[LE}— La adaptación al español de «bitcoin» es «bitcóins», con tilde

La forma bitcóin, plural bitcoines, es la adaptación al español de bitcoin, plural bitcoins, nombre de esta conocida moneda electrónica.

Uso no recomendable

• El bitcoin se acerca a su récord por la especulación.

• ¿Cuánto más puede subir el bitcoin?

• La oferta es limitada y la demanda de bitcoins se mantiene al alza.

Uso recomendable

• El bitcóin se acerca a su récord por la especulación.

• ¿Cuánto más puede subir el bitcóin?

• La oferta es limitada y la demanda de bitcoines se mantiene al alza.

En español, este término inglés se adapta adecuadamente como bitcóin, plural bitcoines (pronunciado /bitkóin/, pl. /bitkóines/), y se escribe con tilde, por ser voz aguda acabada en ene, así como en minúscula y sin ningún resalte tipográfico, al igual que el resto de los nombres de las monedas (dólar, franco, yen).

Por otra parte, se encuentra en expresiones como fondos/transacciones bitcóin, en las que se usa en aposición y con el plural invariable; sin embargo, lo adecuado habría sido escribir fondos/transacciones en bitcoines, igual que fondos/transacciones en dólares, en lugar de fondos/transacciones dólar.

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[LE}— La construcción «motivado a» no equivale a «debido a»

Se desaconseja emplear motivado a con el significado de debido a, a causa de, porque o simplemente por.

Uso no adecuado

• La carrera por la Casa Blanca ha sido atípica motivado a la pandemia.

• La tarea ha sido cuesta arriba para los venezolanos motivado a las debilidades en los servicios públicos.

• El oficial superior intentó mediar en un conflicto entre su hijo y su sobrino, motivado a que este último le reclamaba a su primo el hecho de sostener una relación sentimental con su esposa.

Uso adecuado

• La carrera por la Casa Blanca ha sido atípica debido a la pandemia.

• La tarea ha sido cuesta arriba para los venezolanos debido a las debilidades en los servicios públicos.

• El oficial superior intentó mediar en un conflicto entre su hijo y su sobrino, debido a que este último le reclamaba a su primo el hecho de sostener una relación sentimental con su esposa.

La Nueva gramática de la lengua española dice que la locución motivado a con el sentido que corresponde a debido a o con motivo de se registra en algunas zonas hispanohablantes, pero aclara que dicha construcción carece de prestigio y resulta desaconsejable.

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[Hum}— El diario de un feo

Voy a contarles mi historia. No es una historia de amor ni tiene un final feliz, pero es la única que tengo por haber nacido así: FEO, muy FEO.

Cuando nací, el doctor fue a la sala de espera y le dijo a mi padre: «Hicimos lo que pudimos… pero salió».

Mi mamá no sabía si quedarse conmigo o con la placenta.

Como era prematuro me metieron en una incubadora… con vidrios polarizados.

Mi madre nunca me dio el pecho porque decía que sólo me quería como amigo. Así que, en vez de darme el pecho, me daba la espalda. Es por eso que debo haber quedado petiso, tan petiso que, en lugar de ser enano, soy profundo. De chico iba por los cuarteles para que me gritaran: ¡Alto!, ¡Alto!

Yo siempre fui muy peludo. A mi madre siempre le preguntaban: «Señora, a su hijo, ¿lo parió o lo tejió?»

Mi padre llevaba en su cartera la foto del niño que ya venía en la cartera cuando la compró.

Pronto me di cuenta de que mis padres me odiaban, pues mis juguetes para la bañera eran un radio y un tostador eléctrico.

Una vez me perdí. Le pregunte al policía si creía que íbamos a encontrar a mis padres. Me contesto: «No lo sé; hay un montón de lugares donde pudieron haberse escondido».

Y, para colmo, yo era muy flaco; tan flaco que un día metí los dedos en el enchufe y la electricidad erró la patada. Era realmente flaco: para hacer sombra tenía que pasar dos veces por el mismo lugar.

Pero mi problema no era ser tan flaco sino ser FEO. Mis padres tenían que atarme un trozo de carne al cuello para que el perro jugara conmigo.

Si amigos, yo soy FEO, tan FEO que una vez me atropelló un auto y quedé mejor.

Cuando me secuestraron, los secuestradores mandaron un dedo mío a mis padres para pedir recompensa. Mi padre les contestó que quería más pruebas. Yo creo que no pagaron el rescate porque en casa éramos muy pobres. Pero, eso sí, a pesar de nuestra situación económica, somos muy honrados. Mi padre era tan honrado que un día encontró trabajo, y lo devolvió.

Por eso tuve que trabajar desde chico. Trabajé en una tienda de animales y la gente no paraba de preguntar cuánto costaba yo.

Un día llamó una chica a mi casa diciéndome: «Ven a mi casa, que no hay nadie». Cuando llegué, … no había nadie.

A mi mujer le gusta mucho hablar conmigo después del sexo. El otro día me llamó a casa desde un motel.

El psiquiatra me dijo un día que yo estaba loco. Yo le dije que quería escuchar una segunda opinión. «De acuerdo; además de loco es usted muy feo», me dijo.

Una vez, cuando me iba a suicidar tirándome desde la azotea de un edificio de 50 pisos, mandaron a un cura a darme unas palabras de aliento. Sus palabras fueron: «En sus marcas, listos…»

El último deseo de mi padre antes de morir era que me sentara en sus piernas. Lo habían condenado a la silla eléctrica…

[LE}— «Migrante», «inmigrante», «emigrante»… ¿significan lo mismo?

Migrante es el término más general para referirse a toda aquella persona que abandona el lugar en que habita o llega a otro destino para establecerse en él.

Con motivo de los flujos migratorios que afectan en la actualidad a millones de personas en todo el mundo, en los medios de comunicación ha surgido la duda sobre la palabra que conviene emplear para referirse a todas ellas de manera general.

A este respecto, cabe señalar que el sustantivo emigrante pone el foco en la persona que abandona su hogar, mientras que inmigrante hace referencia a esa misma persona, pero desde la perspectiva de quien ya ha llegado a su nuevo destino para radicarse en él.

De modo más amplio, el Diccionario de la lengua española define migrante como ‘que migra’, esto es, ‘que se traslada desde el lugar en que habita a otro diferente’, definición general con la que es posible designar a todo aquel que se desplaza de un lugar a otro.

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[Hum}— Frases "profundas"

  • Este gobierno es como un bikini: nadie sabe cómo se sostiene, pero todos quieren que se caiga.
  • Sé bueno con tus hijos, ellos elegirán tu residencia.
  • La música japonesa es una tortura china.
  • Lo mejor de todo sería si al final se descubriera que los molinos no son en realidad molinos, sino gigantes.
  • Si estudiar da frutos, que estudien los árboles

[LE}— El esposo de la vicepresidenta estadounidense es el «segundo caballero»

Las correspondencias lógicas para primera dama y segunda dama cuando estas posiciones las ocupa algún hombre son primer caballero y segundo caballero.

Uso inadecuado

• Se casó a los 49 años con el que podría ser un perfecto «segundo caballero».

• Douglas Emhoff se convertirá en Segundo Caballero, algo también inédito.

Uso adecuado

• Se casó a los 49 años con el que podría ser un perfecto segundo caballero.

• Douglas Emhoff se convertirá en segundo caballero, algo también inédito.

En los Estados Unidos, se llama primera dama a la esposa del presidente, y segunda dama a la del vicepresidente, pero, con la llegada de Khamala Harris a la vicepresidencia, esta posición la ocupará su esposo, Doug Emhoff. Dado que ya hay una equivalencia que se encuentra en la fórmula vocativa damas y caballeros, se puede hablar de segundo caballero, que tiene además bastante uso.

No es recomendable la denominación de segundo esposo, que no traslada el sentido del original inglés second gentleman y que, además, aludiría a que la vicepresidenta tuvo un esposo anterior y este es el segundo.

Al igual que con los cargos en general, lo adecuado es escribirlo en minúscula, y, dado que esa expresión está bien formada, no hay necesidad de entrecomillarla, como tampoco se resalta segunda dama.

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