Jaimito fue a una fiesta de disfraces a la que de pronto llegó una mujer de cuerpo escultural y con un disfraz a base de pintura, o sea, desnuda y con su cuerpo todo pintado simulando un mapamundi.
Jaimito se quedó mirando fijamente al sexo de la mujer, y ésta, ya incómoda por tanto interés, le preguntó:
— Y tú, ¿qué estás mirando?
—El pueblito donde nací—, respondió Jaimito.
Cortesía de Debora Dorfman