[Hum}— Dios está vigilando

Unos niños estaban comiendo juntos en el comedor de un colegio de monjas. En la cabecera de la mesa había un recipiente grande con manzanas. Una monja colocó una nota en la bandeja de manzanas:

«Toma sólo UNA, que Dios está vigilando».

Al final de la mesa había una fuente grande de galletitas de chocolate. Un niño había escrito una nota que decía:

«Toma todas las que quieras, que Dios está vigilando las manzanas».

[LE}— Salud mental: 4 claves para una buena redacción

03-04-2019

Con motivo de la presentación de la “Guía de estilo sobre salud mental para medios de comunicación” de la Confederación Salud Mental España, se recogen a continuación algunas claves para mejorar la redacción de las noticias relacionadas. 

1. Persona con problemas de salud mental, expresión adecuada. Persona con problemas de salud mental o persona con trastorno mental son las denominaciones recomendadas. Los colectivos que representan a estas personas defienden estas denominaciones, especialmente para su empleo en los medios de comunicación, y las consideran preferibles a enfermo o enferma mental, que denominan al individuo [¿Y por qué no añadieron individua?] por una sola de sus características, y a otras, aún más peyorativas, como loco o perturbardo.  

Asimismo, más allá de los significados recogidos en los diccionarios, se desaconseja sustantivar el nombre de la enfermedad para designar a la persona (esquizofrénico, depresivo, anoréxico, psicótico, etc.), del mismo modo que no es frecuente hablar de un sidoso o un canceroso para referirnos a quienes tienen estas enfermedades.

2. Centro de salud mental, no manicomio. Centro de salud mental o, en ciertos casos, centro de día, centro de rehabilitación y otras expresiones similares son las adecuadas para referirse a las instalaciones donde se atiende a las personas con problemas de salud mental, mejor que otras como manicomio.

Como en otros centros sanitarios, quienes necesitan tratamiento de salud mental ingresan, no son recluidos, internados o encerrados en ellos.

3. Trastorno mental no es sinónimo de discapacidad intelectual. La denominación trastorno mental se utiliza para referirse a una serie de problemas de salud que no suponen ni tienen por qué estar asociados con una discapacidad intelectual. Así, la “Guía de estilo sobre salud mental para medios de comunicación” indica que la esquizofrenia, el trastorno bipolar, la depresión o la ansiedad, entre otros, son problemas de salud mental, mientras que el daño cerebral adquirido, el autismo, el síndrome de Down o la epilepsia no lo son. 

4. Términos de salud mental en otros contextos. En ocasiones se emplean en las noticias elementos y terminología del campo de la salud mental para describir situaciones, personas o cosas que nada tienen que ver con los problemas de este tipo. Por ejemplo, es frecuente usar el adjetivo esquizofrénico para referirse a una situación caótica, irracional o contradictoria, como en «El partido vive una etapa esquizofrénica». Se trata de un uso metafórico que los colectivos que representan a las personas con trastorno mental consideran inapropiado, peyorativo y perjudicial para su imagen.

Fuente

NotaCMP.- O sea, que hay que evitar hablar claro aunque eso cree confusión; nada de “al pan, pan, y al vino, vino”. ¡Que viva el eufemismo en nombre de lo políticamente correcto!