[*MiIT}– Más cambios en Gmail

12/11/2013

Carlos M. Padrón

Ahora es con los adjuntos (attachments), según explica el artículo que copio abajo.

No entiendo lo que Google persigue con los repetidos cambios en Gmail, cambios que me molestan, como sé que también molestan a muchos de mis contactos a pesar de que ellos, al contrario que yo, sólo tienen en Gmail una cuenta, pero igual les molestan los cambios de formato, apariencia, y ubicación de las opciones de manejo, pues, como bien dicen, cuando ya han aprendido a manejar un cierto formato, vienen los cambios y se sienten perdidos y obligados a perder tiempo aprendiéndolos.

Tal vez el propósito de Google sea —a pesar de lo ya dicho acerca de muchos de mis contactos— obligar al usuario a manejar el correo y demás desde dentro de la cuenta de Gmail, lo cual es algo que no puedo permitirme porque, como he dicho repetidas veces en este blog, tengo una media docena de cuentas Gmail y no puedo caer en el suplicio de entrar a cada rato en cada una de ellas. Por tanto, las tengo vinculadas a mi Outlook, y desde Outlook envío por cualquiera de esas cuentas, y en Outlook recibo lo que me envíen a través de ellas.

Por cierto,el artículo que sigue tuve que pasarlo por los filtros COGER para que quedara decente. Uno de sus gazapos, o colección de ellos, es esta explicación puesta a una imagen (ver abajo):

  • «Arriva, como se verán las vistas previas pequeñas, bajo, la completa»

que contiene nada menos que tres errores, pues debieron escribirla así:

  • «Arriba, cómo se verán las vistas previas pequeñas; abajo, la completa».

Una vez más me pregunto si, por lo menos. no usan correctores. Tal vez si se les pregunta dirán que son técnicos en informáticas y no expertos en lengua española. Si es así, que se dediquen a su técnica pero que, por favor, no escriban para el público. Algo que tampoco entiendo es por qué el medio digital para el que escriben les publica sus barrabasadas.

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12/11/2013

Ya no será necesario en Gmail bajar los archivos adjuntos

Google ha anunciado que los usuarios ya no tendrán que bajar los archivos adjuntos en Gmail para poder obtenerlos.

Arriva, como se verán las vistas previas pequeñas, bajo, la completa

 

 

Han actualizado Gmail con una mayor integración con Google Drive, que permite guardar los archivos directamente en la «nube» de Google Drive sin tener que abandonar la página de Gmail.

Ahora, cada vez que un usuario abra un email que contenga archivos adjuntos, podrá ver, al final del email, una vista previa, muy pequeña, del tipo de documento. Cuando el usuario clique sobre alguno de estos archivos, aparecerá una vista previa completa, han dicho a través de su blog oficial.

Pero no sólo esto, sino que la persona que quiera bajar el documento —o, mejor dicho, guardarlo— para luego imprimirlo o usarlo, tendrá que pasar el cursor del ratón sobre la vista previa pequeña y clicar en el botón de «Drive».

El contenido se guardará directamente en la cuenta de Google Drive del usuario. Con esta posibilidad, el usuario podrá disponer del archivo en cualquier dispositivo, eso sí, necesitará conexión a internet para acceder a él.

Claro está, que se mantiene aún la opción de bajar a un dispositivo. Para hacerlo sólo hace falta clicar sobre la flecha que aparece sobre la pequeña vista previa. Esta opción estará disponible para la versión de escritorio de Gmail y se empezará a aplicar la próxima semana.

Fuente

[*Opino}– «Olvidimail» y «Flojerimail»

Carlos M. Padrón

Preocupado por el incremento en el número de mis contactos que han manifestado reiterados síntomas de lo que he dado en llamar olvidimail —afección que causa que quien la padece incurra en la práctica de enviar e-mails que ya había enviado antes—, me di a la tarea de llevar esa cuenta desde enero de 2010.

Al ver hoy, un año después, la cantidad y nombres de quienes la integran —personas todas de mí conocidas, y de menor, igual o mayor edad que yo— se me pone carne de gallina, como suele decirse, al pensar que tarde o temprano engrosaré yo esas filas,.. si es que llegó hasta allá.

Aunque parece que no es en sí la edad el factor determinante, pues tengo contactos casi diez años mayores que yo que no me han dado muestras de olvidimail.

Tal vez lo menos malo de esta afección es que la víctima no se da cuenta de que la padece, a menos que se le demuestre, lo cual me niego a hacer.

Por si acaso, desde hace tiempo hice un acuerdo con el amigo con quien más e-mails intercambio: cuando cualquiera de nosotros note olvidimail en el otro, se lo hará saber.

Otra enfermedad, a la que llamo flojerimail, es la que padecen los que me reenvían, a veces casi de inmediato, los e-mails que les he enviado yo.

De los que incurren en esto y se los he hecho notar, he recibido dos respuestas diferentes:

1. «No sé cómo depurar las listas de distribución»

2. «No voy a hacer nada al respecto. Tú borra el mensaje»

En la primera respuesta veo un «no quiero», pues si no sabe bien podría preguntarme, máxime cuando me he ofrecido a dar ayuda al respecto.

Y la segunda es una declaración de falta de consideración muy propia de persona desaprensiva (DRAE. Desaprensivo/a: Que obra sin miramiento hacia los demás).

Ambas respuestas denotan casos de «flojera», término que en Venezuela se usa mucho en acuerdo con la tercera acepción que el DRAE le da: «Flojo, 3. adj. Perezoso, negligente, descuidado y tardo en las operaciones». De ahí lo de flojerimail.

Por supuesto, de mis listas de distribución he eliminado a los enfermos de flojerimail que no quieren poner remedio a su afección.

El parecido que con Incredimail tienen los términos olvidimail y flojerimail no es casual, pues el tal Incredimal es un verdadero mal para quienes, como yo, no queremos reenviar material que contenga basura o esté mal formateado.

Y reformatear algo «amarrado» con Incredimail es un casi calvario que requiere tiempo y paciencia, y que en un descuido puede hacer que uno borre el texto completo.

Por desgracia, y tal vez por flojerimail, el uso de Incredimail parece ir en aumento.