[*ElPaso}— El Paso de don Enrique Campos. Foto tomada en 1943

07-01-2020

Carlos M. Padrón

Las personas que aparecen en la foto que sigue —publicada en Facebook por Roberto Perera Díaz— son todas de El Paso, excepto su figura principal y razón de la foto: don Enrique Campos Galbis, quien nació en Onteniente (Valencia, España) y por varios años fue maestro nacional y privado en El Paso.

Su escuela como nacional estaba a escasos metros de mi casa natal y por ello fue mi segundo profesor de primaria —el primero fue mi tío-abuelo don Pedro Castillo— y quien, siendo mi maestro, detectó que yo no veía bien, alertó al respecto a mi padre y de ahí resultó que yo fuera en El Paso el primer niño de 10 años que usara gafas.

Para entonces, don Enrique y su familia vivían en la hoy calle Fátima en la casa que está dos más arriba de la que hoy ocupa don Domingo, el actual párroco de El Paso, casa en la que vivió el médico don Walterio y vive hoy María Angélica Pérez Hernández. Esta foto fue tomada en 1943 en el patio de esa casa.

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Los que con don Enrique y su esposa aparecen en esta foto fueron todos alumnos suyos. Los menciono de izquierda a derecha.

DE PIE

  • Fila trasera:  1, Ana del Carmen Brito;  2, Teresa Perera García;  3, Carmelina Martín Guélmez;  4, María Perera García;  5, Eloina Pages Pestana.
  • Fila central:  1, Ramón Lorenzo Díaz;  2, Reinaldo Chico;  3, Kiko Díaz Méndez;  4, Marcelo González Morera;  5, Enrique Campos Galbis;  6, Blanca Sosa Hernández.
  • Fila delantera:  1, Enrique Campos Sosa (hijo de don Enrique);  2, Juan Antonio Sosa Martín (Cubita);  3, Toño Perera Perera;  4, Álvaro Padrón Sosa; 5, Gilberto García Sosa;  6, Tomás Perera García; 7,  Ricardo Jurado Pérez.

SENTADOS

  • 1, Vicente Hernández Pérez;  2, Indalecio Hernández Pérez;  3, Blanca Rosa Campos Sosa (hija de don Enrique);  4, Álvaro Díaz Méndez.

Por lo que sé, más lo que he podido averiguar (puede haber errores), a día de hoy, 07/01/2020, salvo los resaltados en azul, todos los demás han muerto. El último ha sido mi primo-hermano y compadre Álvaro Padrón Sosa quien falleció el 23/11/2019 y que el 26/12/2019 habría cumplido 90 años. Álvaro Padrón fue, después de mis hermanos, el pariente con el que más relación tuve, sobre todo en Venezuela.

[*Opino}— Sí, «The Witcher» es un bodrio

07-01-2020

Carlos M. Padrón

Menos mal que, en el artículo que copio al final, hay al menos una voz autorizada que opina como yo, aunque sea por motivos diferentes.

Me tragué la primera temporada de «The Witcher» sólo por ver los paisajes de La Palma, mi isla natal, que anunciaron que aparecerían, por cuanto muchos exteriores de esa serie fueron filmados aquí, en La Palma, pero lo que de mi Isla apareció y nada es lo mismo.

En la primera temporada de esta serie polaca —que para mí roza lo absurdo e infantil, que ya vi en su totalidad, y no porque me gustara, sino por ver los anunciados paisajes de La Palma— lo de inconfundible que se ve de mi Isla es poco, de poca relevancia y concentrado casi en un solo capítulo. Después de leer varios artículos en la esperanza de encontrar dónde reside el mérito de esta serie, y después de ver su primera temporada (ya anunciaron la segunda), no entiendo que se le dedique tanta tinta a algo que, en mi opinión, es un cuento para adolescentes —o, para ser más preciso y dadas las varias escenas de sexo, un cuento para teenagers, que son adolescentes de entre 13 a 19 años—, un relato que, aunque fantasioso, no tiene pies ni cabeza y que confunde con tanto nombre raro, de personas, lugares, cosas y monstruos. Me pregunto cómo es posible que se gasten recursos en hacer algo así.

Como ya dije, me tragué la primera temporada sólo por ver los paisajes de mi La Palma, mi isla natal, que anunciaron que aparecerían por cuanto muchos exteriores de esa serie fueron filmados aquí, en La Palma, pero lo que de mi Isla apareció y nada es lo mismo. Tal vez en series posteriores aparezcan esos paisajes, pero no, no estoy dispuesto a ver más de este bodrio.

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07-01-2020

Javier Zurro

‘The Witcher’ es un bodrio: dejad de buscar el nuevo ‘Juego de Tronos’, estáis haciendo el ridículo

La adaptación de los videojuegos, que a su vez adaptaban una saga de novelas, es una ficción caótica hecha sólo para los muy, muy fans.

Como si no hubiera tenido suficiente con los insultos por la crítica negativa al último episodio de Star Wars, ahora me voy a meter en otro jardín complejo. Complejo porque sé que la serie de la que voy a hablar tiene muchísimos fans. Seguidores de esos que si te atreves a decir que no te gusta te pueden llamar cualquier cosa. Pero me voy a arriesgar y voy a ser directo… The Witcher es muy mala. Un bodrio.

La serie de Netflix con Henry Cavill como un brujo en un mundo de fantasía era la gran apuesta de la plataforma y ha sido un exitazo. Los fans de las novelas y los videojuegos están dando palmas con las orejas y yo no entiendo nada. Literalmente, no me entero de nada de lo que ocurre en la pantalla, el piloto parece hecho para aquellos que se han leído ya tres libros o echado unas cuantas horas con el juego, porque está claro que para los novatos no es.

No me vengáis ahora con que me debería haber leído o jugado a The Witcher para adentrarme en las aventuras de Geralt de Rivia porque no os lo compro. O es que para disfrutar con Perdida, de David Fincher, había que haberse leído la novela original, o la saga de El señor de los anillos de Peter Jackson no funcionaba sin conocer la Tierra Media diseñada por Tolkien. The Witcher es una serie perezosa y mal contada en la que sólo aquellos fans ya creados podrán entrar.

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Fotograma de The Witcher.

Para empezar, tiene la peor presentación de un personaje protagonista en mucho tiempo. Sin habernos introducido ese mundo, las criaturas que lo habitan o el momento en el que nos encontramos —algo fundamental ya que ese sitio llamado El Continente es una creación que tiene sus propias reglas—, aparece un señor muy cachas matando a una araña con una cara feísima. Todo en una fotografía grisácea, no siniestra, directamente gris. Y ya está. Ése es nuestro héroe, Geralt de Rivia. Pensaréis que en el piloto nos contarán un poco más de este señor, de sus motivaciones, del mundo que habita, de las criaturas que hay en él. No, error. Tampoco me vengáis con que me tengo que ver la temporada entera porque no lo voy a hacer. Dos episodios han sido suficientes.

Luego se nos presenta a una reina que sabe que mañana puede morir, habla de una especie de profecía, pero, a pesar de su miedo, se va a la primera línea de batalla en vez de quedarse protegida en su castillo, porque todos sabemos que lo mejor cuando hay un peligro es ponerte delante de un batallón con ganas de cortarte el cuello. Todas las cosas y las decisiones son completamente aleatorias y ninguna tiene un sentido narrativo.

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Geralt con su caballo… Sardinilla

Sólo me creo que haya gente que vea esta serie por ver a Henry Cavill. Y no me refiero a verle actuar, porque su expresividad es nula y se dedica a hacer gemiditos el 90% del tiempo. Eso sí, muy cachas, muy guapo, muy todo. Y de vez en cuando enseña cacha. Hay otra cosa buena: el nivel de producción y alguna batalla muy vistosa.

En el piloto hay una especialmente sangrienta rodada en un plano secuencia muy espectacular, pero, como se creen que el espectador es medio bobo, ralentizan todo el rato los golpes y los sablazos para que todo se vea bien. No vuelven a usar ese efecto nunca más en todo el episodio, para que veáis la coherencia de todo. Ahh, también hay un caballo amigo de Geralt, su nombre es… SARDINILLA. Lo siento, pero no puedo tomarme en serio a un maromo de dos metros susurrando cosas a su caballo y diciendo Sardinilla esto o Sardinilla lo otro.

Y después de poner mi cabeza a disposición de los fans, aprovecharé para lanzar una petición a todas las plataformas: dejad de buscar como locos el nuevo Juego de Tronos porque estáis haciendo el ridículo. Esto ya pasó en el cine, cuando todos quisieron buscar un sustituto a El señor de los anillos y empezaron a producir sagas adolescentes como churros; ninguna funcionó. Cread productos únicos, de calidad, diferentes, y así todos contentos.

Fuente

[*Opino}— Lo que debieron escribir. «Perlas» del 30/12/2019 al 06/01/2020

En rojo, lo que escribieron; en azul, un ejemplo de lo que debieron escribir.

[Hum}— Confesión

Un hombre, con cara de preocupación, se acerca al confesionario en una iglesia.

– Padre, quiero confesarme.

– Sí, hijo, dime, ¿cuáles son tus pecados?

– Padre, le he sido infiel a mi esposa: me acosté con Jennifer López.

– Lo siento, hijo, pero no puedo darte la absolución

– Pero, ¡¿por qué NO, Padre?! ¡¡¡Si la misericordia de Dios es infinita!!!

– Sí, pero ¡¡¡ni Dios te va a creer que estás arrepentido!!!

[LE}— «Videoblog» se escribe junto y sin tilde

La voz videoblog, formada a partir del elemento compositivo video- y del sustantivo blog, se escribe sin espacio ni guion y no lleva tilde. 

Uso incorrecto

• El actor se hizo un chequeo médico y decidió documentar toda la experiencia para su vídeo blog de YouTube.

• El director adjunto del medio dedica su vídeo-blog a ese asunto esta semana.

Uso correcto

• El actor se hizo un chequeo médico y decidió documentar toda la experiencia para su videoblog de YouTube.

• El director adjunto del medio dedica su videoblog a ese asunto esta semana.

Con presencia en los medios y con mucho uso en otros ámbitos, como el de las redes sociales, videoblog es un neologismo bien formado en español. Al elemento compositivo video-, que ya ha dado otras muchas palabras como videojuego, videoconsola o videomarcador, se le añade en esta ocasión el sustantivo blog, que figura recogido en el Diccionario Académico con el sentido de ‘sitio web que incluye, a modo de diario personal de su autor o autores, contenidos de su interés, actualizados con frecuencia, y a menudo comentados por los lectores’.

El término resultante de esta unión, videoblog, se emplea para designar a los blogs que no son sitios web en los que se escriben artículos, sino que están compuestos por una galería de vídeos o videos ordenada cronológicamente. En plataformas como YouTube, se utiliza también esta voz para referirse a los vídeos en los que una persona muestra un contenido más personal que el que normalmente es tratado en su canal. 

De acuerdo con las normas de la Ortografía Académica, lo adecuado es escribirla sin espacio ni guion, conforme a la regla general de escritura de los prefijos. y no tildarla, ya que, aunque el sustantivo vídeo lleva acento gráfico en alguna de las variedades del español, el elemento compositivo video-, no lo lleva nunca, según recoge el Diccionario Académico. 

Cabe mencionar que, en el ámbito de las redes sociales, es muy frecuente encontrar la forma vlog, como una especie de acrónimo de v(ideo)blog. Esta grafía, aunque muy informativa visualmente, presenta el problema de que fonéticamente es indistinguible de la forma blog, ya que la b y la v se pronuncian igual. [NotaCMP.- Lo cual no debería ocurrir, a menos que, por ejemplo, s y z se pronunciaran igual también].

Siempre es posible escribirla con resalte, sobre todo fuera del ámbito de las redes sociales, en textos en los que pueda no ser adecuadamente entendida. 

Fuente