“Volverán las oscuras golondrinas”, de Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870), es el poema romántico por excelencia que más nos impactó a los adolescentes y jóvenes de mis tiempos. Ya mayorcito yo, además del alto contenido romántico de este poema me impresionó la maestría en el manejo del lenguaje y de la construcción poética.
Hace muchos años que ni he recordado esta pieza maestra, pero la he recordado hoy porque me acaban de enviar por WhatsApp una versión magistralmente recitada, con solemne y lacrimógeno entonación, por un locutor de nombre Joan Mora (clicar AQUÍ para escucharla). Y ahora, a diferencia de en mi juventud, lo que después de tantos años vino a mi mente al escuchar el poema es que bien podría ser el himno por excelencia al drogamor, pues cuando al final el poeta dice
Pero mudo, absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido, desengáñate,
así… no te querrán.
no puedo dejar de pensar que si la mujer a quien esto está dedicado fuera sensata y tuviera los pies sobre la tierra (si no es muy joven…), a eso de que “Así no te querrán” contestaría “Espero que no, porque eso de que alguien me adore postrado ante mí mudo, absorto y de rodillas… además de que poco duraría, no me depararía nada bueno ni mejoraría en nada mi vida”.
