[*Opino}— Algo para reflexionar sobre la pandemia del coronavirus

22-06-2020

Carlos M. Padrón

Lo que sigue me llegó por WhatsApp, y aunque ignoro quién es el autor, lo felicito.

Lo publico porque creo que es una valiosa reflexión que puede ayudarnos a mejor sobrellevar los daños e incomodidades de la pandemia que no sólo no termina de irse, sino que amenaza con atacar de nuevo.

Imagina que hubieras nacido el año 1900

  • Cuando tienes 14 años comienza la Primera Guerra Mundial, y termina cuando tienes 18, con un saldo de 22 millones de muertos.
  • Poco después aparece una pandemia mundial, la Gripe Española, que mata 50 millones de personas. Y tú estás vivo y con 20 años.
  • Cuando tienes 29 años sobrevives a la crisis económica mundial que comenzó con el derrumbe de la Bolsa de Nueva York, ocasionando inflación, desempleo y hambruna.
  • Cuando tienes 33 años los nazis llegan al poder.
  • Cuando tienes 39 años comienza la Segunda Guerra Mundial y termina cuando tienes 45 años con un saldo de 60 millones de muertos. En el Holocausto mueren 6 millones de judíos.
  • Cuando tienes 52 años comienza la guerra de Corea.
  • Cuando tienes 64 años comienza la guerra de Vietnam y termina cuando tienes 75 años.

Un niño que nació en 1985 piensa hoy que sus abuelos no tienen la menor idea de lo difícil que es la vida, aunque han sobrevivido a varias guerras y catástrofes.

Hoy nos encontramos con todas las comodidades en un mundo nuevo, en medio de una nueva pandemia.

La gente se queja porque por varias semanas deben quedarse confinados en sus casas, aunque con electricidad, celular, comida, agua caliente y un techo seguro sobre sus cabezas; nada de eso existía en otros tiempos, pero la Humanidad sobrevivió a esas circunstancias y nunca perdió su alegría de vivir.

Hoy nos quejamos porque tenemos que usar tapabocas para entrar a los supermercados, pero un pequeño cambio en nuestra perspectiva puede obrar milagros. Vamos a agradecer tú y yo que estamos vivos, y vamos a hacer todo lo necesario para protegernos y ayudarnos mutuamente.

Cortesía de Javier Simón

[Hum}— ¡Qué falta hace una madre!

Padre e hija viajaban en una flamante camioneta a través del desierto cuando unos bandidos los asaltaron y les robaron hasta la ropa. Cuando los bandidos se fueron, llevándose todo, la hija le dijo al padre:

—¿Pudiste salvar algo?

—Pero, hija, ¿¡cómo voy a salvar algo si nos dejaron en pelotas!?

Entonces la hija, sacándose de la la vagina un anillo de diamantes, miró a su padre con aire de triunfo y le dijo:

—Mira, ¡mamá me enseñó este truco! 

—¡Coño!— respondió el padre—, ¡de haber estado aquí tu madre habríamos salvado la camioneta!

[LE}— «Gastar millones en algo», mejor que «comprar millones en algo»

El verbo gastar introduce con la preposición en aquello en lo que se desembolsa el dinero (gastar 10 millones de euros en material sanitario), mientras que con el verbo comprar lo que se adquiere es el complemento directo y no va precedido de preposición: comprar material sanitario (por valor de 10 millones de euros si se quiere especificar el dinero entregado).

Uso inadecuado

• Venezuela ha comprado casi 11 000 millones de dólares en armas rusas durante el último lustro.

• El Gobierno compra 20 millones de euros en mascarillas.

• China se compromete a comprar 200 000 millones de dólares en productos de EE. UU.

Uso adecuado

• Venezuela ha gastado casi 11 000 millones de dólares en armas rusas durante el último lustro.

• El Gobierno gasta 20 millones de euros en mascarillas.

• China se compromete a comprar productos de EE. UU. por valor de 200 000 millones de dólares.

Según se aprecia en el Diccionario del estudiante, de la Academia, los verbos gastar y comprar no se construyen de la misma forma: con el verbo gastar, el complemento directo es el dinero, y aquello a lo que dicho dinero se destina es un complemento de régimen introducido por la preposición en: gastar millones en mascarillas; en cambio, el complemento directo de comprar es lo que se adquiere, al tiempo que el dinero empleado pasa a expresarse mediante un complemento circunstancial: comprar mascarillas por valor de varios millones de euros.

No es adecuado, en cambio, mezclar ambas estructuras, como ocurre en los ejemplos iniciales.

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