[LE}– ‘Aporofobia’, neologismo válido

18/12/2014

El neologismo aporofobia, no aporafobia, está bien formado, y se considera un término válido en español para hacer referencia al odio o al miedo al pobre.

Aporofobia —formado a partir de la voz griega á-poros, ‘sin recursos’ o ‘pobre’, y fobos, ‘miedo’— significa ‘odio, miedo, repugnancia u hostilidad ante el pobre, el que no tiene recursos o el que está desamparado’.

Esta voz está bien formada en español, por lo que no es necesario resaltarla con cursiva o comillas.

Este nuevo término parece tener su origen en algunas publicaciones de la filósofa Adela Cortina en los años noventa, en las que la autora pretendía diferenciar esta actitud de la xenofobia o el racismo.

Se recuerda además que lo apropiado es utilizar la forma aporofobia, y no aporafobia, voz que tiene cierto uso, pero que etimológicamente no se considera válida.

Sin embargo, en algunos medios de comunicación se encuentran frases como

  • «No es ni racismo ni xenofobia: es aporafobia» o
  • «Según la autora, lo que tiene el 90 % de la gente es aporafobia».

En estos casos, lo apropiado habría sido emplear aporofobia.

Fuente

[LE}– ‘Lo más completos posible’, no ‘lo más completos posibles’

02/12/2014

El término posible se mantiene invariable en las construcciones lo más/lo menos + adjetivo + posible, aunque el adjetivo esté en plural.

Así, se dice lo más completos posible, y no lo más completos posibles.

En los medios de comunicación se ven con frecuencia frases como

  • «Enviaremos informes lo más completos posibles»,
  • «Pedimos que sean lo más explícitos posibles»,
  • «Su misión es que los fondos queden lo menos afectados posibles» o
  • «Las medidas serán lo menos traumáticas posibles».

El Diccionario Panhispánico de Dudas explica que, cuando este tipo de expresiones comienza por lo, la palabra posible ha de permanecer invariable: «Hicieron casas lo más baratas posible».

Por el contrario, si lo que aparece antes de más o menos es un sustantivo en plural, sin lo, se empleará posibles: «Hicieron las casas más baratas posibles», como señala la misma obra académica.

Así, en los ejemplos anteriores lo adecuado habría sido escribir 

  • «Enviaremos informes lo más completos posible»,
  • «Pedimos que sean lo más explícitos posible»,
  • «Su misión es que los fondos queden lo menos afectados posible» o
  • «Las medidas serán lo menos traumáticas posible».

Fuente

[LE}– ‘La dio de alta’, pero ‘le dio el alta’

04/11/2014

Las expresiones dar de alta y dar el alta comparten significado en el contexto médico.

Pero se construyen con diferentes pronombres: lo(s) y la(s) en el primer caso: lo/la/los/las dieron de alta; y le(s) en el segundo: le/les dieron el alta.

En las informaciones que apuntan a que la auxiliar de enfermería que ha superado el ébola podría recibir mañana el alta médica, se pueden encontrar frases como

  • «Los médicos le darán de alta tras varias semanas de tratamiento» o
  • «La darán el alta cuatro días después de que abandonara el aislamiento y fuera trasladada a una habitación normal».

Tal y como indica el Diccionario Panhispánico de Dudas, cuando se utiliza la expresión dar de alta los pronombres átonos de tercera persona que le corresponden son lo(s) y la(s), ya que la persona que recibe el alta médica se expresa mediante un complemento directo. Por lo tanto, lo adecuado es lo/los dio de alta si se trata de un referente masculino, y la/las dio de alta si es femenino.

Aunque ésas son las formas recomendadas, se admite, dada su extensión entre hablantes cultos, el uso de le en lugar de lo cuando funciona como complemento directo y hace referencia a una persona de sexo masculino (le dio de alta), según indica también el Diccionario panhispánico de dudas.

Esa excepción sólo afecta al singular y no al plural, en el que se sigue considerando inadecuado el uso de les (lo indicado es los dieron de alta, no les dieron de alta).

Por el contrario, si se emplea la construcción dar el alta, el pronombre que le corresponde es le(s) tanto si el referente es masculino como si es femenino, pues la persona que obtiene el alta se considera complemento indirecto. Así, lo apropiado es le/les dio el alta.

Por tanto, en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir

  • «Los médicos la darán de alta tras varias semanas de tratamiento» y
  • «Le darán el alta cuatro días después de que abandonara el aislamiento y fuera trasladada a una habitación normal».

Fuente

[LE}– ‘Motochorro’ es quien roba en motocicleta

23/09/2014

El sustantivo motochorro, ampliamente extendido en el área lingüística del Río de la Plata, es un neologismo válido para referirse a la ‘persona que roba y huye en motocicleta u otro vehículo motorizado’.

En los medios de comunicación pueden encontrarse frases como

  • «Turista estadounidense grabó cómo le robó un motochorro»,
  • «El motochorro argentino, furor en todo el mundo» o
  • «Un joven turista de Estados Unidos logró escaparse de un asalto protagonizado por un “motochorro”».

El Diccionario de Americanismos recoge el sustantivo chorro como ‘ladrón, estafador’ y, tanto esta obra como el Diccionario Académico, definen la locución a chorro como ‘dicho de un ladrón: Que arrebata a la carrera algún bien a alguien’.

Se trata, pues, de un término ya asentado, a partir del cual puede formarse el compuesto motochorro, por analogía con motosierra, motocarro o motonave.

Dado que este compuesto está bien creado y se encuentra sobradamente difundido en el área del Río de la Plata, no resulta necesario aplicarle ningún resalte, al menos en esa área, por lo que en el tercero de los ejemplos podría haberse escrito motochorro sin comillas.

Asimismo, por tratarse de un término que viene a cubrir un vacío léxico, se aconseja tenerlo en consideración no sólo en la citada área lingüística, sino en cualquier otro país hispanohablante.

Fuente

[LE}– ‘La presidenta’, mejor que ‘la presidente’

10/09/2014

La palabra presidenta está registrada en el Diccionario Académico y es una forma válida y preferible a presidente para aludir a las mujeres que ocupan ese cargo.

En las noticias sobre el nombramiento  de Ana Patricia Botín como presidenta del Banco Santander tras el fallecimiento de su padre, Emilio Botín, se pueden encontrar las formas presidenta y presidente como en

  • «Ana Patricia Botín, nueva presidente de Santander»  o
  • «La comisión correspondiente propuso a la hija de Emilio Botín como nueva presidenta de la entidad».

Dado que la mayoría de las palabras que han añadido el sufijo -nte son comunes en cuanto al género (como el donante y la donante, del verbo donar), a menudo se plantea la duda de si sucede lo mismo en el caso de presidente y ha de ser siempre la presidente cuando alude a una mujer.

Sin embargo, la Gramática Académica explica que la voz presidenta es un femenino válido en el que se ha cambiado la e final por a, al igual que ocurre con asistenta, dependienta, infanta o intendenta.

Como, además, presidenta ya tiene registro académico desde el Diccionario de 1803, se emplea desde mucho antes y es la forma mayoritaria según el Diccionario panhispánico de dudas, no parece que haya motivo para no usar o incluso para no preferir esta forma cuando el referente es una mujer.

Por esta razón, en el primer ejemplo anterior habría sido preferible escribir

  • «Ana Patricia Botín, nueva presidenta del Santander».

Se recuerda además que los cargos se escriben con minúscula inicial (presidenta, no Presidenta).

Fuente

[LE}– ‘Punto final’, no ‘punto y final’

03/09/2014

El punto con el que se acaba un escrito o una división importante de un texto se llama punto final, no punto y final.

Esta expresión se emplea también para aludir a lo que da por terminado un asunto:

  • «Aquel argumento puso punto final a la discusión».

Sin embargo, en los medios de comunicación se emplea a menudo la variante impropia punto y final

  • «El equipo puso un brillante punto y final a la temporada» o
  • «Punto y final a una huelga de dos meses».

El Diccionario panhispánico de dudas señala acerca de esta variante:

«No es correcta la denominación punto y final, creada por analogía de las correctas punto y seguido y punto y aparte».

Se recomienda, pues, evitar punto y final para aludir tanto al punto que da fin a un texto como a aquello con lo que termina un asunto, y emplear en todos los casos punto final.

Fuente

[LE}– ‘A bordo’ y ‘abordo’ no significan lo mismo

19/08/2014

La expresión a bordo, que significa ‘en una embarcación u otro vehículo’, se escribe en dos palabras, pero el sustantivo abordo, sinónimo de abordaje, se escribe en una sola

Sin embargo, no es infrecuente ver la locución a bordo en una sola palabra:

  • «Abordo de este barco se encuentran médicos de distintas nacionalidades» o
  • «Según los primeros informes, la maleta con el dinero había llegado de Honduras el pasado 29 de julio abordo de un vuelo de una compañía privada».

El mismo error se comete en la expresión segundo de a bordo, usada para referirse a quien ocupa el segundo lugar en una cadena de mando: «Alfonso Bataller se estrena en la política municipal esta legislatura y apenas lleva mes y medio como segundo de abordo en el consistorio castellonense».

Según el Diccionario panhispánico de dudas, lo adecuado es escribir en dos palabras esta locución, que significa ‘al o en el interior de una nave o, por extensión, de un medio de transporte’. Se aconseja no confundirla, por tanto, con el sustantivo abordo, sinónimo de abordaje y menos frecuente en el uso:

  • «El abordo de los piratas se produjo en las costas de Somalia».

Así, en los ejemplos anteriormente citados lo apropiado habría sido escribir

  • «A bordo de este barco se encuentran médicos de distintas nacionalidades»,
  • «Según los primeros informes, la maleta con el dinero había llegado de Honduras el pasado 29 de julio a bordo de un vuelo de una compañía privada» y
  • «Alfonso Bataller se estrena en la política municipal esta legislatura y apenas lleva mes y medio como segundo de a bordo en el consistorio castellonense».

Fuente

[LE}– El ‘estrecho de Gibraltar’ o ‘el Estrecho’

13/08/2014

La palabra estrecho se escribe con inicial minúscula en la denominación estrecho de Gibraltar.

Pero puede escribirse con mayúscula si se emplea en solitario: el Estrecho.

En los medios de comunicación es frecuente leer frases como

  • «Más de un millar de inmigrantes rescatados en el Estrecho de Gibraltar» o
  • «La oleada de pateras más numerosa en el Estrecho de Gibraltar».

Conforme a lo que establece la Ortografía académica, los nombres comunes que forman parte de la denominación de accidentes geográficos se escriben con inicial minúscula: océano Pacífico, mar Mediterráneo, golfo de México, estrecho de Gibraltar,…

No obstante, la propia Ortografía indica que, si ese sustantivo se utiliza de forma aislada y supone una referencia inequívoca para los hablantes, como el Estrecho para los españoles, el Golfo para los mexicanos, o el Canal para los panameños, puede escribirse con mayúscula inicial.

Así, en los ejemplos anteriores lo adecuado habría sido escribir

  • «Más de un millar de inmigrantes rescatados en el estrecho de Gibraltar» y
  • «La oleada de pateras más numerosa en el estrecho de Gibraltar»

o, si la información está dirigida a un público español para el que el Estrecho es inequívocamente el del Gibraltar y no otro,

  • «Más de un millar de inmigrantes rescatados en el Estrecho» y
  • «La oleada de pateras más numerosa en el Estrecho».

Fuente

[LE}– ‘Los miles de personas’, no ‘las miles de personas’

28/07/2014

El sustantivo miles es masculino.

Por lo tanto, lo adecuado es que el artículo que lo acompaña sea masculino para concordar con él: los miles de personas, y no las miles de personas.

Sin embargo, en los medios de comunicación es común encontrar errores de concordancia: 

  • «El fervor plasmado por las miles de personas que participaron de la misa del papa en México» o
  • «Es una de las miles de personas que aún tiene latente la tragedia del 2010 en Chile».

Ya que el sustantivo miles es masculino, al igual que otros numerales como centenar o millón, lo apropiado es que los artículos que los acompañan tengan también género masculino, no femenino (los miles de personas, unos centenares de mujeres, esos millones de denuncias, y no las miles de personas, unas centenares de mujeres, esas millones de denuncias).

Así pues, en los ejemplos anteriores lo apropiado habría sido escribir 

  • «El fervor plasmado por los miles de personas que participaron de la misa del papa en México» y
  • «Es una de los miles de personas que aún tiene latente la tragedia del 2010 en Chile».

Fuente