Un jueves el joven gallego, ayudante en la granja, le pregunta a su patrón:
—Jefe, me podría tomar el viernes en la mañana?
—No veo por qué no. Has trabajado bastante y estamos casi al día.
—Muchas gracias, patrón.
—Hablando de eso, ¿qué planes tienes?
—Bueno, me voy a casar.
—Caramba, ¡eso es muy bueno! Felicitaciones. Creo que deberías tomarte el viernes en la tarde también.
—Gracias, patrón. Muy agradecido.
El viernes en la tarde el patrón se sorprende al ver llegar al joven, listo para trabajar, y le dice:
—Hola, ¿Y tú qué haces aquí? ¿No ibas a casarte hoy?
—Sí, pero cambié de opinion y no lo voy a hacer.
—Pero, ¿y por qué?
—Me enteré de que ella no es virgen, y si no es ideal para otros, tampoco es ideal para mí.
Cortesía de Hiram Pérez
