[*Otros}— Relación que sobre la isla de La Palma se hace en el folleto, de 1930, «Guía de la Isla de La Palma»

Este folleto fue mandado a editar en 1930 por el Excelentísimo Cabildo Insular de La Palma

Generalidades

La isla de La Palma constituye un caso geográfico único en los varios y sugestivos aspectos del paisaje, la flora, el clima, la topografía y la formación.

Cuando se visita La Palma, cada curva de la carretera descubre un panorama nuevo: desde la postal egipcia hasta el lienzo antillano, desde el Norte abrupto, hasta la planicie de la caña de azúcar y las palmas reales. Los profundísimos barrancos, los acusados relieves de esta pintoresca topografía palmera, las repetidas plataformas del suelo, son rollos de películas nuevas, sin dualismo. Un valle frondoso y cantarino se trueca instantáneamente en la dantesca desolación de un sombrío tapiz de lava, y, en seguida, se descubre un bosque de coníferas o un platanal extensísimo.

En el litoral puede admirarse un paisaje exclusivo de Canarias: el de las «rocas vestidas con los raros candelabros de los cardones (la «euphorbia canariensis») que aflora junto a kleinias y oxalídeas.

Situación geográfica

Está situada al NW del Archipiélago canario, entre los meridianos de 17°, 43′, 43″, y 18°, 00′, 15″ de longitud de Greenwich, y los paralelos 28°, 26′, 20″ y 28°, 15″ de latitud Norte.

Extensión y población

Mide de Norte a Sur 47 kilómetros, y de Este a Oeste, 29 en su mayor anchura. Su superficie es de unos 726 kilómetros cuadrados. La población es de 53.000 habitantes, aproximadamente, correspondiendo, por tanto, 73 por kilómetro cuadrado.

Particularidades notables: «La Caldera», el cráter mayor del mundo

Esta isla posee particularidades notables: tiene en su centro el cráter más grande del mundo, llamado por los naturales «Caldera de Taburiente»», antiguo volcán monógeno apagado, que mide alrededor de 28.000 metros de circunferencia, 9.000 de diámetro y 707 de profundidad.

El interés científico y panorámico de este volcán es incalculable. Sus perspectivas son de un valor inmenso, con multiformes sectores variadísimos: ora la roca por donde desciende torrencial el agua abundante, ora el abismo inmensurable y la vegetación. Helechos gigantes, añosos y corpulentos pinos escalonados por las vertientes en fantasmal procesión; las aves y animales salvajes, y el monolito sagrado «Idafe», altar de los primitivos indígenas para adorar al dios «Aboro». Todo rodeado por un inmenso anfiteatro de montañas siluetadas con inaccesibles crestas y agujas, frecuentemente cubiertas por la nieve.

Formación volcánica de excepcional interés

La isla está atravesada de Norte a Sur por una larga sierra. El Dr. Immanuel Friedlander dice, en un reciente trabajo sobre la geología de La Palma, que la isla está constituida por un sistema volcánico y no por un volcán aislado como el Vesubio y el Etna. En su formación eran activas, no sólo las fuerzas constructivas de las erupciones que acumularon las lavas, sino también los materiales clásicos y hasta las «fuerzas destructivas de las grandes explosiones.

La complicadísima forma del sistema se debe a una serie de fuertes dislocamientos tectónicos, subelevaciones y hundimientos, y a una erosión muy eficaz. El mismo Dr. Friedlander opina que, por algunos conos de toba de formación submarina, como la del cráter de la Concepción, así como algunas formaciones de terrazas y antiguos acantilados retrocedidos en el centro, la isla de La Palma se ha levantado cerca de 500 metros en época geológica muy reciente, lo que corroboran, además, diversos escalones de 40, 150 y 300 metros de altura, y cuevas marinas en elevaciones distintas sobre el mar.

El geólogo italiano G. Roverefo en su trabajo «Dal Picco del Teide ala Caldera di Taburiente», publicado con ocasión del XIV Congreso Internacional Geológico, nos indica respecto a la Caldera de Taburiente, y a fin de explicarse en su forma singular, que la considera como la de un circo montañoso, originado por una gran erosión regresiva que ha seguido al repetido y continuado movimiento de emersión del cuaternario (terrazas a los 250 metros de altura) que excluye todo hundimiento, ya que en el fondo de la «Catedral» aflora un soporte de rocas plutónicas.

Fuente

Cortesía de Fabián Trujillo

[LE}— ‘Adonde’ y ‘a donde’, formas equivalentes

01-06-2018

Los adverbios a donde y adonde se pueden emplear indistintamente con el mismo sentido.

En los medios de comunicación se leen frases como

  • «Nos dirigimos a donde están ellos»,
  • «Estas personas no tienen otro lugar adonde ir» o
  • «El desacato a la ley no debe tener cabida en escenarios deportivos, adonde se acude para disfrutar de un espectáculo».

Según la Ortografía de la Lengua Española, los adverbios relativos de lugar a donde y adonde, que expresan la dirección de un movimiento, son formas correctas e intercambiables en todos los contextos, tanto si está expreso el antecedente («No recuerdo la sala adonde nos llevaron»), como si no lo está («Vamos a donde nos lleve la investigación»).

De este modo, los tres ejemplos iniciales son adecuados.

Cabe recordar que, de igual manera, se aceptan estas dos grafías para los adverbios interrogativos o exclamativos adónde y a dónde.

Fuente

[Hum}— Un hoyo detrás

Un conferencista de negocios llega al hotel de convenciones con tiempo suficiente para jugar un partido de golf. Practicaba su discurso mientras jugaba, y se distrajo.

De momento, se encontró perdido en el campo. En el hoyo siguiente divisó a una mujer que jugaba. Se le acercó y le preguntó:

«¿Podría decirme en qué hoyo estoy jugando?»

«Pues yo estoy en el séptimo, usted está uno detrás de mí, por tanto usted está en el sexto»

Un rato después le pasó lo mismo, y la escena se repite.

«Ahora yo estoy en el 14 y usted, que va un hoyo por detrás, está en el 13»

Terminada la práctica, nuestro hombre regresó al hotel y aún le sobra tiempo para entrar al bar. Ahí vio a la misma mujer del campo de golf. Se le acercó y le dijo:

«Déjeme invitarla para mostrarle mi agradecimiento por su ayuda. ¿Es usted agente de ventas como yo?”

“¡Sí!”

“Y, dígame, ¿qué es lo que vende usted?»

«No quisiera decirle porque se va a reír», contestó ella.

«Por favor, soy una persona seria. No me reiré»

«Pues yo vendo toallas femeninas Kotex»

Y el hombre prorrumpió en carcajadas. Tanto se reía que casi cae al suelo.

«¡Le dije que usted se iba a reír si yo le decía qué es lo que vendo!»

«No, ¡por favor!, no me río de lo que usted vende, sino de que yo vendo papel higiénico y, como usted puede ver, ¡aún estoy un hoyo por detrás de usted!»