[*Drog}— ¿Por qué sentimos pasión?

NotaCMP.- Se explica por sí solo. Es lo que tantas veces he dicho en esta sección que llamo Drogamor.

El amor atraviesa diferentes etapas, según expertas como Silvia Congost. La primera sería la del enamoramiento, que puede durar «hasta dos años como máximo», asegura. Esta etapa se caracteriza por la intensidad con la que lo vivimos todo: sentimos «una atracción muy fuerte hacia la otra persona, no podemos dejar de pensar en él o ella y no nos quedamos tranquilos hasta que no estamos de nuevo a su lado».

En esta fase, nuestro organismo sufre una serie de alteraciones. La psiquiatra y doctora en Neurociencia Lola Morón explica en este artículo en El País Semanal que la zona más racional del cerebro, la corteza prefrontal, directamente «se apaga». Congost, por su parte, añade que la intensidad aparece porque «suben los niveles de ciertas hormonas como la dopamina, la oxitocina, la vasopresina o el cortisol». Es decir, el enamoramiento produce alteraciones en nuestro organismo que nos hacen sentir así.

Una vez extinguida la etapa inicial del enamoramiento, entraríamos a una fase en la que el amor, como explica el artículo de Morón, es maduro y duradero, más centrado en el largo plazo. «Se ponen en marcha otros mecanismos, se activan otras zonas regidas por otras sustancias cuya finalidad se acerca más a la compañía y el cuidado a largo plazo, más a la crianza que a la reproducción», explica.

En caso de que la intensidad no remita, asegura Congost, «probablemente estemos confundiendo intensidad y obsesión, y eso sí que es grave». Se entra en el terreno de las relaciones tóxicas, definidas por cosas como «sentir que no podemos concebir nuestra vida sin la otra persona, que necesitamos a esa persona para estar bien o ser felices, tener un miedo constante a perderla o estar dispuestos a hacer lo que haga falta para que la relación no se rompa». Es algo que podría resumirse tomando prestadas las palabras de Amaral en Sin ti no soy nada: «Mi cuerpo, mi alma, mi voz no sirven de nada, porque yo sin ti no soy nada», dice el estribillo.

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[*Opino}— UN PÁRRAFO BIEN ESCRITO: Computadora y coma antes de ‘y’

Si bien AQUÍ aparece este párrafo: «las simulaciones por ordenador proporcionan evidencias convincentes de que una delgada capa de moléculas de gas atrapadas en la superficie helada de Plutón puede aislar el océano debajo».

luego, más abajo, aparece éste: «Los investigadores realizaron simulaciones por computadora que cubrieron una escala de tiempo de 4.600 millones de años, cuando el sistema solar comenzó a formarse…. Simularon dos escenarios: uno donde existía una capa aislante de hidratos de gas entre el océano y la corteza helada, y otro donde no existía.

En el que no sólo se usa la palabra computadora y no la detestable ordenador, sino que el trato de la conjunción ‘y’ y su relación con la coma es el correcto.

[LE}— «Crisis climática» y «emergencia climática», expresiones preferibles a «cambio climático»

04-06-2019

La expresión crisis climática es más adecuada que cambio climático para referirse a la magnitud y a las consecuencias del calentamiento global causado por la actividad humana.

Si bien en los medios de comunicación se viene empleando la denominación cambio climático para aludir al aumento de la temperatura del planeta Tierra provocado por las emisiones de gases de efecto invernadero y la dependencia de los combustibles fósiles, amplios sectores de la comunidad científica consideran que se trata de una fórmula que no describe con la suficiente precisión la gravedad de la situación actual.

En ese sentido, muchos expertos empiezan ya a emplear la expresión crisis climática, que refleja con mayor contundencia que cambio climático las consecuencias de este aumento de la temperatura global que provoca la subida del nivel del mar, el deshielo de los glaciares, fenómenos meteorológicos extremos, y que reduce la biodiversidad y conlleva riesgos para la salud de las personas.

Desde un punto de vista lingüístico, la palabra crisis, que el Diccionario Académico define como ‘cambio profundo y de consecuencias importantes en un proceso o una situación, o en la manera en que éstos son apreciados’ o ‘situación mala o difícil’, es plenamente válida en este contexto.

Por ello, aunque la expresión cambio climático no es censurable, cuando se quiera enfatizar la amenaza que este supone, se recomienda emplear la expresión crisis climática, como se muestra en estos ejemplos:

• La crisis climática y cómo abordar medidas eficaces.

• La crisis climática no solo es grave, es urgente.

Además, comienza a tener también uso la expresión emergencia climática («Los jóvenes piden en la calle que se declare la emergencia climática» o «Hacia la declaración de emergencia climática: qué es y para qué sirve») con la que, yendo un paso más allá, se pide el reconocimiento de que estamos ante la mayor amenaza a la que se ha enfrentado la humanidad.

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