[Hum}— De vascos. Lugar de nacimiento

Un padre dando consejos a su hijo, que marcha a estudiar afuera:

—Y ya sabes, Txomín, que cuando estés por ahí fuera, tienes que tener buena educación y no preguntar a nadie de dónde es.

—Aiba, la ostia, aitá, ¿y por qué no tengo que preguntarle a nadie de dónde es?

—Pues porque si es de Bilbao, ya te lo dirá él; y si no es, ¡no le tienes que hacer pasar vergüenza!

[Hum}— La importancia del tuteo en español. Algo que no ocurre en inglés

¿Sabes la diferencia que en español existe entre ‘tú’ y ‘usted’? El ejemplo que sigue la ilustrará muy bien.

El director general de un banco se preocupaba por López, un joven director estrella que, después de un periodo de trabajar junto a él, sin parar nunca, ni para almorzar, empezó a ausentarse al mediodía. Entonces, el director general llamó al detective privado del banco y le dijo:

—Siga a López una semana entera no vaya a ser que ande en algo malo o sucio.

El detective cumplió con el cometido, volvió e informó:

—López sale normalmente al mediodía, toma su coche, va a su casa a almorzar, luego le hace el amor a su mujer, se fuma uno de sus excelentes habanos y vuelve a trabajar.

Respondió el director:

—Ah, bueno, menos mal; no hay nada malo en todo eso.

Ante tal respuesta, el detective preguntó:

—¿Puedo tutearlo, señor?

Sorprendido, el director respondió “Sí, cómo no”, y entonces el detective le dijo:

—Repito: López sale normalmente al mediodía, toma tu coche, va a tu casa a almorzar, le hace el amor a tu mujer, se fuma uno de tus excelentes habanos y vuelve a trabajar.

[Hum}— Los tres más, más

Estaban reunidos Blanca Nieves, El Jorobado de Notre Dame y Pulgarcito discutiendo acerca de quién era la más bella, el más repugnante y el más pequeño del mundo.

Como no se ponían de acuerdo, decidieron ir donde Walter Mercado, el adivino más espectacular del mundo, a pedirle una respuesta a sus preguntas. Primero entró Blanca Nieves mientras los otros esperaban ansiosos fuera. A los 5 minutos salió sonriente Blanca Nieves y, cuando los otros dos le preguntaron, Blanca Nieves dijo:

—Walter me confesó que yo soy la mujer más bella del mundo.

Entró entonces Pulgarcito, quien tardó una hora en salir. Los otros al verle le preguntaron y éste contesto:

—Hubo una discusión porque hay varias personas pequeñas en el mundo, pero finalmente Walter certificó que yo soy el más pequeño del mundo.

Entró finalmente El Jorobado para ver si Walter le confirmaba que él era el más repugnante del mundo; mientras, sus amigos lo esperaban fuera del recinto. Pasó una hora, dos horas, cuatro horas, y, al fin, después de 8 horas, salió El Jorobado. Sus amigos le preguntaron ansiosos por qué había demorado tanto, a lo que el Jorobado contestó con una pregunta: 

—¿QUIÉN COÑO ES MADURO?»

[Hum}— Las once islas

En 11 islas desiertas de un archipiélago en medio de la nada naufragaron las siguientes personas:

  • Isla 1: dos italianos y una italiana
  • Isla 2: dos franceses y una francesa.
  • Isla 3: dos alemanes y una alemana.
  • Isla 4: dos griegos y una griega.
  • Isla 5: dos ingleses y una inglesa.
  • Isla 6: dos australianos y una australiana.
  • Isla 7: dos argentinos y una argentina.
  • Isla 8: dos japoneses y una japonesa.
  • Isla 9: dos irlandeses y una irlandesa.
  • Isla 10: dos mexicanos y una mexicana.
  • Isla 11: dos venezolanos y una venezolana.

Un mes después, en cada una de las islas la situación era la siguiente:

  • Isla 1: Un italiano mató al otro para quedarse con la italiana.
  • Isla 2: Los 2 franceses viven felices con la francesa en un «menage à trois».
  • Isla 3: Los alemanes hicieron una programación semanal para tener sexo con la alemana.
  • Isla 4: Los 2 griegos duermen juntos mientras la griega hace la limpieza y cocina para ellos.
  • Isla 5: Los 2 ingleses están esperando a que llegue alguien para que les presente a la inglesa.
  • Isla 6: Los 2 australianos arrojaron a la australiana a los tiburones y declararon la isla paraíso gay.
  • Isla 7: Los 2 argentinos se pelean por ser el presidente de la isla, mientras la argentina, en un ataque de histeria feminista, sigue hablando de ella misma, de cómo ella puede hacer todo lo que ellos hacen, y que ellos no piensen en tocarle ni un pelo, que son poca cosa y va a esperar a que allí naufrague un hombre mejor que la lleve a otra isla donde la respeten como mujer.
  • Isla 8: Los 2 japoneses y la japonesa crearon un grupo de trabajo interdisciplinario basado en el respeto mutuo, inventaron un fax con las hojas de las palmeras y cocos, enviaron un fax a Tokio, y se encuentran en espera de instrucciones.
  • Isla 9: Los 2 irlandeses dividieron la isla en Norte y Sur, cada uno tomó posesión de una parte y cada uno abrió una destilería y, después de unos litros de whisky de coco, ya no recuerdan si han tenido sexo o no con la irlandesa. Sin embargo, lo importante para ellos es que los ingleses no están allí.
  • Isla 10: Los dos mexicanos están durmiendo la siesta todo el día. Se hicieron compadres, se pusieron apodos, y cada uno de los dos pendejos piensa que la mexicana sólo tiene sexo con él.
  • Isla 11: Los dos venezolanos no se ponen de acuerdo para contarse y para saber si por fin la isla se llamará Isla Revolucionaria Bolivariana Bonita o simplemente Libertad. Mientras, la venezolana se la pasa marchando por la orilla esperando que venga el grupo de amigos de las otras 10 islas a arreglar el peo.

[Hum}— Morir de….

Un turista canadiense entra en una tienda de música en La Habana y pregunta al empleado:

—¿Tiene la canción «Morir de Amor» por el dúo Cabrisas-Farach en 45 revoluciones?

A lo que el empleado le responde:

—Oye, chico, pues no, ése no lo tenemos, pero tenemos «Morir de Hambre» por el dúo de los hermanos Castro ¡en una sola revolución!

[Hum}— Cómo detectar a un maricón

Esto es real como la vida misma, y muy recomendable para saber con quién nos la estamos jugando, porque en estos tiempos impíos, donde hasta Spiderman es gay, hay que estar prevenidos: cualquiera puede ser marica (sólo basta vder la televisión, como Telecinco). Así que, para protegernos de semejante epidemia, he hallado, por envío de España, los siguientes consejos de actitudes y comportamientos a evitar para que todos tengamos a salvo nuestra retaguardia.

  1. Llegar a los 30 sin tener barriga. ¡¡¡Seguro que es gay!!! Nada más que decir.
  2. Comer polos (helados de paleta) y otras mierdas de ésas que se chupan. Las únicas cosas que un hombre de verdad puede chupar son las patas de las cigalas, los percebes, las cabezas de las gambas y cualquier otro tipo de marisco. Todo lo demás que se chupe son mariconadas, y punto.
  3. Tener gato. Sólo un homosexual consumado tendría gato. Un gato es como un perro pero en maricón: tiene sentido común, se lava con su propia lengua, come pescado y nunca se emborracha. Es decir, el hombre que tiene un gato en casa vive en una profunda relación homosexual. Fijaros que a un perro se le llama con dignidad masculina: «Sandocán, cabrón, ¡ven aquí!». Pero a un gato… «Bsss-bsss-bsss-bsss-bsss, ven, bonito». ¡Ridículo!
  4. No ir de caza porque no hay sitio para cagar. Un hombre caga donde más le apetece. Quien nunca ha experimentado avistar un jabalí con los calzoncillos bajados no sabe qué es ser un hombre. Lo que las mujeres no saben es que ir a cazar es en verdad una excusa para los hombres para mear por todo el campo y así marcar el territorio.
  5. Mirar el buzón todos los días: De maricas. Un hombre llega a casa después de ocho horas de duro trabajo y de tomar tres copas con los amigos, cansado, sudado y medio borracho. ¿Y qué os parece si la primera cosa que hace es mirar el correo? Por el amor de Dios, un hombre sólo mira el buzón si le cortan el agua, la luz o el gas. Además, ¿habéis visto las llaves de los buzones lo pequeñas que son? Vamos, que no están hechas para los fuertes dedos masculinos. Son sólo para chicas y afeminados.
  6. Pedir descafeinados, café con leche desnatada o similares: maricón el último. A ver, ¡un café es un café! Es fuerte, intenso, aromático…. ¡es masculino! Las únicas cosas que se le pueden añadir al café son leche entera, coñac y güisqui, y todo lo demás son cosa de nenas. ¿Donde se ha visto «Oye, chaval, ¿me tiras la cafeína del café?» ¡¡¡¡Mariconazo!!!!!
  7. Dejar que una mujer nos reviente los granos. ¡Es totalmente de maricas! Los granos de un hombre no son para ser reventados. Un hombre es una máquina autosuficiente en materia de salud e higiene. Los hombres sólo van al médico y se bañan porque, si no, las mujeres no se acuestan con ellos.
  8. Saber el nombre de más de cuatro pasteles: Un hombre sólo conoce, como mucho, la Tarta Santiago, el Tiramisú, el Roscón de Reyes y la tarta de manzana. Lo suficiente para poder desayunar en el bar y tomar postre a la hora de comer. ¿Dónde se ha visto que un «hombre» como Dios manda entre en una pastelería y diga «Disculpe, me podría poner dos Garibaldis, una Pirámide y un Éclaire?» Vamos, con 20 equipos en primera división y 24 jugadores en cada equipo, ¿a quién le queda sitio en la memoria para recordar los nombres de los pasteles?
  9. Pescar con caña: para sarasas. Una cosa es salir a la mar a las dos de la mañana con doce amigotes, todos completamente borrachos, para tirar las redes mugrientas desde una barca llamada «Las tetas de Judas», y otra muy distinta irse el domingo por la tarde en coche a los espigones con la caña, el túper con la tortilla de patatas y la cola light. Por no hablar de esos pececillos minúsculos en un cesto ridículo… Lo bueno de pescar es salir quince hombres en barca y no saber cuántos van a volver.
  10. Alimentar al perro con comida para perros. ¡¡¡¡Sólo un marica castigaría así a su perro!!!! La comida para perros la han inventado las multinacionales para amariconar a los pobrecillos. Un perro come lo que se cae al suelo o lo que desentierra. Es después de comer esas mierdas enlatadas que se vuelven afeminados: ya no beben agua del water, no tocan nada podrido y dejan de perseguir a los gatos.
  11. Ir a la feria del libro. ¡M-a-r-i-c-a! ¿Para qué gastarse los euros en libros cuando se puede ir a una feria agrícola y traerse una oveja a casa? Una feria de hombres es levantarse, aún resacoso, a las siete y media de la mañana, calzarse unas sandalias e irse para la feria de la cebolla de Villa Arriba, a la del tractor de Navas o a la recauchutados de Barbate. Una feria de hombres significa cervezas, cosas que manchen, risas, pedos y eructos, y jamás es pasarse el día entre libros y sus amanerados autores firmándolos.
  12. Conducir con las dos manos: gay. Si los cowboys consiguen atar con el lazo a los bisontes con una sola mano, ¿por qué un hombre ha de precisar las dos para agarrar el volante? El último sitio donde un hombre precisa tener dos manos es precisamente el volante. Las manos al volante sólo son para dos cosas: adelantar o tocar el claxon. Para el resto, la mano derecha ha de estar libre para poder sintonizar el partido en la radio, hablar por el móvil, agarrar la cerveza y, sobre todo, para meterle mano a la chavala que va al lado.
  13. Pasear a los perros con cadena. Los perros han nacido para andar sueltos. Pasear al perro es una actividad de riesgo. Nunca sabes hacia dónde va a girar, si va a volver a casa, si va a morderle la pierna a un policía, tumbar a una vieja, o si va a ser atropellado por un camión. Las cadenas son para los niños, y no hay más discusión.
  14. Mirar la fecha de caducidad de los alimentos en el súper: de nenas. Un hombre no mira esas cosas porque es inmune a los alimentos caducados. Como se ha dicho, es una máquina autosuficiente en salud, y unas salchichas caducadas o un filete de pollo un poco pasado son beneficiosos para la fauna intestinal masculina. Por no hablar de los que tocan los tomates, los pimientos, etc., en el súper para ver el estado. ¡¡¡¡Maricas!!!!