Álvarez de Abreu: personaje ilustre de altas virtudes y generosa piedad
Nació en 1683 en Santa Cruz de La Palma y estudió Latinidad y Filosofía en La Laguna y Derecho Civil y Canónico, Teología Moral y Dogmática en la Universidad de Ávila.
Álvarez de Abreu: personaje ilustre de altas virtudes y generosa piedad
Nació en 1683 en Santa Cruz de La Palma y estudió Latinidad y Filosofía en La Laguna y Derecho Civil y Canónico, Teología Moral y Dogmática en la Universidad de Ávila.
La expresión final a cuatro es una alternativa adecuada para aludir en español al acontecimiento deportivo que reúne las semifinales y la final de una competición y al que los medios suelen referirse como final four.
Uso no recomendado
Uso recomendado
La construcción final a cuatro se considera válida, dado que la preposición ‘a’ puede expresar el modo en que se disputa el tramo final del torneo, esto es, a cuatro partidos, de la misma forma que expresan modo a caballo, a pie, a golpes… Se trata, además, de la opción que cuenta con más uso.
También es posible alternar con fase final o final entre cuatro, que están menos asentadas.
Si se opta por el término inglés, lo adecuado es escribirlo en redonda y con iniciales mayúsculas cuando se hace referencia al nombre propio del acontecimiento («La marea blanca de la Final Four de Madrid»), y en minúscula y cursiva cuando se emplea como nombre común («Claves para conocer mejor una final four sin un favorito claro»).
Un oso y un conejo caminaban por el bosque, peleando el uno con el otro, cuando de pronto encontraron una lámpara maravillosa, una de ésas que tienen encerrado un Genio, al que liberaron. Éste, alegre porque lo habían liberado, le dijo al conejo y al oso que les concedía los tres deseos de rigor; tres a cada uno. El oso pidió primero:
—Yo quiero que todos los osos de este bosque, excepto yo, sean hembras.
—Concedido.
Entonces habló el conejo:
—Yo quiero un casco de moto.
—Concedido.
El oso, aunque extrañado con el conejo, continuó con su segundo deseo:
—Para estar seguro, deseo que los osos de todos los bosques vecinos sean hembras.
—Concedido.
El conejo solicitó su segundo deseo:
—Yo quiero una moto Harley Davidson.
—Concedido.
El oso, aún más asombrado por los gustos del conejo, pidió su tercer deseo:
No quiero correr riesgos, así que quiero que todos los osos del mundo, excepto yo, sean hembras.
—Concedido.
El conejo arrancó en su moto, y, cuando estaba a 100 metros, gritó su último deseo:
—¡¡¡¡¡¡Que el oso sea maricooon!!!!!!!
—Concedido.