Diciembre 16, 2013
Si bien la mayor parte de los venezolanos utilizan esa expresión en un tono ligeramente ofensivo, su origen puede sorprender a más de uno, ya que en nada tiene relación con el significado que se le da en la actualidad.
Aunque la expresión no es un insulto ni una grosería, el venezolano suele utilizarla como un adjetivo peyorativo hacia otra persona, pues su significado puede indicar que una persona hace demasiados favores y es muy complaciente con otra, a veces sin ninguna retribución, y se utiliza como expresión vulgar de adular, halagar exageradamente a alguien o intentar persuadirlo de forma zalamera o insistente.
Pero ¿cuál es su origen?
El “jalabola” es quien ejecuta la acción. Contrario a lo que se cree, no tiene nada que ver con halar testículos, cosa que sería dolorosa.
Su origen data de las viejas cárceles venezolanas donde los presos usaban grilletes. Aquéllos con mayor poder económico o influencia tenían a su “jalabolas” particular que les ayudaba a cargar o arrimar las pesadas bolas de hierro que tenían aferradas a sus tobillos con cadenas.
Cortesía de Ana María Padrón
