Este PPS, que lleva por título Palacio de Oriente, o Palacio Real (Madrid)—y, en particular, su comienzo, con esas flores tan «bellas y delicadas»— es un muy buen ejemplo de lo que llamo «mariconerías móviles», esos añadidos que se mueven (giran, se encogen, de agrandan, gotean, etc.) y nada de valor añaden al contenido del archivo en que están.
Como ya dije en La plaga de la «curtura» de los «Genios del Power Point», los ponen los narcisistas que quieren dar una demostración de sus «grandes habilidades» en el manejo de PPSs, pero en realidad esas mariconerías móviles sólo sirven para hacer perder el tiempo a quien quiera ver el archivo en que están.
Yo no terminé de ver éste —que puede bajarse clicando AQUÍ, y recomiendo que el lector lo baje para que se «recree» en tan artística obra de informática— , pues hace tiempo que no caigo en esa trampa. Si lo incluyo en este post es por lo buen ejemplo que es de lo que varias veces he dicho.
Por un tiempo, si el archivo valía la pena, solía yo «fumigarlo» —o sea, sacarle las tales mariconerías para darle sobriedad— e incluirlo después en la sección ArtyMundo de Padronel. Como ya me cansé de hacer eso, sólo irán a Padronel los que valgan la pena y tengan armado sobrio; los que traigan las mariconerías irán directamente a la papelera.

Gracias. De acuerdo contigo: esas mariconerías sobran. Dejo de ver muchos Power Points por eso.
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