[Hum}– Pepito, un alumno aventajado

La profesora interviene en una discusión entre Pepito y otro alumno.

—Pepito, ¿cuál es el problema?

—Es que soy demasiado inteligente para estar en primer grado. Mi hermana está en tercero, y yo soy más inteligente que ella. ¡Yo quiero ir a tercero también!

La profesora ve que no puede resolver el problema, y decidió llevarlo a la dirección. Mientras Pepito esperaba en la antesala, la profesora le explica la situación al director. Éste promete hacerle un test al muchacho, que, como de seguro no conseguirá responder a todas las preguntas, accederá a continuar en primero.

Ya de acuerdo ambos, director y profesora, ésta hace pasar al alumno, al que el director le propone lo del test, que Pepito acepta. Inicia entonces las preguntas el director:

—A ver, Pepito, ¿cuánto es 3 por 3?
—9.
—¿Y cuánto es 6 veces 6?
—36.

El director continúa casi una hora, con la batería de preguntas que sólo un excelente alumno de tercero debe conocer, y Pepito no comete ningún error. Ante la evidente inteligencia del menor, el director dice a la profesora:

—Creo que tendremos que pasarlo a tercero.

La profesora no muy segura, pregunta:

—¿Puedo hacerle yo unas preguntas también?

El director y Pepito asienten. Comienza entonces la profesora:

—¿Qué tiene la vaca 4 y yo sólo dos?

—Las piernas—, responde Pepito sin dudar.

—¿Qué tienes en tus pantalones que no hay en los míos?

El director se ajusta los lentes, y se prepara para interrumpir.

—Los bolsillos—, responde el niño.

—¿Qué entra al centro de las mujeres y sólo detrás del hombre?

Estupefacto, el director contiene la respiración.

—La letra ‘E’—, responde el alumno.

—¿Dónde tienen las mujeres el pelo más ensortijado?

El director hace una mueca de asombro.

—En África—, responde Pepito, sin dudar.

—¿Qué es blando, y en las manos de una mujer se torna duro?

Al director se le cruzan los ojos.

—El esmalte de uñas—, contesta Pepito.

—¿Qué tienen las mujeres en medio de las piernas?

El director suda porque no lo puede creer.

—Las rodillas—, responde Pepito al instante.

—¿Y qué tiene una mujer casada más ancha que una soltera?

—La cama.

—¿Qué palabra comienza con la letra ‘C’, termina con la letra ‘O’, es arrugado, y todos lo tenemos atrás?

Ahora, el director suda copiosamente.

—El codo, profesora.

—¿Y qué empieza con ‘C’ tiene un hueco, y yo se lo di a varias personas para que lo disfrutaran?

El director se tapa la cara.

—Un  CD.

El director, ya mareado de la presión, les interrumpe y le dice a la profesora

—Mire, póngame en sexto a este muchacho, y yo me voy a primero porque ¡¡¡acabo de fallar todas las respuestas!!!

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