Dios llama a Adán y le dice: tengo una buena noticia y una mala.
—La buena primero—, contesta Adán.
Dios responde:
—Te voy a hacer dos regalos, un cerebro y un pene.
—Fantástico, ¿y la mala?
—No tienes suficiente sangre para hacer funcionar los dos al mismo tiempo.