[*Opino}– El vínculo de las madres con sus hijos

29-02-2016

Carlos M. Padrón

Si, según dice el artículo que copio abajo, el deseo de ser madre no es instinto, ¿qué es entonces el desaforado deseo que tienen las más de las madres de vivir en casi permanente contacto con sus vástagos, incluso cuando ya éstos se han independizado, queriendo saber qué hacen, qué piensan hacer, qué comieron, qué película vieron… y necedades de este corte?

¿Es eso algo racional? No lo creo.

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27 FEB 2016

Javier Sampedro

A vueltas con el instinto maternal

El titular tiene una trampa: el concepto de “instinto”; intentemos escapar de ella.

Instinto es una palabra fea en nuestros días. Nos parece bien si se aplica a los animales, esas criaturas de Dios que se pasean crudas por el campo y no piensan más que en comer, dormir y copular. Pero en cuanto alguien la extiende al comportamiento humano se gana los rayos y truenos de psicólogos y pensadores, corruptos y perroflautas, tragasantos y ateos profesionales que, según parece, están dispuestos a perdonarle a su propia conciencia cualquier cosa menos un sesgo genético.

El hecho, sin embargo, es que nacemos condicionados por estrato sobre estrato de sesgos genéticos, estructuras cognitivas innatas que nos predisponen a uno u otro comportamiento, y a menudo por nuestro propio bien.

Las matemáticas son un gran legado de dos milenios de cultura, pero se basan en una capacidad innata para el álgebra y la geometría que compartimos con los monos, y quién sabe con quién más. La física newtoniana, sin menoscabo del genio de Newton, es más o menos la que llevamos programada de serie en nuestros circuitos neuronales, la que nos permite correr y saltar, tropezar y corregir o agarrar al vuelo las llaves del coche que nos acaban de tirar a traición y por la espalda. Entonces, ¿qué impide que las mujeres nazcan con un instinto maternal? ¿En qué disminuiría eso su condición humana?

El mejor ejemplo de instinto, en el sentido en que ese término maldito puede aplicarse a la especie humana, es el lenguaje. Es evidente que hablar español o chino no tiene nada que ver con los instintos o las capacidades innatas; depende por entero del entorno en que nazca uno. Es la capacidad de aprender a hablar, a hablar cualquier lenguaje, lo que constituye una habilidad grabada a fuego en nuestro genoma. Por eso todos los seres humanos son capaces de aprender a hablar cualquier lenguaje, mientras que será inútil torturar a un gorila o a un perro para que lo hagan. Las capacidades cognitivas instintivas no afectan al debate del determinismo genético. En realidad, no tienen nada que ver con él.

No hay ningún problema de principio contra el instinto de tener niños, pero tampoco hay un dato sólido a su favor, y los indicios circunstanciales indican más bien lo contrario. Tomemos el famoso “reloj biológico” del que hablan muchas mujeres, que les haría desear tener niños al acercarse al final de su periodo fértil.

Hace medio siglo eso ocurría al frisar los 30, y ahora llega bien entrados los 40. Y eso en los países occidentales, porque hay culturas en que una mujer se convierte en una solterona si cumple los 20 años sin haber tenido un niño. Todo ello indica que el “reloj biológico” tiene muy poco de biológico, y que la ansiedad del calendario se debe más bien a condicionantes socioculturales.

Tendemos a pensar en términos de instintos cuando parece estar en juego la supervivencia de la especie. El hambre, ciertamente, es un instinto que compartimos con todo bicho viviente del planeta Tierra, y tiene la finalidad obvia de evitar nuestra extinción por inanición o ascetismo. ¿No debería existir entonces un instinto similar para la procreación?

Desde luego que sí, pero no tiene que consistir necesariamente en el deseo de tener niños. El mero deseo sexual ha cumplido esa función durante la inmensa mayoría de la historia de la especie. La píldora es un invento demasiado reciente para haber afectado a la genética humana.

Hay todo tipo de argumentos sociales, culturales, económicos y demográficos para tomar una de las decisiones más importantes de la vida de una persona: tener hijos o no tenerlos. Por una vez, haríamos mejor en dejar en paz a la biología. Busquemos otra excusa.

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[LE}– ‘La primera miembro’ y ‘el primer miembro’

26/02/2016

Tanto la primera miembro como el primer miembro?, y no la primer miembro,? son expresiones válidas? para aludir a la mujer que, en su condición de parte de un grupo, realiza? o participa? por primera vez en una determinada acc??ión.

De ambas expresiones válidas, el primer miembro? ?es la más adecuada para referirse a la primera persona de un grupo que, con independencia del género, realiza una acción, por lo que en ejemplos como

  • «La infanta Cristina será la primera miembro de la familia real en declarar como acusada en un juicio»,

habría sido más preciso escribir

  • «La infanta Cristina será el primer miembro de la familia real en declarar como acusada en un juicio»,

pues de esta manera no cabe interpretar que es la primera mujer, sino la primera persona, hombres incluidos, de la familia en hacerlo.?

El Diccionario de la Lengua Española recoge el sustantivo miembro como común en cuanto al género, y, aunque la variante miembra no estaría mal formada de acuerdo con el sistema morfológico español, se trata de una forma no recomendada por la Academia.

Respecto a la concordancia de los adjetivos, si miembro se interpreta como sustantivo común en cuanto al género (el/la miembro), lo adecuado es que los adjetivos que lo acompañen concuerden: la primera miembro (y la miembro más antigua), y no la primer miembro (ni la miembro más antiguo).

Teniendo en cuenta todo lo anterior, sería impropio escribir 

«Cristina es la primer miembro de la familia real», en lugar de

«Cristina es la primera miembro de la familia real».

En cambio, en «Nadine Coyle el primer miembro de Girls Aloud en tener cita con la comadrona», donde no hay ambigüedad posible, ya que el grupo del que el sujeto es miembro está exclusivamente formado por mujeres, lo más indicado habría sido optar por la primera miembro.

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[*IBM †}— Dámaso Quintana Mantero (q.e.p.d.)

Dámaso Quintana

  • Fecha: 26/02/2016  Imagen relacionada
  • Lugar: Madrid
  • Causa: Cáncer
  • Edad: 68
  • Posición en IBM-Venezuela: Gerente general
  • Nació en: Sevilla (España)
  • Reposa en: Madrid

Información adicional

Dámaso, que vino a Venezuela desde IBM-España, fue gerente general de IBM de Venezuela desde 1994 hasta finales de esa década. La noticia de su muerte me la ha dado mi amiga Carmen O’Dogherty, quien fuera mi compañera de trabajo y vecina de oficina en IBM-Madrid. Y la nota necrologica publicada en la prensa española, me la envió la también exIBMista Ysable Lafée. Gracias a ambas.

Si alguien tiene una foto de Dámaso o alguno de los datos que arriba faltan o no son correctos, agradeceré que me lo haga llegar.

[LE}– Ortorexia, tanorexia y otros derivados de anorexia

25/02/2016

Ortorexia, tanorexia o, entre otras, vigorexia son voces correctas, formadas a partir de la terminación –orexia, presente desde hace tiempo en español en voces como anorexia.

Con la palabra anorexia se denomina a la ‘pérdida anormal del apetito’ y al ‘síndrome de rechazo de la alimentación por un estado mental de miedo a engordar, que puede tener graves consecuencias patológicas’, procede del griego anorexia (‘inapetencia’), y éste, a su vez, del prefijo an- (negación o privación) y del sustantivo órexis (‘apetito, hambre’).

A partir de la terminación de esta voz, se han formado en español otras como

  • Ortorexia: obsesión por controlar la calidad de los alimentos que se consumen
  • Vigorexia: trastorno del comportamiento que se caracteriza por la obsesión de conseguir un cuerpo musculoso
  • Tanorexia: adicción al bronceado
  • Ebriorexia (preferible a la forma anglicada drunkorexia): rechazo a la alimentación para compensar las calorías que aporta el alcohol; o
  • Megarexia: trastorno de las personas obesas que no se ven como tales y no se alimentan adecuadamente.

Pese a no figurar en el Diccionario Académico, estas voces pueden considerarse válidas, ya que por su morfología y sentido son respetuosas con las reglas del español. Además, algunas de ellas, como ortorexia y vigorexia, ya están recogidas en diccionarios de uso como el Vox y o el de Seco, Andrés y Ramos.

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[*Opino}– Las marcas chinas de teléfonos celulares

22-02-2016

Carlos M. Padrón

Además de las compañías chinas mencionadas en el artículo que copio abajo, hay en el mercado online muchas otras, y también chinas, que venden celulares de marcas de “padres desconocidos”, pero que funcionan ambos, o sea, las compañías y también los celulares que ellas venden.

Y eso me sirve porque es a teléfonos made in China a los que recurro porque los quiero con estas características:

  1. Android; nada del OS de Apple.
  2. Desbloqueado de fábrica (factory unlocked)
  3. Con doble tarjeta SIM.
  4. Con tres botones abajo
  5. Con luces piloto que funcionen
  6. Carga rápida
  7. Que tenga bandas 2G, 3G y 4G, y que opere con la mayor cantidad de frecuencias en cada una, para poder usarlo en cualquier país con sólo cambiarle la SIM.
  8. Procesador (core) quad u opta.
  9. Batería extraíble —no integrada, como la de los iPhone—, y de no menos de 2500mAh (miliamperios).
  10. Pantalla de 5.5 pulgadas o mayor; o sea, un phablet (¡no tabléfono, por favor!)
  11. RAM  (Random Access Memory, donde se efectúan los procesos y se mantienen los datos necesarios para ellos) de 2 o más GB.
  12. ROM (Read Only Memory; una parte para el sistema operativo, y otra para las aplicaciones) de 16 o más GB.
  13. SD card (memoria externa) de al menos 16 GB. Si, como en algunos casos, permite almacenamiento de aplicaciones, mejor aún.
  14. Y precio inferior a $200, o a $250 si quiero exceder el RAM o ROM indicados en los puntos 8 y 9.

En otros mercados, lo de unlocked casi que no existe, pues las operadoras “amarran” a sí mismas los celulares que venden. Excepción son los que vende Google, pero violan varias de las condiciones arriba expuestas, en especial la del precio.

Los problemas con los celulares que quiero son básicamente dos:

1. El bloatware. Nombre que reciben las apps que los más de esos celulares traen instaladas de fábrica, apps que uno no quiere y que ocupan memoria, pero que para eliminarlas hay que hacerle rooting al celular (meterse en sus entrañas), lo cual es un trabajo delicado que puede arruinar el teléfono.

2. El tiempo de entrega. Compañías como DealsMachine, Gearbest o EverBuying ofrecen despachar, a veces desde China y a veces desde Hong Kong, en 24 horas, lo cual casi nunca es cierto —sí lo es que cobran de inmediato—, y el tiempo de entrega al comprador puede llegar a ser de un mes. Por lo que he podido ver al respecto, creo que estas tres compañías son en realidad una sola —o, como suele decirse, mismo perro con diferente collar—, pues usan la misma interfaz en sus páginas, las mismas respuestas prefabricadas, las mismas condiciones, y los mismos precios, aunque éstos son, sin duda, los más bajos del mercado.

Otra característica de estas compañías es que casi no venden accesorio alguno para los celulares que ofrecen. Me refiero a los protectores de pantalla hechos de vidrio templado, a las carcasas protectoras hechas de silicona, a las baterías originales, etc.

Hay otra compañía que pareciera padecer de lo mismo pero que no: Light-in-the-Box. A ésta le compré hace tres años un celular marca Alps (padres desconocidos), modelo Triton Note (no existe ya en el mercado), que reúne vatias de las nueve condiciones arriba listadas, que vino con Android 4.1.1 puro —o sea, sin bloatware—, que llegó a destino en apenas una semana calendario, y que me ha resultado tan bueno que es el que aún uso.

Lamentablemente, una de las condiciones que no reúne ese Triton Note es la de capacidad de ROM, pues sólo tiene 512 MB, y con la actualización de las pocas apps que le instalé, ya esa capacidad no alcanza para, por ejemplo, actualizar algo tan importante como Google Play Store.

Por eso, y porque Light-in-the-Box no tiene al momento un smartphone como el que quiero, en la tarea para buscar otro, para mí y para amigos interesados, he tenido contactos con las tres compañías arriba mencionadas, además de con eBay y Amazon, cuyos precios son mayores, pero venden accesorios y suelen tener mejores tiempos de entrega.

Como ejemplo real puedo citar que el 11 de este mes de febrero se le compró a DealsMachine un celular para entrega en Florida (USA) y el comprador pagó envío expreso (Expedited shipping por DHL, FEDEX o IB). DealsMachine cobró de inmediato, pero, en vez de despachar en 24 horas, como prometen en su página web, despacharon nada menos que cuatro días después: el 16 de febrero. Sin embargo, sí cumplieron con que, al pagar la tarifa de envío expreso, el teléfono llegaría a Florida, una vez despachado, en un tiempo de entre 3 a 7 días hábiles/laborables, pues llegó el 23 de febrero.

Espero que para cuando necesite yo otro celular ya hayan llegado al mercado las tarjetas eSIM, y pueda ya uno olvidar la condición de unlocked, aunque seguramente seguirá fastidiando el bloatware.

Como dato curioso, según esto, parece que a los fabricantes chinos les ha salido competencia.

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17/02/2016

Pablo M. Díez

Las marcas chinas de celulares conquistan el mercado mundial por sus bajos precios

Más rápido de lo que se pensaba, las marcas chinas de teléfonos celulares despejan las dudas sobre su calidad, y ganan posiciones.

Mientras otros fabricantes con más tradición y prestigio, como Samsung, Sony y Motorola, vieron bajar sus ventas el año pasado, marcas chinas como Huawei, Lenovo y Xiaomi aumentaron su cuota de mercado en todo el mundo al ganarse la confianza del público.

Con casi 325 millones de celulares vendidos, la surcoreana Samsung sigue siendo líder mundial, pero su cuota de mercado bajó del 24,4 al 22,7%. Como los celulares aportan a esta corporación la mitad de sus ingresos, la caída de sus ventas en un 2,69% mermó sus resultados. El año pasado, Samsung obtuvo un beneficio neto de 19 billones de wones (14.300 millones de euros), un 18,53% menos que en 2014.

Apple conservó la segunda plaza mundial y batió nuevos récords de ingresos durante el primer trimestre de su ejercicio fiscal, que cerró en diciembre. Pero su producto estrella, el iPhone, vendió menos de lo que se esperaba en ese periodo: 74,8 millones de unidades frente a los 75,5 millones previstos.

Aunque las ventas amentaron un 47% con respecto al trimestre anterior gracias al iPhone 6, su subida fue sólo del 14% sobre el mismo periodo del pasado ejercicio. Se trata del menor incremento desde que el iPhone fue lanzado en 2007, lo que Apple atribuye al debilitamiento del mercado chino y a la caída de las ventas en Japón y América, que fueron del 12 y 4% respectivamente sobre su primer trimestre fiscal de 2015. A pesar de ello, Apple aumentó su cuota mundial del 14,8 al 16,2% al vender 231,5 millones de teléfonos durante todo el año.

En tercer lugar, la china Huawei vendió 106,6 millones de celulares, y elevó su porción del pastel del 5,7 al 7,4%. En este sentido, las ventas de sus «smartphones» subieron un 45%. «Hemos aprovechado nuestro liderazgo en tecnología 4G para potenciar nuestra propia marca», explica Álvaro Galán, jefe de Producto en Huawei España, que aumentó sus ventas más de un 70% hasta los dos millones de terminales.

A continuación se situó otro gigante chino de la electrónica, Lenovo, que pasó de copar el 4,6 al 5,2% del mercado, y comercializó 74 millones de celulares. Pero las ventas de sus teléfonos Motorola, que le compró a Google hace dos años, cayeron un 20% en el último trimestre.

Siguiendo su auge, Xiaomi, líder en China, se encaramó al quinto puesto con 70,8 millones de celulares vendidos, ampliando así su cuota de mercado del 4,4 al 4,9%. La evolución de esta marca, poco conocida fuera de China, ha sido meteórica, pero sus ventas han estado por debajo de las 100 millones de unidades previstas. Junto a ZTE, que comercializó 56 millones de celulares, estos tres fabricantes chinos están planteando una fuerte competencia a Samsung y Apple.

Sony compensa la caída

Frente a este auge, una marca clásica de la electrónica, como la japonesa Sony, vio bajar hasta un 14,7% sus ingresos por las ventas de «smartphones», pero va camino de cerrar su primer ejercicio con ganancias de los tres últimos años con otros negocios.

Peor le fue a Microsoft. Con el Lumia de Nokia como estandarte, sus celulares sufrieron un batacazo durante el último trimestre del año pasado al vender 27 millones de unidades, casi la mitad menos que en el mismo periodo de 2014: 50,2 millones.

¿Cómo han conseguido las marcas chinas plantar cara a estos gigantes? Con celulares de similares características mucho más baratos.

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[LE}– ‘Estadio’, no ‘estadío’

24/02/2016

Estadio, sin tilde, es el término adecuado para referirse a la etapa o período determinado en la evolución de una enfermedad, no estadío.

Sin embargo, en la prensa, sobre todo de algunos medios especializados, se encuentran frases como

  • «Cada vez más casos de cáncer de mama en mujeres jóvenes se detectan en el primer estadío» o
  • «En ese estadío de vida, el cerebro comienza a establecer sus propios circuitos»,

frases en las que se emplea la forma con acento gráfico en la i.

En el Diccionario de Términos Médicos, de la Real Academia Nacional de Medicina, se especifica que estadio es ‘etapa o período determinado de un proceso, como la evolución de una enfermedad o el desarrollo o crecimiento de un organismo, así como el grado de extensión de algunas enfermedades, como el cáncer’, y se aclara que la acentuación con hiato de esta palabra (estadío) es frecuente, especialmente en oncología, pero inadecuada.

Por lo tanto, en los ejemplos anteriores, lo apropiado correcto habría sido escribir

  • «Cada vez más casos de cáncer de mama en mujeres jóvenes se detectan en el primer estadio» y
  • «En ese estadio de vida, el cerebro comienza a establecer sus propios circuitos».

Estadio también significa ‘etapa o fase de un proceso’, en general, y ‘recinto con graderías para los espectadores, destinado a competiciones deportivas’, sentidos para los que tampoco es correcto el uso de la forma con tilde estadío, como señala el Diccionario Panhispánico de Dudas.

Fuente

[*Opino}– Términos de telefonía ‘móvil’: uno de aplaudir, y varios que dan risa

22-02-2016

Carlos M. Padrón

Claves de redacción que, según nos cuenta Fundeu en el artículo que copio abajo, son de aplaudir o dan risa.

De aplaudir

Aceptación del término celular, aunque en España sigan diciendo móvil, que resulta confuso porque tiene otras acepciones

Que dan risa

Esperar que en vez de smartphone vaya a imponerse teléfono inteligente. Eso sí, tal vez en vez de esmarfón, dirán esmarfone, añadiéndole una innecesaria e final, como hacen con drone en vez de dron.

Lo de tabléfono en vez de phablet (pronunciado fablet) tendrá igual aceptación que teléfono inteligente o que empresa emergente en lugar de start-up, aunque seguro que pronunciarán algo así como estarup o, en el mejor de los casos, estarap… y tal vez sin la p final.

Jamás escuché pixel (aguda) en boca de nadie, pero sí píxel, cuya pronunciación en español es idéntica a la de pixel en inglés, palabra usada por primera vez en 1965 por Frederic C. Billingsley.

En cuanto a Wi-Fi, estoy de acuerdo en escribir wifi porque se ha vuelto un nombre común, como lo son teléfono o radio, pero me niego a pronunciarlo uifi porque la pronunciación correcta es uaifai.

Lo de apli en vez de app o aplicación es algo que, como cole, bici, tele, profe, peli y otras abreviaturas estúpidas, me revuelve el estómago.

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22/02/2016

‘Telefonía móvil’, claves de redacción

Con motivo de la celebración en Barcelona del Mobile World Congress (MWC) se ofrecen algunas claves para una buena redacción de las informaciones relacionadas con ese sector.

1. Móvil y celular

Tanto (teléfono) móvil como (teléfono) celular son denominaciones adecuadas para referirse a los dispositivos que se usan para comunicarse por redes de telefonía móvil. La primera es la habitual en España, mientras que la segunda es común en casi toda América.

2. Teléfono inteligente

Teléfono inteligente es una alternativa adecuada en español a la voz inglesa smartphone.

3. Tecnología táctil

Tecnología táctil es un equivalente adecuado en español al anglicismo tecnología touch para referirse a los aparatos electrónicos que se manejan con el contacto directo de los dedos sobre la pantalla, sin necesidad de un teclado.

4. Tabletas y tabléfonos

Tableta es el término recomendado para los dispositivos portátiles con tecnología táctil, en lugar del anglicismo tablet. Para los híbridos de teléfono inteligente y tableta, denominados phablets en inglés, se recomienda la forma tabléfono.

5. Píxel y pixel, ambas válidas

Tanto píxel (llana) como pixel (aguda) son válidas para aludir el elemento mínimo de ciertos tipos de imágenes. La primera es habitual en España, y la segunda es la mayoritaria en muchos países de América. El plural se forma añadiendo -es, es decir, píxeles y pixeles. Los de megapíxel y megapixel (escritos en una sola palabra) son megapíxeles y megapixeles.

6. El wifi y la wifi

El término wifi, proveniente de la marca Wi-Fi, ha pasado a ser utilizado como un sustantivo común. Al tratarse de una palabra ya incorporada al español, lo recomendado es que se escriba con iniciales minúsculas, en letra redonda y sin el guion que aparece en la marca original.

Se emplea tanto en masculino como en femenino, en función del sustantivo al que haga referencia: la (zona) wifi o el (sistema) wifi.

7. Pantalla, mejor que display

La voz inglesa display puede sustituirse en español por pantalla (de visualización) o visualizador.

8. Nomofobia

El neologismo nomofobia es adecuado para referirse al miedo a estar incomunicado sin teléfono celular o móvil.

9. Empresa emergente mejor que start-up

Con el anglicismo start-up se conoce en el mundo de los negocios y la innovación a aquellas sociedades que, pese a su juventud y falta de recursos, consiguen obtener buenos resultados en el mercado y pasan a ser impulsadas por otros inversores o absorbidas por empresas ya consolidadas. Se recomienda emplear la traducción empresa emergente.

10. Aplicación y apli, alternativas a app

Aplicación es una alternativa adecuada en español para referirse a app, acortamiento del término inglés application, que se utiliza para aludir a un ‘tipo de programa informático diseñado como herramienta que permite al usuario realizar diversos trabajos’.

Si se desea abreviar, puede emplearse la voz apli, cuyo plural es aplis.

11. Tecnología ponible, mejor que wearable technology

Es preferible la traducción tecnología ponible a la denominación inglesa wearable technology y a la fórmula mixta tecnología wearable. Para aludir en general al conjunto de estos dispositivos se empieza a usar, y es adecuado, el término ponibles: «El internet de las cosas, los ponibles y el 5G, tendencias del Mobile».

12. El internet de las cosas y el internet de los datos

La expresión internet de las cosas, que se emplea para referirse a la interconexión digital de objetos cotidianos con internet, y el internet de los datos, son denominaciones comunes que no necesitan comillas ni cursiva y que se escriben con minúscula inicial en cosas y datos. Respecto al sustantivo internet, la Academia admite tanto la mayúscula como la minúscula.

13. 5G, mejor sin guion

La forma 5G, que se usa para aludir a la quinta generación de tecnología móvil, se escribe preferiblemente sin guion entre la cifra y la letra.

[LE}– ‘Sexsomnia’, mejor que ‘sexomnia’

23/02/2016

El término sexsomnia, con -xs- y acabado en -a, es el preferido para hacer referencia al trastorno del sueño que consiste en tener actividad sexual mientras se está dormido.

En los medios de comunicación se encuentran, sin embargo, ejemplos en los que se utilizan otras grafías:

  • «Sexomnia: sexo de sonámbulos»,
  • «El llamado sexsomnio es más común de lo que se cree» o
  • «El sexomnio en la mira de los científicos».

La forma sexsomnia, del inglés sex ‘sexo’, y el latín somnum ‘sueño’, es la que se recoge ya en la versión española del DSM-V (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría) para referirse a una forma de parasomnia —alteración del comportamiento durante el sueño— caracterizada por la aparición de conductas sexuales durante la fase del sueño profundo.

Aunque la tendencia en español ha sido simplificar el grupo -xs- (exsculp?re > exculpar), se aconseja mantenerlo aquí, ya que no presenta problemas de pronunciación —son los mismos que en palabras con el prefijo ex- (exsecretario, exsocio) o, en zonas seseantes, en voces como excelente o exceso— y para no perder su etimología latina y provocar confusión con omnia (‘todo’).

En cuanto a la terminación -a, ésta es la forma etimológica y la recomendable. La terminación -o es influencia de insomnio, voz que presenta una irregularidad etimológica, pues la forma latina para la ausencia de sueño era insomnia, que es como se ha mantenido en inglés, y no insomnium.

Así, en los ejemplos anteriores lo preferible correcto habría sido escribir 

  • «Sexsomnia: sexo de sonámbulos»,
  • «La llamada sexsomnia es más común de lo que se cree» y
  • «La sexsomnia en la mira de los científicos».

Por otro lado, se recuerda que este trastorno se conoce también como sonambulismo sexual y que no debe confundirse con somnofilia, voz con la que se alude a la parafilia de quien se excita practicando sexo con una persona dormida.

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[*Opino}– Apostar y apuntar

22-02-2016

Carlos M. Padrón

Estos cuatro titulares aparecieron hoy en la página Tecnología de ABC.es (lo de “lla” en vez de “la” es un gazapo que está en esa página).

  • Wileyfox apuesta por los «smartphones» Cyanogen
  • Huawei apuesta por la «transversalidad»
  • Telefónica apuesta por una televisión social
  • Twitter apuesta por lla «moda » de las imágenes GIFs

Esta acepción del verbo apostar se me atraganta porque los medios españoles parecen un casino en el que todos apuestan a algo. Nuestra lengua tiene muchas opciones para significar lo que se quiere con el bendito apostar como, por ejemplo,

  • Optar
  • Decantarse
  • Insistir
  • Preferir
  • Interesarse
  • Dedicarse
  • Y otras

Pero no, se usa apostar de forma abusiva y, además, incorrecta.

Lo mismo ocurrió con apuntar —aunque, por suerte, ya su uso va a menos—, y quien habla, ya no dice, indica, sugiere, señala, etc. sino que apunta. Habría que saber si dispara o no.