[Hum}— Un borracho en Miraflores

Llega un borrachito a Miraflores y le dice a la Guardia Presidencial:

—Apártense, voy a pasar. Yo quiero ser el nuevo presidente de la República Bolivariaana meeesma.¡HIP!

—¡¿Quéeee?! ¿Eres gafo? ¿Estás loco? ¿Eres retrasado mental? ¿Tienes mierda en la cabeza?

—¡Ah, no! ¡Qué va! Mejor no. Yo no sabía que pedían tantos requisitos. ¡HIP!

[Hum}— El HdP

Un borracho está en la Plaza Bolívar gritando:

—¡¡¡EL PRESIDENTE ES UN HIJO DE PUTA, EL PRESIDENTE ES UN HIJO DE PUTA!!!

Aparecen dos guardias presidenciales y empiezan a darle golpes y se lo llevan a rastras. El pobre borracho empieza a implorarles:

—¡¡¡Pero si me refería al presidente de Estados Unidos!!!

Y los guardias presidenciales le contestaron:

—No trates de confundirnos, ¡nosotros sabemos cuál es el hijo de puta!

[LE}— «Hartazgo pandémico» y «fatiga pandémica», expresiones válidas

Las expresiones hartazgo pandémico y fatiga pandémica son válidas para aludir a la desmotivación de la población en el cumplimiento de las medidas de protección ante la covid-19.

Uso correcto

• La «fatiga pandémica» conduce al resurgimiento del coronavirus en Europa.

• La OMS alerta de los niveles crecientes de hartazgo pandémico.

• Dada la naturaleza compleja de la fatiga pandémica, la OMS afirma que se necesita un plan de acción multifactorial.

Las razones de esta relajación en la aplicación de las medidas quedan reflejadas en el primer componente de ambos giros, pues hartazgo es ‘acción o efecto de hartar, fastidiar, cansar’ y fatiga es ‘cansancio, hastío’. Al ser expresiones bien formadas, no es necesario destacarlas, aunque pueden escribirse entre comillas para señalar a los lectores que se están empleando con este sentido específico especial.

Por ello, los tres ejemplos anteriores son adecuados, aunque en el primero de ellos podría haberse prescindido de las comillas.

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[LE}— «Boicot» y «boicoteo», adaptaciones al español de «boycott»

El término boicot —mejor que boycott o boicó— y su sinónimo boicoteo son las formas adecuadas en español para referirse a la ‘acción que intenta obstaculizar el desarrollo de una determinada actividad’.

Uso correcto

• China, el boicot a Mulán y la autocensura de Hollywood.

• Mulan: Hong Kong, Taiwán y Tailandia llaman al boicot contra la película.

• Trump, el empresario hispano y el boicoteo de las latas de frijoles.

El Diccionario de la lengua española recoge boicot y boicoteo, ambas en letra redonda, y las define, respectivamente, como la ‘acción que se dirige contra una persona o entidad para obstaculizar el desarrollo o funcionamiento de una determinada actividad social o comercial’ y como la ‘acción y efecto de boicotear’. De este modo, el diccionario académico incluye la propuesta de adaptación gráfica que ya figuraba en el Diccionario panhispánico de dudas, que proponía boicot, mejor que boicó, como castellanización de la voz inglesa boycott, y que también validaba boicoteo, derivado de boicotear.

Cabe recordar que los plurales de estas voces son boicots y boicoteos.

La voz inglesa boycott procede, a su vez, de Boycott, del segundo apellido de Charles Cunningham Boycott, un administrador de fincas irlandés que impuso unas condiciones de trabajo tan malas que los arrendatarios y trabajadores rurales se negaron en bloque a trabajar con él. En 1880, se empezó a utilizar el verbo boycotting (cuyo equivalente es boicotear) para aludir a este tipo de resistencia.

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