– ¡Joer, Joseba! ¿Cómo es que llevas toda la cabeza vendada?
– ¡Joer, por la moto!
– ¿Te caíste?
– ¡Quiá! ¿Recuerdas que la primera curva, bajando de la ermita al pueblo, es muy cerrada y hay una tapia de cemento que pone SE TRASPASA?
– Sí.
– Pues no es verdad, ¡no se traspasa!