Un servicio funerario se efectúa por una mujer que acaba de fallecer. Al finalizar el servicio, los portadores del féretro lo están llevando afuera cuando accidentalmente lo chocan contra una pared, sacudiéndolo. Todos escuchan un débil gemido. Abren el féretro y encuentran con sorpresa que la mujer… ¡está viva!
Vivió por 10 años más y entonces falleció.
Otra vez, se realiza una ceremonia y al finalizar llevan el ataúd fuera del recinto. En el momento en que están pasando por la puerta, el marido de la difunta grita fuerte:
– ¡Cuidado con la pared!
Cortesía de Ramón López
