Una anciana iba a cruzar la calle, pero se le acercó un tipo y le dijo:
“Señora, mejor no cruce la calle porque en la otra acera hay una riña”
La señora se volvió y le preguntó:
“¿Cómo dice? ¿Que hay una niña?”
“No, no, señora, no una niña, sino una disputa”
Y respondió la anciana:
“Ah, ¡entonces no es tan niña!”
