Yo mataba el tiempo leyendo su diploma colgado de la pared. De golpe me acordé que un muchachote con los mismos nombres y apellidos había cursado conmigo la secundaria hace alrededor de cuarenta y cinco años en el Liceo X.
Pero cuando lo vi, descarté rápidamente la posibilidad de que fueran la misma persona, pues este hombre de cabellos grises y lleno de arrugas era demasiado viejo para haber frecuentado jamás la misma clase que yo.
Una vez que terminó de revisar mi boca, le pregunté si había cursado en el Liceo X.
—Si—, me contestó.
Entonces le pregunté en que año había terminado el bachillerato.
—En 1957 —me respondió—. ¿Por qué me lo pregunta?
Yo dije,
—Entonces, ¡¡¡estuvimos juntos en la secundaria!!!
Me miró de arriba a abajo y preguntó:
—Usted, ¿qué materia enseñaba?
