[*Otros}– Agustín de Betancourt y Molina, el ‘Leonardo Da Vinci’ Canario

Aunque muchos no conozcamos en profundidad a Agustín de Betancourt y Molina —su nombre completo era Agustín José Pedro del Carmen Domingo de Candelaria de Betancourt y Molina—, y nunca haya tenido él su merecido reconocimiento, fue como un «Leonardo da Vinci» Canario, nacido en el Puerto de la Cruz (Tenerife), en 1758.

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(Agustín de Betancourt y Molina)

Fue tan prolífico y genial como el italiano —cada uno a su tiempo, obviamente—, pues entre sus inventos se cuenta,

  • Una máquina epicilíndrica de hilar seda.
  • La máquina de vapor de doble efecto, parecida a la de Watt pero de superior rendimiento.
  • Un horno de destilación de hulla,
  • El trípode para romper cañones,
  • Un molino de subir agua,
  • Una máquina para cortar hierba
  • Los andamios de elevación de las columnas del Pórtico de San Isaac, en San Petersburgo.

Creó la Escuela de Ingenieros de Caminos y Canales, fue director General de Correos, Consejero de Hacienda, etc.

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(Estatua de Agustín de Betancourt y Molina, en el Puerto de la Cruz, Tenerife)

Como quiso dibujar bien para sus diseños, se presentó en la Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, de Sevilla. Allí no fue aprobado, sino que ¡le hicieron Miembro de Honor de la Academia!

Fue gran matemático, ingeniero hidráulico, de minas, de caminos y canales, y dominaba la mecánica.

Unió Madrid con Aranjuez mediante telegrafía eléctrica el año 1797, es decir 47 años antes de que Samuel F. B. Morse lograra enviar sus puntos y rayas por un cable. Lo hizo cuando aún le faltaban 5 años a Alejandro Volta para descubrir la pila de corriente eléctrica, es decir, cuando aún no existía la electricidad que hoy conocemos.

Utilizó impulsos electrostáticos de la descarga de unas botellas de Leyden (antiguos condensadores eléctricos), cargadas con una máquina de Whimshurt, adelantándose casi 200 años a su época.

Los impulsos iban en codificación binaria en octetos, o conjuntos de 8 bits (cómo las computadoras) mediante 8 cables. Pero se adelantó tanto a su época que la electricidad que pudo usar (estática) no era fiable, por lo que se dedicó a perfeccionar la telegrafía óptica tipo Chappé.

Y así, el ingeniero Canario del que hablamos, llamado Don Agustín de Betancourt y Molina, tuvo una idea genial: Utilizó una «T» que giraba por su centro de gravedad con un timón similar al de un barco, con 36 brazos, con lo que podía representar 10 números y 26 letras. Los operadores no necesitaban saber los códigos, porque las letras estaban anotadas en el timón que posicionaba la gran «T» exterior.

El sistema era mucho más sencillo, efectivo y rápido que el de Chappé, funcionó entre Madrid y Cádiz, Madrid y Bayona, Madrid y los Reales Sitios de Aranjuez, El Escorial y Segovia, e incluso el propio Napoleón dijo que quería que en Francia se instalara un telégrafo «como el de Cádiz».

El mismísimo Chappé no lo permitió, porque su propio telégrafo iría al rincón de los olvidos y él era Director General de los Telégrafos franceses.

Godoy, Príncipe de la Paz y afrancesado, denunció a Betancourt por su herejía de decir que también podía enviar la palabra por medio de un cable electrizado, lo cual sonaba a brujería, y Betancourt tuvo que salir a toda prisa de España, pidiendo asilo en la embajada rusa.

A finales de 1807 viajó a San Petersburgo invitado por el Zar Alejandro I de Rusia y permaneció allí durante seis meses. Tras regresar a París para presentar con Lanz el Ensayo, regresó a Rusia donde permaneció hasta su muerte al servicio de Alejandro I.

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Medalla, emitida en Rusia, para conmemorar los 250 años del nacimiento de Agustín de Betancourt

Llegó a ser mariscal del ejército ruso, quedó adscrito al Consejo Asesor del Departamento de Vías de Comunicación. Posteriormente fue nombrado Inspector del Instituto del Cuerpo de Ingenieros y, en 1819, Director del Departamento de Vías de Comunicación.

A lo largo de los 16 años de su estancia en Rusia alternó la dirección académica del Instituto de Ingenieros con numerosas obras públicas, como

A partir de 1822 comenzó a tener problemas con el Zar y fue sustituido en la dirección del Instituto, quedando relegado hasta su muerte, ocurrida en 1824.

En 2008 se emitió en Rusia un sello (imagen de la derecha) conmemorativo celebrando los 250 años de su nacimiento,

A su muerte, en 1824, comenzó a utilizarse un telégrafo óptico con transmisión binaria de 10 bits que permitía 1.024 signos diferentes.

Fuente: Museo Elder

Rescatado para este blog por Manuel Alberto Gutiérrez

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COMENTARIOS

Roberto
Gracias a los dos, Carlos y Don Manuel A. Gutiérrez, por recordar a este ilustre e insigne canario que no ha recibido todavía el homenaje que se merece.

Aquí, junto a mi casa, en el Instituto Cabrera Pinto, de La Laguna (Tenerife) sí que le hemos honrado con un pequeño acto.

CMP
En respuesta a Manuel A. Gutierrez V..

Sí, amigo Manny, me dijiste eso, pero ocurre que yo no recordaba la existencia de ese ilustre Canario, y menos recordaba haber distribuido algo acerca de su obra. Por tanto, lo tuyo fue para mí un rescate. Gracias d enuevo.

Manuel A. Gutierrez V.
Estimado Carlos, debo recordarte que el rescate mencionado está dentro de un archivo de respaldo titulado “Correos especiales (para mí) enviados por CMP” . Este tiene fecha 07/04/2003. O sea, acaba de cumplir diez años, y es, además de educativo, maravilloso.

Gracias otra vez.