[Canarias}— Personajes en la isla de La Palma. Álvarez de Abreu: el abogado más prestigioso de España en su época

Álvarez de Abreu: el abogado más prestigioso de España en su época

Nació en la ciudad de Santa Cruz de La Palma el 7 de febrero de 1688. Sus primeros conocimientos los recibe en el convento de Santo Domingo, en su ciudad natal, pasando luego a La Laguna, en Tenerife, donde estudió Latín y Filosofía.

[Hum}— El pollo y sus consecuencias

Un niño y una niña asistían juntos a la escuela, y, además eran grandes amigos. A la hora del almuerzo se sentaban juntos y abrían sus loncheras para comer. Un día descubrieron que sus mamás siempre les ponían lo mismo: emparedado de pollo.

Pasó el tiempo y llegaron a 4º ó 5º grado. Un buen día, la niña se presentó con un emparedado que no era de pollo, y el amiguito le preguntó:

«¿Qué pasó, ya te aburriste del pollo?»

La niña le contestó:

«No, todavía me sigue gustando, pero decidí no comerlo porque, ¿sabes?, allá abajo empezaron a salirme plumitas»

El niño quiso verlas y ella se las mostró.

«¡¡Ooh!! Es verdad, tienes plumitas. ¡¡Mejor no comas más pollo!!»

Al cabo de un tiempo, la niña se dio cuenta de que el niño ya no comía emparedado de

pollo, y le preguntó:

«¿Qué pasó que ya no comes emparedado de pollo? ¿Ya no te gusta?»

«Sí, sí me gusta, pero pasó que a mi también me salieron plumitas allá abajo. Mira»

Y bajándose el calzón le mostró a la niña. Ésta puso cara de susto y, angustiada, le dijo a su amiguito:

«¡¡Uyyy, tú si estás mal!! ¡¡A tí te salieron las plumitas, el pescuezo y las mollejas!!»

[LE}— «Inflación», con una c, no «inflacción»

NotaCMP.- ¡Cómo será esto si llegara a surtir efecto la Ley Celaa!

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El término inflación se escribe con una ce, no inflacción.

Uso incorrecto

• También ha hablado sobre la inflacción en el fútbol y cómo la pandemia por coronavirus acabará con los grandes fichajes.

• La inflacción anual estimada con el IPC de septiembre sitúa a España en un −0,4 % de caída de los precios.

• El brote del coronavirus ha tenido un impacto negativo en la economía nacional tanto en el PIB como en la inflacción.

Uso correcto

• También ha hablado sobre la inflación en el fútbol y cómo la pandemia por coronavirus acabará con los grandes fichajes.

• La inflación anual estimada con el IPC de septiembre sitúa a España en un −0,4 % de caída de los precios.

• El brote del coronavirus ha tenido un impacto negativo en la economía nacional tanto en el PIB como en la inflación.

El Diccionario panhispánico de dudas especifica que no es correcto duplicar la ce en sustantivos como inflación —o en otros, como objeción—, lo que confirma el diccionario académico recogiendo el término con esta grafía.

Este error se produce por el cruce con otros sustantivos que sí tienen que duplicarla, como acción, infracción o satisfacción, porque, como indica la Ortografía, en su familia léxica existen palabras que incluyen la secuencia –ct-: acción > activo, infracción > infractor o satisfacción > satisfactorio.

Fuente

[ElPaso}— El misterio nunca resuelto del barco fantasma ‘El Fausto’, el ‘Expediente X’ de la Marina española

19/11/2020

Carlos M. Padrón

Cuando en los años 50 vivía yo aún en El Paso, conocí personalmente a Julio García Pino (q.e.p.d.) y a su esposa Luz María Cruz Toledo, y recuerdo bien el tremendo impacto que en la colonia canaria de Venezuela, en particular entre los miembros de origen palmero y más aún entre los pasenses, causó al caso del Fausto, pero en nada comparable al que, según me contó mi familia, causó en mi pueblo natal.

Para más detalles, además de leer el artículo que sigue —que publiqué en 2016 pero que, según comprobé hoy, había desaparecido de mi blog—, sugiero ver este VÍDEO de Cuarto Milenio.

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04/11/2016

César Cervera 

«Ya es hora de retirarnos; el horizonte se oscurece, el aire es cada vez más frío y empieza a levantarse la niebla. Nunca como al anochecer conoce el hombre lo que vale su morada».

Frase pronunciada por Wagner, personaje del «Fausto» de Goethe.

Tan tétrica y desoladora resulta la obra de Goethe como la historia del barco canario, del mismo nombre del personaje, desaparecido en 1968.

El «Fausto» era un pesquero de casi 14 metros de eslora, uno de los más resistentes de los que buscaban su morada en La Palma (Canarias), capaz de navegar a siete nudos de velocidad. Durante las fiestas del Carmen de 1968, en pleno Franquismo, al pesquero se le asignó la tarea de transportar plantones de platanera a la isla de El Hierro (a poco más de 98 kilómetros de La Palma). Se trataba de un trabajo rutinario, sin sobresaltos posibles.

El 20 de julio tres de los tripulantes habituales del barco —los hermanos Ramón y Heriberto Concepción (47 y 42 años), y Miguel Acosta (43 años), primo de los dos anteriores—, partieron de Puerto de las Puntas (El Hierro) acompañados de Julio García Pino (27 años, y natural de El Paso), un mecánico que tenía una hija enferma y necesitaba llegar a La Palma cuanto antes. Cargaron agua y diez kilos de fruta, y se echaron a la mar en la madrugada de ese mismo día. Por desgracia, ninguno de ellos llegó jamás a puerto.

El 21 de julio a primera hora debería haber regresado «El Fausto» a su morada. No había niebla a la que culpar, ni vientos fríos que pudieran haber complicado la navegación. El pesquero se perdió en una mar en calma, frente a La Palma, una de las islas más altas y visibles del mundo (en relación a su superficie). Debido al retraso, las autoridades desplegaron al momento un dispositivo de búsqueda que incluía un avión del Ejército del Aire, concretamente un Heinkel del Servicio Aéreo de Rescate (SAR). Cuando el corazón de los familiares empezaba a estremecerse, la búsqueda dio pronto sus frutos.

El 25 de julio, un buque frigorífico de bandera inglesa, la «Duquesa», avisó de que había hallado al barco canario a unos cien kilómetros al oeste de Tazacorte (La Palma) y de que sus tripulantes estaban bien; ni siquiera informaron de avería alguna. La comunidad pesquera resopló aliviada, pues parecía posible que, simplemente, «El Fausto» se hubiera desviado de su ruta por algún problema mecánico hasta terminar a 176 kilómetros de La Palma. En una localización poco accesible, en un brazo de mar fuera de los mapas.

De la decepción a la sorpresa terrible

Lo inquietante del caso empieza aquí. Los tripulantes de «El Fausto» declinaron que el barco inglés les remolcara o les acompañara hasta La Palma. A pesar de llevar días desaparecidos, los cuatro marineros estaban bien y pidieron únicamente combustible y provisiones para volver por cuenta propia.

En pocas horas, el puerto de Tazacorte se llenó de familiares, amigos y vecinos para recibir al fin al barco perdido, cuya llegada calcularon los ingleses para las 17.00 horas de ese extraño 25 de julio, pero esta llegada nunca se produjo. Hubo quien permaneció en el puerto hasta la madrugada, sin que la embarcación apareciera en el horizonte palmero. Tampoco lograron dar con ella los barcos que salieron a su encuentro, uno de ellos con una potente estación de radio cedida por el Correo Plus Ultra de la Compañía Trasmediterránea.

El Fausto

Ramón, Eliberto y su primo Miguel

Al día siguiente se reanudó el rastreo, ya con cuatro aviones desplegados en las coordenadas en las que el barco inglés decía haberse encontrado con «El Fausto». Una operación, el mayor dispositivo aeronaval de la historia de Canarias, que fue languideciendo con el paso de las semanas y la pobreza de resultados. Era como si el pesquero se hubiera esfumado de la faz de la tierra.

El barco permaneció en el limbo del Atlántico hasta tres meses después; el 07 de agosto se le declaró oficialmente desaparecido. Y, cuando parecía que el agua se había tragado hasta sus huesos, el pesquero canario dio de nuevo señales de vida. Un buque italiano llamado «Anna di Maio» informó el 09 de octubre de que se había topado con un barco fantasma, abandonado en pleno océano, a la altura del Trópico de Cáncer, con una matrícula similar a «El Fausto».

En el interior del barco no había nadie con vida, únicamente un cadáver desnudo y en proceso de momificación situado en la sala de máquinas junto a un aparato de radio. Más tarde se habló de que el cuerpo era el de Julio García Pino. Los italianos acordaron remolcar el pesquero hasta Puerto Cabello, en Venezuela, pero solo dos días después la tripulación volvió a comunicarse con las autoridades para decirles que habían perdido de vista la embarcación.

El cabo que unía los dos barcos se había soltado (cortado, según algunas versiones) y resultó imposible dar con «El Fausto», o, al menos, eso dijeron los italianos, y tampoco en tierra pudieron aportar restos o pistas de lo que había ocurrido en el interior de «El Fausto». Sólo en una segunda conversación con las autoridades los italianos mencionaron la existencia de una libreta con las hojas arrancadas que habría pertenecido a García Pino, el marinero que se había embarcado en el último momento.

En la única hoja sin arrancar, la última, el mecánico canario daba instrucciones sobre cómo debía administrar su mujer las propiedades cuando él faltara, así como dos frases terriblemente inconclusas: «Nunca le digas a Julín (uno de sus hijos) lo que ha pasado». A lo que añadía, también dirigiéndose a su esposa Luz: «Tú sabes que Dios quiso para mí este destino».

¿Qué le ocurrió al Fausto?

En una entrevista con ABC en 2014, Luis Javier Velasco, autor de «El Fausto. Historia y misterio de una tragedia» (CSB Ediciones), huye de complejas teorías; a su juicio, el trágico desenlace pudo tener su origen, simplemente, en una serie de desafortunadas casualidades.

Para empezar, es posible que la niebla del amanecer hubiera confundido a los tripulantes del pesquero en su regreso de El Hierro, haciendo que pasaran de largo La Palma. Sin olvidar que los remolinos atlánticos siempre pueden dificultar incluso la navegación más plácida.

Otras teorías resultan más inverosímiles. En su día se especuló con que los tripulantes carecían de autorización para la navegación de cabotaje entre islas, e iniciaron una huida hacia delante que en algún momento se truncó en tragedia. Así, la tripulación de «El Fausto» se habría dirigido a Venezuela, lugar de emigración habitual para los canarios, y donde uno de los marineros, Julio García Pino, tenía un hermano.

Aquella hipótesis improbable fue una de las muchas que tuvieron que soportar los familiares de la tripulación desaparecida. Ni siquiera la más hiriente, pues hubo quien involucró a los marineros en un caso de drogas o contrabando; o protagonizando el trasladado imposible, y a la postre fatídico, de un viejo oficial nazi refugiado en El Hierro hasta Venezuela.

En términos de la leyenda urbana, se especuló también con que el barco se vio afectado por un incidente entre submarinos de EE.UU. y de la URRS en el contexto de la Guerra Fría.

Fuente

[Hum}— Cuestión de Lógica

Dos monjas salieron del convento a vender galletas. Una era la Hermana Matemática (M), y otra la Hermana Lógica (L).

  • M – Está empezando a caer la noche y aún estamos muy lejos del convento.
  • L  – Hermana, ¿se ha dado cuenta de que nos sigue un hombre hace media hora?
  • M – Sí, ¿y qué será lo que quiere?
  • L  – Es lógico. Nos querrá violar.
  • M – ¡Dios Mío!. Calculo que si continuamos caminando a este ritmo, nos alcanzará dentro de 15 minutos. ¿Qué podemos hacer?
  • L  – ¡¡La única cosa lógica que podemos hacer es caminar más rápido!!
  • M – ¡¡No está funcionando!!
  • L  – ¡Claro que no! Él hizo la única cosa lógica que se podía hacer. ¡¡¡Comenzó también a caminar más rápido!!!
  • M – Y ahora, ¿qué vamos a hacer? ¡¡¡Nos alcanzará en un minuto!!!
  • L  – La única cosa lógica que podemos hacer es separarnos. Usted vaya por aquel lado y yo para este otro. ¡No podrá seguirnos a las dos!

Entonces, el hombre decidió seguir a la Hermana Lógica. La Hermana Matemática llegó al convento, preocupada de lo que pudiera haberle ocurrido a la Hermana Lógica. Al cabo de un rato, llegó la Hermana Lógica.

  • M – ¡¡Hermana Lógica!! Gracias a Dios que llegó usted. Cuénteme qué ocurrió.
  • L  – Ocurrió lo lógico. El hombre no podía seguirnos a las dos, por lo que optó por seguirme a mí.
  • M – Y, ¿qué ocurrió después?
  • L  – ¡Lo lógico! Yo comencé a correr lo más rápido que pude, y él también.
  • M – ¿Y?
  • L  – De nuevo lo lógico. Me alcanzó.
  • M – ¡Dios mío! ¿Y qué hizo usted?
  • L  – Hice lo lógico. ¡Me levanté el hábito!
  • M – ¡¡¡Dios Mío, Hermana!!! ¿Y qué hizo el hombre?
  • L  – Él también hizo lo lógico. ¡¡¡Se bajó los pantalones!!!
  • M – ¡Oh, no! ¿Qué ocurrió después?
  • L  – ¿Acaso no es obvio, Hermana? Una monja con el hábito levantado corre mucho más deprisa que un hombre con los pantalones bajos!

PERSONAS DE MENTE SUCIA: ¡¡¡RECEN 20 AVEMARÍAS Y 10 PADRENUESTROS!!!

[LE}— «Seleccionado», «elegido» o «reclutado», mejor que «drafteado»

Seleccionado, elegido o reclutado son alternativas preferibles a drafteado, opción también válida, para referirse al jugador escogido para formar parte de un equipo de la liga profesional de baloncesto estadounidense (NBA).

Uso no recomendable

• ¿Cómo puede llegar a la NBA un jugador que no es drafteado?

• Díez ya fue drafteado en el puesto 54 de 2015 por Utah Jazz.

• Juancho acababa de ser drafteado por los Nuggets.

Uso recomendable

• ¿Cómo puede llegar a la NBA un jugador que no es elegido?

• Díez ya fue seleccionado en el puesto 54 de 2015 por Utah Jazz.

• Juancho acababa de ser reclutado por los Nuggets.

El Diccionario del español actual, de Seco, Andrés y Ramos, recoge como anglicismo el sustantivo draft como ‘selección de jugadores para pasar a formar parte de la NBA’, definición que puede ampliarse para abarcar también a otros procesos de selección similares en deportes como el béisbol, el fútbol americano o el jóquey.

Debido a su amplia extensión, y dado que se pronuncia como se escribe, es posible y recomendable emplear el término draft en redonda y en minúscula, considerándolo plenamente hispanizado, tal como ya ocurre con otras palabras de origen extranjero que terminan en dos consonantes, como récord, cíborg o wéstern.

A partir de este sustantivo, cabe crear draftear, drafteado o drafteable, si bien se recomienda optar por alternativas tradicionalmente españolas, como reclutar, elegido o seleccionable.

Fuente

[Canarias}— Desvelan los secretos de la gran momia canaria. Ni los faraones fueron tan bien embalsamados

17 noviembre, 2020

Un documental narra la mayor investigación en relación con la cultura guanche y sus cuerpos embalsamados, y desvela nuevos secretos.

La llegada de los castellanos a las Islas Canarias a finales del siglo XV produjo un enorme choque entre dos culturas que desconocían mutuamente. Los aborígenes quedaron asombrados al ver cómo gente armada y con herramientas que ellos desconocían desembarcaban en sus tierras, mientras que los hombres de Castilla se sorprendieron de la altura de unos nativos con rasgos que jamás habían visto.

La guerra entre ambos pueblos fue inminente, y con el paso de los siglos la cultura guanche fue desterrada al olvido. No obstante, este pueblo dejó, sin pretenderlo, una valiosa herencia que permite a arqueólogos y expertos de hoy en día conocer la vida -y la muerte- de los antiguos habitantes del archipiélago español. Durante diez siglos momificaron a sus muertos, los cuales han llegado hasta nuestros tiempos en gran estado de conservación.

Momia 1

La momia guanche sometiéndose a una Tomografía Axial Computarizada en el Hospital Quirón de Madrid.

Una investigación que se ha desarrollado a lo largo de cinco años y en la que han participado algunos de los médicos, científicos e historiadores más prestigiosos de España ha resuelto ahora muchos de los interrogantes y enigmas históricos que pervivían en torno a los guanches. Los principales resultados se muestran en el documental Las momias guanches, coproducido por RTVE y Story Producciones, que se estrena este miércoles 18 de noviembre a las 22:00 horas en La 2.

Regis Francisco López, director de Story Producciones, explica a este periódico que la cultura de estos aborígenes de Canarias es «sorprendentemente desconocida en el conjunto de España cuando todos conocemos la momificación egipcia».

La idea de este documental, que recorre el proceso de ADN, análisis de carbono-14 y reconstrucción forense, parte de otra producción previa que realizaron a las momias egipcias que se hallan en el Museo Arqueológico Nacional. Tras ganar en Cannes el Delfín de Oro al mejor documental histórico del año, se atrevieron con un cuerpo embalsamado más cercano para los españoles. Al fin y al cabo, en el MAN se encuentra la momia guanche mejor conservada del mundo.

Difícil acceso

Tal y como explica Francisco López, tanto desde Tenerife como desde Madrid se ha facilitado todo elemento necesario para conocer mejor el pasado de la cultura guanche. No obstante, no todas las momias se encuentran en suelo español.

«Gran parte del comercio ilegal de bienes arqueológicos desarrollado en Canarias en el siglo XIX se centró en el expolio de cuevas sepulcrales, donde podían obtenerse las codiciadas momias guanches, infravalorándose la mayoría de las veces la propia cultura material asociada a ellas», apunta el Museo Arqueológico Nacional en su texto El patrimonio arqueológico en España en el siglo XIX: el impacto de las desamortizaciones.

Momia 2

Teresa Gómez Espinosa, jefa del Departamento de Conservación del MAN junto al equipo encargado del traslado de la momia guanche al Hospital Quirón de Madrid.

En este sentido, muchas de las momias fueron vendidas y han ido apareciendo en distintos museos alemanes, franceses y británicos con el paso del tiempo. Han sido estos centros culturales extranjeros los que han dificultado de alguna manera la investigación. «En algunos lugares las tienen depósitos y es realmente difícil acceder a estas momias», expresa Regis Francisco López.

Por suerte, aquellos cuerpos que fueron expoliados no pueden compararse con la joya que se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional. Llegó a la institución en 2015 procedente del Museo Nacional de Antropología y, desde entonces, ha estado en manos de la protección de Teresa Gómez Espinosa, jefa del Departamento de Conservación del MAN.

La investigadora afirma que su dentadura perfecta -lo cual demuestra queía a la clase pertenecía a la clase alta-, sus manos y la apreciación de sus músculos son impresionantes. «Las momias no se restauran, se conservan. La tenemos en una vitrina con aire filtrado que hicimos exclusivamente para el cuerpo», matiza.

Su historia, que se reproduce en el documental, es verdaderamente extraordinaria. Tras las pruebas a las que se ha sometido el cuerpo, Gómez Espinosa describe que este varón debió nacer en la segunda mitad del siglo XII, alrededor del año 1160. En cuanto a su muerte, se fecha en la primera mitad del siglo XIII. Aún faltarían dos siglos hasta que Castilla arribara en las costas canarias y más de cinco para que fuera descubierta.

En el interior de una cueva en el barranco de Herque, el gobernador Luis Román halló la codiciada momia en el año 1764. Su estado de conservación le llamó la atención y, lejos de llevarse todos los cuerpos que contenía aquella oscura cueva, cargó con esta momia que ahora se expone en el Museo Arqueológico Nacional.

Momificación egipcia

Además de narrar su pasado, los investigadores pretenden darle un futuro a la momia guanche más conocida del mundo. Gracias al estudio con un TAC, y a partir del cráneo y de las investigaciones forenses, por primera vez se podrá ver cómo fue su auténtico rostro. «Verle la cara es una cosa fascinante», destaca la restauradora, quien por fin puede conocer los rasgos de la momia que ha custodiado todos estos años. El rostro, en forma de busto, se mostrará por primera vez en el documental junto a otras muchas aclaraciones acerca de esta costumbre funeraria.

Y es que, mucho se han preguntado los historiadores y arqueólogos sobre el proceso de momificación canario. ¿Es una tradición únicamente suya? ¿Se dejaron influir por otras culturas? El análisis de ADN realizado sobre las momias ha demostrado que los guanches compartían genes con el pueblo bereber, el cual ocupó en el primer milenio la Sáhara Occidental y el norte de África. Estos podrían haber entrado en contacto con la civilización egipcia, de la cual derivaría la tradición de momificar los cuerpos.

En Egipto, la salvación en la otra vida requería de la presencia física del cadáver. Isaac Asimov, quien además de divulgador científico también escribió sobre Historia, afirmaba que esta idea surgió del hecho de que «en el suelo seco de Egipto los cuerpos se descomponen lentamente, de modo que los egipcios pensaron que la prolongación de la duración de la forma física del cuerpo era algo natural e incluso deseable, y buscaron los medios necesarios para conseguirla».

Momia 3

Diferentes niveles de la Tomografía Axial Computarizada.

Los embalsamadores tinerfeños también aprovechaban el calor del sol para deshidratar a los muertos. No obstante, el desarrollo era distinto. Mientras que en Egipto el cuerpo se exponía al sol durante 70 días, las momias canarias se exponían tan solo 15 jornadas. Asimismo, los órganos internos, los cuales se descomponen mucho antes, eran colocados en jarras de piedra -vasos canopos- en el Antiguo Egipto. Las momias canarias, en cambio, eran sometidas a un proceso que impedía la putrefacción, por lo que las momias guanches aún tienen sus pulmones, riñones y su corazón en el interior.

Para evitar su descomposición, los cuerpos eran manipulados con manteca de ganado, sangre, piedras volcánicas y demás elementos y se introducían pequeñas rocas características del Teide por el ano y la boca. Después, los envolvían en fardos de pieles de cabra. En este sentido, los expertos lo tienen claro: «Es mucho mejor la momificación guanche que la momificación egipcia».

Pese al paso de los siglos, los expolios y las dificultades para acceder a algunos cuerpos que salieron ilegalmente del país, desde 2015 se ha podido llevar a cabo la mayor investigación en relación con la cultura guanche de la historia. Haciendo hincapié en la momia del Museo Arqueológico, pero deteniéndose en otros cuerpos momificados y cráneos de aborígenes canarios, Las momias guanches destaca por su ambicioso proyecto de dar a conocer elementos de nuestro país que muchas veces olvidamos.

En 1496, tras la conquista castellana, se abandonó la costumbre de momificación. Es decir, la momia guanche más joven ronda los 600 años. Ahora solo cabe recuperar todos los cuerpos para conocer un pasado desconocido que aún tiene mucho que ofrecer.

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