[Hum}— Fútbol celestial

Antonio y Mario, amigos desde la infancia, eran también verdaderos fanáticos del fútbol. Un día, Mario le dijo a Antonio:

—Antonio, ¿qué vamos a hacer si cuando nos muramos resulta que en el Cielo no hay fútbol?

—No sé—, fue la escueta respuesta de Antonio.

No había pasado un año cuando, sorpresivamente, murió Antonio, lo cual fue un trauma para Mario que no paraba de pensar en el amigo que se había ido para siempre. Pensando en él estaba un día cuando escuchó una voz de ultratumba que le dijo:

—Mario, soy Antonio. Estoy en el cielo y debo darte dos noticias, una buena y otra mala.

Sobrecogido, pero feliz de saber de su amigo, Mario exclamó:

—¡Antonio, amigo mío! ¡¡qué alegría saber de ti!! ¿Cuál es la buena noticia?»

—Que en el Cielo sí juegan al fútbol

—¿Y la mala?

—Que el domingo próximo tienes partido.

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