuria, es decir, ‘bastarda’, ‘falsa’.

El error quizá habría pasado desapercibido si no hubiese aparecido en un artículo titulado ‘Norma y uso del idioma’ (1976). Un texto que hablaba, precisamente, de la enseñanza de la lengua a los escolares.

«¿Quién, profesor o no, posee el pulso capaz de ponderar lo aceptable para distinguirlo de lo ‘espúreo’?», se preguntaba el académico sobre la conveniencia de ‘domesticar’ la espontaneidad oral de los estudiantes.

El propio Lázaro Carreter ofrecería más adelante una explicación a su desliz: la palabra ‘bastarda’ surge al intentar mejorar una terminación tenida por vulgar (‘-urio’) y recuperar una supuesta forma originaria similar a ‘sulfúreo’ o ‘purpúreo’.

Su lapsus era en realidad una ‘ultracorrección’, y aparece recogido en «ReAprende Español. Las 101 cagadas (y otras curiosidades) de nuestro idioma» (Bolchiro), un inventario de anécdotas y «horrores» lingüísticos elaborado por Irazusta Comunicación y prologado por Soledad Puértolas.

El libro, disponible de momento en formato digital, «bebe de la vida cotidiana» y «de la relación con los medios, las empresas y las redes sociales», señalan sus autores (María Irazusta, Nacho Miquel, Noemí Sánchez y Beatriz Fernández, todos ellos periodistas).

Rigor y desenfado

El lanzamiento de «ReAprende Español..» coincide con el de dos manuales ‘pura sangre’: «Las 500 dudas más frecuentes del español», editado por el Instituto Cervantes, y «El buen uso del español», de la RAE.

«No pretendemos competir con ellos», aclara Nacho Miquel. Sin perder el rigor, el libro emplea «un tono mucho más desenfadado para abordar cuestiones que a veces resultan tan grises».

Y así, uno puede encontrar desde los vulgarismos más sangrantes admitidos por la Real Academia (‘almóndiga’, ‘asín’, ‘setiembre’, aunque hay margen para el debate) hasta el porqué de la expresión ‘el coño de la Bernarda’ y del sonoro ‘¡Manda huevos!’ (una distorsión de ‘¡Manda uebos!’, del latín ‘¡Mandat opus!’, es decir, ‘¡La necesidad obliga!’).

El origen de los errores es variado: la familia, la televisión, la prensa («los periodistas no somos los responsables del mal uso, pero contribuimos a él de alguna forma», apunta Irazusta), el sistema educativo… y el carácter español.

«Al que usa palabras un poco ‘elevadas’ le llaman ‘pedante'», señala Miquel, y a menudo preferimos «integrarnos» rebajando el nivel de nuestro discurso, a ser ridiculizados por parecer demasiado cultos. Irazusta sostiene que las redes sociales han agudizado el problema, aunque dentro del ‘gremio lingüístico’ hay opiniones enfrentadas sobre este asunto.

A pesar de todo, «los leídos también se equivocan», recuerda el libro. ¿Cómo es posible que Lázaro Carreter, o el mismísimo Umbral, empleasen la palabra ‘espúreo’? «Hay errores en los que la gente no cae. La comunidad hablante no tiene conciencia de que lo sean», explica Miquel.

Otras veces sólo necesitamos que nos refresquen la memoria, de ahí el título del libro: «ReAprender Español es recordar normas y pautas para escribir bien, que probablemente hemos olvidado por el camino», continúa. Sirvan de ejemplo esta agua (no ‘este’ agua), detrás de ti (no detrás tuyo) o callad (en lugar de ‘callar’ cuando se trata de un imperativo).

‘Discrepancias’ con la Academia

Aunque algún capítulo insinúe lo contrario, «Las 101 cagadas (y otras curiosidades) de nuestro idioma» no es una crítica a la RAE, aunque no duden en «enmendar la plana» a la institución. ¿Por qué recoge ‘nigérrimo’ como superlativo de ‘negro’ en lugar de ‘negrísimo’? ¿Por qué legitima errores extendidos en lugar de perseguirlos?

«La RAE peca de aplicar una manga ancha» según la cual «lo que habla la gente es lo que hay que sancionar», dicen. Pero una mentira mil veces repetida sigue sin ser verdad… o quizá sí.

Algunos malos usos sedimentan con el paso del tiempo y terminan por convertirse en norma. ¿Sabían, por ejemplo, que el término ‘desapercibido’ proviene de maltratar la palabra ‘inadvertido’? «La RAE tiene que ser permeable a que el lenguaje evolucione, pero no estar acomplejada», concluyen.

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NotaCMP.- Está de moda un «horror» que, aunque no he visto en forma escrita, sí lo escucho cada vez más. Se trata de ‘tamién’ en vez de ‘también’. Lo preocupante es que no he encontrado crítica alguna a semejante «horror».

[*Opino}– ¿Neoyorquino con ‘q’? ¡Por favor!

28-10-13

Carlos M. Padrón

Pues no, la Academia que diga lo que quiera, pero en este caso tampoco «compro» porque,

  1. Neoyorkino es más corto que neoyorquino. Cuestión de economía.
  2. El nombre de la ciudad es New York, y ya está bien que se lo cambien a Nueva York, pero no he visto modo de escribir ese nombre con ‘q‘. Por tanto, si el nombre en español es Nueva York, su gentilicio debe ser neoyorkino.

¿Es acaso alergia a la ‘k‘ porque, según una vez leí, se considera que no es letra española? ¿Por qué entonces no escriben quilo?

Tal vez yo no lo vea, pero me temo que llegará el día en que el dúo ‘qu‘ se convertirá en ‘k‘.

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28/10/2013

Neoyorquino, mejor que neoyorkino

Neoyorquino, con ‘q’, mejor que neoyorkino, con ‘k’, es el gentilicio recomendado en la Ortografía de la Lengua Española para referirse a los naturales de Nueva York.

Con motivo del fallecimiento de Lou Reed, en los medios de comunicación pueden encontrarse frases como

  • «Son muchas las facetas que desarrolló el músico neoyorkino a lo largo de toda su vida» o
  • «El músico neoyorkino comenzó su carrera con The Velvet Underground en los años 60».

Aunque la Academia considera válida esta grafía, recomienda optar por la variante neoyorquino.

Así pues, en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir

  • «Son muchas las facetas que desarrolló el músico neoyorquino a lo largo de toda su vida» y
  • «El músico neoyorquino comenzó su carrera con The Velvet Underground en los años 60».

[LE}– Las palabras más autóctonas de México, Panamá y Uruguay

18-10-13

¿Cuál es el mexicanismo más Mexicano? ¿Cuál es el panameñismo más Panameño? ¿Cuál es el uruguayismo más uruguayo?

Con estos tres países empezamos la creación del Atlas sonoro de las palabras más autóctonas del español.

Lo hacemos en el contexto del VI Congreso Internacional de la Lengua que se celebrará en Panamá, del 20 al 23 de octubre.

Tres escritores de los países citados han elegido una palabra con la que dan el pie para que ustedes propongan el vocablo que consideren más auténtico, o que refleje o represente mejor al respectivo país.

Es una manera de recordar la gran diversidad de una lengua hablada por cerca de 500 millones de personas y que puede ser entendida por sus hablantes en un 80%. Un idioma policéntrico, polifónico y en expansión. Forma parte de nuestra cobertura especial de la cita más importante del español.

Cada día, desde hoy y hasta el jueves próximo, propondremos tres países en los que sus respectivos escritores sugieren un vocablo por cada país, y ustedes lanzan con sus comentarios otras palabras.

Esta iniciativa de pluralidad y diversidad del español coincide con la presentación en Panamá de la edición digital del Diccionario de Americanismos, publicado por la RAE y la Asociación de las 22 Academias de la Lengua, a cargo del académico Humberto López.

Un gran libro de consulta gratuita en la Red que contiene más de 70.000 entradas y unas 120.000 acepciones sinónimos y variantes de muchas de las voces, etimología o procedencia de las palabras en la mayoría de casos.

Ahora sí, las palabras propuestas hoy por escritores de México, Panamá y Uruguay:

México: PINCHE. Por José Emilio Pacheco

En México, pinche canceló su acepción normal para adquirir, no se sabe cuándo, las características de un epíteto derogatorio que sorprende por su omnipresencia y durabilidad.

El más amplio catálogo de acepciones lo consigna el excelente Diccionario del Español Usual en México, de Luis Fernando Lara, en su segunda edición de 2009. Lara advierte que se trata de una grosería: «Pinche” 1. Que es despreciable o muy mezquino. 2. Que es de baja calidad, de bajo costo o muy pobre.

“Pinche” puede ser un empleado, el hábito de fumar, la suerte, un policía, una camisa, un perro, una casa, una persona, el mundo entero, una comida, un regalo, un sueldo o bien lo que a usted se le ocurra. Se trata, pues, de un epíteto que degrada todo lo que toca. Normaliza y vuelve aceptable una furia sin límites contra algo que nos ofende y humilla pero no podemos cambiar.

Admite grados y amplificaciones: “Esa novela me pareció un poco pinche”. “El racismo es una actitud pinchísima”. A veces puede ser un sustantivo inapelable: “No te lleves con él: es un tipo de lo más pinche.” Puede adquirir el rango de injuria máxima: “No me vuelvas a hablar, hijo de tu pinche madre.”

No sé cuándo empezó a emplearse, y nunca he leído nada sobre su origen. Ya que “pinche” en español común es “el ayudante de cocina”; sin ninguna pretensión ni autoridad, se me ocurre que el término se originó en tiempos de la hacienda y el latifundio. Nació entre los peones obligados a trabajar la tierra para beneficio de los amos y que veían con explicable resentimiento a quienes laboraban en ocupaciones serviles dentro de la casa grande.

Si el uso está restringido a México, resulta algo anecdótico e insignificante frente al hecho de que, a diferencia de tantos otros idiomas, quinientos millones de personas podamos entendernos en nuestra lengua materna. Es una “pinche” desgracia que muy pocas veces tengamos conciencia de este prodigio.

Panamá: SINVERGÜENZURA. Por Carlos Wynter Melo

Sinvergüenzura es el sustantivo de la infinitud y, en consecuencia, de la libertad absoluta. Una sinvergüenzura es comerse el mundo de un bocado. Es un escape —a veces son francamente inmorales las reglas morales— o el motivo de que exclames de repente, porque te nació de las vísceras: ¡Qué sinvergüenzura!, para quejarte o decir, oye, es asombroso que los humanoides seamos inmensos.

Uruguay: CELESTE. Por Claudia Amengual

Algún distraído diría que el término celeste proviene de la camiseta de la selección de fútbol, pero lo cierto es que ésta lo toma de nuestra bandera nacional. De ahí derivan expresiones populares, como la celeste o soy celeste que han enriquecido el significado de este color y lo han transformado en una marca de la identidad nacional uruguaya.

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[*Opino}– ¿’Affair’ no, pero ‘boom’ sí?

30-09-13

Carlos M. Padrón

Tal parece que a quienes dictan las normas de nuestra lengua les gusta confundir.

Como ya dije en «Con esto de ‘affaire’ se demuestra una vez más la poca voluntad de enriquecer el idioma«, hay negativa a enriquecer el idioma español adoptando la grafía españolizada de términos extranjeros cuyo uso aumenta cada día en la comunidad hispanohablante.

Sin embargo, en el artículo que sigue no se sugiere españolizar baby boom dándole la grafía, por ejemplo, baibibum, pero sí se acepta que el término inglés boom se escriba bum.

 ¿Quién los entiende?

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30/09/2013

Baby boom, separado y en cursiva

El anglicismo baby boom se escribe en dos palabras y en cursiva, y puede alternar en ocasiones con explosión de natalidad.

En los medios de comunicación es habitual encontrar frases como

  • «Cuando entre la generación del babyboom, se va a incrementar sobremanera el gasto en pensiones»,
  • «Tras el baby boom de los sesenta, tuvimos una década de bajísima natalidad» o
  • «Debido al baby-boom de los años 90, en el 2050 se prevé que el número de jubilados alcance los 9 millones».

De acuerdo con la Ortografía de la Lengua Española, las voces extranjeras deben escribirse con algún tipo de resalte y «preferentemente en cursiva».

Por otra parte, tanto el diccionario Merrian-Webster como el Oxford Advanced Learner’s Dictionary recogen baby boom en dos palabras y sin guión intermedio.

Así pues, en los ejemplos anteriores lo apropiado habría sido escribir

  • «Cuando entre la generación del baby boom, se va a incrementar sobremanera el gasto en pensiones», «Tras el baby boom de los sesenta, tuvimos una década de bajísima natalidad» y
  • «Debido a la explosión de natalidad de los años 90, en el 2050 se prevé que el número de jubilados alcance los 9 millones».

Asimismo, se recuerda que, en casos como

  • «España necesitará otro boom de inmigrantes después de la crisis» o
  • «Un boom de ventas de autos en un Mercosur herido»,

lo adecuado habría sido emplear la cursiva (boom) o escribir la adaptación gráfica bum (plural bums), tal como recomienda el Diccionario del Estudiante.

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