[*MiIT}– Programas antiespía. Por qué varios

Carlos M. Padrón

En el artículo “Computación personal, herramienta indispensable – 22: ESS, suite de seguridad”, dije que para instalar yo esta suite había desinstalado el NOD32 v2.7 (Antivirus), el Spy Sweeper (Antiespía), el Comodo (Firewall), el SpywareBlaster (Antiespía), y el SPAMfighter (AntiSpam), y dije también que a partir de ese momento mi PC mostró un notable aumento de velocidad de ejecución, lo cual es lógico porque tenía menos programas permanentemente activos.

Sin embargo, como no me fío de los programas antiespía —porque hacen acuerdos con marcas comerciales para no atentar contra el malware que éstas colocan en nuestras PCs cuando se presenta la oportunidad— he hecho caso del consejo de tener varios de tales programas, y dejé instalados, aunque inhabilitados para operar en real-time, el SpyBot-Search&Destroy (S&D) y el Ad-Aware 2007, gratis ambos, pues alguno técnicos dicen que si se tiene más de uno operando en real-time se estorbarían en su operación, como ocurre si se tienen operando en real-time más de un antivirus o más de un firewall, pero otros dicen que no, que pueden tenerse dos. Haré mis pruebas.

Hace un par de días, y basado en la mencionada desconfianza, reinstalé el Spy Sweeper (que es de pago), escaneé con él toda mi PC y, para mi poco agradable sorpresa, encontró cinco cookies de gravedad 1 (la máxima gravedad es 5), pero no puedo aceptar que el ESS Antiespía, de pago también, no los encontrara.

Ante esto, aunque dejé instalado el Spy Sweeper lo inhabilité —pues por default opera en real-time— y cuando quise activar el SpyBot-S&D recibí de nuevo el mensaje, que siempre recibí durante meses cada vez que quise abrir ese programa, de que faltaba un archivo DLL. Esta vez busqué en Internet y encontré la cura contra esa falta. Seguí los pasos recomendados, y, cuando de nuevo activé el SpyBot-S&D, ya no apareció ese mensaje.

Escaneé entonces con SpyBot-S&D, y por enésima vez encontró el malware BargainBuddy, que procedí a eliminar, pues está calificado como peligroso porque en la PC en la que logra instalarse deja entrar publicidad y tal vez algo más, y eliminarlo no es fácil.

Una vez —y pasando por el proceso de burocracia ministerial que para pedir soporte técnico tiene Webroot, compañía dueña del Spy Sweeper—, les pregunté por qué su programa no detectaba el BargainBuddy, y me respondieron, después de varios días, con un arabesco colateral, o sea, que ni sí ni no ni todo lo contrario.

Haciendo pruebas pude averiguar que el BargainBuddy lo instalaba en mi PC el primer programa VoIP que usé, el Net2Phone, que, por cierto, poco o nada se ha actualizado desde hace años. Una vez que con SpyBot-S&D eliminé el BargainBuddy, desinstalé el Net2Phone, usé la PC por días, escaneé de nuevo con el SpyBot-S&D, y el BargainBuddy no apareció. Ante esto, dejé instalado el SpyBot-S&D y activé su función de inmunización que consiste en bloquear varios puertos por los que suele entrar malware, y blindar varios escondrijos donde éste suele ocultarse.

Lo mismo hace el SpywareBlaster, que también tengo instalado y que corre en el backgroung.

Buscando programas antiespía gratuitos y opiniones acerca de ellos, di con el AVG Anti-Spyware v7.5 que instalé, inhabilité su función en real-time —que en esa versión gratuita permanece activa mientras dure el periodo de prueba— lo actualicé, y escaneé con él toda mi PC.

Encontró dos cookies de mediano riesgo (Netflame y Webtrends), ante lo cual no puedo evitar preguntarme por qué los otros programas antiespía, como el ESS —que lo tengo operando en tiempo real—, el SpySweeper, el SpyBot-S&D y el Ad-aware 2007, no los encontraron.

Hay programas —tanto de limpieza de toda la PC, antiespías, antivirus, etc.— que, al igual que Panda o los de Uniblue, siempre “encuentran” alguna infección a eliminar o algo que corregir, y entonces avisan de que si uno quiere que arreglen el entuerto tiene que comprar el programa (no creo que éste sea el caso de AVG, una compañía que hasta ofrece gratuitamente un buen programa antivirus). Por esto nunca compro un programa que no me permita usar gratuitamente su versión completa por al menos 15 días.

Conclusión

Hay que tener instalados varios programas antiespía que no sean incompatibles entre sí o incompatibles con otro software ya instalado en la PC, pero sólo uno, o no más de dos, operando en real-time; los demás deben permanecer inhabilitados hasta que uno quiera usarlos. Por ahora tengo siete:

1. ESS (único en real time)
2. SpywareBlaster (residente permanente)
3. Spy Sweeper
4. Spybot-S&D
5. Ad-aware
6. AVG, y el de,
7. System Mechanic (que es un programa para limpiar la PC, o sea, sacar restos inútiles, corregir fragmentación, compactar registros, borrar datos de forma definitiva, bloquear intentos no autorizados de programas que podrían ser malware, etc. Entre sus módulos tiene un antiespía).

Los últimos cinco programas de esta lista de siete los activo sólo para escanear on-demand (a petición), en diferentes días de la semana.

La primera vez que usé esta combinación ocurrió lo arriba descrito, y a partir de ahí, en las varias semanas que la he usado después, siempre uno u otro encuentra en mi PC algún ejemplar de malware, aunque, las más de las veces, de bajo riesgo.

También, y aunque el ESS escanea contra rootkits, tengo un programa anti-rookit, gratuito también: el de AVG. Con él escaneo también cada semana. Nunca ha encontrado nada.

[*Otros}– Palmeros en América / David W. Fernández: (8/8) Manuel Fierro Sotomayor, y la independencia de Venezuela

MANUEL FIERRO SOTOMAYOR
(1752-1828)

Este convenio fue acompañado para su ratificación en Caracas con el siguiente oficio:

“Después de haber destruido los ejércitos que en número de siete mil hombres oprimían las provincias de Santa Marta, Pamplona, Mérida, Trujillo, Barinas, y Caracas, nada me es más fácil que libertar la capital de Venezuela por la vía de las armas, pero la clemencia que distingue a todos los defensores de la justicia me hace olvidar que trato con los miembros de un gobierno infractor, y sólo atiendo a la humanidad doliente y a los clamores de los desdichados que imploran mi protección contra la justa vindicta a que se han hecho acreedores los tiranos de mi patria.

Por lo tanto, he accedido a la generosa capitulación que los comisionados Sres. Marqués de Casa-León, Don Fermín Paul, Don Vicente Galguera, Presbíteros Don Marcos Rivas y Don Francisco lturbe, han venido dirigidos por VV. SS. a tratar conmigo para mostrar al Universo que, aún en medio de las victorias, los nobles americanos desprecian los agravios y dan ejemplos raros de moderación de los mismos enemigos que han violado el derecho de gentes, y hollado los tratados más solemnes. Estas capitulaciones serán cumplidas religiosamente para oprobio del pérfido Monteverde, y honra del nombre americano. Lo que tengo el honor de decir a VV. SS. en contestación del oficio de ayer que han puesto en mis manos los negociadores de ese gobierno.

Dios guarde a VV.SS. muchos años.

Cuartel General de La Victoria, 4 de agosto de 1813, tercero de la independencia y primero de la guerra a muerte.

Simón Bolívar.
Sres. Gobernador y Municipalidad de Caracas.

El día 6 entró Bolívar en Caracas. Nombra una comisión compuesta por Felipe Fermín Paul, Francisco González Suárez, Salvador García de Ortigosa, Nicolás Peña, y Gerardo Patrullo, que se traslada a Puerto Cabello para presentar a Monteverde las capitulaciones con objeto de que diera su aprobación, pero éste, sarcásticamente, contestó: “No pudiendo don Manuel Fierro ni el Cabildo de Caracas facultar para misiones de capitulación, ni otras que son privativas del Capitán General de la Provincia, han sido nulas, y de ningún momento, todas las operaciones en su consecuencia obradas. Y yo jamás podré convenir en unas proposiciones impropias del carácter y espíritu de la nación grande y generosa de quien tengo el honor de depender, y es cuanto puedo contestar al oficio de V. Mds. de 10 del comente».

Este oficio lleva fecha del día 12, y este mismo día, en otra carta, dijo; “Jamás creí que en Caracas y en La Guaira se experimentase el desorden que ha sucedido de los que estoy sumamente avergonzado, y a su tiempo responderán los jefes que lo han ocasionado, etc.».

Ante estos hechos, Fierro desde Curaçao, con fecha del día 27 pasó a don Pedro Urquinaona y Pardo, Comisionado de la Regencia Española, el siguiente oficio: “Las circunstancias actuales me obligan a pedir a V. S. se sirva manifestarme su opinión sobre mi conducta política en los últimos acontecimientos de Caracas, y en los pocos días que desempeñé el cargo de Gobernador interino de una ciudad y territorio ya políticamente perdido».

Urquinaona calificó a Fierro de hombre intachable.

Fierro, restablecido algún tanto de su salud, pudo al fin realizar viaje a Santa Cruz de Tenerife, adonde hacía mucho tiempo estaba destinado, en el convoy que sale de La Guaira el 3 de diciembre de 1816, a bordo del buque “El Populo», al mando del capitán Navas, y e cual iban también la heroína venezolana doña Luisa Cáceres de Arismendi —esposa del ilustre prócer de la guerra de independencia hispanoamericana, General Juan Bautista Arismendi—, doña Mercedes de Arévalo, y otros prisioneros remitidos a la Metrópoli, en compañía de 12 buques más cargados de caudales y frutos del país.

Cuando se hallan mar afuera, más allá de las islas Bermudas y con rumbo al norte, avistan un buque corsario, que creen es el General Arismendi que viene a liberar a su esposa, y los viajeros se precipitan a solicitar la intervención de doña Luisa, entregándole algunas prendas para que las guarde en su poder, pero se trata de un corsario de Buenos Aires mandado por un estadounidense que apresa a la tripulación y se apodera de las naves y de su rico cargamento, y le brinda a doña Luisa la oportunidad de restituirla a la isla de Margarita, pero ella, carente de recursos, rechaza el colocar su destino en manos de un desconocido y comunica su resolución al capitán Navas, quien se hace cargo de la prisionera.

Fierro aprueba esta resolución y juzga conveniente prestarle ayuda, y en la Villa de Santa María, en la isla de Portuguesa, una de las del archipiélago de las Azores, donde arriban, hace instruir una justificación en la que consta que doña Luisa renuncia a la libertad que le brinda el corsario para seguir el destino que le había ordenado el gobierno monárquico de Venezuela.

En la Villa de Santa María varios pasajeros se reúnen para comprar y armar un buque que allíse hallaba abandonado, y en él siguen, rumbo a España, Fierro, la señora de Arévalo, Lorenzo Gabani —capitán de uno de los buques capturados—, y Navas, quien lleva consigo a doña Luisa.

Lo borrascoso de la navegación y lo inseguro del barco hacen que estuvieran a punto de naufragar, sufriendo los pasajeros, durante la travesía, las consiguientes angustias y penalidades.

A los cuarenta y cinco días de haber zarpado de La Guaira, arriban a Sanlúcar de Barrameda, y Fierro puede luego arribar a Santa Cruz de Tenerife.

Poco después fue a Santa Cruz de La Palma, su ciudad natal, apoyado en un joven, de triste celebridad en aquella isla, que le servía de lazarillo, pues Fierro estaba ciego.

Gracias a las atenciones y cuidados de su familia pudo vivir algunos años, a pesar de sus padecimientos físicos y morales, y a consecuencia de los cuales falleció en la ciudad de su nacimiento el 14 de febrero de 1828. Murió en estado célibe y había otorgado testamento ante el escribano don Jose Mariano López el 7 de diciembre de 1827.

La Real Junta establecida en Madrid para examinar la conducta observada en América por los oficiales del ejército, le expidió certificación, de fecha 10 de abril de 1828, acreditativa de haber sido purificado de su conducta política y militar durante su mando en Caracas. Pero Fierro no tuvo la satisfacción de ver aprobada su conducta por el Gobierno de la Nación, porque al llegar a su destino la Real Orden, ya él había muerto.

[*Drog}– Entrevista a Samir Zeki: ‘El matrimonio tendría que ser un contrato renovable cada tres años’

18/12/2007

Naila Vázquez

¿Por qué sufrimos por amor? ¿Qué nos aporta el arte? Éstas son preguntas frecuentes contestadas desde muchos ámbitos pero que hallan su síntesis en algo muy concreto: el cerebro humano.

Acercando ciencia y arte, sentimiento y química, sociedad y biología, el neurobiólogo Samir Zeki intenta responderlas aunque el estudio de este complejo entramado que es el cerebro esté aún en pañales.

Samir Zeki durante su última visita a Barcelona

—¿El cerebro sigue siendo un gran desconocido?
—Sí, seguimos conociendo sólo el 10%. Hay muchas cosas que desconocemos, incluso de aquellas partes que hemos estudiado más, por ejemplo, el cerebro visual. Podríamos decir que el estudio del cerebro se encuentra aún en la infancia. Sabemos que las formas, los colores o el movimiento están regulados por distintas partes, pero no sabemos cómo se combina todo esto para que lo percibamos como una sola cosa. Tampoco sabemos qué es la conciencia. Decimos que somos seres conscientes pero no podemos determinar con exactitud qué es eso.

—¿Y si hablamos de sentimientos…?
—Estamos empezando a saber de ellos. La típica pregunta que se hace la gente, ¿por qué una pieza de música me emociona? Estamos empezando a saber la respuesta y, aunque aún no la tengamos, soy optimista, creo que la tendremos algún día.

—Usted ha estudiado cómo el arte afecta a nuestro cerebro. ¿Qué es lo que una pintura o una escultura nos pueden producir?
—La función básica del cerebro es obtener conocimiento sobre el mundo. Esto se lleva a cabo a través del lenguaje, del olfato, del oído… El arte es una extensión de esta función del cerebro, es decir, el arte nos da conocimiento sobre las cosas, porque en las grandes obras de arte, lo que el artista hace es incluir en una sola obra todas las posibilidades. Por ejemplo, el retrato de Velázquez de Juan de Pareja no es un retrato de Juan, ese mulato ayudante de Velázquez, sino de su carácter. El arte nos produce dos cosas: la primera, nos da conocimiento, y la segunda nos mueve, nos conmueve. De hecho, los sentimientos, las emociones son una forma de cocimiento, nos dan pautas para saber reaccionar. Por tanto, el arte nos da conocimiento y conocimiento emocional. Pero además tiene una tercera función: nos permite expresar nuestros conceptos. Cuando hago un retrato de una mujer, pinto mi concepto de esta mujer. Tiene pues un valor terapéutico en tanto que me permite vivir a través de él lo que no puedo vivir en la vida.

—Pero no todo el mundo es capaz de realizar un retrato…
—Sí, es cierto. No todo el mundo es capaz de realizar un retrato, por no tener las habilidades para hacerlo, pero incluso no todos los artistas pueden hacer un retrato. Michelangelo nunca pintaba retratos —lo hizo sólo de dos personas— y no lo hacía porque no se veía capaz de transformar la belleza en su cerebro. De todas formas, aunque mucha gente no tenga la habilidad para crear una obra de arte, sí la tiene para apreciarla. Apreciar una pintura es un proceso activo no pasivo.

—Usted comenta que los artistas son “neuropsicólogos intuitivos” ya que captan los conceptos del cerebro en su pintura. ¿El artista nace pero no se hace?
—Hay que tener el gusto o la sensibilidad, pero para ser un artista hay que aprender. Hay que pintar con el cerebro, claro, sin cerebro no se puede pintar, pero lo que quiero decir es que la pintura debe obedecer a las órdenes del cerebro. En este sentido, los artistas explotan el potencial de su cerebro.

—¿De alguna forma podemos decir que el arte nos hace mejores…?
—No, no lo creo, no creo que nos haga universalmente mejores. Creo que nos da sentimientos y conocimiento pero no tiene nada que ver. Gente con muy malos sentimientos ha apreciado el arte, son cosas compartimentadas.

—¿Por qué los humanos hemos usado siempre el arte, que, aunque nos aporta conocimiento, éste no es de tipo práctico como la medicina?
—Cierto. El arte, según en qué sentido, no nos da un conocimiento útil, pero a la vez es útil en el sentido que tipifica y clasifica cosas. Por ejemplo, nos ayuda a entender las formas. Mondrian decía que la clave está en las líneas rectas. De esto hace más de 50 años, y ahora algunos científicos han descubierto que el cerebro responde a líneas rectas, que son la arquitectura primaria para todas las formas.

—Mondrian, de hecho, fue pintor y teórico…
—Sí, sí lo fue. Estaba interesado en saber cuál era el constituyente de todas las formas, y encontró que era la línea recta. En breve publicaré un artículo acerca del tema.

—¡Vaya! No descubramos más por ahora. Usted también ha estudiado ampliamente el amor, y sostiene que nuestro cerebro tiene una idea abstracta de él y que se produce una confrontación con la experiencia real porque no se corresponden. ¿Estamos condenados a sufrir por amor?
—Sí, la idea y la experiencia no casan. Los conceptos cambian, pero hay unos abstractos en nuestras ideas, como lo que describía Platón; la diferencia es que no están en el exterior sino en nuestro cerebro, que permanecen. Con el amor hay un serio problema: si el amor real no satisface el concepto que tiene aquél que ama, hay un desastre. Y este desastre es tangible puesto que el 50 o 60% de los matrimonios acaban en divorcio. Y si unimos que un 50% no se divorcian por razones económicas o por los hijos, encontramos un número muy significativo de gente —no todo el mundo, claro— que es infeliz con el amor. Por muchas razones, pero entre ellas está el hecho de que nuestro sistema biológico tiene un concepto muy difícil de satisfacer: la unidad de los amantes, algo imposible ya que somos individuos. Si miramos a los grandes amantes de la historia de la literatura, la mayoría son infelices…

—O mueren. ¿Quizá nos hemos equivocado haciendo que nuestra sociedad se sustente en la pareja, en la familia tradicional?
—Yo mismo comenté hace unos años que deberíamos revisar el concepto de matrimonio, que debería ser un contrato renovable cada tres años, y así sucesivamente. De hecho, esto tiene sentido ya que si vemos cuánto divorcio y cuánta infelicidad hay… Creo que la sociedad no ha entendido bien nuestro sistema biológico. No obstante, sociedad y biología tienen en el fondo el mismo empeño: la biología tiende a crear más y más niños, y el empeño de la sociedad es proteger a esos niños. Son parecidos pero con distintos métodos. Y el método de la sociedad, tener una pareja para toda la vida, no responde a una realidad biológica.

—¡Buf! No parece muy optimista…
—(Ríe) Sí, soy optimista ya que si la sociedad logra entender esto, podrá cambiar y seremos más felices. Porque, desde luego, hay mucha gente infeliz en sus relaciones de pareja.

—Si partimos de la base de que todo depende de reacciones químicas y conceptos de nuestro cerebro, cuando nos enamoramos de alguien e intentamos enamorarle o que simplemente se fije en nosotros, ¿eso no está en nuestras manos?
—Locos, locos (en español) estamos cuando nos enamoramos puesto que nuestro lóbulo frontal está desactivado. Nos volvemos locos, no vemos lo negativo de estar enamorado de tal persona, vemos el resto de cosas —nuestro trabajo, una obra de arte— pero en lo que se refiere a juzgar a esta persona, en eso, no vemos nada. Cuántos padres dicen a sus hijos que no deben juntarse con tal persona, pero eso no funciona porque no somos razonables. Y querer que alguien se enamore de nosotros no está en nuestro control, igual que tampoco lo está decidir que no queremos enamorarnos de alguien. El problema ocurre cuando cambian nuestros conceptos del amor y pasan 5 años y nos preguntamos ¿ésta es la persona con la que me casé? (Ríe).

—¿Eso pasa porque al principio no éramos razonables, y luego lo somos?
—Sí, pero también porque hay cambios químicos en nuestro cerebro que nos hacen ver las cosas diferentes. La locura del amor se restringe a la primera fase pasional, después hay gente que sigue enamorada pero ya no es ese amor loco.

—Entonces, eso de la llama eterna del amor ¿es un cuento?
—Todo puede ocurrir en biología, incluso los extremos. Es decir, hay gente que sí conserva siempre esa llama pero, para la mayoría, se apaga.

La Vanguardia

NotaCMP.- Otro más que concuerda en que lo que llamo drogamor es una locura, por no decir una imbecilidad. Me llama mucho la atención su mención a que la sociedad debería hacer algo al respecto; tal vez estamos ya en camino de eso. Otro buen síntoma es que alguien ya dijo que el contrato de matrimonio debería durar siete años, y ahora este señor dice que tres.

[*ElPaso}– Personajes de mi pueblo, disminuidos pero no olvidados: Andrés el Bobo

17-12-2007

Carlos M. Padrón

Era del extremo oeste del pueblo, o del Paso de Abajo o, tal vez, de Los Llanos; no estoy seguro.

Muy pacífico y pequeño de estatura, padecía el síndrome de Down y también el de orador político, pues a poco que alguien se lo pedía ofreciéndole una peseta, se encaramaba en una pared y daba un apasionado discurso —supuestamente político, ya que Andrés suponía que eran políticos todos los discursos marcados por el tono que él imponía a los suyos— cuya duración dependía de la cuantía del dinero ofrecido, pero que siempre constaba de dos partes: cuerpo y cierre.

Acerca de Andrés el Bobo me cuenta mi amigo Juan Antonio Pino que «su lengua, grande como la de los mongólicos, le daba un sello especial a su forma de hablar atropellada.

El mejor recuerdo que de él tengo lo ubica en la Plaza Vieja, cuando al bajar la gente de misa, de pie en el banco de la esquina para que le oyeran todos, pronunciaba un discurso que no entendía ni él pero que entonaba mejor que muchos políticos de ahora, a los que tampoco se les entiende mucho».

Según en este dibujo indica muy bien mi amigo Wifredo Ramos, el cuerpo era “Alipachi, ¡lirilí lirolá! Alile lichachi, chuhujoma manoma”, repetido ‘n’ veces; y el cierre era siempre “¡Papas y carbón!”, dicho lo cual descendía de la pared y, con su mano extendida, iba a reclamar el pago ofrecido.

[*Otros}– Palmeros en América / David W. Fernández: (7/8) Manuel Fierro Sotomayor, y la independencia de Venezuela

MANUEL FIERRO SOTOMAYOR
(1752-1828)

En la mañana del día 4 amaneció el pueblo patriota conmovido, y las autoridades realistas se hallaban sin fuerzas para contenerlo. Fierro dio órdenes a Budía, que se había encargado del destino de Mayor General del Ejército, para que se retirase a La Guaira con todo el orden debido, saliendo él inmediatamente para dicho destino.

Cuando desde la cumbre descubrió el mar, quedó dolorosamente sorprendido al ver que todos los buques mayores que había en el puerto se hacían a la vela con celeridad. Entonces es cuando Fierro comprendió la tamaña traición de Pareja.

Llegó a La Guaira, y no quedando en aquel puerto más que una fragata inglesa, acudió a su capitán, Mr. John Wation, a fin de que le facilitase un buque para transportar a Puerto Cabello las pocas tropas que aún quedaban en Caracas y en aquella plaza, pero dicho capitán se negó a ello bajo pretexto especioso.

La Guaira estaba también sublevada porque habiendo sido abiertas las bóvedas en que estaban presos los patriotas, éstos salieron de ellas y se oían en algunas partes disparos de fusil. En el muelle estuvieron a punto de ser asesinados La-Ginestier, las familias de los oidores Vidal y Costa, y el mismo Fierro.

Ante este estado de cosas no quedó otro remedio que la retirada en la forma que pudiera hacerla, y apeló al recurso extremo de embarcar en un solo bote a todos los que cupieran en él; incluso esperar al Regente Heredia. De esta embarcación pudieron aprovecharse porque, estando casi inútil y haciendo mucha agua, nadie se había dignado hacer uso de ella.

Los fugitivos se hicieron al mar con rumbo a Puerto Cabello sin tener a bordo alimento alguno, y cuando al siguiente día quisieron acercarse a la costa para aprovisionarse de agua que les apagase los ardores de la sed producida por el continuo ejercicio de achicar agua, y de la incesante y penosa boga, fueron rechazados por una falúa armada que les salió al encuentro, y de la que pudieron defenderse con dificultad, empleando sus armas.

Rendidos de fatiga, por el cansancio y el insomnio, logran llegar a Puerto Cabello el día 6. Fierro da cuenta inmediata a Monteverde de todo lo sucedido en Caracas, y, por disposición de éste, sale el día 7 por la noche, en comisión de servicio para Curaçao, en donde permanece mucho tiempo enfermo y acogido a la benévola protección del Excmo. Sr. Gobernador y Capitán General de la isla de Curaçao y sus dependencias, Oral. John Hodgson, inglés.

La comisión nombrada para capitular ante Bolívar llega a La Victoria el día 4 y firman en aquel lugar la capitulación. He aquí el tenor del convenio: “Capitulación concluida entre el ciudadano General en Jefe del Ejército de la Unión, Brigadier Simón Bolívar, y el Marqués de Casa-León, Presbítero Maestro Don Marcos de Rivas, Don Francisco de lturbe, Don Vicente Galguera, y Doctor Don Felipe Fermín de Paul, enviados por el gobierno de Caracas y su cuerpo capitular.

Artículo 1°.- Deseosos de proporcionar la tranquilidad pública, evitar la dispersión de las familias, la confusión y horror de la guerra, y economizar la sangre humana, con arreglo a las instrucciones de nuestros comitentes hacemos las propuestas siguientes:

Que se establezca y plantee en la ciudad de Caracas, y demás de Venezuela, la Constitución de las Españas, y que se elija para llevar las riendas del gobierno la persona que merezca la confianza de todas las clases en general.

Contestación.- Que aunque poseído de los mismos benéficos sentimientos, y conceptuando para ejercerlos, es inconducente la propuesta, no defiere a ella, y que a su llegada a la ciudad de Caracas, se establecerá la forma de gobierno que parezca más justa y adaptable.

Artículo 2°.- Que haya una reconciliación general olvidándose todo lo pasado respecto de todos los habitantes, sin distinción de origen ni de clases, de modo que no podrán sufrir extorsión, ni en sus personas ni en sus bienes, por la adhesión que hayan manifestado al gobierno español, con cuya condición y comprometimiento se entregará pacifícamente la ciudad de Caracas y todos los pueblos que comprende la provincia de este nombre, con el Puerto de La Guaira.

Contestación.- Concedido, y se observará religiosamente.

Articulo 3°– Que sea libre la emigración de todos los que pretendan retirarse con sus intereses donde mas les acomode.

Contestación.- Concedido con calidad de que haya de presentarse dentro de un mes a solicitar el correspondiente pasaporte, y, dentro de otro, realizar su salida, no habiendo embarazo por falta de buques, y pudiendo constituir apoderados de su confianza para la recaudación de sus intereses y conclusión de sus negocios.

Artículo 4°.- Que la entrada de las tropas a la capital no haya de verificarse hasta pasados quince días contados desde la fecha de la ratificación de este convenio, en cuyo intermedio podrán las tropas españolas evacuarlas con todo el honor que corresponde a la Nación a que pertenecen, siendo del cargo del gobierno que se establezca el satisfacerle el transporte.

Contestación.- Que no pudiendo detener la marcha de las tropas de su mando pasarán inmediatamente a la Capital, luego que reciba la ratificación de este tratado, que deberá hacerse dentro del término preciso de veinticuatro horas, que correrán desde la hora en que le entreguen al Gobierno de Caracas los comisionados que lo ejecutarán en todo el día de mañana; y que los militares españoles serán comprendidos en la emigración concedida, dejando armas y pertrechos, y permitiendo sólo a los oficiales su espada, cuya entrega se verificará en el cantón de Capuchinos, como también la de las existencias de áreas públicas, archivos y demás correspondientes al Estado en sus respectivas oficinas luego que tomen posesión las tropas de la Unión.

Firmado, por duplicado, en el pueblo de La Victoria a 4 de agosto de 1813.

Simón Bolívar
El Marqués de Casa-León
Marcos Rivas
Francisco de lturbe
Felipe Fermín Paul
Jose Vicente Galguera

[*ElPaso}– “Dándole vueltas al viento” / Poemas de Antonio Pino Pérez: El manto de la Virgen

EL MANTO DE LA VIRGEN

La reina de los pinares
tiene un manto de esperanza
extendido hacia los mares
que hasta los cielos alcanza.
¡La virgen de los pinares!

Lo bordaron angelitos
con hilos de luz y estrellas,
y en sus pliegues infinitos
recrearon rosas bellas
sus colores inmarchitos.

La Madre buena del monte,
en el milagro del Pino
que domina el horizonte,
está guardando el camino
la Virgen santa del monte.

María de las Alturas,
envuélvenos en tu manto,
arriba en las espesuras
del monte, retablo santo,
pregón de eternas venturas.

¡Madre de los Campesinos!
¡Señora de leñadores!
alumbra en los verdes pinos
con incendiados amores
nuestros inciertos caminos.

Llévanos a tus altares,
a tus alturas benditas,
y esconde nuestros pesares
en ese manto que agitas
entre los verdes pinares.

1948

[*Opino}– El cerebro humano está en construcción hasta el final de la adolescencia

Carlos M. Padrón

En las declaraciones que los científicos o expertos dan sobre este tema de las diferencias entre el cerebro o la inteligencia de hombres y mujeres, se nota cada vez más el miedo a insinuar siquiera la existencia de alguna diferencia en favor de los hombres. ¿Conquista del feminismo o aumento, por otros motivos, de la cantidad de varones domados?

Cuanta más experiencia gano más me convenzo de que habría que reeditar, o hasta hacer de lectura obligatoria, el famoso libro de Esther Vilar, “El varón domado”, pues tratar con uno de ellos es algo que entraña un riesgo que puede ser grande, como lo es cuando el tal varón trabaja para una corporación que necesita de él en casos imprevistos.

¿Cómo es posible que un supuesto científico se conforme con declarar que “sí se ha demostrado que existen muchas diferencias en los cerebros de hombres y mujeres, tanto en cuanto a su tamaño, como en las conexiones y las sustancias químicas que contienen” sin añadir alguna consecuencia, porque tiene que haberlas, de tales diferencias? ¿No se supone que la inteligencia se basa en el cerebro? Entonces es claro que existe una grandísima probabilidad de que diferencias entre cerebros de hombres y mujeres afecten el nivel de inteligencia de unos con respecto a los otros.

Eso de que “la forma de pensar y de procesar la información de hembras y varones es diferente, aunque al final el resultado es el mismo, pese a que se llegue por vías distintas” no parece que tenga parangón en la Naturaleza; ésta no suele proceder así. Su base es la economía, y no resulta lógico que duplique rutas para llegar al mismo resultado. Si las rutas son diferentes, existe un motivo práctico para que así sea.

***

11.12.07

(PD / EFE).- El pediatra estadounidense Jay Giedd ha descubierto que el cerebro humano está en construcción hasta el final de la adolescencia, aunque en esta etapa las neuronas y conexiones nerviosas no crecen, sino que se van “podando” hasta que se alcanza el raciocinio propio de la edad adulta.

Giedd ha llevado a cabo un riguroso estudio con más de 2.000 personas de entre 3 y 25 años, que le ha permitido observar que al final de la infancia el cerebro experimenta un aumento “desmesurado” de neuronas y de conexiones nerviosas, que después se van reduciendo durante la adolescencia.

Esta “poda” neuronal, que culmina con el tránsito de la adolescencia a la edad adulta, se produce primero en la zona posterior del cerebro y, por último, en la corteza frontal, que es la que controla el razonamiento, la toma de decisiones y el control emocional.

Este hallazgo —que desmiente la tesis, vigente hasta ahora, que sostenía que el cerebro maduraba por completo entre los 8 y los 12 año—, explicaría además por qué muchos adolescentes no empiezan a razonar y a comportarse como adultos hasta una edad tan avanzada, que puede alargarse más allá de los veinte años, según afirma Giedd, director del Instituto Nacional de Salud Mental de Bethesda (Estados Unidos).

Ahora bien, ¿de qué depende este “recorte” cerebral? Y, sobre todo, ¿es posible lograr que esta “poda” se produzca antes para que los adolescentes alcancen más pronto la madurez?

Aunque aún no están claros los factores que determinan este fenómeno, Giedd ha detectado que éste ocurre antes en las chicas que en los chicos, y que en los jóvenes más inteligentes se produce a edades más tempranas.

El experto apunta a la calidad y cantidad de actividades que realizan estos adolescentes, como idiomas o informática, como un posible factor de aceleración de este recorte neuronal, si bien no se ha confirmado si un exceso de actividad puede ser conveniente o contraproducente a la hora de determinar el desarrollo del cerebro.

Jay Giedd es uno de los once expertos que han participado en un curso sobre sexos e inteligencia organizado por el Consorcio Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Barcelona, en el que se ha intentado responder a cuestiones tan diversas como quiénes son más inteligentes, los hombres o mujeres, o por qué ellas son más propensas a sufrir enfermedades mentales.

“No se puede decir con rigor que un sexo es más inteligente que el otro, aunque sí se ha demostrado que existen muchas diferencias en los cerebros de hombres y mujeres, tanto en cuanto a su tamaño, como en las conexiones y las sustancias químicas que contienen», ha explicado a Efe el catedrático de Psicobiología de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y coordinador de las jornadas Ignacio Morgado.

Morgado asegura que la forma de pensar y de procesar la información de hembras y varones es diferente, aunque al final el resultado es el mismo, pese a que se llegue por vías distintas.

Se sabe también que las mujeres son más sensibles a lo emocional y a la amenaza, así como más asustadizas y capaces de comprender las desgracias ajenas, lo que les hace ser más propensas a sufrir enfermedades de base emocional, como la ansiedad o la depresión.

Siempre se ha dicho, por otra parte, que los hombres son más hábiles en los números y más proclives a las adicciones, si bien estas características parecen responder más a la presión del entorno social que a diferencias cerebrales entre ambos sexos, como lo demuestra el hecho de que cada vez son más las mujeres que acceden a carreras científicas y que fuman o beben.

En cualquier caso, Morgado considera que aún queda mucho camino por descubrir en cuanto a las diferencias cerebrales entre hombres y mujeres. “Cuanto más sepamos -advierte-, más nos daremos cuenta de que somos más diferentes de lo que pensamos».

PD

[*Otros}– Palmeros en América / David W. Fernández: (6/8) Manuel Fierro Sotomayor, y la independencia de Venezuela

MANUEL FIERRO SOTOMAYOR
(1752-1828)

El teniente coronel Izquierdo fue derrotado por Bolívar en la Sabana de Los Pegones, cerca de Tinaquillo.

Todo fue deshecho: el mismo Izquierdo quedó muerto en el campo de batalla, y fusilados todos los oficiales prisioneros. La noticia llegó a Valencia con la celeridad del rayo. Monteverde se decidió a esperar a Bolívar en aquel punto con las fuerzas reunidas, pero muy pronto conoció la imposibilidad de hacerlo, ya que casi todos habían desaparecido, pues tos vecinos realistas de aquellos pueblos, reunidos allí, no pensaron sino en salvarse en la plaza de Puerto Cabello, y en la misma noche llevaron esto a cabo, por lo que Monteverde se vio obligado a volar igualmente a Puerto Cabello no sin antes habérselo comunicado a Fierro.

El 1° de agosto los realistas de Caracas ignoraban los sucesos dichos, pero un rumor sordo que corría de boca en boca, y la alegría de los patriotas, puso en agitación la ciudad durante todo el día y toda la noche.

El día 2, a las siete de la mañana aparecieron fijados en !as esquinas carteles por medio de los cuales Fierro manifestaba haber recibido aviso de Valencia en el que se le manifestaba que Monteverde estaba en marcha con tres mil hombres para batir a Bolívar. Con estas noticias desapareció el sobresalto de los realistas, pero este mismo día recibió Fierro, enviado por el Comandante Militar de La Victoria, teniente coronel don Juan Budía, un oficio dándole parte de la derrota de Los Pegones.

El día 3 por la mañana se le presentó a Fierro el capitán don Sebastián Alvarado dándole cuenta de la pérdida de Valencia, de la retirada de Monteverde a Puerto Cabello, y de que la independencia estaba declarada hasta Maracaibo.

En la tarde del mismo día recibió el parte oficial que decía así: “Consecuente a que mis Jefes de División las han perdido, he quedado en el más deplorable estado, y mis cortas o ningunas fuerzas ni recursos me obligan a retirarlas a Puerto Cabello con el objeto de conservar tan interesante plaza. Lo que participo a V. S. para que tome las medidas que le permitan la situación de las cosas».

Con este oficio recibió Fierro la siguiente carta confidencial de Monteverde:

“Sr. D. Manuel Fierro. Valencia, 1° de agosto de 1813. Mi estimado paisano: Después de la derrota de Izquierdo me he quedado sin tropas y con la ciudad en confusión; por lo que me he visto en la precisión de irme a Puerto Cabello, que se halla abandonado, dejando esta plaza con el mayor dolor, y tal vez toda la provincia. Usted puede, si le parece, ponerse en el mejor estado de defensa porque los enemigos irán inmediatamente sobre esa ciudad. Yo estoy como Vd., se puede figurar, y sabe Dios si sobreviviré a tanta desgracia. De Vd. desgraciado amigo, q. b. s. m.- Domingo Monteverde».

Cuando Fierro recibía estas comunicaciones todo el pueblo estaba conmovido, pues Caracas tenía las tres cuartas partes de patriotas y sólo una tercera parte de realistas. En estos momentos de consternación y de apuro, Fierro convocó una junta, en su casa, formada por el Arzobispo, el Intendente, el Fiscal don José Costa y Gali, el Oidor Benito y Vidal, el Cabildo, los Oficiales Militares, y algunos vecinos respetables.

Esta junta, que examinó los recursos militares con que se contaba para la defensa de la ciudad, halló que no pasaban de trescientos cincuenta hombres de tropa reglada, muchos de los cuales eran criollos que no merecían la confianza de los realistas, y sólo sesenta eran españoles europeos.

Tampoco inspiraba seguridad un batallón de voluntarios de Femando VII que eran españoles y canarios, mercaderes y pulperos, cuyo numero llegó a subir hasta mil doscientos hombres, pero que, habiéndose difundido las noticias de aquel día, desertaron en su mayor parte, ocupándose en salvar sus intereses, sus familias y sus personas.

Con tales noticias, la Junta, por mayoría de votos, acordó que se capitulara. Se publicó una proclama para aplazar el temor de los realistas, conmovidos por la notoriedad de los sucesos del día, y habiéndose ofrecido en la misma Junta don Francisco de Paula Pareja, que había sido Oficial de la Marina y ahora era empleado de Hacienda, a disponer embarcaciones en La Guaira para hacer una retirada ordenada, se le autorizó completamente para todo y se le dieron las órdenes oportunas para el comandante de aquella plaza.

Pareja, lejos de cumplir con el encargo de la Junta, lo que hizo fue proporcionarse, por encargo de la misma comisión que se le diera, el escape con su familia, dejando a todos en el mayor abandono.

Este mismo día, también, Fierro dio las disposiciones para la retirada y nombró Comandante Político y Militar de Caracas al doctor don Francisco Antonio Paul, más conocido por Coto Paul, y que era uno de los más notables patriotas, quien presentó sus excusas aconsejando a Fierro que esperara a que fuera ratificada la capitulación. Pero Fierro, temiendo la rápida entrada de Bolívar en Caracas, y recordando el Decreto de Guerra a Muerte dado por éste hacía muy poco tiempo, obligó al doctor Paul a aceptar el cargo, y anunció por bando que dejaba a los venezolanos libres y mandados por un compatriota suyo.

En la noche de este día 3, dispuso Fierro que la división que estaba en Capuchinos se situase con toda la artillería en la Alcabala de La Pastora, y que en el Castillo de la Cumbre, en el trayecto del viejo camino de Caracas a La Guaira, se destacase una compañía para contener cualquier posible ataque de los patriotas por la retaguardia.

Cual no sería la sorpresa de Fierro al presentársele los capitanes don Manuel Tapia y don Salvador Gorrín, dándole parte de la deserción de las tropas, incluso de la misma guardia de Fierro de la cual sólo quedaron tres de los sesenta que la componían. Para colmo, aquella misma noche recibió parte de la pérdida de Cumaná, y ya entonces vio que todo estaba en el último peligro.