18/05/2015
Las voces halógeno y alógeno son dos términos completamente distintos.
El primero alude a un tipo de iluminación, y el segundo equivale a extranjero.
Sin embargo, en los medios de comunicación es frecuente encontrar frases como
- «Los agentes observaron cómo los detenidos circulaban en un vehículo, alumbrando con un foco alógeno» o
- «Una lámpara alógena fue la culpable de que el cantante recibiera una descarga eléctrica».
Según el Diccionario de la Academia el término halógeno se aplica a las lámparas o bombillas que contienen algún elemento químico del grupo que tiene ese nombre (flúor, cloro…) y que producen una luz blanca y brillante, mientras que alógeno es una persona extranjera o de otra raza ‘en oposición a los naturales de un país’ (personas alógenas, medios alógenos, etc.).
Dado que los ejemplos anteriores se refieren a la primera acepción, lo adecuado correcto habría sido escribir
- «Los agentes observaron cómo los detenidos circulaban en un vehículo, alumbrando con un foco halógeno» y
- «Una lámpara halógena fue la culpable de que el cantante recibiera una descarga eléctrica».
