[LE}– ‘Se espera a los invitados’, no ‘se esperan a los invitados’

12/11/2014

No resulta apropiado que en las oraciones impersonales los verbos concuerden con complementos directos de persona en plural.

Por eso, lo correcto es «se espera a los invitados», y no «se esperan a los invitados».

En los medios de comunicación, sobre todo en discursos orales, es frecuente encontrar frases como 

  • «Se invitaron a los responsables de cada institución»,
  • «Se esperan a los acusados por el homicidio de la joven» o
  • «Se galardonaron a los miembros del equipo de la película en la gala de ayer».

Tal y como señala la Gramática de la Lengua Española, este uso inadecuado responde al cruce de dos estructuras:

  1. Por un lado, la oración impersonal, en la que el verbo permanece invariable en singular y va seguido de un complemento directo introducido por la preposición a («Se espera a los acusados»);
  2. Por otro, la oración pasiva refleja, en la que el verbo sí puede ir en plural seguido de un sujeto sin preposición a intermedia («Se elegirán los representantes»).

Así, en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir: 

  • «Se invitó a los responsables de cada institución»,
  • «Se espera a los acusados por el homicidio de la joven» o
  • «Se galardonó a los miembros del equipo de la película en la gala de ayer».

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[LE}– ‘Afrontar’y ‘enfrentar’ son sinónimos, pero no ‘afrentar’

09/07/2010

Los verbos afrontar —y, en América, enfrentar— pueden usarse indistintamente con el significado de ‘hacer frente a alguien o algo’, pero no así afrentar.

En los medios de comunicación es habitual encontrar frases como

  • «México está listo para enfrentar la volatilidad» o
  • «Las claves de un acuerdo vital para afrontar la salida de la crisis»,

ambas perfectamente válidas.

Aunque muchos hispanohablantes de España creen inadecuado usar el verbo enfrentar como equivalente de afrontar, el Diccionario Académico recoge desde 1925 enfrentar con el sentido de ‘hacer frente a alguien o algo, especialmente a un problema, peligro o una situación comprometida’.

Asimismo, el Diccionario Panhispánico de Dudas admite tanto enfrentar un problema como enfrentarse a/con un problema.

El término que no es sinónimo de estos dos es afrentar, verbo que significa ‘ofender, humillar, insultar’.

Así pues, en frases como

  • «Los hospitales de Bagdad aún tienen suministros médicos suficientes para afrentar la situación» o
  • «El subsecretario afirmó que si se juntan los esfuerzos de sociedad civil y autoridades para afrentar el problema del narcotráfico se logrará vencer este reto»,

lo apropiado habría sido escribir «… para enfrentar la situación» o «… para afrontar el problema…».

Tampoco es preciso emplear en este sentido confrontar, que es ‘poner frente a frente’.

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[LE}– ‘Malasio’ es el gentilicio de Malasia; ‘malayo’ es su idioma

10/03/2014

Malasio es la forma preferible para mencionar a los habitantes de Malasia y lo relacionado con este país, y malayo es el nombre recomendado para hablar de su lengua oficial.

En las informaciones sobre el avión desaparecido en Asia se utiliza con frecuencia la palabra malayo como gentilicio:

  • «Las autoridades malayas han desmentido que se hayan encontrado restos del aparato» o
  • «Avistados unos restos que podrían ser del avión malayo desaparecido».

La Ortografía de la Lengua Española recoge el gentilicio malasio para los naturales de ese país, y el Diccionario Panhispánico de Dudas también lo señala como el más apropiado, si bien recoge que se usa en ocasiones la forma malayo. Ésta, explica, designa en sentido estricto a los individuos de una etnia de la zona, y también a la lengua que hablan, que es la oficial en el país.

De acuerdo con esto, en los ejemplos anteriores habría sido recomendable escribir

  • «Las autoridades malasias han desmentido que se hayan encontrado restos del aparato» y
  • «Avistados unos restos que podrían ser del avión malasio desaparecido».

Respecto al nombre del país, cuya denominación oficial es Federación de Malasia, la forma tradicionalmente usada en español es Malasia, y no Malaysia, Malaisia ni Malaya, que se emplean con alguna frecuencia en los medios de comunicación.

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[LE}– ‘Productos «sin»’, con ‘sin’ entre comillas

21/11/2013

La preposición sin se escribe entre comillas cuando se añade a los nombres de algunos productos en los que se deja sobrentendido aquello que supuestamente no tienen, principalmente alcohol, cafeína, calorías y aditivos.

Se trata de una fórmula esencialmente publicitaria aplicada en especial a ciertas comidas y bebidas, de modo que se habla de una cerveza «sin» (‘sin alcohol’), un refresco «sin» (‘sin cafeína’ o ‘sin calorías’, según el caso) o, más en general, de productos «sin».

Dado que este uso no ha pasado a la lengua con un sentido general, sino que, en esencia, se cita la denominación comercial asociada a tipos concretos de productos, se recomienda destacar la preposición con comillas o, alternativamente, en cursiva, como

«En los últimos ocho años se ha duplicado el número de nuevos productos “sin” en el mundo».

Además, en los medios de comunicación es preferible, cuando se aplica a casos concretos, especificar de qué se trata, como por ejemplo refrescos sin cafeína en lugar de refrescos «sin», a menos que se trate de una cita literal, en cuyo caso puede ser conveniente una explicación.

En la lengua coloquial se ha lexicalizado como sustantivo aplicado específicamente a la cerveza, y en este caso se puede escribir sin comillas ni otro destacado (una sin).

En todos los casos es invariable en plural: productos “sin”, cervezas “sin”, unas sin.

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[LE}– ‘Fetua’, no ‘fatua’ ni ‘fatwa’

07/06/2013

Fetua, mejor que fatua o fatwa, es la palabra apropiada en español para referirse a las decisiones de los muftíes, o especialistas en la ley islámica, que pueden tener fuerza legal.

En los medios de comunicación se pueden encontrar frases como

  • «La pena para la adolescente fue impuesta tras la fatua o edicto religioso emitido por el imán de una mezquita de la localidad de Naria» o
  • «Rushdie fue objeto de una fatwa (decreto religioso) promulgada por el ayatolá Jomeini que le condenaba a muerte por blasfemias».

El Diccionario Académico recoge la palabra fetua como adaptación plenamente asentada en español del término árabe fatwa.

Conviene evitar la adaptación fatua, una palabra que en español tiene un significado completamente distinto (‘falto de razón o de entendimiento’ o ‘lleno de presunción o vanidad infundada y ridícula’).

Así, en los ejemplos anteriores, lo adecuado habría sido escribir

  • «La pena para la adolescente fue impuesta tras la fetua o edicto religioso emitido por el imán de una mezquita de la localidad de Naria» o
  • «Rushdie fue objeto de una fetua (decreto religioso) promulgada por el ayatolá Jomeini que le condenaba a muerte por blasfemias».

En el caso de emplear la transcripción fatwa, ha de escribirse en cursiva —o entre comillas, si no se dispone de ese tipo de letra— por tratarse de un extranjerismo.

Fuente: Fundéu

[LE}– ‘Desvirtualizar’ y ‘desvirtualización’ son términos adecuados

07/05/2013

El verbo desvirtualizar, con el significado de ‘conocer en persona a alguien con quien previamente se ha establecido una relación virtual’, está bien construido de acuerdo con las reglas de formación de palabras en español, por lo que su uso se considera adecuado.

Se trata de un término creado a partir del adjetivo virtual, ‘frecuentemente referido a un recurso informático que realiza la misma función que la cosa real de que se trata’, de acuerdo con el Diccionario del Estudiante, de la Academia.

A esta palabra se le han añadido, conforme a la Gramática, el sufijo -izar y el prefijo des- (dando lugar a desvirtualizar), y también el sufijo -ción en el caso del sustantivo desvirtualización.

En este sentido, frases aparecidas en los medios como

  • «Es el momento de desvirtualizar a tus contrincantes de Apalabrados: búscalos y quedad para compartir anécdotas»

están correctamente escritas tal cual, sin cursivas ni comillas.

Por otra parte, se recuerda que desvirtualizar y desvirtualización no son sinónimos de desvirtuar y desvirtuación, que se usan para señalar la ‘alteración de la verdadera naturaleza de algo’.

Por tanto, en lugar de

  • «La Oposición acusó al presidente de desvirtualizar la institución y ponerla al servicio del partido»,

lo apropiado habría sido escribir

  • «… acusó al presidente de desvirtuar la institución…».

Fuente: Fundéu

[LE}– ‘Propugnar algo’ o ‘abogar por algo’, no ‘propugnar por’

18/01/2013

El verbo propugnar, que significa ‘defender, amparar, apoyar’, no va seguido de la preposición por, es decir, se propugna algo que se defiende, y no se propugna por algo.

No es raro, sin embargo, ver en las noticias este verbo seguido de por, como en

  • «La directora propugna por un movimiento global de consumidores, inversionistas y trabajadores para crear un modelo sustentable» o
  • «El documento propugna por el cambio del régimen fiscal de la paraestatal».

Según el Diccionario de la Real Academia Española, propugnar es un verbo transitivo, es decir, ha de ser propugnar algo, sin el añadido de la preposición por, que podría ser influencia de abogar por, de significado idéntico.

Por ello, en los ejemplos anteriores habría sido preferible haber dicho

  • «La directora propugna un movimiento global de consumidores, inversionistas y trabajadores para crear un modelo sustentable» y
  • «El documento aboga por el cambio del régimen fiscal de la paraestatal».

Fuente: Fundéu

[LE}– ‘Presidente honorario’ o ‘de honor’, mejor que ‘presidente honorífico’

30/04/2013

Presidente honorario o de honor son las formas adecuadas de referirse al presidente de una compañía o institución que tiene los honores de ese cargo, pero no su poder ejecutivo.

El Diccionario Académico señala que honorario, referido a una persona, es ‘que tiene los honores pero no la propiedad de una dignidad o empleo’, mientras que honorífico lo define como ‘que da honor’.

De este modo, si bien es cierto que un presidente honorario ostenta un título honorífico, pues el cargo le confiere honores a su titular, no por ello diremos que la persona que lo desempeña —el presidente— es honorífica, sino honoraria.

Sin embargo, con motivo de las recientes declaraciones de Franz Beckenbauer al diario alemán Bild, en las que advierte de que «el Barça lo intentará todo para eliminar al Bayern de Múnich», muchos medios se han referido al astro alemán como presidente honorífico del club bávaro, en lugar de las formas apropiadas presidente honorario o presidente de honor.

Fuente: Fundéu

[LE}– ‘Permisividad’ y ‘permisibilidad’ no son lo mismo

17/04/2013

Permisividad significa ‘tolerancia excesiva’ o ‘condición de permisivo’ (‘que permite o consiente’), mientras que permisibilidad es la ‘cualidad de permisible’, la ‘posibilidad de ser permitido’, tal como recoge el Diccionario Panhispánico de Dudas.

Así, en la frase

  • «La permisibilidad del tabaco en los bares y restaurantes, a debate»

lo que se dice es que se debatirá la posibilidad de que se permita fumar en este tipo de establecimientos, mientras que si se dice

  • «La permisividad del Gobierno respecto del uso del tabaco en los bares y restaurantes, a debate»,

lo que se afirma es que se va a debatir sobre la actitud excesivamente tolerante del Gobierno ante el uso del tabaco en bares y restaurantes.

Es habitual, sin embargo, encontrar noticias en la prensa en las que se utiliza de forma inapropiada permisibilidad en lugar de permisividad:

  • «El Barcelona se quejó de la permisibilidad del colegiado al juego duro de Pepe»,
  • «La impunidad, como un mensaje de permisibilidad, es el principal factor para que los feminicidios vayan al alza en Oaxaca» o
  • «“Ninguna permisibilidad con quien se ha reído de nosotros y de la democracia”, aseveró Herrera».

En todos estos casos se está hablando de un exceso de tolerancia, tanto del colegiado como de las autoridades de Oaxaca y de quienes permiten que se rían de la democracia, por lo que lo adecuado habría sido usar la palabra permisividad.

Fuente: Fundéu