Padre e hija viajaban en una flamante camioneta a través del desierto cuando unos bandidos los asaltaron y les robaron hasta la ropa. Cuando los bandidos se fueron, llevándose todo, la hija le dijo al padre:
—¿Pudiste salvar algo?
—Pero, hija, ¿¡cómo voy a salvar algo si nos dejaron en pelotas!?
Entonces la hija, sacándose de la la vagina un anillo de diamantes, miró a su padre con aire de triunfo y le dijo:
—Mira, ¡mamá me enseñó este truco!
—¡Coño!— respondió el padre—, ¡de haber estado aquí tu madre habríamos salvado la camioneta!
